Guayaquil. 13.11.94. Un interesante proyecto microempresarial
para los sectores marginales de esta ciudad firmaron los
principales directivos de la II Zona Militar, la Federación de
Barrios Suburbanos de Guayaquil (Fedebas), y la Fundación Nueva
Era del Ecuador, mediante el cual se crearán pequeños negocios
que, una vez en marcha, permitan financiar servicios comunales en
beneficio de los más necesitados.

El plan arranca inicialmente con 10 panaderías y 10 tiendas
populares, las que, según los pronósticos de los mentalizadores,
bastarán en el futuro para sostener una farmacia y una guardería
por sector. Para el efecto se cuenta con el financiamiento del
Banco Mundial, mediante partidas canalizadas por el Fondo de
Inversión Social de Emergencia, FISE.

Es poco lo que se necesita para comenzar, pero en cambio es mucho
lo que el proyecto representará para los barrios. Las utilidades
de los nacientes negocios cubrirán falencias inmemoriales en
cuanto a servicios básicos, cumpliendo así el principio de
autosuficiencia que tanto pregona la era modernizadora.

Efecto multiplicador

El director ejecutivo de la fundación, Alberto Lenk, explica que
estos proyectos de infraestructura social, elaborados con
dinamismo, significarán el desarrollo de la microempresa como eje
de la economía informal del país.

"Nos hemos comprometido con las Fuerzas Armadas para entregar
capacitación, asistencia técnica y equipamiento a 10 panaderías y
10 tiendas populares de los barrios suburbanos de Guayaquil, como
proyecto base para regar los sectores con centros comerciales
donde siempre estará como eje una panadería. Pero mire que no nos
quedaremos en esa cifra, sino que llegaremos a 43 unidades
productivas de cada tipo, tal como fue planteado", explica.

Con la recuperación del capital de estos préstamos, agrega,
existen ambiciosos planes que contemplan viviendas populares y,
dentro del área de influencia del barrio, una farmacia popular y
una guardería, concentrando así la actividad comercial y de
asistencia a la comunidad.

Una particularidad de la fundación Nueva Era, según apunta Lenk,
es que está conformada por empresarios ligados a la política, y
pese a que particularmente mantienen "irreconciliables
diferencias ideológicas", como se dice en el "argot", coinciden
en que más se ayuda mediante obras específicas en los sectores
más deprimidos, aunque sean de pequeño margen, que con grandes y
pomposos estudios, muchos de los cuales están empolvados en
fundaciones privadas y entes del sector público.

"Nuestros miembros constituyen todo un abanico de tintes
políticos, pues hay distinguidos afiliados y connotadas
personalidades de la Izquierda Democrática, la Democracia
Popular, el Partido Social Cristiano, entre otros. Hablamos de
un espectro de partidos, pese a lo cual estamos trabajando sin
orientación política y sin matices, sino con proyectos puntuales
que benefician a los sectores más necesitados.

"Nuestra fundación fue creada hace dos años gracias a ese
esfuerzo de traer días mejores al país, no con de grandes
estudios sino con obras puntuales. Hemos realizado hasta el
momento 20 proyectos de infraestructura social, entre ellos
puentes integrados, aulas escolares, agua potable y
alcantarillado, todo mediante un trabajo dinámico con el sector
microempresarial. Nuestro objetivo a futuro es trabajar con los
sectores informales en el futuro", subraya.

Para Alberto Lenk, hay que explotar el tema pobreza y aprovechar
los recursos que los organismos internacionales facilitan a
países en desarrollo, como el nuestro, y que según dice "son una
gota en el océano de dinero que poseen".

"Todo nuestro proyecto no rebasa los 300.000 dólares, que no
significan nada para el Banco Mundial o para el Banco
Interamericano de Desarrollo. Hay que desarrollar otros
proyectos productivos en sectores marginales, ya que son la única
posibilidad de supervivencia para quienes no tienen esperanzas de
contar con servicios".

"He conversado con algunos personeros de esos y otros organismos,
y están interesados en que este sea el proyecto piloto. Del
éxito que tengamos ahora dependen nuevos recursos en el futuro,
teniendo siempre como eje a Fedebas. Muy importante es en esto
la preocupación que han mostrado el FISE y el Ministerio de
Defensa, lo que garantiza que los proyectos se van a plasmar en
realidad", precisó Lenk.

La iniciativa llegará también a Quito

Como prueba del éxito de la microempresa, el directivo dio una
buena noticia: la próxima semana comienza su fundación a prestar
el asesoramiento técnico y la capacitación respectiva a los
gremios que asumirán varios servicios municipales de Quito,
delegados para el efecto por el cabildo capitalino.

"Servicios como la recolección y el reciclaje de basura de varias
zonas de Quito, el aseo de calles, el mantenimiento de parques y
el cuidado de vehículos, entre otros, serán manejados por
microempresas, financiadas por recursos de organismos
internacionales. El diseño del proyecto lo hizo la fundación,
canalizando recursos externos", puntualizó.

Las utilidades de este trabajo, agrega, permitirán nuevas
panaderías y tiendas populares, que a su vez financiarán la
creación de farmacias y guarderías en los barrios más pobres de
la capital ecuatoriana.

"¿Por qué trabajamos en estas zonas deprimidas? Porque
comprendemos que la gente, afectada por la crisis económica,
tiene como única oportunidad de superación la microempresa.
Precisamente para eso hemos privilegiado nuestro trabajo
microempresarial de Pichincha en Santo Domingo y el noroccidente
de la provincia, donde se acumulan las mayores necesidades".

FEDEBAS

El criterio de que la microempresa constituye la mejor fórmula de
reactivación económica en los sectores más deprimidos se comparte
dentro de la Federación de Barrios Suburbanos de Guayaquil
(Fedebas), como lo reconoce su presidente, Luis Gómez.

"El proyecto se basa en el carácter productivo de la
microempresa, generando recursos para establecer nuevas unidades
que a su vez se multipliquen y signifiquen mejores condiciones de
vida para todos", señala.

Este acceso a la microempresa, en el que participan la II Zona
Militar y la fundación Nueva Era, se complementa con una adecuada
capacitación y asesoramiento a los futuros operarios de las
unidades, reconociendo las ínfimas condiciones educativas y
culturales que viven los beneficiarios del programa.

"Nuestra intención es superar exitosamente los desfases
anteriores y llamar así la atención de organismos
internacionales. Con la participación de bases y de la
comunidad, que deben ser los principales actores del proyecto,
aprovecharemos los recursos directamente y conseguiremos con la
microempresa lo que más hace falta: trabajo y servicios", apunta
Gómez.

Una de las preocupaciones que impera en estos casos es fomentar
la inversión precisamente hacia actividades microempresariales,
en especial entre quienes salieron del sector público vendiendo
su renuncia y hoy no encuentran en qué invertir el dinero.

"La microempresa se consigue con poco y entrega mucho. Si todo
sale bien, mucho va a mejorar aquí", concluyó Luis Gómez. (8B)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 13/Noviembre/1994

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el