El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ratificó que se reunirá con Juan Manuel Santos, desde hoy presidente de Colombia, en Bogotá, entrevista que había sido anunciada el jueves, pero no figura en la última agenda oficial para hoy.

En su informe semanal de labores, grabado ayer en Quito, Correa apuntó que le han pedido "reuniones bilaterales el presidente (Felipe) Calderón, de México; la presidenta (Laura) Chinchilla, de Costa Rica; y el propio presidente Santos. Obviamente hemos aceptado gustosos esas reuniones bilaterales", subrayó.

En la agenda diaria de labores de Correa emitida por la Presidencia, constan específicamente las reuniones bilaterales con Chinchilla al mediodía y con Calderón media hora después.

La referencia a Santos se señala en la agenda como un "Saludo en Orden de Precedencia al señor Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos y señora de Santos".

Durante su permanencia en Bogotá, Correa también ofrecerá entrevista a medios de comunicación colombianos, indicó el propio presidente al apuntar que "allá las versiones que les llegan son horrorosas y secundadas por los grupos de extrema derecha de EEUU y muchas veces por el Departamento de Estado" con sus informes.

El Gobierno de Ecuador rechazó ayer un informe sobre terrorismo emitido por Estados Unidos el jueves, en el que, aparentemente, advierte de la supuesta penetración de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano.

Correa criticó que se diga que miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entran a descansar a Ecuador y que no se reclame cuando ellos salen de su país.

"Si tener infiltrado a un campamento de las FARC, como sucedió en Angostura (territorio ecuatoriano), significa ser cómplice de las FARC, no hay mayor cómplice que el Gobierno colombiano", dijo Correa al asegurar que allá hay decenas de campamentos.

Desde septiembre del año pasado, Ecuador y Colombia llevan adelante un proceso de diálogo directo para recomponer la relación diplomática, roto desde marzo de 2008 a causa de una incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano, donde la guerrilla de las FARC había instalado un campamento.

De momento, ambos países han logrado, a través del diálogo, designar a sus respectivos encargados de negocios y agregados militares.

El nombramiento de los embajadores está supeditado al avance de las conversaciones y a la solución de ciertos temas pendientes relacionados con el ataque.

El 1 de marzo de 2008, el Ejército colombiano bombardeó y luego ingresó a un punto de la selva amazónica ecuatoriana, conocido como Angostura, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían instalado un campamento.

Dos días después, Ecuador rompió su relación diplomática con Colombia, al considerar que el ataque, ejecutado sin aviso ni permiso, había violado su soberanía territorial.

En esa operación fallecieron unas 26 personas, entre ellas el entonces portavoz internacional de las FARC, alias "Raúl Reyes", el ecuatoriano Franklin Aisalla y cuatro universitarios mexicanos.

Para recomponer plenamente la relación diplomática, Ecuador ha planteado a Colombia varios "requisitos mínimos" que incluyen la entrega de información sobre el ataque de Angostura y de los ordenadores que las tropas colombianas dicen haber encontrado en ese sitio, presuntamente pertenecientes al abatido Reyes.

Ecuador también reclama, entre otros, un aporte de Bogotá para mejorar la atención a los miles de colombianos refugiados en territorio ecuatoriano, así como un mayor control militar de Colombia en su lado de la frontera, para evitar el paso de grupos irregulares.(EFE)
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