Lima. Un estudio realizado a 22.000 estudiantes universitarios de la región andina y publicado hoy revela que el consumo de drogas ilícitas durante el último año fue de 16,6 % en Colombia, 10 % en Ecuador, 5,6 % en Perú y 4,6 % en Bolivia.
Ese es uno los resultados del Programa Anti Drogas Ilícitas de la Comunidad Andina (Pradican), que fue presentado hoy en la capital peruana por representantes de los cuatro países de la Comunidad Andina (CAN).
Los resultados del Pradican van a contribuir al diseño de una nueva Estrategia Andina sobre el Problema Mundial de las Drogas, con vigencia hasta el año 2019, que incluya la creación de una red andina de prevención, certificaciones regionales para el tratamiento de adicciones y manuales para el tratamiento de precursores químicos, entre otras acciones.
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú presentaron hoy los resultados del programa que se desarrolló durante tres años con la cooperación de la Unión Europea para fortalecer los observatorios nacionales de drogas, facilitar un diálogo político entre los países, reforzar el control de precursores químicos y mejorar la capacidad de análisis de las drogas incautadas.
Colombia, Perú y Bolivia son los tres mayores productores de hoja de coca en el mundo, motivo por el cual analizaron la cocaína que se consume y comercializa en sus ciudades para llegar hasta los productos químicos que se utilizan para producirla y de dónde proceden.
Dado que cada país utilizaba una tecnología y una metodología diferente, el primer paso para unificar los estudios forenses ha sido estandarizar el análisis de las drogas y adquirir los equipos de última generación en forma individual.
El encargado de la presentación de este trabajo de caracterización química del Pradican, el colombiano William Garzón, explicó a Efe que los estudios permitieron confirmar que "en los tres países predomina la cocaína, en forma de base" y que, al ser fumada, "tiene un mayor poder de adicción".
El segundo hallazgo importante fue que la gran mayoría de adulterantes utilizados en las drogas son sustancias no controladas, pero que tienen efectos farmacológicos en el organismo que pueden ser peores que la misma droga, dijo el representante de la Fiscalía de Colombia,
Entre ellos, Garzón identificó a la cafeína, fenacetina y la lidocaína, medicamentos de venta libre que "se usan para potenciar algún efecto y contrarrestar otro en la cocaína".
Con esta información, las autoridades andinas podrán ver en el futuro el método de producción y un perfil químico que permitiría descubrir si los casos aislados, de incautación de drogas, pertenecen a una misma organización delictiva, indicó Garzón.
La coordinadora de Pradican, Tatiana Dalence, dijo a Efe que en la región andina hay aproximadamente 47 insumos químicos para la elaboración de drogas, pero que no todos son controlados debido a diferencias en la normativa de los países.
Como parte de las acciones realizadas en el marco del Pradican se ha acordado integrar los planes de prevención y rehabilitación de consumidores, la creación de un centro de capacitación de expertos y un observatorio regional de drogas.
Asimismo, se acordó conjugar la información de inteligencia policial que tiene cada país para compartirla en un centro regional que trabaje en tiempo real, especialmente en las zonas de frontera.
El coordinador de Asuntos Políticos de la CAN, Adolfo López, declaró a Efe que uno de los objetivos de compartir las experiencias nacionales en prácticas de interdicción es poder "llegar a realizar operaciones conjuntas comunitarias" de combate antidrogas.
Los estudios realizados por los socios andinos se traducirán en la "evidencia científica" para rediseñar la estrategia andina sobre el problema mundial de las drogas, que será debatida y aprobada por los cancilleres con miras al 2019.
Desde 2007 al 2012, los países andinos destinaron 5.800 millones de dólares a la lucha contra las drogas, la mayor parte de los cuales correspondió a Colombia, según indicó la presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) de Perú, Carmen Masías. (EFE)
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