VALPARAÍSO. El conservador
Sebastián Piñera Echenique fue investido hoy como el trigésimo octavo presidente de Chile, en una ceremonia celebrada en la sede del Congreso
chileno, en el puerto de Valparaíso.
El nuevo mandatario chileno, de 60 años, recibió la banda presidencial de manos del presidente del Senado, Jorge Pizarro, mientras en la zona se dejaba sentir un terremoto de 7,2 grados Richter de magnitud.
Inmediatamente,
la Armada de Chile envió una alerta de tsunami y recomendó a la población de las localidades costeras dirigirse a lugares en altura entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, a mil kilómetros al sur de Santiago.
"Sí, juro", respondió Piñera cuando Pizarro le tomó el juramento de rigor, en medio de aplausos de los asistentes a la ceremonia, en el salón de honor del Parlamento chileno.
La interpretación del Himno Nacional chileno, coreado por el público, selló la investidura del nuevo presidente de Chile.
Acto seguido, la ahora ex presidenta Michelle Bachelet abandonó el salón, acompañada de sus ministros, en medio de una ovación y con frecuentes detenciones para saludar a personas que se le acercaban.
Antes de su investidura,
Piñera saludó a los jefes de Estado y personalidades internacionales invitadas, entre ellas los presidentes de Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Argentina, Colombia y Bolivia, así como el heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón.
El secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, consideró "buenas" las primeras señales que ha dado Sebastián Piñera, poco antes de la investidura.
"Creo que el hecho que esta misma ceremonia sea muy sobria y que el presidente vaya a ir inmediatamente a las zonas afectadas (por el terremoto) y vaya a enfrentar de inmediato con su nuevo gabinete las tareas que hay que cumplir es una buena señal", dijo Insulza. (EFE)