Por: Maria Elena Verdesoto

Editora Internacional

El viernes pasado, en su segundo y último debate, los cinco candidatos a la Presidencia de Colombia agotaron los últimos cartuchos para convencer a los 33 millones de electores de cara a las elecciones de hoy.

No hubo sorpresa en sus propuestas, reflejo de lo que ha sido esta campaña, considerada por analistas como las más sucia en la historia del país.

En el debate, realizado en el Canal Caracol, el proceso de paz con la guerrilla de las FARC centró sus intervenciones y, a diferencia del primer cara a cara del jueves, toparon solo superficialmente la guerra de denuncias que ha caracterizado a las campañas del candidato-presidente, Juan Manuel Santos, y de su principal contendor, el uribista Óscar Iván Zuluaga.

Solo Clara López, candidata del Polo Democrático Alternativo les lanzó un dardo en el primer minuto: "Quienes hacen la guerra sucia no se han ganado el derecho a gobernar, no son los capacitados para hacer el cambio que Colombia reclama y mucho menos para conseguir la paz para nuestro país".

Si bien el diálogo con la guerrilla acaparó el debate, careció de intensidad por el formato: las mismas preguntas para todos y una condición: sin ataques. Eso, excepto a Santos, molestó a los presidenciables, que estuvieron a punto de abandonar el panel, según contó ayer el diario El Tiempo.

Las encuestas vaticinan que, en la primera vuelta de hoy, ninguno de los cinco sacará más de la mitad de los votos. Por tanto, el próximo gobernante sería elegido el 15 de junio, en segunda vuelta.

Los finalistas serían el centroderechista Santos y Zuluaga, del Centro Democrático (CD), partido de extrema derecha liderado por el expresidente y senador electo Álvaro Uribe.

Consultado por IPS, desde el anonimato, un experto dijo que ninguna encuesta es seria: "No buscan medir sino influir, crear matrices de opinión". Él considera que un sondeo apropiado debería incluir a

10 mil personas en 80 de los 1 118 municipios de Colombia, lo que costaría $500 mil.

Recuerda, además, que 80% de los municipios siempre vota igual. Es la maquinaria traducida en empleos, contratos estatales o subsidios: el clientelismo atado a la pobreza. Por eso se busca estimular el sufragio en contra de.

En todo caso, Uribe logró escalar a  su delfín hasta convertirlo en retador de Santos. Los últimos sondeos hablan de un empate técnico que bordea el 29% entre ellos. La intención de voto en blanco se mantiene elevada en el 15%.

En caso de una segunda vuelta, los sondeos señalan que 35,9% votaría por Santos, 34,4% por Zuluaga y 25,7%  por ninguno de los dos. Eso hace de esta una de las contiendas electorales más impredecibles de Colombia. Y eleva la expectativa para las legislativas de julio y que podrían cambiar el mapa político.  (Con IPS y Efe) 



Juan Manuel Santos

Frío, poco carismático, calculador, abiertamente neoliberal y apasionado jugador de póquer. Llegó a la Presidencia en 2010 dispuesto a seguir los postulados de su antecesor, Álvaro Uribe, del que fue ministro de Defensa y luego se distanció. Desde esa trinchera asestó los más duros golpes a las FARC, guerrilla a la que hoy tiende la mano, en su más arriesgada jugada política para lograr la reelección. Intención de voto 27,7%



Óscar Iván Zuluaga


Exministro de Hacienda, político de pueblo y sin carisma. Es la carta de Centro Democrático, el partido de Álvaro Uribe, para reinstalarse en el poder, dado que la Constitución le impide ser candidato. Zuluaga, economista de 55 años, que se define como moderado, decente y ecuánime, a quien los opositores llaman títere de Uribe, es el más serio rival de Santos, según los sondeos. Intención de voto 25,6%



Marta Lucía Ramírez

Domina asuntos de economía y seguridad, en torno a los que ha girado su carrera en la empresa privada y en el Gobierno. Esta abogada, que pagó sus estudios trabajando como modelo, ha coqueteado con varios partidos pero se siente a gusto con el Conservador.

En 2010, siendo senadora, dejó el Partido de la U que apostó por Santos y no por ella para la Presidencia. Hoy ellas busca la revancha. Intención de voto 9,4%



Enrique Peñalosa

El candidato de la Alianza Verde busca la Presidencia con el aval de haber sido uno de los mejores alcaldes de Bogotá. Se lo recuerda por la red de bibliotecas, kilómetros de ciclorrutas y jardines y, sobre todo, por el Transmilenio, sistema de buses articulados convertido en una exitosa experiencia de transporte masivo pionera en la región. Pese a ello, los sondeos lo ubican en tercer lugar. Intención de voto 9,7%



Clara López

Es considerada una de las políticas más cultas de Colombia. La sobrina del expresidente liberal Alfonso López Michelsen (1974-1978) y exnovia de Álvaro Uribe en los inicios liberales del exmandatario, se mira en el espejo de la chilena Michelle Bachelet. López  quiere reforzar la corriente de mujeres  de izquierda que gobiernan en América Latina. Pero la intención de voto no le es favorable. Intención de voto 9,7%



1. El boicot de la paz

La denuncia de espionaje: carta bajo la manga de la campaña santista

El viernes, a dos días de los comicios, la Fiscalía de Colombia elevó la tensión preelectoral. Tras un estudio del video en el que aparecen el candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga, y el presunto pirata informático, Andrés Sepúlveda, determinó la veracidad de la cinta. Con ello dejó sin piso la tesis de Zuluaga de que fue manipulado y es parte de una movida de la campaña de Juan Manuel Santos para afectar su ascendente candidatura. En dicho informe, presentado por el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, se señala que el video presenta continuidad de audio e imagen, es decir que no hay indicios de que haya sido editado. La versión de la Fiscalía contrasta con un peritaje encargado por Zuluaga a una empresa privada según el cual en la grabación había al menos 17 cortes de edición,  el audio se acomodó a las imágenes y el sonido no fue sometido a una cadena de custodia u otro método que garantice su autenticidad.

El video fue divulgado por la revista Semana hace ocho días. En él se observa a Óscar Iván Zuluaga con el pirata informático, hablando de un plan para boicotear el diálogo de paz que  el candidato-presidente lleva adelante con las FARC en Cuba y ha sido el eje de la campaña santista para lograr su reelección.



2. La narcopolítica


Las denuncias de aportes del narcotráfico que Uribe no ha probado


En cuanto estalló el escándalo del presunto hacker, el expresidente Álvaro Uribe denunció, aunque sin presentar pruebas, que la campaña de 2010 que llevó a Juan Manuel Santos a la Presidencia por primera vez, habría recibido $2 millones de narcotraficantes a través del publicista venezolano Juan José Rendón.

Antes, un capo del narcotráfico acusó a Rendón de haber recibido $12 millones como pago de sus servicios para realizar una intermediación ante el Gobierno de Santos, uno de sus múltiples clientes en América Latina. La Fiscalía citó a Uribe para que amplíe y pruebe la denuncia, pero no lo hizo bajo el argumento de que esa entidad no brinda garantías. Prometió hacerlo después de las elecciones de hoy, pero no ante el fiscal sino ante el procurador Alejandro Ordóñez.

El viernes pasado, Santos anunció que entablará una demanda contra su exjefe y antecesor en la Presidencia. "Esto no puede quedar en el aire. Esta acusación no puede quedar impune. No puede ser que una persona que fue Presidente de la República, por pura estrategia política, haga semejante acusación y no presente las pruebas". En declaraciones a radio Caracol, Santos calificó de temeraria esa acusación porque desata una tela de dudas en la ciudadanía.



3. La paz, el objetivo


El acuerdo de paz, único punto de coincidencia entre los cinco candidatos

Los cinco candidatos presidenciales colombianos expresaron su apoyo al proceso de paz del Gobierno con las FARC en Cuba. Lo hicieron en el debate de la noche del viernes. También dijeron que, pese a los avances logrados, se levantarían de la mesa de diálogo si falta voluntad de paz por parte de la guerrilla comunista.

En un debate de 90 minutos a menos de 48 horas de las elecciones, transmitido por el Canal Caracol, el presidente-candidato, Juan Manuel Santos, quien ha hecho de la paz su bandera de Gobierno y de campaña en busca de la reelección, respondió que si hay una circunstancia que lo obligue rompería el diálogo. Óscar Iván Zuluaga remarcó que las FARC han engañado a los colombianos en todas las negociaciones e insistió en un cese al fuego para que haya una paz duradera.

En eso coincidieron Enrique Peñalosa, Clara López y Marta Lucía Ramírez. Peñalosa agregó que se debe derrotar a las FARC militarmente en lo posible, sin detrimento del diálogo. Santos lo elogió y dijo que con ese comentario lo apoya en el tema de la paz. El candidato verde le respondió: "No lo apoyo a usted sino a la negociación en La Habana”. Ramírez agregó que la guerrilla, si en verdad quiere la paz, debe dejar de reclutar niños y sembrar minas en el campo.



4. En último plano


Los problemas estructurales que solo fueron debatidos de forma superficial

Colombia se asoma a un momento histórico, con buenos resultados macroeconómicos y una mejor imagen en el exterior. Sin embargo, analistas lamentan que el país siga anclado a problemas sociales derivados principalmente de la desigualdad. Esa es una de las mayores secuelas del conflicto armado desde hace medio siglo. En ese contexto, ningún candidato ha comunicado efectivamente sus programas de Gobierno,  promocionados en un derroche multimedia en sus páginas web y redes sociales.

En educación, todos ofrecen mejorar la capacitación y los salarios de los maestros, ampliar la cobertura y la calidad. También plantean renovar el privatizado sistema de salud para favorecer al paciente. Los graves problemas del campo son un lastre. Esa deuda pendiente han desatado protestas durante 2013 y lo que va de este año. Más promesas sociales y económicas han pasado casi desapercibidas contrario a lo que ha ocurrdio con los escándalos.

La gran ausente, según advierten la Defensoría del Pueblo e incluso el vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, es una propuesta de política firme de defensa de los derechos humanos y de reconciliación, claves para el postconflicto y la Colombia futura.



5. Ases de los punteros

César Gaviria y Álvaro Uribe, dos expresidentes que calentaron la contienda

En cuanto aceptó ser jefe de debate de la campaña de Juan Manuel Santos, el expresidente César Gaviria, echó más leña a la polémica sobre el video del hacker: “...Todos nuestros temores del tipo de guerra sucia y actuaciones ilegítimas contra el proceso de paz por parte de Óscar Iván Zuluaga aparecieron confirmados”. Acusó al uribismo de emprender acciones ilegales para destruir el proceso de paz. El nuevo escudero de Santos, que asumió ese rol tras la renuncia del venezolano JJ Rendón, afectado por el presunto aporte del narcotráfico,  calificó a Uribe de mentiroso redomado y rey de la calumnia: "¡Oiga presidente Uribe!, ¿por qué le da tanto miedo mostrar sus pruebas? ¿dónde están? ¡No sea mentiroso!".

Uribe respondió con este tuit: "Seguiremos publicando propuestas de Óscar Iván, que no necesita contestar insultos. #ZuluagaPresidente". En otro trino en @AlvaroUribeVel., el senador electo por el Centro Democrático, aunque sin citar el nombre de César Gaviria, pero en clara alusión a él, señaló que no lo atacará, pese a su disgusto por los insultos recibidos.

"Sobre la Corte Suprema nada he dicho, y me amarraré la piedra para no referirme al expresidente", replicó en otro mensaje en su cuenta de Twiter.

 

EXPLORED
Oswaldo Coba en

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