20 AÑOS DE RIQUEZA PETROLERA

Guayaquil. 09.02.92. El 16 de agosto de 1972 el buque tanque Ana
Cristina de Texaco zarpó con el primer embarque de exportación
de crudo, 308 mil barriles a un precio de 2.34 dólares cada
barril. En estos 20 años mucho petróleo ha pasado por la vida de
los ecuatorianos provocando transformaciones políticas,
económicas y sociales muy importantes. Precisamente, la dictadura
militar instalada en el poder desde febrero de 1972 esgrimió como
argumento del golpe de estado un inconveniente acuerdo de la
dictadura civil de entonces, presidida por el doctor José María
Velasco Ibarra, que pretendía pignorar la riqueza petrolera que
aún no se empezaba a explotar para solucionar graves problemas
del Presupuesto General del Estado y de la reserva monetaria
nacional que apenas alcanzaba a cubrir dos semanas de necesidades
del país. Era un préstamo por cincuenta millones de dólares que
la dictadura del General Guillermo Rodríguez lara redujo a 40,
cambiando las condiciones del crédito que se estimaban lesivas
para el país.

"Petroshock"

Sin embargo, esta angustia por el orden, la planificación y la
disciplina enarbolada por los militares al poco tiempo fue
superada por una inesperada avalancha de dólares. Pues, por el
embargo petrolero de los países miembros de la OPEP el precio del
crudo se duplicó, de tal manera que el precio de referencia
fijado en US$2,50 en julio 29 de 1972 pasó a US$5,25 el 16 de
octubre de 1973. Como al gobierno castrense le sobraba dinero y
no tenía proyectos listos en qué invertir esos caudales resolvió
ponerse al día y pagó el préstamo de 40 millones de dólares
contratados al inicio de su gestión para superar la crisis, y los
pagó anticipadamente a pesar que tenía 7 años para hacerlo.
También se ordenó entonces cancelar la deuda inglesa de la
independencia que se venía arrastrando desde la época de Simón
Bolívar, y que hábiles financistas suizos habían comprado por un
valor simbólico.

Felizmente primó la sensatez y se comenzó a pensar en "sembrar
el petróleo", es decir, invertirlo en proyectos productivos como
los hidroeléctricos o en impulsar la agricultura. De tal modo,
el 14 de diciembre de 1973 se creó el Fondo nacional de
Desarrollo (FONADE), con el excedente sobre el precio anterior
hasta US$7,30 por barril; pero la cotización internacional del
crudo se incrementó a US$13,70 a partir de enero de 1974.

Ahí se inició una larga carrera, que hasta ahora no termina, de
asignaciones y participaciones para el Presupuesto del Estado,
FONADE, FONAPAR (Fondo Nacional de Participaciones), Banco de la
Vivienda, INECEL, Junta de Defensa Nacional, FAE, Municipios,
Universidades, Corporación Financiera Nacional, Banco Nacional
de
Fomento, Ministerio de Bienestar Social, etc. Pero los recursos
de todas maneras se malbarataban con adquisiciones de dudosa
utilidad como camiones para el Ejército o una importación masiva
de fertilizantes que terminaron arruinados en bodegas
desperdigados por todo el país.

Aunque se alcanzó a financiar proyectos importantes y se
distribuyó dinero al sector productivo privado a través del
mecanismo de los Fondos Financieros, al terminar su gestión la
dictadura militar lo hizo en medio de escándalos por una política
de agresivo endeudamiento externo público y privado. La síntesis
de este desorden se encuentra en los que señaló el propio
Contralor General de la dictadura, el 30 de junio de 1977, al
informar que el Fondo Nacional de Desarrollo había sido manejado
como "caja chica". Este fondo luego sirvió para constituir el
BEDE, Banco de Desarrollo, el 22 de agosto de 1979 ya en
democracia.

Imaginación democrática

No obstante, la era democrática no mejoró cualitativamente la
utilización de los recursos petroleros, hasta tal punto que en
la actualidad están fundamentalmente dedicados a financiar los
gastos corrientes del Presupuesto General del Estado. Para el
efecto, a propósito de asegurar un mayor rendimiento monetario,
el gobierno ha instrumentado un sistema semanal de devaluaciones
que garantiza el financiamiento del Presupuesto, y por ende el
crecimiento del gasto público, mediante el simple dispositivo
de dar cada semana un valor superior al dólar en relación al
sucre.

Lo interesante del caso está en que este sistema también
beneficia al sector exportador privado que incluso
permanentemente se queja que no se dé al dólar su "valor real",
es decir superior aún al que establece la devaluación del
gobierno. De esta forma, al bonificarse al sector exportador
privado el gobierno ha logrado legitimar los que -
paradójicamente- impugnan las Cámaras de la Producción, esto es
el crecimiento del sector público. La razón es muy simple, por
cada millón de dólares durante 1992 los exportadores privados se
ganarán 320 millones de sucres adicionales, de acuerdo al nuevo
tipo de cambio del mercado de intervención del banco Central,
igualmente el Presupuesto del Estado también percibirá 320
millones de sucres más por cada millón de dólares de exportación
de petróleo.

Entre tanto, el proceso inflacionario continúa imparable.

Con los gobiernos democráticos se ha observado la misma tendencia
que con las dictaduras militares en cuanto a tratar de tener en
orden las cuentas, a través de hábiles maquillajes monetarios que
con la dictadura fue mantener fija la paridad cambiaria y con la
democracia ha sido el proceso devaluatorio; pero igual se
continúan endeudando, pagando cumplidamente los intereses de la
deuda de gobierno a gobierno y organismos internacionales,
aumentando el tamaño del Estado, y alentado proyectos de obras
colosales mientras los servicios básicos no funcionan.

Los tres principales ingresos para el Presupuesto del Estado,
provenientes de la riqueza petrolera, son la diferencia en el
tipo de cambio por las regalías de exportación, que se estableció
por medio de decreto de urgencia económica del Presidente Febres
Cordero, luego los intereses sobre las exportaciones de crudo que
realiza Petroecuador en consorcio con Texaco que corresponde al
71% de la exportación total de petróleo y que fue establecido por
la dictadura militar, y en tercer lugar los ingresos generados
por las alzas de los precios de los combustibles, según decreto
de la Cámara Nacional de Representantes del 19 de noviembre de
1980. Es decir, que entre las dos rentas imaginadas por los
regímenes democráticos, la diferencia del tipo de cambio y el
alza de los combustibles, prácticamente se cubre el 20% de los
ingresos totales del Presupuesto General del Estado, que son
destinados a gastos corrientes, esto es, a pagar sueldos y
salarios y a honrar la deuda externa.

Solo para sueldos

El más elocuente ejemplo de lo mal manejada que está la riqueza
petrolera se halla en que el rubro de mayor rendimiento para el
Presupuesto del Estado está, por ley, exclusivamente dedicado a
atender sueldos y salarios. Ese es su "destino específico", según
expresamente lo señala el Presupuesto, es un rubro que en este
año bordeará los 400 millones de sucres, en perjuicio directo de
inversiones imprescindibles como son las del Plan Maestro de
Electrificación. Lo grave del caso estriba en que el perjuicio
a la colectividad se está sintiendo con fuerza en estos días, con
el racionamiento eléctrico que causa pérdidas multimillonarias
al aparato productivo. Por añadidura, debido al desfinanciamiento
de INECEL los usuarios debemos soportar incrementos acumulativos
mensuales en las tarifas eléctricas, que no solo perjudican a los
usuarios privados sino que también inciden en la inflación, dado
que el mayor número de usuarios son industriales y comerciantes
que trasladan este costo al precio de sus productos agravando la
inflación.

Este "destino específico" de la mayor renta petrolera fue
dispuesto por Decreto de Ley de urgencia económica del Presidente
León Febres Cordero, de elevación de sueldos y salarios, el 22
de marzo de 1985, que ordena que los ingresos que excedan del
tipo de cambio de S/. 66,50 por dólar, vigente a esa fecha, se
destinen exclusivamente para sueldos y salarios. El tipo de
cambio contemplado en el Presupuesto para 1992 es de S/.
1.279,24, es decir que la diferencia en este año a favor del
Presupuesto del Estado llegará a S/. 1.212,99 por cada dólar de
exportación de crudo.

Lo extraño del caso está en que el Gobierno del doctor Rodrigo
Borja ha respetado a rajatabla esta ley, por los beneficios que
le reporta a su Gobierno, a pesar de que fue promulgada
ilegalmente según el criterio de quien en 1985 era Presidente del
Congreso Nacional, el ingeniero Raúl Baca, quien mediante oficio
N§ 0444-PCN-85, dirigido al Presidente Febres Cordero, el 18 de
marzo de 1985, le comunico que el Congreso Nacional en sesión
efectuada ese día "resolvió negar" el proyecto urgente que Febres
Cordero la había remitido el 5 de marzo.

Lo cierto es que la ley sigue en vigencia, el país está a
oscuras, y los sueldos de los burócratas asegurados.

Los 16 tentáculos del billón

Los canales por los cuales el Presupuesto General del Estado se
alimenta de la riqueza petrolera son los siguientes en orden de
importancia cuantitativa:

1§ Por regalías de exportación de crudo, diferencia entre el tipo
de cambio de S/. 66,50 y el del mercado libre de intervención del
Banco Central, según Ley de urgencia económica 02 de marzo 22 de
1985. 23,49%

2§ Ingresos sobre exportaciones de crudo realizadas por
Petroecuador en consorcio. 18,00%

3§ Ingresos por ventas internas de derivados, según decreto de
la Cámara Nacional de Representantes de 19 de noviembre de 1980.
15,23%

4§ Ingresos sobre exportaciones de crudo de Petroecuador en
Nororiente y asociación con City. 12,40%

5§ Impuesto a la renta de empresas petroleras. 10,89%

6§ Participación del Presupuesto del Estado en exportaciones de
derivados realizadas por Petroecuador según Ley de la Cámara
Nacional de Representates de 9 de junio de 1983. 9,22%

7§ Participación en tarifa del oleoducto, estableceida por
Acuerdo Ministerial 1256 de 11 de marzo de 1987. 3,60%

8§ Recursos liberados de deuda externa de la Junta de Defensa
Nacional según Decreto Reservado 337 de enero 24 de 1980.

9§ Deuda de Petroecuador con el Presupuesto por el incremento
en los derivados según Ley Constitutiva de Petroecuador de 26 de
septiembre de 1989. 1,30%

10§ Tasa de servicio en operaciones de compra y venta del dólar.
0,82%

11§ Ingreso por impuesto del 2% sobre concesión Coca. 0,62%

12§ US$ 0,20 por barril de petróleo exportado. 0,24%

13§ Al consumo interno de derivados de petróleo. 0,10%

14§ Por incremento de los precios de hidrocarburos de
exportación. 0,04%

15§ Adicional de S/. 5 por barril de crudo exportado para aumento
de sueldos de los profesores según Decreto de la Cámara Nacional
de Representantes de 8 de octubre de 1979. 0,02%

16§ Derechos superficiados sobre áreas otorgadas para exploración
y explotación de hidrocarburos. 0,01%

Estos porcentajes corresponden a los rendimientos de 1991 que
fueron de 851.764 millones de sucres con un tipo de cambio
promedio de S/. 958,75 por dólar. En 1992 el tipo de cambio
promedio será de S/. 1.279,24 por dólar y el rendimiento estimado
superará el billón de sucres, será alrededor de un billón 278
mil millones para el Presupuesto del Estado. (P-1)






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