El 15 de julio es el único punto de concordancia entre el Ejecutivo y el Congreso en su búsqueda por reformar la Constitución. Ese día, ambas instancias del poder político nacional prevén cerrar sus procesos de consulta a la sociedad civil.

Por lo demás, siguen rutas distintas.

Pedro Valverde, presidente de la comisión legislativa de Asuntos Constitucionales, subraya la independencia del proceso del Congreso. Según él, los diputados están en sintonía con todas las exigencias populares tras los acontecimientos del 20 de abril que provocaron la salida de Lucio Gutiérrez de la Presidencia de la República.

“Nosotros consideramos que es el Poder Legislativo el que está en el derecho y la obligación de reformar la Constitución. Pero el Gobierno igual puede seguir con la convocatoria a consulta popular”.

La respuesta del Ejecutivo es que las opiniones del Parlamento pueden ser totalmente válidas. “Si esas opiniones llegan al Sistema de Concertación Ciudadana, van a ser procesadas dentro del sistema y tendrán que, por supuesto, estar presentes en cualquiera de los tres ámbitos de reforma que estamos generando”, dice Andrés Michelena, vocero del Consejo Nacional de Modernización (Conam).

La sociedad civil se presenta por ahora atomizada, pero coincide en la necesidad de que se convoque a una Asamblea Constituyente como único camino para legitimar las modificaciones.

En ese marco, Eduardo Delgado, en Quito, y William Sánchez, en Guayaquil, ponen reparos a los procesos que llevan el Ejecutivo y el Legislativo.

Delgado insiste en que sea la asamblea la que haga la reforma política profunda. Sánchez considera que la consulta planteada por el presidente Alfredo Palacio “nos obliga a caer en manos del Congreso”.

César Montúfar, director de Participación Ciudadana y analista político, advierte del peligro de que la situación actual degenere en un fracaso del proceso. Y de que, como consecuencia de ello, en un futuro cercano, se tengan que hacer nuevas reformas, al no haberse tratado en este momento los temas prioritarios.

“Lamentablemente, el proceso de sumatoria de propuestas individuales que desarrolla el Gobierno no permite el espacio de discusión, en el que pueda establecer prioridades, y por ello las reformas no serán consensuadas”.

El analista político Paúl Velasco también ve dificultades. Pero las enfoca hacia el Congreso Nacional. Lo acusa de haber perdido autoridad y legitimidad, de ahí que asegura que las reformas que surjan de su seno no van a tener aceptación de la ciudadanía.

Por ello, la solución depende del Gobierno. “Si hay una consulta popular, hay que preguntarle al pueblo si quiere ir o no a una Asamblea Constituyente”. A nivel del proceso de concertación, dice, el Ejecutivo deberá tener imaginación y capacidad técnica para ordenar propuestas tan diversas y heterogéneas que provendrán de la ciudadanía.

¿Cuál considera usted es la reforma que debe hacerse a la Constitución?

César Montúfar
Participación Ciudadana


Queremos un nuevo sistema de partidos políticos y para lograrlo planteamos un Tribunal Supremo Electoral no partidario y la división de funciones entre lo jurisdiccional y lo administrativo. La segunda reforma es crear distritos de 150.000 electores para designar a los miembros del Congreso. La tercera es la democratización de los partidos políticos. La cuarta se refiere a la ampliación de la figura de la revocatoria del mandato al presidente de la República y la quinta, el fortalecimiento de la institución del control del gasto electoral.

Hernán Ulloa
Universidades privadas


Desde antes de la caída de Lucio Gutiérrez nos hemos declarado en sesión permanente y hemos analizado las propuestas de la convocatoria a una consulta popular o de una Asamblea Constituyente. Para el 15 de julio tenemos previsto volver a reunirnos para obtener un documento definitivo y vamos a debatir sobre la posibilidad de que haya un Parlamento bicameral, con un Senado en el que estén representados todos los sectores sociales y productivos del país. También vamos a estudiar la forma de votación por distritos.

Alfredo Ruiz
Facultades de Jurisprudencia


En la reunión en la que elegimos al delegado al Comité Calificador creímos conveniente que se realicen algunas reformas constitucionales y que se llame a una Asamblea Constituyente. A título personal, considero que se debe plasmar la revocatoria del mandato presidencial, y que los tribunales Supremo Electoral y Constitucional sean constituidos por juristas. También se debe establecer la bicameralidad para que haya un debate más profundo; para ello, el Senado más que representación política debería tener representación de la sociedad civil.

Vinicio Baquero
Conesup


No hay que temerle a una Asamblea Constituyente y se debe convocar a una porque es la única que podría ganar legitimidad y hacer las reformas que el país necesita. Las reformas profundas deben girar en torno al sistema político y el sistema electoral. Soy partidario de las elecciones distritales por una cuestión simple de mandato, rendición de cuentas y representatividad. Además, se debe distinguir entre el proceso administrativo de las elecciones y el impartir justicia electoral. Además, el Tribunal Supremo debe ser independiente.

Vladimiro Álvarez
Ex ministro de Gobierno


Fundamentalmente conformar un grupo de especialistas en Derecho constitucional y en técnica legislativa que readapte proyectos alternativos de normas constitucionales que sean sometidas al pueblo ecuatoriano bajo el sistema de referéndum, esto es, de consulta de texto constitucional y no de plebiscito como consulta de criterio ciudadano, que luego debe ser procesado por el Congreso. Solamente una comisión técnica, debidamente integrada, podría llevarnos a una norma constitucional que se mantenga en el tiempo.

Pedro Valverde
Asuntos Constitucionales

La Comisión de Asuntos Constitucionales desarrollará el 15 de julio, en Cuenca, el último de tres foros en los que se recibirá de diversos sectores ciudadanos y constitucionales las propuestas de reforma. Con esa información vamos a elaborar un proyecto que abarque la distritalización, la bicameralidad, la despolitización de las cortes, la designación de los organismos de control y las demás aspiraciones de la población. Para aprobar las reformas a finales de septiembre, se va a reducir el tiempo del candado constitucional a un mes.

Eduardo Delgado
Asamblea de Quito

Nosotros hemos planteado una consulta popular autónoma a la que nos presenta el Ejecutivo como camino para lograr las reformas constitucionales. Nosotros planteamos preguntas relacionadas con la firma o no del Tratado de Libre Comercio; la soberanía, el Plan Colombia y la concesión de la base de Manta a EE.UU.; una Asamblea Constituyente soberana; un estatuto electoral para designar a los asambleístas en las que no estén los políticos tradicionales; y la cesación de los diputados si se instala la Asamblea Constituyente.

William Sánchez
Ciudadanía Guayaquil

Nosotros planteamos la instalación de una Asamblea Constituyente con funciones totales (constituyentes y legislativas), lo que significará la automática cesación del Parlamento, y que resuelva si se hacen reformas a la Constitución o se crea una nueva.
Esa asamblea tendrá que estar conformada por las organizaciones sociales, los colegios de profesionales, las cámaras de la producción, los gremios de trabajadores y ciudadanos independientes, para que los partidos políticos solamente sean una fracción dentro de ella.

Luis Antonio Arzube
Constitucionalista

Se debe reformar el Tribunal Constitucional para establecer su mayor jerarquía sobre el Congreso, la Función Judicial y el Ejecutivo. Además, se deben crear jueces administrativos que sean al mismo tiempo jueces constitucionales que puedan examinar el recurso de amparo a la libertad en vez de los presidentes de las cortes superiores.
También se debe ampliar las facultades de la Comisión de Legislación del Congreso para que pueda declarar derogadas las normas contrapuestas entre sí o con la Constitución.

Gil Barragán Romero
Constitucionalista

Me parece muy interesante que se reforme el sistema de votación, creando distritos electorales. Otro proyecto en el que nos podemos enfocar es el de la bicameralidad, porque dos cámaras han demostrado ser mayor garantía de un buen gobierno. Si hubiéramos tenido dos cámaras, posiblemente el proceso de destitución de los ex presidentes Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez no hubiera sido tan fácil, sino que hubiera sido más serio en cuanto a los procedimientos que se emplearan.

Claudio Malo
Catedrático cuencano

Yo fui miembro de la anterior Asamblea Constituyente y nuestra propuesta de que el número de legisladores sea de 60 no tuvo éxito, pero la experiencia ha demostrado que un número elevado no mejora ni facilita la función del Congreso. Valdría también la pena someter a consulta popular si la elección se realiza mediante la forma tradicional o por distritos. Pero no sabemos cómo se haría la distritalización, porque si se reduce el número de diputados, la mayor parte de provincias se quedaría con un diputado.

Paúl Velasco
Analista político

Debemos ir a un congreso bicameral, porque el Senado podría ser una instancia más importante de legislación. Otro tema fundamental es que antes de cambiar el sistema de elección se debe plantear una reforma a la composición del Tribunal Supremo y de los provinciales. Eso va a permitir quitarles el control que sobre ellos tienen los partidos.
También se debe discutir si vamos a elecciones por distritos porque podríamos encontrarnos con un Congreso más heterogéneo, lo que lo volvería sumamente ingobernable.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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