Quito. 15. ago 96. Presidente del Congreso Nacional por tercera
vez, Fabián Ernesto Alarcón Rivera confirma su fama de hábil
negociador. De una u otra manera ha sabido permanecer cerca de
los tres últimos gobiernos democráticos. Capaz de llegar a
acuerdos con sirios y troyanos con tal de salir ganando,
habría descubierto una nueva forma de sumar votos: llenar de
comisiones legislativas al Congreso; contratar a asesores que
en algunos casos cumplen funciones de pintores, choferes o
guardaespaldas y; repartir las cuotas para las Comisiones
Permanentes.

POLÍTICO SIN BANDERA

Hijo de un prestigioso conservador, Ruperto Alarcón, se formó
muy cerca de esa doctrina.Tenía apenas 23 años cuando en 1970
decidió mostrarle al país de lo que era capaz: fundó el
Partido Patriótico Popular (PPP) y consiguió una concejalía en
Quito. Ahí entabló amistad con el alcalde Sixto Durán-Ballén.
En el 78 formó parte de la Primera Comisión de Reestructuración
Jurídica del Estado y un año después, como hombre de derecha,
apoyó la candidatura presidencial de Durán-Ballén. Al PPP le
faltó fuerza electoral y, en su primer revés, vio cómo fue
borrado de los registros del Tribunal Supremo Electoral.

En 1983, Alarcón aparece afiliado al Partido Demócrata (PD) y
candidatizado a la Prefectura de Pichincha, en binomio con el
radiodifusor quiteño, Gustavo Herdoiza, quien terciaba para la
Alcaldía de Quito. El PD fue organizado por Francisco Huerta
Montalvo para optar a la Presidencia. Huerta no ganó, mientras
Alarcón y Herdoiza sí. Aquí Alarcón se mostró como un buen
administrador, ayudado por la colaboración de su partido con
el gobierno socialcristiano de León Febres-Cordero.

MISIÓN IMPOSIBLE

La popularidad alcanzada en la Prefectura lo motivó a buscar
la Alcaldía de la Capital en 1988. A pesar de su cercanía con
los socialcristianos, hábilmente consiguió el apoyo del
partido opositor a los reconstructores, la Izquierda
Democrática (ID). Perdió ante Rodrigo Paz y nuevamente se
quedó sin partido al desaparecer el PD.

En esos días, un grupo importante de demócratas entró en
conversaciones con el Frente Radical Alfarista (FRA), liderado
por Cecilia Calderón de Castro. En Quito, el más importante
era Fabián Alarcón y en Cuenca, Xavier Muñoz. Este último
prefirió el amparo de la DP, mientras Alarcón aprovechó las
elecciones del 90 para llegar al Congreso como el único
diputado provincial del FRA.

En 1991 aprovechó el empantanamiento en que había caído el
Congreso para la elección de su presidente y consiguió el
apoyo de la Izquierda Democrática, con la venia del presidente
Borja, para ganar por primera vez la Presidencia de la Función
Legislativa. En las elecciones del 92 igual fue tentado para
la Vicepresidencia de la República por el socialcristiano
Jaime Nebot, cuanto por el populista Abdalá Bucaram. Pero
Alarcón insistió en la alcaldía de Quito. Lo derrotó otro
demopopular, Jamil Mahauad. La Alcaldía se convierte en su
misión imposible.

En el 94 regresa al Congreso como diputado por Pichincha,
única cuota del FRA en ese período, y se une al pacto
socialcristiano-roldosista que llevó a la Presidencia del
Congreso a Heinz Moeller.

El éxito que alcanzaba en la función pública le proporcionó
prestigio dentro de su partido. Poco a poco se fue
convirtiendo en la mejor carta electoral del FRA. Sólo le
faltaba tomar el control, cosa que gracias a su habilidad no
le tomaría mucho tiempo. ¿Cómo lo habría logrado?

Tradicionalmente, en lo que va del período democrático, las
negociaciones en el Congreso se hacían en base a las
asignaciones que recibían los diputados para obras de interés
provincial. Pero con las nuevas reformas constitucionales
introducidas por consulta popular, esa práctica quedó
eliminada.

Parecería que esto obligó a los legisladores a buscar nuevas
formas de cumplir con sus electores. Una de éstas sería la
asignación de partidas para sueldos de empleados de confianza
de los diputados, llamados asesores. Así lo denunció la
economista Cecilia Calderón al enviar al contralor un listado
de 1.119 personas "que en su gran mayoría no prestan servicios
de ninguna clase a las dependencias de la Función Legislativa,
sino que eran personas que realizaban en diferentes ciudades
del país trabajos particulares o actividades proselitistas a
favor de dirigentes políticos y que solo concurrían al
Congreso a recibir su paga". Para Cecilia Calderón, esta
situación obedece "al pago de favores recibidos en la
conformación de mayorías parlamentarias que permiten captar la
dignidades del Congreso Nacional".

Según la denunciante, en la lista encontró, para su sorpresa,
los nombres de 8 miembros de la directiva nacional del FRA,
ahora liderado por el presidente del Congreso Fabián Alarcón.
Además habrían 15 dirigentes del FRA de Pichincha,
coordinadores del partido en cada provincia y, todos pagados
por el Congreso. "Ahora entiendo por qué en la última Asamblea
Nacional del FRA ya no había un partido deliberante como era
antes, ahora nadie hablaba, solo levantaban la mano. Todos son
empleados de Alarcón". La réplica de Alarcón no se hizo
esperar: "Jamás he condicionado un contrato de trabajo para
que se haga mi voluntad", dijo.

Con el control del partido en sus manos, Alarcón se
candidatizó a diputado nacional, mientras Cecilia Calderón
aspiraba a la diputación provincial en Guayas. El único
elegido fue Alarcón, confirmando su poder de convocatoria.

LA NUEVA TRONCHA

En la segunda vuelta, se alió con Abdalá Bucaram en contra de
la voluntad de los líderes históricos del FRA. El ex
legislador Jaime Aspiazu, recientemente fallecido, llegó a
decir que "Fabián Alarcón ha convertido al FRA en un basurero".

Alarcón empezó a negociar para quedarse en la Presidencia del
Congreso, cosa que consiguió sin problemas. Hasta se dio el
lujo de votar por la candidata socialcristiana Susana González.

Antes de consolidarse la nueva mayoría parlamentaria el que
aparecía como más opcionado era el demopopular Carlos Vallejo.
Él mismo anunció su candidatura el 8 de julio en el noticiero
Contacto Directo de Ecuavisa, pero como lo confesaría luego,
"al día siguiente los diputados de mi partido empezaron a
conversar con Fabián Alarcón". La decisión que en principio
parecía exclusiva del bloque legislativo fue luego ratificada
por el Consejo Directivo Nacional de la DP. Vallejo retiró su
candidatura y prefirió votar por Luis Macas, del movimiento
Pachakutik-Nuevo País. Los once votos de la DP tuvieron su
recompensa a la hora de nombrar a las Comisiones Legislativas
Permanentes: la Presidencia de la siempre deseada Comisión de
Presupuesto y también de la de lo Civil y Penal; un tercer
puesto en la de lo Económico, la Vicepresidencia de la Laboral
y un quinto puesto en la de Gestión Pública. Vallejo se quedó
fuera, ni siquiera lo escogieron para suplente.

MACAS PAGÓ NOVATADA

Una de las sorpresa electorales fue el triunfo del movimiento
Unidad Plurinacional-Pachakutik-Nuevo País. Liderado por el
presidente de la Conaie Luis Macas, alcanzaron ocho curules.
La expectativa era tan grande que los dos candidatos
finalistas a la Presidencia de la República expresaron que
verían con buenos ojos a Macas como presidente del Congreso.

Sin embargo, el movimiento es tan heterogéneo que en su seno
reúne a varios sectores indígenas con intereses diferentes,
campesinos, sindicalistas y también a parte del grupo
anticorrupción denominado Manos Limpias. A poco de iniciada la
segunda vuelta, el grupo indígena del Oriente, liderado por
Valerio Greffa, decidió apoyar a Abdalá Bucaram. Macas por su
parte se declaraba independiente de la contienda.

El grupo de Greffa es un sector denominado Coica (Confederación
de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), quienes
trabajan en sus comunidades aprovechando convenios
internacionales de gobierno a gobierno. Esto hace que busquen
siempre la amistad con el régimen de turno. Al contrario la
Conaie de Macas se respalda en Organizaciones No
Gubernamentales (ONG), por lo que bien pueden mantenerse
alejados del poder político.

La división motivó que los dos diputados amazónicos, José
Avilés y Héctor Villamil se sumaran a la mayoría de Alarcón.
Macas vio reducido su bloque a solo seis legisladores, de los
cuales solo tres pertenecen a la Conaie, los otros son un
sindicalista petrolero, uno vinculado al Seguro Campesino y
otro de Manos Limpias.

En una acción en que Macas pagó la novatada, la mayoría decidió
que el bloque Pachakutik-Nuevo País debía tener 3 cupos en las
Comisiones Legislativas. Como no habían comunicado oficialmente
la división del grupo, le dieron el último lugar a Macas en la
nueva e intrascendente Comisión de Gestión Pública, mientras
que sus ex coidearios amazónicos ocupaban dos puestos: el
cuarto en la Civil y Penal y el sexto en la Laboral. Por si
fuera poco, el disidente Avilés tiene además puesto de
suplente en la de Presupuesto.

De esta manera Fabián Alarcón continuará un año más al frente
de la tarea legislativa. Igual que antes, promete que bajo su
dirección el Congreso buscará la fórmula para alejar de su
competencia la elección de jueces de la Corte Suprema, que
fiscalizará al Ejecutivo y que buscará la armonía entre las
funciones. La novedad: que propiciará el aumento del número
de integrantes de las Comisiones Legislativas, de siete a
nueve, para que puedan más diputados trabajar los doce meses
del año y no solo dos como sucede actualmente.

Luis Macas pagó el derecho de piso

El máximo dirigente de la Conaie, doctor Luis Macas, llegó al
Congreso y vio rápidamente desvanecer sus ilusiones: su bloque
fue dividido y una hábil maniobra de la mayoría lo dejó sin
mayor espacio en el Plenario.

¿Le tocó pagar el derecho de piso?

Yo creo que sí. Los argumentos legales no sirven absolutamente
para nada. Aquí se hacen las leyes y aquí mismo se violan las
leyes.

La pérdida de espacio, dispersa objetivos...

Yo le diría que no. Obviamente al interior del Congreso
Nacional tenemos menos espacio porque nos están usurpando dos
ubicaciones en las Comisiones Legislativas Permanentes.

¿Esta fragmentación se origina en lo heterogéneo de la
conformación de Pachacutick-Nuevo País?

Quisiera hacer primero una aclaración: el movimiento es único.
He escuchado a los legisladores de la Amazonía y al presidente
del Congreso Nacional decir que este movimiento esta conformado
por tres tiempos: El Pachacutick, el Plurinacional y el Nuevo
País. Es la unidad de este movimiento la que abarca a varios
sectores sociales. Es una unidad que representa a un millón
de ecuatorianos.

Sin embargo, han resultados los más permeables a los intereses
políticos...

Así es. Creo que la práctica política en el parlamento,
desgraciadamente, no ha cambiado en nada. Nuestra presencia
aquí va a ser para incidir en que la conducta del parlamento
cambie y esto no se va producir de la noche a la mañana. Esto
necesitará un tiempo prudencial.

Tiempo prudencial en el que se puede quedar solo...

Yo le diría que en este momento ya nos hemos quedado solos.
Estamos marginados de una mayoría conformada en base a
prebendas, a compras y ventas.

Ustedes conversaron con los diferentes grupos ¿las propuestas
no fueron convincentes?

Hemos conversado con los distintos bloques parlamentarios, con
la ID, la DP, también con el PRE, con el PSC. Pero a nosotros
siempre nos ha interesado conversar sobre temas. Pero sucede
que ese no es el polo de atracción para los políticos. Lo que
más atracción tiene es lo que los mismos políticos han llamado
la troncha. (FUENTE: REVISTA VISTAZO N. 695, PP. 24-28)
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