"El estudio vial debe ser de toda la región para mejorar las condiciones de las carreteras existentes y facilitar la movilidad de los habitantes de la zona y del Distrito. Se puede descartar la idea de construir una autopista".

La construcción de la vía al nuevo aeropuerto de Quito tiene una larga historia, luego de que se decidió la ubicación de la terminal aérea, entre 1973 y 1975. Por intereses económicos, políticos y problemas financieros, la propuesta se quedó únicamente en papeles, sin que ningún gobierno nacional o local pudiera efectivizar su construcción.
En 1979, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) realizó el trazado que hoy se conoce como la propuesta sur y que iba por Tumbaco, pero por diversas razones, entre ellas económicas, y porque no estaban definidos los accesos a Quito no se concretó. Luego, la Junta de Andalucía realizó un análisis del trazado y concluyó que el proyecto no era factible de ejecutarlo porque había que hacer estudios de uso del suelo, ambientales y que se podía dañar el valle. "Se sumaron varias observaciones que anularon la alternativa", explica Gonzalo Uzcátegui, quien siguió de cerca el proceso desde sus inicios.
Fue en 1987 cuando empezaron a circular los rumores "de que el aeropuerto de Guayaquil era el único que podía construirse porque contaba con una vía de acceso, aunque lo mismo pasaba con Quito porque ya existía la Interocéanica. Ahí presenté un bosquejo de lo que podía ser la alternativa por Zámbiza", expresa Uzcátegui. La Dirección de Aviación Civil contrató los estudios de prefactibilidad y los aprobó en 1996. En la alcaldía de Rodrigo Paz se mantuvieron conversaciones con el MOP, pero por falta de fondos el asunto no progresó, mientras que en la de Jamil Mahuad se propuso otra variante que sale de Nayón hasta El Arenal; y son las tres opciones que se manejaron hasta 1999, cuando por discrepancias entre la Presidencia y la Vicepresidencia de la República tampoco se dio paso al proyecto.
El Consejo Provincial de Pichincha intentó intervenir en 1995 en la pretendida construcción, pero quedó sin efecto por la oposición de los moradores de Tumbaco. Para ese entonces la densidad poblacional se había triplicado, considerando que el valle tiene una tasa de crecimiento del 12% anual.
Ahora, en 2003, la Corporación Aeropuerto (CorpaQ), integrada luego de que por decreto ejecutivo se entregó el manejo de los aeropuertos a los Municipios de Quito y Guayaquil, enfrenta la oposición del Frente de Defensa del valle de Tumbaco, a raíz de que se presentó un informe en el que se establece que la mejor opción para construir la vía es por el lado sur, debido a que se beneficia con una carretera de acceso a las poblaciones de la zona y porque resultaría más barata que otras opciones, lo que facilitaría la concesión en paquete con la Interocéanica y el establecimiento de un peaje accesible para los usuarios. Sin embargo, Gonzalo Uzcátegui asegura que uno de los problemas de antes y de ahora es que ninguna de las opciones es factible de concesionar, porque los niveles de tránsito no dan para hacerlo, ya que en un tramo tan estrecho se exigiría el cobro de un peaje elevado. Además, descarta la posibilidad de que sea por Tumbaco por las observaciones que han existido en 25 años y por la falencia de los estudios.
Una de las últimas propuestas es que se podría utilizar la misma vía Interocéanica -mejorándola-, que ha sido ampliada en varios tramos a cuatro carriles y que contará con un túnel para los que ingresan y salen del sector norte, mientras que para el sur se puede adecuar una nueva entrada. Así se evitaría la zona conflictiva de Tumbaco, y para empatar con el aeropuerto se utilizaría el mismo trazado propuesto, con lo que la construcción nueva sería de 10 kilómetros. La opción por Zámbiza se mantendría como segunda alternativa.
Los estudios definitivos los realiza la compañía estadounidense LPA, el financiamiento de $600 mil fue otorgado por el mismo país. No existe una fecha para la entrega al Concejo. (PC)

LOS DETRACTORES

Un grupo de vecinos de Tumbaco lidera la oposición desde 1995

El Frente de Defensa del valle de Tumbaco, principal agrupación que se opone a la construcción de la vía para el nuevo aeropuerto, por el lado sur, se integró en 1995, cuando el Consejo Provincial retomó el proyecto del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y empezó a remover la tierra, por el barrio San Juan de Cumbayá.
Los pobladores de esta zona se organizaron y convocaron a los habitantes de las parroquias aledañas. Carlos Gálvez Estrella lideró la oposición, al igual que ahora en su calidad de presidente del Frente. Fue presidente de la Junta Parroquial en 1984, integró las brigadas parroquiales y fue gerente de proyectos sociales de Andinatel, nombrado desde el gobierno de Fabián Alarcón. Conformó la Feine de Ecuador y organizó una paralización en contra del ex alcalde Gustavo Herdoíza.
La agrupación volvió a reunirse a raíz del anuncio de la CorpaQ (2003) de que se retomaba el trazado inicial; se integraron un directorio y comisiones con cerca de 50 personas y se declararon en sesión permanente. Se reúnen todos los miércoles y han conseguido el asesoramiento de varios técnicos en las áreas de tránsito, vialidad, medio ambiente y planificación; entre ellos están César Arias, planificador de tránsito y funcionario de las alcaldías de Rodrigo Paz y Jamil Mahuad, quien cuestiona la falta de estudios adecuados de demanda de tránsito, tiempos de viaje y costos, investigación socioeconómica de los habitantes del valle, lo que es indispensable para una concesión. También está Jorge Jurado, consultor ambiental y funcionario de las administraciones anteriores, quien analiza la falta de un estudio de impacto ambiental y el hecho de que una autopista genera contaminación del aire y por ruido. A ellos se suman Diego Vela Palacios, quien vive en Tumbaco y se vería afectado porque la autopista pasaría a 50 metros de su propiedad. Xavier Fonseca, Plutarco Naranjo y un grupo de ingenieros independientes, entre ellos algunos extranjeros, han presentado una nueva propuesta del trazado.
Según Gálvez también tienen el apoyo de los colegios profesionales de Pichincha, diputados, instituciones educativas, del ex alcalde Rodrigo Paz y, sobre todo, de la comunidad. "Ya hemos agotado todos los esfuerzos y se está pensando en medidas de hecho".
Entre los argumentos para un no definitivo al trazado sur de la vía al nuevo aeropuerto, el Frente de Defensa menciona que la población se ha incrementado, que todo Tumbaco se vería afectado por la velocidad de la autopista, por la contaminación ambiental, que el valle se partiría en dos, que no existen estudios completos de por lo menos tres opciones y que hay leyes que ya determinaron la inconveniencia de la ruta. Por lo tanto, piden que se respeten esas resoluciones, que se preserve el hábitat natural y que se opte por otras alternativas.
En la última semana enviaron una comunicación al alcalde Moncayo para entablar un diálogo y lograr que se deseche el trazado. (PC)

"Hay que buscar una solución, pero sin imposiciones"
Rodrigo Paz, ex alcalde de Quito

"Lo que ha hecho el actual Municipio es formar una Corporación para negociar con los canadienses, lo que me parece apropiado, y la firma LPA ofreció que podía conseguir un dinero del Gobierno estadounidense para los estudios de la vía. Ahí es cuando empiezan los problemas porque se lo hace silenciosamente, sin conocimiento de la ciudadanía y se despiertan los temores de los pobladores de Tumbaco y Cumbayá, quienes no reciben una respuesta adecuada de la CorpaQ, sino más bien una decisión, lo cual es un error y no se va a aceptar una imposición.
Los estudios económicos se han hecho muy por encima, no hay estudios de tránsito de la opción sur, de medio ambiente y ninguna multinacional le va a prestar dinero si no se cuenta con esto. No hay el contacto social, no hay el estudio de expropiaciones. Tampoco de los accesos a Quito y cuántos intercambiadores tienen que construirse.
Hay que buscar una solución, pero no es la imposición. En mi concepto es imposible que se haga la vía por Tumbaco, porque por más que existan argumentos técnicos, los moradores se van a oponer, con el único interés de defender la propiedad y librarse del impacto ambiental". (PC)

"Es un tema técnico, pero veo ciertas señales de politización"
Ramiro Rivera, vicepresidente del Congreso

"Es incuestionable que Quito debe tener un nuevo aeropuerto, porque nuestra terminal aérea no solo que es un peligro sino una vergüenza, a pesar de los esfuerzos que ha hecho la CorpaQ.
En ese contexto es muy importante la vía de acceso. Por ello, esta autopista deberá ser construida siempre y cuando los estudios técnicos y la viabilidad financiera sean los más adecuados. Sería extremadamente peligroso, por ejemplo, que el trazado de una autopista dependiera de inmuebles o propiedades de gente poderosa. Si la vía debe ir por determinado sitio, y si por él afecta a pobres y ricos, que así sea.
A mi juicio este es un tema técnico y financiero, pero veo algunas señales de politización. Asistí a una sola reunión en Tumbaco y me preocupó la queja de que, al parecer, en el trazado de la autopista se produce lo que podríamos denominar "dientes u orejas", según dijeron los moradores, para salvar propiedades de algunas personalidades. Quienes se encuentran a la cabeza del proyecto deben informar y difundir todos los estudios, para que la comunidad esté segura de que solo los aspectos financieros y de conveniencia general serán los que determinen el trazado de la vía"". (NJ)


El proyecto de la corpaq

"He manifestado que estamos abiertos para recibir las inquietudes y observaciones que tengan los diferentes sectores porque la compañía LPA, contratada para ejecutar el trabajo, no es infalible": Paco Moncayo.

La Corporación Aeropuerto (CorpaQ) presentó a inicios de año un informe del estudio realizado por la compañía LPA, que define el trazado sur, que va por Tumbaco como la mejor opción para la construcción de la vía que conducirá al nuevo aeropuerto de Quito.
Se establece que será un autopista de primera y contará con todas las seguridades para permitir una rápida circulación, la optimización del uso de los vehículos y evitar la contaminación porque el tránsito irá por dos vías. Tendrá cuatro intercambiadores a la altura de Cumbayá, Tumbaco, Puembo y el nuevo aeropuerto, además de pasos modulares cada dos kilómetros para permitir el acceso a diferentes poblaciones y urbanizaciones aledañas.
Pablo Riofrío, representante de LPA, explicó en un foro realizado en el Colegio de Arquitectos de Pichincha que en esta opción se consideraron los beneficios económicos y sociales porque al ser financiada por un organismo internacional se aseguraría un pago justo por las expropiaciones a las personas afectadas, especialmente en el sector de Tumbaco, El Arenal y Cumbayá debido a que existen asentamientos que se han producido en los últimos 25 años, con lo que no se respetó el derecho de vía.
Además se ha tomado en cuenta el servicio social que brindará la autopista a los habitantes del valle y de las parroquias aledañas como nueva ruta de acceso, las facilidades de construcción y el impacto ambiental. En este último punto se propone la instalación de barreras naturales reductoras de sonido, forestación y áreas verdes; y se encauzarán todas las fuentes de agua que atraviesen la vía para evitar el deterioro que producen estas corrientes.
Los estudios de LPA recomiendan la discusión de una ordenanza de zonificación que establezca de manera estricta la organización del área circundante a la autopista y al nuevo aeropuerto, a fin de mantener las áreas verdes, determinar el tipo de edificaciones, zonas residenciales y comerciales. "Así, la nueva autopista no solo que dará una alta plusvalía a los predios aledaños, sino que servirá como ente regulador para el crecimiento del área".
Entre las ventajas menciona que el costo estimado sería de $88 millones más $60 millones por las expropiaciones, que es la única alternativa concesionable, tiene mejores vías de acceso para la construcción, se la puede hacer en menor tiempo (tres años), mejor geología en todo el trazado, puentes de menor longitud y menor destrucción del medio ambiente. Tendrá aproximadamente 50 metros de ancho y un área central para la implantación de un tipo de transporte masivo. Con el nuevo trazado y condiciones de la vía se prevé un tiempo de circulación estimado en 20 minutos desde el punto de partida hasta el nuevo aeropuerto (ver gráfico), ya que actualmente un recorrido similar por la Interocéanica demora alrededor de 45 minutos.
En los estudios definitivos se establecerá el detalle de las expropiaciones o variaciones del trazado que puedan considerarse. (PC)

"El Concejo se pronunciará cuando los estudios estén listos"
Paco Moncayo, alcalde de Quito

"No existe una resolución del Concejo Metropolitano sobre el trazado de la vía al nuevo aeropuerto. El Cabildo tomará una decisión cuando la Corporación Aeropuerto (CorpaQ) presente los estudios completos de las opciones que existen. Se están analizando tres opciones, pero al parecer, el trazado más conveniente es el que va por Tumbaco.
Además yo he manifestado que estamos abiertos para recibir las inquietudes y observaciones que tengan los diferentes sectores, por cuanto la compañía LPA contratada para este trabajo no es infalible, lo que no queremos es que de por medio esté la politiquería, porque como ya se acercan las elecciones entonces aparecen personas y grupos que se aprovechan de las circunstancias, sin considerar el interés de la ciudad.
Antes no se concretó la obra porque existía el concepto de que todo lo debía asumir el Estado, pero desde que se entregó el manejo de los aeropuertos a los Municipios de Quito y Guayaquil, se ha cambiado el concepto y se ha visto el beneficio de la concesión que permite la realización de los proyectos, que han llevado años y que también se han truncado por intereses particulares". (PC)

"El proyecto es de interés para todos los habitantes de Quito"

Diego del Castillo, presidente de la Cámara de la Construcción de Quito

""Las características geométricas y físicas de la autopista hacia el nuevo aeropuerto de Quito son distintas a cualquier otra vía de la ciudad. El 6 de junio tendremos una reunión con los técnicos de la CorpaQ, en donde expondrán y nos entregarán los planos y las características de la autopista. Nosotros conocemos el tema de cerca porque estamos involucrados desde hace mucho tiempo, buscando la solución para la ciudad. La Cámara de la Construcción solo defiende los intereses generales y estamos interesados en que se nos entregue toda la documentación del tema para hacer un pronunciamiento que será en beneficio de la colectividad.
Nosotros hemos pedido que se analicen todas las opciones disponibles y las posibilidades de construir una y otra. Esperamos que nos respondan. A la CorpaQ le ha faltado más difusión del proyecto que se va a ejecutar para que la ciudadanía conozca y opine sobre los temas importantes de la ciudad.
Esto no es solo de interés para los moradores de Tumbaco sino para todos quienes habitan en el Distrito Metropolitano"". (NJ)

ANALISIS

El debate y la discusión deben asentarse en la información precisa y técnica oportuna

Mientras no se emita el informe sobre la opción para la construcción de la vía al nuevo aeropuerto de Quito, el debate debe generar luces. Así es en todo, no hay otra opción. El bloqueo por intereses particulares solo arroja confusión y "quema" de tiempo.
En ese estado se encuentra la situación sobre esta obra. ¿A causa de qué? De no haber medido los tiempos y analizado con prudencia la parte técnica, de modo que actores, beneficiados y afectados tengan a mano la información básica y necesaria para ejercer opinión, objeción o consenso.
Quienes se oponen a la vía por el lado sur exigen estudios. De parte del Municipio, esperan el informe. Sin embargo, ya se desató la discusión y la imagen que muestra a la ciudadanía toda esta problemática es la de posiciones encontradas, de ganas de imponerse, de intereses muy particulares por afectaciones a grandes y pequeñas propiedades.
El Colegio de Arquitectos ya lo debatió, pero no se divulgó a fondo el resultado de esa discusión, técnica y política, ni tampoco participaron todos los involucrados.
O sea, se hace bulla en los medios de comunicación pero se participa poco en los espacios para la toma de decisiones. Obvio, la práctica política tradicional (la de oponerse por oponerse, la de lanzar la voz de alarma y dejar de lado la solución propositiva) enrarece la discusión y confunde a la opinión pública, generando un malestar pernicioso.
Tratándose de la obra más importante de los últimos 20 años para el Distrito Metropolitano (en la que no hay duda que existe acuerdo y un consenso pleno), hace falta comunicación permanente, debate abierto y regular, informes técnicos solventes y una definición de plazos, con un cronograma claro, para aportar a la solución inteligente. (OP) (BLANCO Y NEGRO)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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