Guayaquil. 29 nov 99. Las mismas personas han aportado para
financiar a los partidos políticos: Juan Falconí

No se debe hablar de crisis, es la primera frase que articula el
ministro de la Producción, Juan Falconí Puig, al instalarse en
la sala principal de su casa, ubicada en la vía a Samborondón.

Aunque su fuerte es el tema económico, no elude ni evade las
respuestas a la polémica desatada por las acusaciones contra el
partido gobernante por un supuesto mal manejo a los fondos de la
campaña electoral. Pero, advierte que lo que él opina debe ser
cuidadosamente redactado para evitar malas interpretaciones. Para
la entrevista también cuida su imagen. Las fotos en el lugar
apropiado, la luz cortada por la persiana que separa el salón del
patio y la piscina.

El tema de actualidad, la crisis. ¿Cómo cree que el país puede
superarla?

Primero, los ecuatorianos debemos dejar de hablar de la crisis,
se ha vuelto un tema recurrente y justificamos todo a propósito
de la crisis. Ha habido unos problemas, hay acciones concretas
que se ejecutan para superarlos.

Pero, el dejar de hablar de la crisis no la resuelve...¿Existe
o no la crisis?

Lo que existen son problemas muy graves, no puedo negar una
realidad. Pero si no nos ponemos de acuerdo todos los
ecuatorianos en empezar a solucionarlos, no los superaremos. Lo
que vemos es que nadie hace un aporte efectivo para
solucionarlos, sino que a partir de ello cada sector, cada gremio
o partido político quiere imponer su criterio, sacar su ventaja,
y pretender que se resuelva su problema y no los generales.

¿Incluye al partido político de Gobierno?

No, no diría así, por una razón muy sencilla porque el partido
ha estado apoyando las propuestas del régimen.

Pero al parecer, también buscan cómo solucionar sus propios
problemas....

No lo veo realmente así, ni sus propios problemas, ni sus
intereses, porque están identificados con las políticas del
Gobierno, defendiendo las propuestas en el Congreso. Si mirasen
su interés exclusivo como partido político estarían poniendo
distancia con el Gobierno en momentos en que a este le toca
administrar, y aquí sí tomo por excepción la palabra crisis, una
crisis heredada, de ninguna manera ocasionada por este Gobierno.
En esto debemos ser justos y objetivos.

¿Está dejando toda la responsabilidad a gobiernos anteriores y
eludiendo lo que le corresponde al actual?

Es que el presidente, que efectivamente lo elegimos para que
conduzca los destinos del país, solamente lo puede hacer bajo un
sistema democrático en el ámbito de su competencia y
atribuciones. En Ecuador a veces no se tiene muy claro que hay
un ejercicio del poder compartido, porque el Congreso dicta las
leyes. Lamentablemente, las señales que emitimos hacia el
exterior son confusas, de una falta de acuerdo sobre puntos
básicos y eso incide en la cooperación para el país.

Pero en el exterior también se percibe una falta de liderazgo y
baja de credibilidad en el Gobierno...

En el exterior el prestigio del presidente Mahuad es muy alto,
se ve lo ve como un presidente con gran serenidad y aplomo, con
las características propias de un estadista que mira y toma las
decisiones en función de lo que sea responsablemente más
conveniente y no en función política interna, inmediata de corto
plazo como ha sido la rutina en Ecuador.

Usted habla de prestigio, pero yo le pregunto sobre liderazgo y
credibilidad, incluso en su programa económico...

No podemos ver al país de manera aislada, porque los temas son
conexos. En el Fondo Monetario y otros organismos internacionales
miran a Ecuador como un país que no tiene la posibilidad de
llegar a acuerdos. Pero ese liderazgo del presidente Mahuad o
cualquier otro presidente no puede ir por encima de las reglas
existentes, o del Congreso. Repito, hay un ejercicio del poder
compartido. El Congreso debe proveer de ciertas herramientas al
presidente de la República para ejercer su mandato y hacer
efectiva su administración.

Observamos por ejemplo el comportamiento del dólar. ¿quiénes
fueron los responsables de la especulación?

Habría que plantear que si hubo algún hecho u omisión del
Gobierno que haya sido la causa de la elevación en la cotización
del dólar, ciertamente no la hubo. Una de las principales causas
ha sido la especulación. Es inadminisible que en estas
circunstancias banqueros, concretamente, promuevan la escalada
del dólar para hacer unas utilidades adicionales. Lo que quiere
decir que de la crisis, palabra que prefiero no usar, hay
sectores concretos identificados que están sacando provecho, no
obstante lo que ocurra al país en general.

Se habla de tres bancos, pero no se dicen nombres. Se siente que
el discurso del Gobierno no es firme, y no actúa. Se habla de que
la crisis tiene que ver con la actuación de ciertos banqueros y
el único preso es Fernando Aspiazu...

Hay banqueros prófugos. Pero, complementando las declaraciones
del ministro Larreátegui, hay que anotar que en la actividad
bancaria no se puede hacer señalamientos públicos porque podría
llevar a una situación difícil y se diría que, por una
declaración oficial, se quiso perjudicar a un banco en concreto.
En mi opinión personalísima es que si hay bancos de la Agencia
de Garantía de Depósitos (AGD) que especulan con el dólar, sus
administradores deben ser removidos y como una medida de carácter
general para evitar la especulación, debe subirse el encaje
bancario y no continuar aumentando la tasa de interés que afecta
al sector productivo y que permite a esos bancos, o bien hacer
utilidades extraordinarias, vía tasa de interés o vía
especulación con la divisa.

¿Cómo confiar en un país gobernado por un partido cuestionado por
el uso de fondos para la campaña electoral y cuando un ex
banquero preso lo tiene contra la pared?

Ese es un tema que no está estrictamente en el ámbito de mis
atribuciones, pero, de ninguna manera lo voy a evadir. El tema
de los fondos y las contribuciones para las campañas políticas
está presente desde que existen elecciones en Ecuador y en todas
partes del mundo. Las contribuciones de campaña nunca han sido
condicionadas a un destino específico, han sido para que quienes
los administren los gasten como mejor les parezca a los fines de
la campaña. En el caso ecuatoriano es necesario destacar la
diferencia entre las contribuciones a una campaña en concreto y
las que se puedan hacer a un partido político. Estas últimas son
las que deben tener cuentas y detalles y no las dirigidas a las
campañas. Las contribuciones de campaña no las manejan los
candidatos porque, o son tesoreros o son candidatos.

Pero en entredicho está la contribución de un ex banquero
preso...

En el caso concreto del banquero, lo que tengo entendido es que
canalizó fondos de otras personas e hizo una contribución
importante a la campaña. Que pudo o no haber hablado con el
entonces candidato presidencial es común en toda campaña. Con
estos antecedentes, quiero destacar que cuando esas
contribuciones se hacían por parte de un banquero en concreto,
nadie podía adivinar lo que iba a ocurrir con los bancos en
Ecuador, que por lo demás y haciendo un paréntesis ya había
ocurrido en otros países de América.

También está en duda la ética de recibir dinero del propietario
de Emelec, empresa que tenía problemas con el Estado...

Esos problemas vienen desde por lo menos 1966 o 1967, cuando en
el último día de la dictadura se fijó la rentabilidad garantizada
del 9 y medio por ciento. Y desde esa fecha hasta hoy todos los
gobiernos que pasaron, incluyendo cuando se inició el arbitraje,
no pudieron arreglar estos problemas. Desde ese año hasta hoy,
esa empresa vino contribuyendo a todas las campañas políticas en
Ecuador y a todos los candidatos en la misma elección o al menos
a dos o tres que tenían mayores posibilidades. Y quien manejaba
esa empresa, un señor Scopetta, llevaba y traía en su avión
particular a ministros de Estado de todos los gobiernos,
inclusive los que tenían que ver con el área energética. No
digamos ahora, porque no es justo, decir que había contribuciones
de campaña que tenían que ser rechazadas porque un señor era o
es dueño de esa empresa tenía problemas con el Estado. Problemas,
que por lo demás, cuando es candidato el presidente Mahuad,
habían sido resueltos por un arbitraje que antes no existía. Hay
que fijar los hechos con objetividad para no estigmatizar y dar
por cierto algo que no lo es y no es necesariamente irrregular.
Lo que interesa es que no se trate de presentar un hecho
clarísimo de una contribución de campaña como algo doloso o
inmoral, porque no es así: todos los partidos políticos y
candidatos han recibido de las mismas personas contribuciones a
las campañas. (Texto tomado de El Expreso)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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