Luis Corral soplaba un caracol y luego encaraba a los policías anónimos que se cubrían el rostro con grandes máscaras de caucho. “Lucio ha entregado el territorio de Paquisha a las transnacionales... ¿No lo sabían? Lucio nos vendió y ustedes lo defienden”, decía furioso el graduado de la Universidad Católica.

Los agentes lo repelieron dos veces con disparos de gas lacrimógeno, ayer, frente al Congreso, con la misma fuerza que a dos cuadras otros 800 uniformados disparaban a unos 2 000 manifestantes que hasta las 14:40 se concentraban frente a la Prefectura de Pichincha, al norte de Quito.

La violencia matizó las protestas de ayer en las inmediaciones del Consejo Provincial. Este Diario constató que 35 jóvenes, algunos con el sello del colegio Mejía en la mochila y otros con las camisetas alrededor de la cabeza, originaron los enfrentamientos. A la altura de la calle Checa y 10 de Agosto interrumpieron el paso de las marchas, desde el norte de Quito hasta la Prefectura.

Entre las 09:00 y las 15:00, esos jóvenes propinaron insultos, pedradas y cocteles molotov contra los policías que colocaron escudos y barricadas para frenar el paso al Congreso y al Palacio de Gobierno.

La respuesta a las pedradas y explosivos fue una permanente lluvia de cartuchos con gas lacrimógeno. “La marcha es pacífica”, increpaban en vano los manifestantes a los agentes. A las 12:20, una movilización liderada por Luis Macas, presidente de la Conaie, llegó al sector.

De pronto, los 35 agitadores insistieron con las pedradas, tras destruir parte de la vereda de cemento en la 10 de Agosto y Checa, y el coronel Mario González, a cargo de los 800 policías, ordenó abrir fuego. Lo mismo había ocurrido a las 11:15 cuando unos 300 estudiantes de la Universidad Católica, liderados por jóvenes mujeres vestidas de negro, se aproximaron. Y se repitió a las 12:50 cuando el alcalde de Quito, Paco Moncayo, llegó.

“Queremos que Gutiérrez se vaya porque dice que el país está mejor pero él es el presidente más corrupto”, decía Nicolás Crespo, un egresado de la Universidad Salesiana, con un claro mensaje en su camiseta blanca: “Yo tumbé a Bucaram”. Y criticaba: “El Alcalde debe llevarnos a Carondelet”.

Pero otros jóvenes no pensaban igual. El grupo
“Globofóbicos” fustigaba a Moncayo. “Paco, Gutiérrez y León, la misma m... son. Los unos son ladrones y el otro un traidor”.

En la manifestación de ayer hubo divergencias. Todos gritaban “Lucio fuera” y cuestionaban a la Corte, otros decían no al TLC y los indígenas pedían “que se vayan todos”.

Esa fractura fue visible en la Plaza de los Presidentes, a las 10:00, en la Amazonas. Los universitarios, indígenas y líderes laicos no llegaron “para leer la Constitución”. Ahí estuvo Moncayo. Se leyeron los 284 artículos de la Carta Magna, lo cual agotó a la gente.

“El pueblo está de luto, por este Lucio bruto”, coreaban los estudiantes frente a la Prefectura mientras tres monigotes de cartón eran paseados. Los muñecos eran imitaciones de Lucio Gutiérrez, con una bandera de EE.UU. en la solapa; de Álvaro Noboa, sonriente con un terno negro, y de Abdalá Bucaram, en pantalones cortos y con los bolsillos de su guayabera llenos de dólares.

“Cuidarse los bolsillos, cuidarse los bolsillos”, se escuchaba. A las 14:30, tres policías fueron heridos por las pedradas. Algunos uniformados reaccionaron con insultos y recibieron la orden de disparar casi un centenar de cartuchos.

Hubo 100 asfixiados. Los marchistas, incluso niños y de la tercera edad, corrieron entre la humareda. Unos ingresaron al Consejo Provincial. En 10 minutos, el cerco policial se duplicó. Los agentes despejaron la 10 de Agosto a tiros de truflay (arma que dispara las cápsulas de gas). A las 15:00, los manifestantes se replegaron a la av. Patria. De allí, la Policía los empujó más al norte, por la Amazonas.

Este Diario conoció que el operativo fue dirigido directamente en coordinación con el presidente Lucio Gutiérrez. Un helicóptero del Ejército sobrevolaba la ciudad y decenas de agentes filmaban las marchas. Así las FF.AA. y la Policía lo mantenían informado de los pasos que daban Moncayo y el prefecto Ramiro González.

Tras los cartuchazos, Moncayo y González se refugiaron en la Prefectura. En ese edificio colgaba un telón con las caricaturas de Gutiérrez y Bucaram y una leyenda: “Fuera el loco y su edecán, las cortes, tribunales y el Congreso tan”.

Las manifestaciones continuaron anoche en Quito

Cacerolazos en varios barrios. 5 000 personas acudieron al edificio de la Corte Suprema.

Las manifestaciones continuaron en la noche. Pasadas las 20:00, más de 2 000 personas se concentraron en la av. De los Shyris: hombres, mujeres y niños, con cacerolas, banderas y gritos contra el Gobierno como ‘que se vaya el dictrócrata’, protestaban.

A la misma hora, frente a radio La Luna, en la av. América, se congregó otra multitud convocada por la emisora. Luego, esos manifestantes se trasladaron a engrosar la protesta en la av. De los Shyris, que fue cerrada al tránsito vehicular. A las 21:30 sumaban 5 000.

A las 21:00, además, en varios barrios de la ciudad hubo demostraciones de repudio al Gobierno con el sonar impetuoso de las cacerolas, entre ellos la Villa Flora, El Condado, Andalucía, San Rafael, Cumbayá... La radioemisora se convirtió en el centro de motivación y de reporte de las protestas nocturnas.

Parte de la multitud autoconvocada en la av. De los Shyris, a las 22:05, se trasladó al edificio de la Corte Suprema de Justicia: “Que se vayan todos” “Que se vaya Lucio”, gritaba. Tres minutos antes entonó el Himno Nacional. A ella se sumaron cientos de personas, incluso familias enteras, que llegaron de diversos barrios de la urbe: San Juan, La Gasca, Cdla. Jipijapa, La Floresta, Las Acacias, Cotocollao...

A las 22:30, los manifestantes arribaron al edificio de la Corte Suprema, en forma pacífica, pero sin dejar de gritar frases en contra del Gobierno y de los magistrados, además de Abdalá Bucaram.

Al menos dos cuadras al norte y al sur del edificio, en la avda. Amazonas, fueron copadas por los manifestantes. “No hay políticos, no argumentos políticos ni ID ni prefecturas. Hay 5 000 personas (niños, mujeres, ancianos).

Solo hay ollas, gritos y banderas. Es un derecho humano a protestar”, decía Paco Velasco, de La Luna.

A las 22:36, la Policía trató de dispersar a los concurrentes, con bombas lacrimógenas, pero líderes ocasionales, como el padre Eduardo Delgado -pues no habían dirigentes político-, obligaron a los gendarmes a cesar la arremetida. Sentadas frente al edificio, en señal de “reclamo pacífico, justo y tranquilo”, las personas permanecieron hasta las 23:30, hora que se retiraron.

El bloqueo de vías no cuajó en Chimborazo

La intención del Comité del Paro de cerrar las vías primarias de Chimborazo no se cumplió. Los policías y los militares se adelantaron a los trabajadores del Consejo Provincial, al movimiento indígena y a otras instituciones que anunciaron, el martes, la medida.

Las carreteras que unen a la provincia con Quito, con Guayaquil y con Cuenca no fueron afectados ya que los uniformados estuvieron desde la madrugada.

Sin embargo, un grupo de seis funcionarios del Consejo intentó bloquear a las 05:00 el paso en la comunidad Urbina, ubicada en la vía a Quito. Ellos usaron tierra y una plataforma, pero una grúa y trabajadores de Panavial retiraron los obstáculos desde las 07:00. “No pudimos hacer nada. La Policía vigila la zona. El Consejo repartió 50 trabajadores en varios sectores para impedir el paso”, indicó Javier Mera, funcionario.

Lo que llamó la atención es que la Policía sabía, con detalle, las actividades del Comité del Paro. “Luego de la marcha, un grupo de indígenas ocupará Urbina por una hora. Después irán a sus comunidades. La normalidad retornará en la tarde”, aseguró un uniformado mientras daba paso a un bus de la cooperativa Pelileo.

Otro detalle que no pasó inadvertido fue la intervención del gobernador, Marco Chávez, en los noticieros radiales que se transmiten desde las 07:00. A esa hora, el militante de Sociedad Patriótica criticó el paro. “Esto no tiene pies ni cabeza. El 20 de este mes habrá una reunión de ministros en Riobamba. Esta es la oportunidad para que las autoridades gestionen las obras”.

En la Panamericana Sur, en cambio, el tránsito de vehículos interprovinciales fue normal hasta el cierre de esta edición. El anuncio de que los trabajadores de la Cemento Chimborazo iban a cerrar la vía tampoco se concretó. Pese a que el tránsito fue normal, varias cooperativas de transporte decidieron no sacar sus unidades. En la mañana, las vías estuvieron casi vacías.

No obstante, la zona que sí estuvo bloqueada fue el centro de Riobamba. El Consejo y los funcionarios judiciales utilizaron sus vehículos y quemaron llantas en las calles Primera Constituyente y Veloz, respectivamente. Por ello, los bancos prefirieron trabajar con las puertas cerradas, igual que en los locales comerciales.

La marcha del paro, convocada por el prefecto indígena Mariano Curicama y miembros de Participación Ciudadana, fue lo fuerte de la jornada. Participaron unos 3 000 indígenas que gritaban en contra del Gobierno por las calles de la ciudad. El recorrido concluyó al mediodía.

Pedro Janeta, presidente del Movimiento Indígena intentó justificar el fracaso en el cierre de carreteras. “No hubo bloqueo para que los compañeros puedan trasladarse a la ciudad. Lo que se organizó hoy es una voz de alerta”, dijo.

Además, los legisladores Rodrigo García y Augusto Guerrero Ganán fueron los más criticados. Frases como “Estos diputados son lo mismo”, “Traicioneros” fueron parte de las consignas. Incluso hay grafitos en varias fachadas.

Breves

Varias redacciones

Los judiciales esperaron en el redondel

Trabajadores de la Federación Nacional de Asociaciones Judiciales (Fenaje) se concentraron en la avenida 6 de Diciembre y Tarqui. Quemaron llantas y lanzaron consignas contra el presidente de la Corte, Guillermo Castro.

Un intento de agresión a un periodista

Fabricio Vela de TC Televisión estuvo a punto de ser agredido por un manifestante. “Eres hijo de Isaías, estás en contra de la marcha”, le gritó, mientras el comunicador entrevistaba al alcalde Paco Moncayo, quien calmó los ánimos.

El auto de Muñoz fue quemado

Ayer, los servidores judiciales denunciaron que el auto del dirigente Luis Muñoz, un Chevrolet Corsa, fue robado en Quito y quemado en Santo Domingo de los Colorados. El jefe de la Policía Judicial de Santo Domingo, Alberto Revelo, dijo que a las 02:00 de ayer el vehículo fue incinerado.

Los tabacos se vendieron al por mayor

Desde tabacos y pitos hasta granizados, agua envasada y banderas... La protesta sirvió para que los vendedores tengan gran demanda en las calles 10 de Agosto y Riofrío. Carlos Calle vendió cada tabaco a 10 centavos: en menos de dos horas terminó tres cajetillas.

Silbidos contra Cholango

Mientras el dirigente indígena Humberto Cholango daba su discurso en las afueras de la central sindical Ceosl, un grupo de personas intentó increparlo. “Ya basta de discursos” le gritaron. El incidente no trascendió.

El Congreso cercado

El edificio del ex Banco Central permaneció ayer cercado por alambradas y custodiado por un cordón policial, en prevención de incidentes que no se registraron. Solo se autorizó el ingreso a diputados que, sin embargo, no acudieron a sus oficinas. Las actividades en el Congreso se reanudan hoy.

El tinte político restó

Renato Carló, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Guayaquil, consideró que hubo mala organización en el paro de actividades en las cuatro provincias de la Sierra. Dijo que el “tinte político” de la paralización le restó interés y validez a la acción de protesta. Redacción Guayaquil

Escasa convocatoria de la Conaie

La mayor organización indígena acusó ayer los efectos de la división de sus organizaciones. Su presencia en la jornada de protesta fue mínima y optó por realizar su propio acto. Su titular, Luis Macas, lució desconcertado.

Normalidad en Nueva Loja

El Comando de la Policía de Sucumbíos dispuso que varios grupos de uniformados recorrieran los sitios “estratégicos” de la ciudad, para evitar cualquier desmán o protesta. La medida fue innecesaria porque no hubo novedades. Además, el día estuvo lluvioso. El Prefecto de Sucumbíos se reunirán el viernes en Shushufindi con la Prefecto de Orellana en el marco de la asamblea biprovincial , para tratar temas locales.

Protesta pequeña en Santo Domingo

Una marcha pacífica, el cierre de la terminal terrestre y de las oficinas del Consejo Provincial de Pichincha marcaron la jornada de protestas. Los comerciantes, los transportistas y los empleados públicos laboraron normalmente. Lo que sí hubo es confusión en los planteles educativos fiscales y particulares. Los directores y rectores no sabían si acatar o no la disposición de suspender clases.

Sin novedad en tres provincias

En el sur, la protesta de Pichincha no tuvo eco; sin embargo, las dependencias oficiales estuvieron resguardadas por la Policía. En Loja y en Zamora Chinchipe hubo normalidad. En Macas y en otras ciudades de Morona Santiago ocurrió lo mismo. Recién hoy el Consejo Provincial analiza en sesión ordinaria, el tema de la crisis política del país y definirá su posición.

Tranquilidad en la frontera norte

El paro convocado por la Asamblea de Quito no se sintió en la provincia de Carchi. Las actividades productivas se realizaron con normalidad ya que, anteayer, los sectores políticos y sociales se pronunciaron en contra de la paralización. En el Puente Internacional de Rumichaca el intercambio comercial fue normal.

Apoyo a Gutiérrez

En Tena, ciudad natal de Primer Mandatario, hubo una caravana de apoyo al Régimen. 100 vehículos desfilaron por las calles bajo una torrencial lluvia. El Alcalde de Tena recibió muestras de apoyo y de oposición a su propuesta quitar el agua a Quito. Luego, la calma volvió a esta urbe.

Paro progresivo en Cotopaxi

El Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi inicia hoy desde las 00:00, una paralización progresiva. Según Carlos Riofrío, coordinador, con la medida se busca presionar al Gobierno para que atienda los 13 planteamientos en vialidad, riego y educación ofrecidos en el 2004.

Ambato protestará el 20

Las calles, las plazas y los mercados de Ambato amanecieron ayer abandonados. La causa: el día de asueto por el natalicio del escritor Juan Montalvo. La capital de Ambato y la provincia no se plegaron al paro. Sin embargo, está prevista una marcha para el miércoles 20.

Marcha en Orellana

Unas 300 personas participaron en la marcha que organizó la Municipalidad de Francisco de Orellana. La movilización tuvo dos objetivos: reclamar la transferencia de las partidas y exigir que se vuelva al estado de derecho en el país. También se plantearon otros pedidos locales.

Dos lecturas distintas

El alcalde de Quito, Paco Moncayo, y el prefecto de Pichincha, Ramiro González, dijeron que el paro fue un éxito. El Gobierno lo calificó de fracaso y anuncia ya su próximo paso: aprobar en el Congreso un proyecto para elegir a una nueva Corte dejando de lado a la oposición.

No se planificó una marcha

La dirigencia de la Asamblea de Quito y la de Pichincha no planificaron una marcha. Esto produjo que los manifestantes se dispersaran, lo cual mermó fuerza a las protestas. En la Plaza de los Presidente se leyó la Constitución, artículo por artículo, en una larga ceremonia.

Una evaluación

Los industriales no auspiciaron la paralización, pero aclararon que sí apoyarían en el caso de eventuales movilizaciones convocadas por el Alcalde de Quito, contra la vigencia de la Corte de Guillermo Castro y el regreso de Bucaram. Los dirigentes hacen un llamado al diálogo.

La represión fue la tónica

Un grupo de supuestos estudiantes frenó el desarrollo de las manifestaciones en Quito. Los jóvenes lanzaron pedradas y cocteles molotov a la Policía, a la altura de la avenida 10 de Agosto y Checa. Los agentes repelían con gases y dispersaban más a la Asamblea de Quito.

Reacciones distintas en Guayaquil

El paro en cuatro provincias de la Sierra, en contra de la Corte Suprema de Justicia y del Gobierno Nacional, provocó ayer diversas reacciones de los sectores políticos y productivos de Guayaquil.

Para el diputado socialcristiano, León Febres Cordero, la medida adoptada por las fuerzas vivas del Azuay fue la más representativa, mientras que la de Pichincha fue más bien débil. No opinó sobre el paro en Imbabura y Chimborazo.

Según Febres Cordero, los reclamos están bien fundamentados pero sostuvo que “quienes fallamos somos los ecuatorianos cuando escogimos una calaña de diputados, salvo honrosas excepciones, que han traicionado a su partido y se venden por un mendrugo de pan”.

El líder del PSC evitó referirse a la movilización que anuncia el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. No obstante, fustigó a las cámaras de la Producción porque no respaldaron el paro de ayer alegando que afectaría el trabajo, la producción y la seguridad. “Si las propias cámaras no entienden qué es la economía social de mercado, no pueden hablar de economía de mercado en un régimen dictatorial”, dijo.

“Hay que pedirle a los empresarios que lean la Constitución y estudien lo que es un sistema competitivo de economía social de mercado. Eso solo puede marchar dentro de un régimen constitucional y ahí los tiene (a los empresarios) con los brazos cruzados. Guayaquil ha perdido hasta en eso, el liderazgo”, agregó.

Nebot tampoco se pronunció sobre el paro de ayer.

Renato Carló, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Guayaquil, dijo que hubo mala organización en el paro en las cuatro provincias de la Sierra y que el “tinte político” le restó interés y validez.

Sobre la movilización anunciada por Nebot y que aún no tiene fecha, el empresario señaló que la propuesta es sin paralización de las actividades indefinidamente. “Solo permitiremos una hora ya que en caso contrario, esto representará perdidas para el sector en el orden de 80 millones de dólares diarios”, aseguró.

Sobre la opinión de Febres Cordero, Carló respondió que las cosas solo salen bien cuando son razonadas y objetivas, no apasionadas.

Imbabura registró escasas protestas

Las protestas en contra del Gobierno, en Imbabura, se limitaron a la realización de marchas en Ibarra y en Otavalo. También hubo protestas mínimas en Cotacachi durante la mañana de ayer.

Los sectores bancario, comercial y del transporte laboraron con normalidad. Igual ocurrió con todas las dependencias públicas que operan en la capital provincial. La normalidad fue tal que la mayoría de alumnos de escuelas y de colegios públicos y privados tuvo una asistencia normal.

En Ibarra, la marcha por la dignidad convocó a 1 000 personas, aproximadamente. La mayoría de participantes era estudiantes de la Universidad Técnica del Norte y también empleados de la Municipalidad. Fue una protesta rápida que duró de 10:00 a 12:00. No se registraron hechos graves ni tampoco detenidos, hasta el cierre de esta edición.

Más al sur, en Otavalo el ambiente fue similar. En esa urbe desfilaron cerca de 300 indígenas de la Federación de Pueblos Kichwa de la Sierra. Pocos fueron los ciudadanos que colocaron las banderas del Ecuador con crespones negros.

Los negocios, especialmente, aquellos que son artesanales y que están relacionados con el turismo, no cerraron. El argumento fue que si ellos paralizaban se agudizaría más su situación económica. De igual forma, las dependencias públicas del cantón laboraron con normalidad.

En Cotacachi cerca de 30 empleados municipales protestaron en el ingreso al cantón. La carretera Panamericana permaneció abierta al tránsito vehicular. La medida pasó casi desapercibida.

En los cuatro cantones restantes: Antonio Ante y Urcuquí, Pimampiro no hubo un registro de que hayan ocurrido manifestaciones. Dirigentes gremiales de la provincia justifican esta “pasividad” por la falta de un liderazgo provincial. Por ejemplo, el prefecto de Imbabura, Gustavo Pareja, de las filas del Prian, no participó en ningún acto ni en las protestas. Él siempre se ha pronunciado en contra de las paralizaciones.

Mientras tanto, al norte de la provincia de Pichincha, en Cayambe y Tabacundo, empleados municipales bloquearon los accesos sur y norte de la ciudad de Cayambe.

Según la Policía Nacional, se colocaron obstáculos en el puente de Guachalá y en la vía que va a El Cajas y que conecta a Imbabura. No se reportaron enfrentamientos ni detenidos, hasta el mediodía de ayer.

En el cantón Pedro Moncayo, no hubo novedades. La Panamericana, que cruza Tabacundo, funcionó con normalidad, por lo cual el tránsito entre Pichincha e Imbabura se realizó con toda normalidad.

Los empresarios rechazan el manejo judicial y político

Blasco Peñaherrera, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, se declaró satisfecho por los resultados de la jornada de paralización que se realizó ayer en la capital.

El directivo empresarial ha sido uno de los principales detractores de la política de Lucio Gutiérrez, de parte de los gremios de la producción.

Al fin de la jornada de ayer dijo que, “teniendo en cuenta la complejidad de paralizar una ciudad tan grande, la gente sí respondió al llamado del alcalde Paco Moncayo y de la Asamblea de Pichincha.

Peñaherrera señala que luego de la demostración de fuerza efectuada ayer en las calles quiteñas, en contra del Gobierno, espera que el Congreso cambie la “corte ilegal”.

“Si el Legislativo no llega a ningún acuerdo seguiremos adelante en las protestas, pero siempre subordinados a la Asamblea de Pichincha”.

Por parte de los productores, Patricio Égüez, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha (Capeipi), mencionó que el Directorio de su gremio acudió al llamado de movilización en contra del manejo del tema judicial, por parte del Gobierno, pero que no acató el paro.

“El sector empresarial está indignado porque no se resuelve el problema de la Corte. Seguiremos apoyando las movilizaciones convocadas por el Alcalde para mostrar nuestro rechazo al retorno de Abdalá Bucaram y el rechazo a una corte inconstitucional, pero no vamos a paralizar”.

En cuanto a los grandes productores, la Cámara de Industriales de Pichincha ha reiterado mediante comunicados y boletines de prensa su “convocatoria a un diálogo civilizado entre el Gobierno y la oposición”. Ha dicho, en tono de exigencia, que “el principio de subordinación a la Ley se convierta en un imperativo de la conducta política del Presidente, su gobierno y del Congreso”. Igual, rechaza las políticas, pero no paralizará.

Hoy va otra marcha a la Corte Suprema de Justicia

Cerca de 500 servidores judiciales de Quito se reunieron ayer en la mañana para adoptar la estrategia en el día de las protestas. En el auditorio de la Corte Superior de Quito sesionaron, desde las 09:00 y cerca de una hora, al mando del vicepresidente del gremio, Girad Vernaza.

Ellos decidieron no marchar hacia la Corte Suprema y el Consejo Nacional de la Judicatura con el fin de no mezclar su protesta con la de la Asamblea de Quito. Los servidores no quieren que se los asocie con los dirigentes de esa asociación, pese a que han conseguido cierto apoyo a su protesta.

Los dirigentes informaron que rechazan la destitución a los dos vocales del Consejo, Germánico Maya y José Robayo, y de cuatro ministros de las cortes superiores de Quito y Cuenca: Alberto Moscoso, Fernando Casares, Alberto Palacios y Hugo Darquea. Todos fueron acusados de no respetar la autoridad de la Corte y de liderar la protesta.

Unos 30 monigotes estaban preparados desde la anterior semana para ser quemados en rechazo a los jueces. En las afueras de la Corte Superior, los empleados prendieron fuego a algunos de ellos. Vernaza señaló que esperan que hoy lleguen judiciales de las provincias cercanas a Pichincha para una marcha a la Corte Suprema en rechazo a las sanciones contra los judiciales y para que renuncien los jueces.

Hasta las 16:30, Maya y Robayo aún no eran notificados de su destitución por la Corte . Ellos impulsarán acciones penales en contra de los magistrados que los cesaron.

El paro deja mal parada a la Asamblea

De la masiva marcha del 16 de febrero casi no quedaron rastros ayer en Quito.

Las dubitaciones y ambigüedades, que se produjeron las semanas pasadas, al interior del liderazgo de las asambleas de Quito y Pichincha terminaron por dar la razón a quienes pronosticaron que la paralización no sería contundente.

A la luz de los hechos, la tibia jornada de protesta de ayer fue una de las secuelas que dejó el desfase entre las dos cabezas de las asambleas: el alcalde Paco Moncayo y el prefecto Ramiro González (ID), quienes no lograron consolidar un discurso sólido sobre las fechas y objetivos del paro.

Por ello, en las calles, fue común el comentario de que la escasa participación fue el fruto de las contradicciones entre Alcalde y Prefecto, quienes hasta última hora nunca aclararon si la medida de hecho era irreversible o no.

Incluso los propios diputados de la ID lucían desconcertados por las dispersas concentraciones que finalmente no llegaron a sintonizar el sentimiento colectivo, que pedía avanzar hasta Carondelet. Varios de los parlamentarios naranjas estaban conscientes de que las asambleas no tomaron medidas radicales en el momento oportuno y dejaron que la inconformidad popular se diluya en una crisis de liderazgo que, otra vez, se evidenció ayer.

Esa dispersión, al final de cuentas, causó cortocircuitos entre manifestantes, quienes exigían -sin éxito- que Moncayo lidere la marcha.

Por eso, varios de los dirigentes de las asambleas, como Blasco Peñaherrera, titular de la Cámara de Comercio, tomaron la batuta y arengaban a la gente para que no retroceda.

“No logramos aprovechar los momentos de más euforia, entrando así en el juego de dilatación que siempre propuso el Gobierno”, decía el legislador Ernesto Pazmiño (ID).

En ese sentido, el analista Jorge León no duda en señalar que la paralización de ayer finalmente se convirtió en un “descontento desperdiciado”.

“El clamor de la gente nunca pudo ser canalizado por un estilo de protesta que no convoca, pues en una sociedad anónima como la nuestra necesita que un acto de rechazo sea convocado en un lugar fijo, con consignas atractivas y por líderes creíbles”.

En efecto, los dirigentes de la medida estaban desorientados: nunca organizaron una marcha sólida y más bien optaron por visitar las pequeñas concentraciones, donde una gama de discursos, ideas y planteamientos no tuvieron un hilo conductor que anime.

No obstante, Alcalde y Prefecto intentaron ocultar esas falencias diciendo que se trataba de un “paro con muchos actos de rechazo y que no podían quemar sus cartuchos”.

¿Qué consecuencias trae la frágil protesta para la oposición? El desgaste político de la ID y sus autoridades locales. “Eso es lo más posible que ocurra, aunque a largo plazo habrá que ver si ocurre”, es el punto de vista de Jorge León.

Según Humberto Cholango, titular de la Ecuarunari, ese puede ser el precio que deba pagar la lista 12 por el exagerado protagonismo y tinte político que dio a las asambleas.

Según analistas y protagonistas, el efecto más traumático de la pobre protesta es la eventual deslegitimación de ésta, ya que el Gobierno persistirá en su tesis de que todo fue maniobra de la ID.

El Gobierno canta victoria y sigue con su estrategia

El presidente Lucio Gutiérrez encontró ayer, en las tibias protestas de Quito, una razón más para sentirse victorioso. Desde un Palacio de Carondelet blindado hasta los dientes, el ministro de Gobierno, Óscar Ayerve, hizo el primer balance oficial del paro.

La medida decretada por la oposición fue un fracaso, dijo. “800 personas son las que están en la sede del Consejo Provincial; las carreteras a la capital están habilitadas”...

Horas antes, el secretario de Comunicación, Iván Oña, tuvo una lectura similar. Felicitó al pueblo quiteño “por no haber plegado al paro convocado por la Izquierda Democrática”.

Los aires triunfalistas de Carondelet, le permitieron a Ayerve poner en un segundo plano al paro. En su rueda de prensa dijo que lo que le interesaba al Primer Mandatario es la crisis en la Corte.

Al parecer, dentro del Parlamento, se cuece una nueva fórmula para dar un baño de legitimidad a la actual Corte, sin que el denominado bloque “institucional” pierda su influencia. La idea es debatir el proyecto de reformas a la Ley Orgánica de la Función Judicial enviado por el Gobierno, para que el Congreso sea el que designe a los nuevos magistrados y sus acciones se legitimen en con la consulta popular. Total, el PRE, el Prian y el Gobierno siguen teniendo la mayoría en el Congreso.

A las 09:00 de hoy, la Comisión de lo Civil y Penal se reúne para elaborar el informe para primer debate del proyecto de Gutiérrez a fin de que el martes se lo discuta. El compromiso es aprobarlo, en segundo debate, la próxima semana.

Debido a estos nuevos acuerdos es que Ayerve, sin recordar que la votación del martes para destituir a los actuales magistrados, fracasó por las cinco abstenciones del Gobierno, señaló ayer que Gutiérrez tiene toda la voluntad política para cambiar la Corte. Claro, esa aspiración se concreta porque tiene la tutela del PRE y el Prian.

Eso explica por qué Gutiérrez, en su cadena del lunes, dio plazo hasta hoy al Congreso para solucionar el problema. La jugada del Gobierno es dejar a la oposición, otra vez a un lado, en el nuevo reparto.

Gutiérrez, anoche, en cadena de medios, insistió que el Cogreso discuta, en dos debates, su proyecto de ley. Y respecto de la protesta, invitó al país a reflexionar.

46 focos de protesta en todo el país

La Policía no tuvo reparos en frenar las movilizaciones con gases lacrimógenos. Los objetivos de los uniformados eran impedir que las protestas avancen más allá del Consejo Provincial (en la avenida 10 de Agosto) y que los grupos se dispersen rápidamente.

Según fuentes de la institución, las continuas protestas están afectado a las reservas de bombas de gas CM de la Policía. Por ejemplo, el arsenal distribuido en Quito se les terminó la semana pasada, por lo cual debieron pedir más bombas lacrimógenas a otros repartos del país.

Todas las bombas fueron almacenadas en el Regimiento Quito, edificio que también funciona como el centro de operaciones contra las marchas. En el Regimiento se concentraron 2 885 gendarmes que salieron a Quito.

El contingente estaba compuesto por 35 jefes, 150 oficiales y 2 700 clases, policías y alumnos de las escuelas de la Fuerza.

A ellos se sumaron 800 militares, quienes estuvieron armados y se ubicaron especialmente en los exteriores del Palacio de Carondelet y de la Corte Suprema de Justicia.

Los dos lugares, así como los alrededores del Congreso Nacional, son considerados como críticos para la Policía, por eso el mayor número de agentes fue ubicado allí.

La Policía no quiso realizar un balance global de las paralizaciones de ayer. Hasta pasado el mediodía, se registraron 46 protestas (manifestaciones, concentraciones y cierres de carreteras) en Carchi, Imbabura, Chimborazo, Pichincha y Azuay. En estas dos últimas provincias se registraron las mayores manifestaciones.

Mientras tanto, en Quito, se concentraron las protestas callejeras. La Policía informó el arresto de un joven de 23 años. Ël fue detenido en los alrededores de la Contraloría.

La Cruz Roja, además, informó que auxilió a más de 100 asfixiados y a cuatro heridos. El balance final se emite hoy.

La burocracia convocada por Lucio Gutiérrez no salió

No hubo aglomeraciones. Tampoco fueron necesarias pancartas ni banderas. En las afueras de los ministerios de Energía, Obras Públicas, Comercio Exterior, Ambiente, Agricultura y Ganadería y de instituciones públicas como Petroecuador, Transelectric o la CFN, el escenario era el mismo: un escaso número de personas y de vehículos.

Pero la expectativa no se perdió. Por ejemplo, en la transmisora de energía Transelectric, su presidente ejecutivo, Jorge Brito, estuvo atento a un posible llamado de los dirigentes del partido de Gobierno para autorizar la salida de empleados y apoyar con una marcha a Lucio Gutiérrez.

Sí hubo uno que otro empleado que no asistió al edificio de la 6 de Diciembre y Orellana, en Quito, porque acudió directamente a la plaza de San Francisco para unirse a la marcha que lideró el gerente de la Agencia de Garantía de Depósitos, Carlos Arboleda.

¿Cuántos empleados más de la Agencia salieron? El portavoz de la AGD, Alberto Molina, no negó ni confirmó si hubo autorización para la salida de funcionarios de la entidad.

En Energía y en Obras Públicas el flujo de personas que buscaba atención, en la mañana, fue menor. En el primero, un correo electrónico de la Dirección de Gestión de Recursos Humanos confirmó que la asistencia a laborar, ayer, empezaba a las 08:30 y terminaba a la hora de costumbre, las 17:00. La atención del ministro Eduardo López y su equipo asesor se centró en la organización de la licitación para 11 campos marginales.

Lo mismo ocurrió en Petroecuador, aunque a las 14:00, los empleados fueron convocados por la Federación de Trabajadores Petroleros para asistir a una asamblea y analizar la situación del país.

No obstante, Relaciones Públicas descartó desfases en la provisión de combustibles. La producción, el transporte y la refinación fue normal.

La Refinería Esmeraldas empezó a operar a las 23:00 del martes, luego de superar problemas eléctricos. En los ministerios de Agricultura y de Comercio Exterior la atención se garantizó, pues los empleados llegaron a tiempo por el recorrido de transporte contratado y que sirve todos los días.

El paro de Azuay se sintió más en las vías de acceso a la provincia

La pertinaz llovizna y el intenso frío de la madrugada no detuvieron a Sandra Jiménez, de 27 años, en su intento por llegar a Cuenca. En su recorrido desde Loja sorteó tres obstáculos en la vía que conecta ambas urbes.

Ella viajaba en un bus de la cooperativa San Luis, con su hija Érika Paladines, de un año. A las 01:30 se topó con el primer bloqueo del Seguro Social Campesino, en San Lucas (Saraguro). Luego de un acuerdo la unidad pasó.

Lo mismo ocurrió a las 03:00 en Shiña (Nabón), este sitio fue bloqueado por indígenas. La unidad de la cooperativa San Luis ya no avanzó cuando llegó a Tarqui.

Allí 20 buses interparroquiales obstaculizaban el tránsito. Jiménez y otros 32 pasajeros caminaron un kilómetro hasta encontrar una camioneta para arribar a Cuenca. El esfuerzo de Jiménez tuvo su razón. Ella viajó para que su hija sea chequeada por un nefrólogo y el frío afectaba aún más la salud de la pequeña.

Mientras esta mujer se mostró indiferente al paro, los choferes de la cooperativa interparroquial 24 de Mayo, que cerraron el paso, exigían recursos para las vías.

Su representante, Mesías Mejía, señaló que la crisis política que vive el país no es la prioridad en la protesta. “Reclamamos por una década de abandono vial”.

En Tarqui, el ambiente era desolador. Contados ganaderos intentaron transportar leche y carne. Este panorama fue similar en otras carreteras. En la vía rápida Cuenca-Azogues hubo bloqueos en Nulti, Chaullabamba y El Descanso por parte de sus habitantes. Allí, la Asociación de Volqueteros de Azuay obstaculizó la vía.

En Nulti, cerca de las 10:00 hubo un enfrentamiento entre los manifestantes y el Ejército. Patricia Zhañay, de Paccha, denunció que los militares dispararon al aire para obligar a que la gente se retire. “Más que el problema de la Corte reclamamos por la atención vial”.

En Ducur y en El Tambo (Cañar) tampoco hubo paso. La Cuenca-Molleturo-Naranjal fue la única vía expedita, pero la circulación vehicular fue escasa.

En cambio, en Cuenca, la Gobernación y Corte Superior de Justicia amanecieron sitiadas por policías. Mientras, en San Blas, Todos Santos, Prefectura y Universidad de Cuenca, los huelguistas gritaban consignas en contra del Gobierno y quemaron neumáticos.

El servicio de buses urbanos fue casi nulo al igual el comercio. Pese a que los almacenes abrieron sus puertas no hubo clientes. Lo mismo pasó en la Feria Libre.

Los empleados de la Prefectura tuvieron un arduo trabajo. Ellos movilizaron la maquinaria para bloquear con tierra y piedras las vías. Finalmente, el prefecto, Paúl Carrasco, declaró en sesión permanente a la Asamblea Provincial. En una cita mantenida con otras autoridades se habló por primera vez de autonomía. En la tarde, para finalizar la medida, un centenar de personas, entre militantes de la ID y trabajadores de la Prefectura, hicieron una marcha.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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