BOGOTÁ. Víctimas del conflicto armado colombiano, protagonistas de uno de los puntos de la agenda de paz entre el Gobierno y las FARC, viajarán a Cuba para entregar a las partes más de 4 000 propuestas recopiladas en debates en distintas regiones del país, anunció hoy la ONU.
Las conclusiones de la segunda ronda de Mesas Regionales de Paz, organizadas por el Congreso con el apoyo de las Naciones Unidas, fueron entregadas hoy a las Comisiones de Paz del Legislativo colombiano, tras un proceso de recopilación de más de dos meses desarrollado en nueve ciudades del país.
"El compromiso para la paz se demuestra a través de una disponibilidad de dar la cara y escuchar a los que más han sufrido y que continúan sufriendo por la ausencia de paz", dijo el coordinador de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild.
El alto funcionario de las Naciones Unidas dijo que la visita de víctimas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Estado a La Habana está justificada y será en un acto de confidencialidad para que puedan interactuar con sus victimarios y no en un acto propagandístico.
También se refirió a esta iniciativa el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, hijo de un dirigente liberal asesinado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), quien dijo que el objetivo es que "las FARC le den la cara a sus víctimas".
Cristo destacó la declaración pronunciada la semana pasada en La Habana por Pablo Catatumbo, uno de los líderes de las FARC, en la que reconoció el dolor producido por la guerrilla, y dijo que "es un avance muy significativo en el proceso de paz".
"Contribuye mucho, no solo al clima en La Habana, si no en el clima en la sociedad colombiana respecto al proceso de paz", agregó el presidente del Senado, quien dijo que la declaración de la guerrilla "hay que celebrarla".
Junto a las más de 4 000 propuestas, los representantes que viajen a La Habana irán cargados de objetos llenos de simbolismo que algunas víctimas entregaron durante la instalación de la segunda ronda de Mesas Regionales de paz, el pasado 6 de mayo en Bogotá.
Entre estos objetos está la cadena con la que estuvo apresado el policía John Frank Pinchao, secuestrado por las FARC tras un ataque en 1998 a la ciudad de Mitú (sureste) y quien logró escapar de la selva tras casi nueve años de cautiverio.
"Esta cadena nos acompañó durante todo el secuestro, la traigo como símbolo de la paz. La llave de este candado la tiene la guerrilla y quisiera que allá en Cuba la abrieran", dijo Pinchao con ocasión de la instalación de las mesas regionales, en mayo pasado.
Otro de los testimonios fue el de José Antequera, hijo del dirigente comunista de la Unión Patriótica (UP) José Antequera, asesinado en Bogotá en 1989, quien entregó un bolígrafo: "El esfero (bolígrafo) que siempre llevaba con él y con el que hubiese querido firmar la paz", dijo al recordar a su padre.
La segunda ronda de las Mesas Regionales de Paz recorrió durante dos meses las ciudades de Rionegro, Villavicencio, Valledupar, MonterÍa, Cali, Cúcuta, Quibdó, Neiva e Ibagué, donde concluyó el pasado 12 de julio.
En este proceso participaron, según la ONU, unas 2 813 personas de 1 723 organizaciones y se recopilaron las más de 4 000 propuestas que se entregarán a los negociadores en La Habana.
Las FARC y el Gobierno cerrarán mañana en La Habana, sede permanente de las conversaciones, el decimotercer ciclo de conversaciones, ya entrado en el tema de la participación política, segundo punto de la agenda del proceso tras llegar a un acuerdo con el primero, sobre la cuestión agraria.
El tema de víctimas es el último de la agenda de diálogos, que incluye también los de fin del conflicto y narcotráfico. (EFE)