Hoy se reunen en Quito los principales de las carteras de Defensa de Unión de Naciones de Sudamérica
Los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores sudamericanos buscarán bajar la tensión entre Venezuela y Colombia por las bases militares que este país puso al servicio de los EEUU, hoy en Quito, en una reunión marcada además por la crisis entre Perú y Chile.
Es el tercer encuentro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sobre la cuestión de las bases tras la cumbre de presidentes de Bariloche (Argentina), en agosto, y una cita ministerial en septiembre, en Quito.
La cita ocurrirá en medio del incidente por el caso de un militar peruano que supuestamente espió para Chile, aunque no está previsto que el foro aborde el tema, pues Santiago estima que es "estrictamente bilateral".
Colombia puso en duda su asistencia al encuentro al señalar que no acudirá a "oír insultos". "Tenemos una delegación en Quito, pero si vamos a ir (a la cita) a oír insultos (entonces) no vamos a ir", dijo el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
Bogotá y Washington firmaron el 30 de octubre un convenio contra el narcotráfico y las guerrillas izquierdistas que permite a militares estadounidenses el uso controlado de siete bases colombianas. El pacto inquieta ante la posibilidad de que desborde las fronteras.
Más allá de coincidir en que la presencia estadounidense "no puede amenazar" su "soberanía e integridad", como quedó plasmado en las anteriores reuniones, los 12 países de la Unasur no han logrado un acuerdo de garantías específicas.
Al contrario, tras la firma del convenio la tensión entre Bogotá y Caracas escaló al punto que el presidente Hugo Chávez llamó a los militares y al pueblo venezolano a "prepararse para la guerra", aunque luego negó estar propiciando un conflicto armado con Colombia.
Bogotá denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU las "amenazas de Venezuela de usar la fuerza" en su contra, y puso al Ejército en máxima alerta en la frontera de 2 200 km, donde en el último mes fueron asesinados ocho colombianos y dos militares venezolanos.
Chávez asegura que el pacto configura una plataforma de ataque a Venezuela por parte de los Estados Unidos -al que culpa del golpe de Estado que sufrió en 2002- y una estrategia para recuperar su hegemonía en la región.
"El sustrato, no hay que confundirse, es la preocupación regional por la presencia de fuerzas extrarregionales en Colombia", justificó el ministro ecuatoriano de Seguridad, Miguel Carvajal, señalando no obstante que "hay que hacer esfuerzos de distensión". (AFP)
Los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores sudamericanos buscarán bajar la tensión entre Venezuela y Colombia por las bases militares que este país puso al servicio de los EEUU, hoy en Quito, en una reunión marcada además por la crisis entre Perú y Chile.
Es el tercer encuentro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sobre la cuestión de las bases tras la cumbre de presidentes de Bariloche (Argentina), en agosto, y una cita ministerial en septiembre, en Quito.
La cita ocurrirá en medio del incidente por el caso de un militar peruano que supuestamente espió para Chile, aunque no está previsto que el foro aborde el tema, pues Santiago estima que es "estrictamente bilateral".
Colombia puso en duda su asistencia al encuentro al señalar que no acudirá a "oír insultos". "Tenemos una delegación en Quito, pero si vamos a ir (a la cita) a oír insultos (entonces) no vamos a ir", dijo el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
Bogotá y Washington firmaron el 30 de octubre un convenio contra el narcotráfico y las guerrillas izquierdistas que permite a militares estadounidenses el uso controlado de siete bases colombianas. El pacto inquieta ante la posibilidad de que desborde las fronteras.
Más allá de coincidir en que la presencia estadounidense "no puede amenazar" su "soberanía e integridad", como quedó plasmado en las anteriores reuniones, los 12 países de la Unasur no han logrado un acuerdo de garantías específicas.
Al contrario, tras la firma del convenio la tensión entre Bogotá y Caracas escaló al punto que el presidente Hugo Chávez llamó a los militares y al pueblo venezolano a "prepararse para la guerra", aunque luego negó estar propiciando un conflicto armado con Colombia.
Bogotá denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU las "amenazas de Venezuela de usar la fuerza" en su contra, y puso al Ejército en máxima alerta en la frontera de 2 200 km, donde en el último mes fueron asesinados ocho colombianos y dos militares venezolanos.
Chávez asegura que el pacto configura una plataforma de ataque a Venezuela por parte de los Estados Unidos -al que culpa del golpe de Estado que sufrió en 2002- y una estrategia para recuperar su hegemonía en la región.
"El sustrato, no hay que confundirse, es la preocupación regional por la presencia de fuerzas extrarregionales en Colombia", justificó el ministro ecuatoriano de Seguridad, Miguel Carvajal, señalando no obstante que "hay que hacer esfuerzos de distensión". (AFP)
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