Quito. 31.03.93. Al menos seis muertos, un número indeterminado
de desaparecidos, varias poblaciones aisladas y el represamiento
de un río a causa de un deslave, que amenaza a la principal
central hidroeléctrica de Ecuador, han dejado en las últimas 24
horas las lluvias torrenciales que azotan el país.
Un enorme deslave se produjo la noche de ayer en el río Paute, a
18 kilómetros de la ciudad de Cuenca, en el centro del país, y
causó el represamiento de las aguas que inundaron las zonas
aledañas y ocasionaron la muerte de seis campesinos.
El nivel del agua en la represa natural ha ido aumentando con el
paso de las horas, lo que ha puesto en peligro a la central
hidroeléctrica Paute, la principal de Ecuador, pues las piedras y
el lodo retenidos podrían dañar sus instalaciones si la fuerza
del agua destruye la represa y los arrastra.
Hasta la semana pasada habían fallecido veinte personas a causa
de las inundaciones en diferentes regiones de Ecuador y el último
percance, cuyo efecto definitivo aún no se conoce, eleva esa
cifra a veintiseis.
Las autoridades de Ecuador, conjuntamente con la defensa civil,
han puesto en marcha una operación de evacuación y rescate de los
pobladores de la zona de Paute.
Varias areas del litoral y de la serranía ecuatoriana también
están inundadas a causa de los temporales que afectan a Ecuador
desde hace varias semanas y que han provocado varias muertes y
enormes pérdidas.
El desprendimiento de una parte de una montaña sobre un caudaloso
río, provocó un represamiento de grandes proporciones que amenaza
con una catástrofe en el sur andino ecuatoriano, anunciaron el
martes autoridades de la Defensa Civil, bomberos y militares de
la zona.
El derrumbe de la montaña por los severos aguaceros formó la
noche del lunes una gran represa natural, en el lecho del río
Paute, que hasta el mediodía había acumulado unos 20 millones de
metros cúbicos de agua que aumentaba en 60 metros cúbicos por
segundo y dos metros de altura por hora.
El presidente ecuatoriano, Sixto Durán Ballén, dispuso el envío
de un contingente militar que evacuó a unas cien personas de la
zona rural afectada, ubicada en la provincia del Azuay, al sur
andino del país.
El derrumbe mató al menos cinco personas, cifra que podría
elevarse, si se comprueba que un autobús y otros vehículos fueron
arrastrados por el gigantesco deslizamiento.
La represa natural sepultó completamente una decena de viviendas
de un villorio denominado Josefina e inundó varias haciendas
aledañas.
El embalse del río Paute, se encuentra a 30 kms de la central
hidroeléctrica del mismo nombre, que genera el 90 de electricidad
que consume el país, lo que llevó a las autoridades a vaticinar
que la planta podría ser afectada, dependiendo de la fuerza con
que se desfogue el agua.
El severo invierno de las últimas seis semanas ha provocado
decenas de deslizamientos en las carreteras, además de dañar un
5% de los cultivos en el litoral y causar la muerte hasta la
semana pasada de un veintena de personas.
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