Quito (Ecuador). 22 oct 95. Un clima de distensión se respira
en la prevención de la Vicepresidencia de la República. Pero
los miembros de la escolta presidencial han visto redoblado su
trabajo. Ahora les corresponde dar seguridad al vicepresidente
Eduardo Peña Triviño.

En la era Dahik, el "bunker" estaba custodiado por elementos
de la Policía Nacional que fueron relevados por orden del
presidente Durán Ballén.

En el tercer piso del remodelado edificio, que fue de Correos,
se ubica la oficina del vicepresidente de la República,
Eduardo Peña, a la que por primera vez tuvo acceso la prensa:
una oficina mas bien austera, con un mueble para libros, pero
sin libros; unos muebles grandes de cuero negro y una mesa con
ocho sillas.

En el diálogo con HOY, Peña revela que un 'contacto' de la
casa de Gobierno le llamó a Guayaquil, la semana pasada, para
conversar sobre la posibilidad de que su nombre conste en la
terna que el presidente de la República debía remitir al
Congreso para la elección del reemplazo de Alberto Dahik. En
primera instancia, dijo que no. 'Pero, luego el presidente de
la República tuvo la bondad de llamarme personalmente. Y no
pude negarle", manifestó.

El lunes a primera hora llegó a Carondelet para un desayuno de
trabajo en el que estuvo el ministro de Finanzas, Iván
Andrade, en el que buscaba "saber si podíamos aspirar a tener
fondos para volcar la acción de gobierno, en estos últimos 10
meses, hacia los aspectos sociales". Le dijeron que sí, y
aceptó la candidatura.

ENTREVISTA CON EDUARDO PEÑA TRIVIÑO

Los días previos a su elección dice que los vivió junto a su
familia con tranquilidad.

-¿Estaba seguro de ser elegido vicepresidente?

No. Yo estaba tranquilo, soy una personas que está
acostumbrada a aceptar riesgos, como asegurador que soy, y
también soy un ejecutivo que está acostumbrado a tomar
decisiones.

-¿Cómo vivió los momentos de la elección?

Estaba tranquilo en mi oficina, el día martes en la tarde, en
donde de cuatro a seis de la tarde no tengo luz y cuando
retornó el fluido eléctrico la sesión del Congreso ya había
comenzado; me retiré a mi domicilio y fue entonces cuando
seguí paso a paso las incidencias de la elección.

-¿Qué sintió cuando se daba por hecho que otro sería el
triunfador?

Estuve sereno y tranquilo y esperando los resultados, ya que
como gerente de la empresa Seguros Sucre me había planteado un
reto para llevar adelante la empresa.

-Se dice que su elección es el fruto de un enfrentamiento
entre la familia del presidente y el Partido Conservador.

Ese es un decir. Yo creo que no hay tal de familia y Partido
Conservador. Quien está junto al mandatario es su hija, Alicia
Durán Ballén, quien en algún momento, por supuesto, tiene que
estar junto a su padre y puede enterarse de algunas cosas, no
de todas; nadie puede descartar que eventualmente hay alguna
intervención prudente que no llega a extremos de una
contradicción de familia y partido.

¿Alguna vez pensó ser vicepresidente de la República?

Yo creo que miente la persona que dice que nunca ha pasado por
su mente ocupar un alto cargo. Cuando inicié mi carrera de
Derecho, los estudiantes de Jurisprudencia teníamos fama de
que todos queríamos ser presidentes. Desde los años de la
Universidad pensé que algún día me tocaría servir al país.

¿Pero en estas condiciones?

- Una ambición para llegar a ser vicepresidente, realmente
nunca la tuve. Inicialmente examiné mis posibilidades, no
respecto a mi capacidad para el cargo, sino respecto al
trabajo, ya que seis meses atrás había aceptado ser gerente
general de la Compañía Seguros Sucre. Pero, conversando con
los ejecutivos del grupo financiero al que pertenece la
empresa, me dijeron que estaba abierta la posibilidad de su
apoyo.

También dijo

¿Cuán difícil es reencauchar al Gobierno del presidente Durán
Ballén?.

Es una tarea realmente difícil. Pero hay de base el deseo de
servir al pueblo en todas las personas que hacen el gobierno,
entendido como tal no solamente al Ejecutivo, sino la
Legislativa y Judicial; más aún, si se buscan los puntos de
coincidencia, que son los más importantes, trabajando sobre
los desacuerdos.

¿Cómo llevar adelante esas conversaciones?

En el arte de la negociación siempre hay que considerar
algunos elementos. Primero, quien da el primer paso. Lo estoy
dando yo. Segundo, tener algo en común: en este caso el amor a
la Patria. Tercero, tener un interés de servir, que lo
tenemos.

¿Cómo librarse de la sombra Dahik?

Las sombras no me preocupan porque las sombras se disipan con
la luz y en este caso la luz es la verdad.

Pero el juicio al economista Dahik podría abarcar al propio
presidente Sixto Durán Ballén. ¿Cómo va usted a sortear estos
gravísimos problemas?

Yo estoy segurísimo de la honestidad del señor presidente de
la República y de que él merece todo el respaldo que se le
pueda dar.

¿Usted será luz frente al decreto ejecutivo que protege los
microfilmes de la Vicepresidencia de la República?

El decreto ejecutivo de los gastos reservados ha sido dictado
con la mejor buena voluntad para preservar aquellas cosas que
son secreto de Estado. El presidente, en el propio decreto,
abre la posibilidad de que si se encuentran actos delictivos,
él será el primero en rechazarlos.

Si es así, ¿Cuándo podrá el presidente de la Corte Suprema
revisar los microfilmes?

Eso será motivo de otras conversaciones y de otras
diligencias. Yo no quiero adelantar criterios.

Si la sombra se disipa con la luz. ¿Cómo disipará usted la
sombra que ha oscurecido a la vicepresidencia de la República
con un ex segundo mandatario prófugo?

Que los procesos judiciales sigan adelante y que cada cual
cumpla con su deber. Si el señor presidente de la Corte
Suprema ha dicho que lo que le interesa es cumplir con su
deber, me parece muy bien. Yo también cumpliré con el mío.

¿Qué hacer para que esto suceda?

Primero llenarnos de serenidad, de olvidar las pasiones y
buscar un freno a los odios en este país.

Propondrá cambios en el Gabinete?

Esa es un atribución del presidente de la República, es él
quien pone y quita ministros. Pero por supuesto, el gabinete
tendrá que mostrar una faz nueva, esa faz aparecerá pronto.

¿Retornaran las palomas y los halcones al gabinete?

En el gabinete del cual yo formé parte, existieron
discrepancias de criterio, y es bueno que se produzcan; pero
de ahí hablar de enfrentamientos, hay una gran distancia,
porque estos no se han dado.

¿Respaldará al Frente Económico?

Creo en las proyecciones del frente económico, que ha logrado
la baja de la inflación; en el campo social debo rescatar la
obra del ministerio de Vivienda, que lamentablemente no han
sido suficientemente difundidas, al igual que la reforma
curricular, en la educación.

¿Hay una mala política de información en el Gobierno?

Hay mucha falla en la información del Gobierno y yo propondré
que se corrija a través de todos los canales que creamos
posibles y viables para dar a la información.

¿Podrá el Gobierno cumplir sus propias metas trazadas?

El gobierno ha cumplido ya con algunos factores. La inflación
llegó a bordear el 80 por ciento; ahora está sobre el 20 por
ciento.

Se siguen los planes, y la inflación en 1996 bordeará el 18
por ciento. (Política) (Diario HOY) (7A)
EXPLORED
en Ciudad Quito (Ecuador)

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