El cortejo fúnebre era el preámbulo de lo que al inicio fue una "toma simbólica" de los predios universitarios, pero que se transformó en una paralización indefinida que busca la renuncia del rector, Víctor Rada.
Liderada por Santiago Nivela, la paralización frenó las actividades y ha revelado una pugna entre dos grupos de docentes y estudiantes que se resisten a declinar sus posiciones y que se acusan no solo de corrupción, sino de dirigir grupos de matones y sicarios, mientras que los 1 500 estudiantes todavía no tienen un panorama claro de los efectos del problema de la Universidad. Aquí presentamos a los dos facciones en pugna.
VICTOR RADA
Prolegómenos de una guerra universitaria
Los adversarios del rector pusieron carteles ofreciendo $46 000 por su cabeza
Por Jorge Villón
Redacción Guayaquil
El nombre y la fotografía de Víctor Rada Suárez, rector de la Universidad de Babahoyo, aparecen en anuncios que simulan la búsqueda de un personaje por el que se ofrecen $46 000 de recompensa. La cifra intenta significar una parte de lo que se habría derrochado en presuntos actos de corrupción.
¿Quién financia toda la campaña en contra Rada que se ha extendido a las calles de Babahoyo? El rector, quien se atrincheró en la Facultad de Ciencias Agropecuarias, acusa indirectamente al grupo que respalda a Santiago Nivela, su opositor, quien exige su renuncia y lo acusa de tener nexos con grupos armados.
"El rector maneja un grupo armado que rompió la constitución democrática en la Universidad", dice Rolando Lamilla, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación.
Los testimonios que acusan a Rada de estar vinculado con un grupo armado se remontan al último proceso electoral interno para elegir al presidente de la Federación de Estudiantes. Los simpatizantes del rector, supuestamente, habrían llevado desde Manabí 700 armas y entregado a cada uno de sus partidarios 10 balas.
En ese proceso electoral resultó electo Fabricio Angulo, quien respalda a Rada y se mantiene también en las mismas instalaciones donde está atrincherado el rector. "Son seudoestudiantes que se quieren apoderar de la Universidad", replica Angulo.
Dentro de la Universidad se han registrado varios enfrentamientos. El 4 de agosto de 2001, por ejemplo, durante las elecciones en la Facultad de Agronomía, Juan Pablo Ramírez resultó herido de bala. La denuncia consta en la Policía y en la Fiscalía. "Había 60 personas armadas con revólveres calibre 38 y repetidoras 357", sostiene Lamilla.
Yadira Aragundi, secretaria de la Facultad de Ciencias de la Salud, y parte del grupo que respalda a Nivela, incluso dice que debió pedir protección al jefe de la Policía Judicial de Los Ríos, Alberto Revel, por las amenazas de muerte que recibió. Los partidarios de Rada también están acusados de una agresión con bates de béisbol contra Marco Ferruzola, asesor jurídico del Sindicato de Obreros, el pasado 16 de marzo, a las 19:00.
"Si nosotros tuviésemos grupos armados, hace rato hubiera ordenado el desalojo de las instalaciones tomadas por la gente de Nivela, quienes ya se han repartido las funciones", sostiene Rada, que es respaldado por tres de los cuatro decanos de la Universidad.
Rada presentó en la Fiscalía una demanda para deslindar responsabilidades por la pérdida de documentación.
¿Es Bosco quien dirige la fuerza de choque de Rada?
El jefe de Comisariato es acusado por los estudiantes que están en el otro bando
La montaña de papeles en donde constan los nombres de las personas que habrían despilfarrado el presupuesto de la Universidad es custodiada por el grupo que respalda a Santiago Nivela. En esos documentos aparece el nombre de Bosco Zambrano, jefe de Comisariato del centro de estudios, vinculado con el rector Víctor Rada Suárez.
Rolando Lamilla, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación, lo menciona como uno de los que lideran la fuerza de choque del rector. "Es una persona influyente, que tomaba decisiones administrativas", dice un profesor que prefirió el anonimato. A Zambrano, según las denuncias, se le atribuye haber gastado $50 677 en viáticos, reembolsos de gastos varios, organización de espectáculos, subsistencias, vacaciones no gozadas, etc., desde el 23 de enero hasta el 27 de noviembre de 2001. En total suman 45 cheques girados a nombre de Bosco Zambrano. (JVR)
El cansancio que existe frente a los problemas es evidente
La paralización del centro de estudios afectó indirectamente a un colegio anexo
La paralización de la Universidad ha perjudicado, además, a 200 alumnos del colegio anexo al centro de estudios, que funciona en las instalaciones tomadas por el grupo de Santiago Nivela.
Los jóvenes no saben cuándo empezarán clases, ni cuándo se entregarán los documentos para el cambio de colegio de varios de ellos. El miércoles, Aida Rodríguez, de 38 años, trataba de sacar los documentos de sus hijos. "Tengo a mis niños en un colegio particular y necesito la documentación. Me cansé de los problemas de la Universidad", sostiene. (JVR)
Presuntos despilfarros de los que se lo acusa
La documentación fue entregada a la Fiscalía y al Conesup
Dos auditores de la Contraloría General del Estado revisan desde el 25 de marzo pasado los estados financieros de la Universidad de Babahoyo, para determinar si son verdaderas las denuncias presentadas por Santiago Nivela, quien acusa al rector, Víctor Rada, de falsificar y malversar fondos. También se involucra a Ausberto Colina Gonzalo, vicerrector académico; Jorge Livinstong Camacho, vicerrector general, y Orizon Mera Tamayo, director financiero.
Las denuncias aseguran que Rada autorizó gastos innecesarios: $69 609 en bebidas alcohólicas, $40 107 en alquiler de vehículos, además de $156 614 en ayudas económicas a la Federación de Estudiantes y otras agrupaciones, y más de $200 000 en viáticos y otros rubros que se detallan en 20 páginas, con los anexos de sustento.
"El rector recibe los pedidos, pero quienes tienen que revisar la documentación son otras personas. No puedo calificar los soportes", dice el rector. Las denuncias las conoce la Fiscalía y el Consejo de Educación Superior, que nombró interventor a Jorge Vergara. (JVR)
Ciencias de la Educación ¿o de las disputas?
Las aulas de la Facultad de Ciencias de la Educación han sido los espacios donde los líderes de los grupos en disputa (el rector, Víctor Rada, y Santiago Nivela) han desarrollado sus carreras docentes por más de dos décadas.
Víctor Rada, quien posee un título de biólogo, pero tiene 25 años de docente en la Facultad de Educación, terminará su período como rector a fines de este año.
A lo largo de estos cinco años al frente de la institución, dice haber solucionado varios problemas. Sin embargo, no conoce con exactitud su presupuesto anual ni los porcentajes que se destinan para cada gasto.
"El presupuesto de la Universidad en 2001 fue de más de $4 millones. Gran parte se invierte en remuneraciones. ¿Cuánto se invierte?", pregunta Rada a su asesor financiero. "Entre el 50% y 60%", le contesta. "Es más", le refuta Rada. "Será el 70%", rectifica su asesor. "¡Qué va! Es más. Pero gran parte del presupuesto se va en remuneraciones", responde finalmente el rector.
Con estos argumentos, Rada quiere justificar el hecho de que no se han realizado proyectos de desarrollo para la Universidad, que funciona desde hace más de 30 años y que se caracterizó por ser una de las mejores en educación agraria.
Un testimonio de lo que pasa en la Universidad de Babahoyo son las 240 hectáreas (casi inutilizadas) que componen la superficie de la Facultad de Ciencias Agrarias. Un galpón donde se encuentra maquinaria agrícola deteriorada, complementa el panorama.
"Realizamos una convocación para proyectos de investigación. Se presentaron 15 de los cuales ninguno pertenece al grupo (de Nivela) que pretende destituirme. Pero no hay presupuesto para emprenderlos", se justifica Rada. (JVR)
Un ex socialcristiano que se acerca a los roldosistas
Las relaciones en la docencia y en la política se revelan en la medida de hecho
Santiago Nivela es cuestionado por su trabajo al frente de las finanzas del Tribunal Provincial Electoral de Los Ríos.
"Salió por la denuncia que presentaron en su contra por el mal desempeño financiero", dice Fabricio Angulo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Babahoyo.
Santiago Nivela niega haber manejado dineros del Tribunal, en donde dijo haber trabajado como secretario. "Me aceptaron la renuncia el 5 de abril. Renuncié porque no era mi puesto y quería hacer otras cosas", se justifica.
Su afiliación al PSC, por el cual fue diputado provincial, terminó hace tres años. Ahora, su acercamiento al Partido Roldosista es evidente, tanto que recibe el apoyo de esa organización partidista en la medida de hecho. "Le he pedido al diputado (roldosista) Mario Touma que nos ayude a gestionar un cambio para la Universidad", reconoce. (JVR)
SANTIAGO NIVELA
Todos tienen algo que decir en contra de alguien
Leyendas injuriantes se ven por todas las calles de Babahoyo, en Los Ríos
"La Universidad es de los estudiantes, no cueva de sicarios. Santiago Nivela, fuera". La leyenda está pintada en la fachada de un colegio femenino, a la entrada de Babahoyo, en Los Ríos, y es la antesala de la disputa entre los partidarios de Santiago Nivela Cruz y los de Víctor Rada Suárez. El primero es reconocido como el líder de la huelga que paralizó la Universidad para pedir la destitución del rector.
La disputa que empezó como un problema interno de la Universidad, el pasado 24 de febrero, se extendió a las calles de Babahoyo, donde las versiones de un enfrentamiento entre grupos armados que respaldan tanto a Rada como a Nivela tomaron fuerza ante las violentas acusaciones que se lanzan los dos bandos.
El grupo que respalda a Rada acusa a Santiago Nivela, quien disputó y perdió hace cinco años el rectorado con Rada, de estar vinculado y respaldado por la familia Cedeño, cuyos integrantes tienen un amplio historial delictivo en Los Ríos.
"Conozco a los Cedeño, como toda la gente de Los Ríos, pero solo eso", asegura Nivela, quien admitió haber tratado de pedir un préstamo de $800 a Alex Cedeño Molina, quien aparece como el autor intelectual de la muerte de Joselo Rodríguez, quien estuvo vinculado con la agresión al entrenador de la selección de fútbol, Hernán Darío "Bolillo" Gómez.
Los nexos de los Cedeño con la Universidad datan de la década pasada, cuando esa organización delictiva habría armado una fuerza de choque con los guardias de seguridad. Según un archivo de la Policía Judicial de Los Ríos, fue en marzo de 1989 cuando Manuel Guerrero Fuentes, miembro de los Cedeño, confesó que cuando ingresó como guardia al centro de estudios se había puesto a órdenes del rector de ese entonces, Bolívar Lupera Icaza, quien dirigió la Universidad desde 1979 hasta 1993. En esa ocasión, dijo que el puesto se lo había conseguido Emilio Cedeño, padre de Alex Cedeño Molina, y que le pagaban con cheques girados por Bolívar Lupera.
En 2002, los personajes vuelven a la escena: Guerrero fue capturado hace tres semanas por la Policía, al ser identificado como uno de los criminales más peligrosos de Los Ríos. En tanto que Lupera aparece como uno de los que respaldan la paralización de la Universidad. "Busca un cargo", dicen los allegados a Rada.
En las instalaciones de la Universidad, Santiago Nivela no reconoce formar parte de un grupo armado. (JVR)
Dos haciendas, verdaderos centros del poder económico
Una familia consolidó su patrimonio en medio de litigios de tierras
La Esperanza y La Carmela son las dos haciendas que aparecen en Los Ríos como propiedades de la familia Cedeño Gilser. El poder económico de quienes aparecieron en esa provincia como agricultores, creció a fines de los noventa. Partes e informes policiales de Los Ríos dan cuenta de que los Cedeño se movilizaban en autos de lujo, registrados a nombre de familiares. Alex Cedeño Molina tendría un departamento en Babahoyo y una casa en San Felipe, al norte de Guayaquil. Son acusados de haber intervenido y haberse aprovechado de varios conflictos de tierras. (JVR)
Los prestamistas que conquistaron la ciudad
La gente dice que Alex Cedeño prestaba entre $500 y $30 000
"La leyenda de los Cedeño se extendió. Ahora, quienes pertenecieron a esa banda lideran sus propios grupos". Lo dice una fuente policial que, en Los Ríos, investigó los actos delictivos de esta banda.
Una prueba de aquella hipótesis se obtuvo a inicios de este mes, con la captura de Manuel Gerrero Fuentes, quien perteneció a la banda, pero que ahora dirigía a su grupo de asaltantes de carreteras.
Con la muerte del líder de esa organización, Pedro Cedeño Bajaña (asesinado en Guayaquil hace siete años), los miembros de la banda habrían tomado direcciones diferentes. En 1997, Alex Cedeño Molina, sobrino de Pedro Cedeño, fue señalado como cabecilla de un grupo armado que opera en Vinces.
Versiones policiales indican que Alex Cedeño (a quien se lo califica de prestamista) obtuvo su título de ingeniero agrónomo en la Universidad de Babahoyo, donde su padre, Emilio, tendría nexos con algunas personas que apoyan el paro en la universidad, reveló una fuente. (JVR)
La marcha del sicariato
La noche del 18 de abril de 1984 pasó a la historia de los registros de la Policía de Babahoyo: el asesinato de una familia desencadenó una serie de informes que revelaban la aparición de una especie de sicariato rural. Una familia adquiría notoriedad por ese motivo: Los Cedeño.
Un informe elaborado en agosto de 1985 y registrado con el código 400-SIC-8, concluye que existen "presunciones de responsabilidad en Pedro Cedeño Bajaña, Emilio Cedeño y Manuel Guerrero, en la muerte de los hermanos Robalino-Villamar". El documento hacía referencia a la muerte de los seis miembros de esa familia, acribillados en Los Beldacos, un pequeño poblado rural de Los Ríos.
Las presunciones sobre los actos delictivos de los Cedeño se transformaron en responsabilidad, cuatro años más tarde. La tortura y muerte de tres menores, de acuerdo con un informe del 11 de marzo de 1989, eran atribuidas a miembros de esta familia. La responsabilidad era mayor, pues los hechos se habían registrado en la hacienda La Carmela, propiedad de Pedro Cedeño Bajaña. Desde ese año, la Policía comenzó a tener un registro de la banda. (JVR)
ANALISIS
Profanación en los espacios del saber
La Universidad Técnica de Babahoyo se ha convertido en un espacio físico impenetrable donde no hay Dios ni ley, y solo su máxima autoridad decide la suerte de la gente.
Allí se desvían los recursos destinados por el Estado para la educación y se maltrata a los estudiantes, a quienes se ha forzado a tomar posiciones a favor o en contra de los dirigentes.
Y hay más: bandas armadas, algunos de cuyos miembros incluso se sabe han sido señalados como ejecutores o cómplices de crímenes, se refugian en sus predios, desde los cuales gobiernan a sangre y fuego.
Pero, ¿cómo entender que la violencia se haya apoderado de esa universidad, al punto que algunos empleados hayan debido pedir protección policial? ¿Cómo comprender que se cierren las aulas solamente porque así lo disponen los líderes de una de las facciones en conflicto, mientras los estudiantes son echados a las calles, a vista y paciencia de la comunidad y de las autoridades?
En medio de este caos, el quemeimportismo gubernamental, a cuenta de respetar la autonomía universitaria, resulta inadmisible. Simplemente, han renunciado a su deber de garantizar la seguridad de las ciudades y vigilar el uso de los dineros del Estado. Tampoco, al parecer, ha intervenido el Conesup, a pesar de que entre sus obligaciones está vigilar el desenvolvimiento de los centros de estudios superiores.
Pero la profunda crisis moral, económica y hasta social que soporta la Universidad Técnica de Babahoyo es el resultado del manejo politiquero de grupos partidistas que sin ninguna vocación por la educación se tomaron el centro de estudios, profanándolo, con la sola intención de hacer desde allí proselitismo, aunque ello implique arruinar la carrera de los educandos, a quienes se debe la universidad. Alguien tiene que actuar, y rápido. (TFF)
(BLANCO Y NEGRO 27 DE ABRIL DE 2002)
Liderada por Santiago Nivela, la paralización frenó las actividades y ha revelado una pugna entre dos grupos de docentes y estudiantes que se resisten a declinar sus posiciones y que se acusan no solo de corrupción, sino de dirigir grupos de matones y sicarios, mientras que los 1 500 estudiantes todavía no tienen un panorama claro de los efectos del problema de la Universidad. Aquí presentamos a los dos facciones en pugna.
VICTOR RADA
Prolegómenos de una guerra universitaria
Los adversarios del rector pusieron carteles ofreciendo $46 000 por su cabeza
Por Jorge Villón
Redacción Guayaquil
El nombre y la fotografía de Víctor Rada Suárez, rector de la Universidad de Babahoyo, aparecen en anuncios que simulan la búsqueda de un personaje por el que se ofrecen $46 000 de recompensa. La cifra intenta significar una parte de lo que se habría derrochado en presuntos actos de corrupción.
¿Quién financia toda la campaña en contra Rada que se ha extendido a las calles de Babahoyo? El rector, quien se atrincheró en la Facultad de Ciencias Agropecuarias, acusa indirectamente al grupo que respalda a Santiago Nivela, su opositor, quien exige su renuncia y lo acusa de tener nexos con grupos armados.
"El rector maneja un grupo armado que rompió la constitución democrática en la Universidad", dice Rolando Lamilla, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación.
Los testimonios que acusan a Rada de estar vinculado con un grupo armado se remontan al último proceso electoral interno para elegir al presidente de la Federación de Estudiantes. Los simpatizantes del rector, supuestamente, habrían llevado desde Manabí 700 armas y entregado a cada uno de sus partidarios 10 balas.
En ese proceso electoral resultó electo Fabricio Angulo, quien respalda a Rada y se mantiene también en las mismas instalaciones donde está atrincherado el rector. "Son seudoestudiantes que se quieren apoderar de la Universidad", replica Angulo.
Dentro de la Universidad se han registrado varios enfrentamientos. El 4 de agosto de 2001, por ejemplo, durante las elecciones en la Facultad de Agronomía, Juan Pablo Ramírez resultó herido de bala. La denuncia consta en la Policía y en la Fiscalía. "Había 60 personas armadas con revólveres calibre 38 y repetidoras 357", sostiene Lamilla.
Yadira Aragundi, secretaria de la Facultad de Ciencias de la Salud, y parte del grupo que respalda a Nivela, incluso dice que debió pedir protección al jefe de la Policía Judicial de Los Ríos, Alberto Revel, por las amenazas de muerte que recibió. Los partidarios de Rada también están acusados de una agresión con bates de béisbol contra Marco Ferruzola, asesor jurídico del Sindicato de Obreros, el pasado 16 de marzo, a las 19:00.
"Si nosotros tuviésemos grupos armados, hace rato hubiera ordenado el desalojo de las instalaciones tomadas por la gente de Nivela, quienes ya se han repartido las funciones", sostiene Rada, que es respaldado por tres de los cuatro decanos de la Universidad.
Rada presentó en la Fiscalía una demanda para deslindar responsabilidades por la pérdida de documentación.
¿Es Bosco quien dirige la fuerza de choque de Rada?
El jefe de Comisariato es acusado por los estudiantes que están en el otro bando
La montaña de papeles en donde constan los nombres de las personas que habrían despilfarrado el presupuesto de la Universidad es custodiada por el grupo que respalda a Santiago Nivela. En esos documentos aparece el nombre de Bosco Zambrano, jefe de Comisariato del centro de estudios, vinculado con el rector Víctor Rada Suárez.
Rolando Lamilla, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación, lo menciona como uno de los que lideran la fuerza de choque del rector. "Es una persona influyente, que tomaba decisiones administrativas", dice un profesor que prefirió el anonimato. A Zambrano, según las denuncias, se le atribuye haber gastado $50 677 en viáticos, reembolsos de gastos varios, organización de espectáculos, subsistencias, vacaciones no gozadas, etc., desde el 23 de enero hasta el 27 de noviembre de 2001. En total suman 45 cheques girados a nombre de Bosco Zambrano. (JVR)
El cansancio que existe frente a los problemas es evidente
La paralización del centro de estudios afectó indirectamente a un colegio anexo
La paralización de la Universidad ha perjudicado, además, a 200 alumnos del colegio anexo al centro de estudios, que funciona en las instalaciones tomadas por el grupo de Santiago Nivela.
Los jóvenes no saben cuándo empezarán clases, ni cuándo se entregarán los documentos para el cambio de colegio de varios de ellos. El miércoles, Aida Rodríguez, de 38 años, trataba de sacar los documentos de sus hijos. "Tengo a mis niños en un colegio particular y necesito la documentación. Me cansé de los problemas de la Universidad", sostiene. (JVR)
Presuntos despilfarros de los que se lo acusa
La documentación fue entregada a la Fiscalía y al Conesup
Dos auditores de la Contraloría General del Estado revisan desde el 25 de marzo pasado los estados financieros de la Universidad de Babahoyo, para determinar si son verdaderas las denuncias presentadas por Santiago Nivela, quien acusa al rector, Víctor Rada, de falsificar y malversar fondos. También se involucra a Ausberto Colina Gonzalo, vicerrector académico; Jorge Livinstong Camacho, vicerrector general, y Orizon Mera Tamayo, director financiero.
Las denuncias aseguran que Rada autorizó gastos innecesarios: $69 609 en bebidas alcohólicas, $40 107 en alquiler de vehículos, además de $156 614 en ayudas económicas a la Federación de Estudiantes y otras agrupaciones, y más de $200 000 en viáticos y otros rubros que se detallan en 20 páginas, con los anexos de sustento.
"El rector recibe los pedidos, pero quienes tienen que revisar la documentación son otras personas. No puedo calificar los soportes", dice el rector. Las denuncias las conoce la Fiscalía y el Consejo de Educación Superior, que nombró interventor a Jorge Vergara. (JVR)
Ciencias de la Educación ¿o de las disputas?
Las aulas de la Facultad de Ciencias de la Educación han sido los espacios donde los líderes de los grupos en disputa (el rector, Víctor Rada, y Santiago Nivela) han desarrollado sus carreras docentes por más de dos décadas.
Víctor Rada, quien posee un título de biólogo, pero tiene 25 años de docente en la Facultad de Educación, terminará su período como rector a fines de este año.
A lo largo de estos cinco años al frente de la institución, dice haber solucionado varios problemas. Sin embargo, no conoce con exactitud su presupuesto anual ni los porcentajes que se destinan para cada gasto.
"El presupuesto de la Universidad en 2001 fue de más de $4 millones. Gran parte se invierte en remuneraciones. ¿Cuánto se invierte?", pregunta Rada a su asesor financiero. "Entre el 50% y 60%", le contesta. "Es más", le refuta Rada. "Será el 70%", rectifica su asesor. "¡Qué va! Es más. Pero gran parte del presupuesto se va en remuneraciones", responde finalmente el rector.
Con estos argumentos, Rada quiere justificar el hecho de que no se han realizado proyectos de desarrollo para la Universidad, que funciona desde hace más de 30 años y que se caracterizó por ser una de las mejores en educación agraria.
Un testimonio de lo que pasa en la Universidad de Babahoyo son las 240 hectáreas (casi inutilizadas) que componen la superficie de la Facultad de Ciencias Agrarias. Un galpón donde se encuentra maquinaria agrícola deteriorada, complementa el panorama.
"Realizamos una convocación para proyectos de investigación. Se presentaron 15 de los cuales ninguno pertenece al grupo (de Nivela) que pretende destituirme. Pero no hay presupuesto para emprenderlos", se justifica Rada. (JVR)
Un ex socialcristiano que se acerca a los roldosistas
Las relaciones en la docencia y en la política se revelan en la medida de hecho
Santiago Nivela es cuestionado por su trabajo al frente de las finanzas del Tribunal Provincial Electoral de Los Ríos.
"Salió por la denuncia que presentaron en su contra por el mal desempeño financiero", dice Fabricio Angulo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Babahoyo.
Santiago Nivela niega haber manejado dineros del Tribunal, en donde dijo haber trabajado como secretario. "Me aceptaron la renuncia el 5 de abril. Renuncié porque no era mi puesto y quería hacer otras cosas", se justifica.
Su afiliación al PSC, por el cual fue diputado provincial, terminó hace tres años. Ahora, su acercamiento al Partido Roldosista es evidente, tanto que recibe el apoyo de esa organización partidista en la medida de hecho. "Le he pedido al diputado (roldosista) Mario Touma que nos ayude a gestionar un cambio para la Universidad", reconoce. (JVR)
SANTIAGO NIVELA
Todos tienen algo que decir en contra de alguien
Leyendas injuriantes se ven por todas las calles de Babahoyo, en Los Ríos
"La Universidad es de los estudiantes, no cueva de sicarios. Santiago Nivela, fuera". La leyenda está pintada en la fachada de un colegio femenino, a la entrada de Babahoyo, en Los Ríos, y es la antesala de la disputa entre los partidarios de Santiago Nivela Cruz y los de Víctor Rada Suárez. El primero es reconocido como el líder de la huelga que paralizó la Universidad para pedir la destitución del rector.
La disputa que empezó como un problema interno de la Universidad, el pasado 24 de febrero, se extendió a las calles de Babahoyo, donde las versiones de un enfrentamiento entre grupos armados que respaldan tanto a Rada como a Nivela tomaron fuerza ante las violentas acusaciones que se lanzan los dos bandos.
El grupo que respalda a Rada acusa a Santiago Nivela, quien disputó y perdió hace cinco años el rectorado con Rada, de estar vinculado y respaldado por la familia Cedeño, cuyos integrantes tienen un amplio historial delictivo en Los Ríos.
"Conozco a los Cedeño, como toda la gente de Los Ríos, pero solo eso", asegura Nivela, quien admitió haber tratado de pedir un préstamo de $800 a Alex Cedeño Molina, quien aparece como el autor intelectual de la muerte de Joselo Rodríguez, quien estuvo vinculado con la agresión al entrenador de la selección de fútbol, Hernán Darío "Bolillo" Gómez.
Los nexos de los Cedeño con la Universidad datan de la década pasada, cuando esa organización delictiva habría armado una fuerza de choque con los guardias de seguridad. Según un archivo de la Policía Judicial de Los Ríos, fue en marzo de 1989 cuando Manuel Guerrero Fuentes, miembro de los Cedeño, confesó que cuando ingresó como guardia al centro de estudios se había puesto a órdenes del rector de ese entonces, Bolívar Lupera Icaza, quien dirigió la Universidad desde 1979 hasta 1993. En esa ocasión, dijo que el puesto se lo había conseguido Emilio Cedeño, padre de Alex Cedeño Molina, y que le pagaban con cheques girados por Bolívar Lupera.
En 2002, los personajes vuelven a la escena: Guerrero fue capturado hace tres semanas por la Policía, al ser identificado como uno de los criminales más peligrosos de Los Ríos. En tanto que Lupera aparece como uno de los que respaldan la paralización de la Universidad. "Busca un cargo", dicen los allegados a Rada.
En las instalaciones de la Universidad, Santiago Nivela no reconoce formar parte de un grupo armado. (JVR)
Dos haciendas, verdaderos centros del poder económico
Una familia consolidó su patrimonio en medio de litigios de tierras
La Esperanza y La Carmela son las dos haciendas que aparecen en Los Ríos como propiedades de la familia Cedeño Gilser. El poder económico de quienes aparecieron en esa provincia como agricultores, creció a fines de los noventa. Partes e informes policiales de Los Ríos dan cuenta de que los Cedeño se movilizaban en autos de lujo, registrados a nombre de familiares. Alex Cedeño Molina tendría un departamento en Babahoyo y una casa en San Felipe, al norte de Guayaquil. Son acusados de haber intervenido y haberse aprovechado de varios conflictos de tierras. (JVR)
Los prestamistas que conquistaron la ciudad
La gente dice que Alex Cedeño prestaba entre $500 y $30 000
"La leyenda de los Cedeño se extendió. Ahora, quienes pertenecieron a esa banda lideran sus propios grupos". Lo dice una fuente policial que, en Los Ríos, investigó los actos delictivos de esta banda.
Una prueba de aquella hipótesis se obtuvo a inicios de este mes, con la captura de Manuel Gerrero Fuentes, quien perteneció a la banda, pero que ahora dirigía a su grupo de asaltantes de carreteras.
Con la muerte del líder de esa organización, Pedro Cedeño Bajaña (asesinado en Guayaquil hace siete años), los miembros de la banda habrían tomado direcciones diferentes. En 1997, Alex Cedeño Molina, sobrino de Pedro Cedeño, fue señalado como cabecilla de un grupo armado que opera en Vinces.
Versiones policiales indican que Alex Cedeño (a quien se lo califica de prestamista) obtuvo su título de ingeniero agrónomo en la Universidad de Babahoyo, donde su padre, Emilio, tendría nexos con algunas personas que apoyan el paro en la universidad, reveló una fuente. (JVR)
La marcha del sicariato
La noche del 18 de abril de 1984 pasó a la historia de los registros de la Policía de Babahoyo: el asesinato de una familia desencadenó una serie de informes que revelaban la aparición de una especie de sicariato rural. Una familia adquiría notoriedad por ese motivo: Los Cedeño.
Un informe elaborado en agosto de 1985 y registrado con el código 400-SIC-8, concluye que existen "presunciones de responsabilidad en Pedro Cedeño Bajaña, Emilio Cedeño y Manuel Guerrero, en la muerte de los hermanos Robalino-Villamar". El documento hacía referencia a la muerte de los seis miembros de esa familia, acribillados en Los Beldacos, un pequeño poblado rural de Los Ríos.
Las presunciones sobre los actos delictivos de los Cedeño se transformaron en responsabilidad, cuatro años más tarde. La tortura y muerte de tres menores, de acuerdo con un informe del 11 de marzo de 1989, eran atribuidas a miembros de esta familia. La responsabilidad era mayor, pues los hechos se habían registrado en la hacienda La Carmela, propiedad de Pedro Cedeño Bajaña. Desde ese año, la Policía comenzó a tener un registro de la banda. (JVR)
ANALISIS
Profanación en los espacios del saber
La Universidad Técnica de Babahoyo se ha convertido en un espacio físico impenetrable donde no hay Dios ni ley, y solo su máxima autoridad decide la suerte de la gente.
Allí se desvían los recursos destinados por el Estado para la educación y se maltrata a los estudiantes, a quienes se ha forzado a tomar posiciones a favor o en contra de los dirigentes.
Y hay más: bandas armadas, algunos de cuyos miembros incluso se sabe han sido señalados como ejecutores o cómplices de crímenes, se refugian en sus predios, desde los cuales gobiernan a sangre y fuego.
Pero, ¿cómo entender que la violencia se haya apoderado de esa universidad, al punto que algunos empleados hayan debido pedir protección policial? ¿Cómo comprender que se cierren las aulas solamente porque así lo disponen los líderes de una de las facciones en conflicto, mientras los estudiantes son echados a las calles, a vista y paciencia de la comunidad y de las autoridades?
En medio de este caos, el quemeimportismo gubernamental, a cuenta de respetar la autonomía universitaria, resulta inadmisible. Simplemente, han renunciado a su deber de garantizar la seguridad de las ciudades y vigilar el uso de los dineros del Estado. Tampoco, al parecer, ha intervenido el Conesup, a pesar de que entre sus obligaciones está vigilar el desenvolvimiento de los centros de estudios superiores.
Pero la profunda crisis moral, económica y hasta social que soporta la Universidad Técnica de Babahoyo es el resultado del manejo politiquero de grupos partidistas que sin ninguna vocación por la educación se tomaron el centro de estudios, profanándolo, con la sola intención de hacer desde allí proselitismo, aunque ello implique arruinar la carrera de los educandos, a quienes se debe la universidad. Alguien tiene que actuar, y rápido. (TFF)
(BLANCO Y NEGRO 27 DE ABRIL DE 2002)
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