Quito. 19 may 97. El lunes 12 de mayo a las 14h00 se vivía un
ambiente tenso en el Consejo Provincial de Los Ríos. En su
interior, Alfredo Adum alzaba la voz constantemente en el
despacho del prefecto Oscar Llerena. En la reunión estaban
también Víctor Hugo Sicouret, ex ministro de la Vivienda, y
Vicente Estrada, ex ministro de Obras Públicas.

Los dirigentes roldosistas lucían bastante tensos. Luego de
algunas horas salieron del despacho y abandonaron Babahoyo.
También fue la última vez que Llerena fue visto en público:
actualmente su paradero es desconocido.

Este encuentro de altos dirigentes del PRE en Babahoyo fue el
preámbulo del gran escándalo que se ha desatado en torno al
prefecto Oscar Llerena Olvera.

Al día siguiente, el juez primero de lo penal de Guayaquil, Angel
Rubio, realizó un allanamiento a varios domicilios de Llerena en
Guayaquil, uno de ellos denominado "La Red", que sería el centro
de operaciones de este militante roldosista. La denuncia fue
hecha por el pepudo Alejandro Muñoz, quien añadió que Abdalá
Bucaram recibía desde 1994, 35 millones de sucres semanales de
lo que se recaudaba de forma ilegal en el peaje
Babahoyo-Barreiro.

Según el Pepudo, Llerena sería el dueño de 300 propiedades a lo
largo del país, el ex guardaespaldas de Bucaram dio las
direcciones exactas de varias de ellas. Se calcula que la
fortuna de Llerena en más de 15 mil millones de sucres. Muestra
de ello son sus nueve autos de lujo.

En la madrugada del 14, efectivos de la Policía apresaron a cinco
recaudadores del pontazgo en la vía Babahoyo-Barreiro y se
suspendió el cobro por una orden superior. Ese día, en Quito, la
Comisión Anticorrupción desempolvaba viejas acusaciones en contra
de Llerena y añadía algunas nuevas. De la noche a la mañana, "el
mejor Prefecto del mundo" -como lo llamaba Abdalá- se convirtió
en una pieza clave de la corrupción bucaramista.

Las denuncias en la prefectura de Los Ríos, en realidad no son
nuevas. En 1993, en su primera administración, ya fue acusado de
beneficiarse de los fondos del peaje en Babahoyo. A eso se añadió
la construcción de dos salas de velación por el Consejo
Provincial por un monto de 1.500 millones de sucres.

Nepotismo

Llerena fue elegido por primera vez Prefecto de Los Ríos, por las
listas del Partido Roldosista, en 1992. Un año después, fue
cuestionado por la construcción de estas dos salas de velación
con dinero que iba destinado a otra obra, y con un costo
excesivo: 1.500 millones de sucres.

En la misma época, Llerena fue nombrado representante del
consorcio de consejos provinciales ante el Instituto Ecuatoriano
de Seguridad Social. Poco después, el periodista Diego Oquendo
denunció que el prefecto de Los Ríos había acomodado muy bien a
su familia: uno de sus hermanos era jefe del IESS en Quevedo,
otro era el abogado de la regional dos, un tercer hermano estaba
en el departamento legal, y una prima suya era asesora del IESS.

En 1995, varios constructores contratados por el Consejo
Provincial endosaron los cheques recibidos en pago al hermano del
Prefecto, Fernando Llerena Olvera, en una extraña transacción.

Los contratistas William Pacheco Barrera, Jorge Méndez Brito y
Marco Murillo Morán aceptaron haber endosado en la cuenta del
hermano del Prefecto, los cheques recibidos del Consejo
Provincial provenientes del Banco Central y del Banco del Fomento
que ascienden a 260 millones de sucres, que fueron entregados en
pago por supuestos "actos de comercio".

Alegaron que Fernando Llerena era proveedor de materiales de
construcción, cuando en la realidad éste no tiene ningún almacén
dedicado a esta actividad.

Un primo de la familia Llerena reconoció que "Fernando nunca se
ha dedicado a este tipo de trabajo" y no estuvo muy seguro del
tipo de comercio que realizaba. "Creo que tiene una fábrica de
zapatos", dijo.

Llerena amasaba en silencio su fortuna

Durante el régimen de Durán Ballén, el tema del peaje también
tuvo a Llerena de por medio . Los cálculos técnicos y las bajas
recaudaciones demostraban que algo funcionaba mal en la vía.

Esto provocó la reacción oficial del Ministro de Obras Públicas,
Pedro López, que suspendió la concesión del viaducto
Babahoyo-Barreiro al Consejo Provincial. Asumió el control del
peaje el propio Ministerio, el 2 de agosto de 1995.

Luego de un tiempo, las aguas se calmaron y el control volvió al
Consejo Provincial. Llerena Olvera argumentó que la Contraloría
no detectó ninguna irregularidad en el pontazgo. La funcionaria
de Contraloría que hizo el examen fue Dolores Icaza Olvera, a
quien relacionan familiarmente con Llerena.

A estos hechos se sumaron la adquisición de una asfaltadora sin
licitación, la construcción de una casa a la señora Aracelly
Llaguno, subdivisión de contratos, piponazgo en el Consejo...pero
de todo pudo salir bien librado Llerena.

Sin embargo, el golpe más fuerte a Llerena ocurrió ahora. El
descubrimiento de una fortuna plasmada en más de 30 condominios
en el país y muchos carros de lujo, según la Comisión
Anticorrupción, sorprendió hasta a los propios familiares de
Llerena.

El prefecto argumenta que tiene una oficina de compra y venta de
construcciones desde hace 19 años, pero un primo suyo aseguró que
no sabía que cumplía tal actividad. En Quevedo ningún ciudadano
conocía de estas actividades de Llerena. Apareció en el negocio
de los bienes raíces de la noche a la mañana.


Llerena sí lleva, pero hace obras

En la campaña electoral de 1984, un nuevo personaje político
atraía a los riosenses especialmente por su blanca y frondosa
cabellera. Era Oscar Llerena Olvera, abogado de profesión, criado
en una familia de clase media que tenía una casa mas bien modesta
en el centro de Quevedo.

En aquella época se desconocía su gran fortuna, pero su esposa
pertenecía a una conocida familia exportadora de cacao, los
Martinetti. Un primo de Llerena aseguró que los padres de éste
"tenían hectáreas de tierra cultivadas" sin precisar cuántas y
en qué se las cultivó.

En ese entonces estaba afiliado al Frente Radical Alfarista y por
ese partido obtuvo una diputación provincial.

En esa misma campaña se identificó cercanamente con el candidato
León Febres Cordero del Partido Social Cristiano. Luego de un
discreto paso por el Congreso, Llerena entró en una especie de
letargo político, hasta que apareció afiliado al Partido
Roldosista Ecuatoriano a principios de los 90.

Sería en este partido en donde comienza a labrar el cacicazgo que
hoy tambalea.

En 1992 lanzó su candidatura a Prefecto Provincial y ganó frente
a su archirrival Antonio Andrade Fajardo del Partido Social
Cristiano.
En su labor dentro del Consejo Provincial desarrolló un
importante plan de pavimentación especialmente en Quevedo, su
fortín.

Esto y otras obras más que llegaron a sectores marginados
especialmente, simularon una verdadera alcaldía. "Llerena se
sentía un Alcalde sin Municipio haciendo obras que no le
competían" comenta un opositor político.

Comoda victoria

El apoyo financiero obtenido del gobierno de Durán Ballén fue
fundamental para levantar la popularidad de Llerena, que al
presentarse a la reelección ganó con relativa comodidad por sobre
la prestigiosa candidata socialcristiana Gladys Ojeda de Vaca,
de Bahahoyo.

Los rumores sobre las irregularidades cometidas por Llerena
dentro de la Prefectura siempre estuvieron presentes, pese a su
popularidad.

Algunos ciudadanos opinaron "que Llerena también lleva pero sí
hace obras", y algunos aceptan cómodamente la situación.

En 1993 fue el primer remezón que por poco provoca su caída.
Cuatro años más tarde ha ocurrido el segundo remezón que promete
tener las consecuencias de un terremoto.

La pelea de los caciques

Desde la clandestinidad, Llerena Olvera, el cacique de Los Ríos,
respondió que las actuales acusaciones de enriquecimiento ilícito
en su contra, son el resultado de las retaliaciones políticas de
la familia Andrade. Las denuncias en contra de Llerena ha
reavivado el fuego de la disputa que desde hace años, mantienen
estos caciques fluminenses por el liderazgo de la región.

La familia Andrade Fajardo ha sido tradicionalmente la más
poderosa de la provincia de Los Ríos. Antonio Andrade Morán y
Olga Fajardo España, nativos de Vinces, hace más de 60 años eran
los más grandes propietarios de tierras en esta provincia. Más
de 10 mil hectáreas cultivadas con diversos productos eran
patrimonio de los Andrade Fajardo.

En medio de esa inmensa fortuna se criaron los nueve hijos del
matrimonio, dos de los cuales fallecieron. "Nosotros siempre
tuvimos antecedentes de ser gente con tierras y muy trabajadoras,
no como ciertos políticos que aparecen con tierras luego de haber
incursionado en política", dice Antonio Andrade Fajardo sin hacer
alusiones personales.

El resto de los hermanos siguieron conservando el poder dentro
de Los Ríos, poder que lo extendieron al campo político.

El mayor orgullo de los Andrade Fajardo es su preparación
académica. Los cuatro hermanos varones hacen gala de doctorados
y masterados conseguidos en prestigiosas universidades de todo
el mundo.

"Eso nos diferencia de los demás políticos", comenta Antonio
Andrade Fajardo.

La incursión en política de los Andrade Fajardo comenzó hace
cuarenta años con la diputación provincial de Wálter Andrade
Fajardo en 1956, bajo la línea de Camilo Ponce Enríquez.

La carrera de Wálter continuó como consejero provincial y
gobernador de la provincia en dos ocasiones. Actualmente, Wálter
Andrade Fajardo cumple nuevamente la función de legislador por
Los Ríos, bajo la bandera del PSC.
Antonio Andrade Fajardo por su parte fue elegido legislador por
Los Ríos en 1958 en calidad de independiente. Decidió apoyar a
la candidatura de Jaime Roldós y en recompensa fue nombrado
Ministro de Agricultura.

Posteriormente fue nuevamente legislador y Embajador en Paraguay,
en el gobierno socialcristiano de León Febres Cordero. Sus
últimas actuaciones públicas fueron como diputado en los periodos
90-92 y 94-96 siempre por el Partido Social Cristiano. Sin
embargo, recientemente se desafilió.
El hijo de Wálter Andrade Fajardo, Antonio Andrade Cassanelo,
siguió sus pasos en política.

Ha sido diputado provincial, gobernador, consejero y actualmente
es Presidente provincial del Partido Social Cristiano en Los
Ríos. Justamente en esta función ha cumplido algunos actos
proselitistas en Quevedo, recibiendo fondos por parte del
gobierno de Fabián Alarcón, recursos gestionados por su padre,
Wálter Andrade Fajardo.

Termina otro round..

Los Llerena Olvera, por su parte, no son conocidos por sus
grandes fortunas como los Andrade. Un familiar asegura que los
padres de Llerena tenían hectáreas de tierra cultivadas y no más.


La casa de la familia en que se criaron los Llerena Olvera,
ubicada en el centro de Quevedo, es de apariencia modesta. El
personaje más destacado de la familia es Oscar Llerena Olvera,
actual prefecto de Los Ríos, que ha sido acusado de
enriquecimiento ilícito dentro de sus funciones. Llerena, abogado
de profesión, fue juez penal en Guayaquil, diputado de Los Ríos
84-86 por el FRA y prefecto en el periodo 1992-1996 por el PRE,
siendo reelegido hasta el año 2.000.

Atribuye sus actuales acusaciones a una campaña montada por la
familia Andrade: una batalla por el liderazgo en la provincia.
La mayor rivalidad personal existe entre Antonio Andrade
Cassanelo y Oscar Llerena Olvera. A pesar de que Andrade niega
tal situación, ciudadanos riosenses confirman la lucha entre los
dos personajes. Los enfrentamientos se remontan a algunos años
atrás. Los epítetos mutuos no han tenido límite.

En 1995, siendo Gobernador de la provincia Antonio Andrade
Cassanelo, denunció irregularidades cometidas por el prefecto
Llerena, lo que provocó la reacción inmediata del aludido. Tales
anormalidades son, en su mayoría, las mismas que hoy expone la
Comisión Anti-corrupción en contra de Llerena. En 1995, la
Contraloría no dijo absolutamente nada. Andrade realiza actos
proselitistas con fondos estatales conseguidos por el legislador
Wálter Andrade Fajardo.

Los leales partidarios del diablo

En el Consejo Provincial de Los Ríos, Llerena ha logrado
consolidar la lealtad de sus empleados y de la mayoría de
consejeros. En una rápida sesión, el jueves 15 de mayo, le
concedieron licencia por 30 días y, días antes, emitieron un
comunicado de respaldo que firmaron cinco de los siete
consejeros.

El vicepresidente del organismo provincial, César Amado Guerrero,
ex militante socialcristiano y ahora independiente, reconoce que
han ocurrido irregularidades, como la desaparición de cheques del
Consejo Provincial de Los Ríos en 1995, por lo que se detuvo a
dos personas.

"Ahora no sé el fin de este juicio", dice delegando toda la
responsabilidad al departamento legal de la Prefectura. De las
actuales denuncias no se siente seguro de la posición a seguir.
En primer término defiende a Llerena pero luego termina diciendo
"que la responsabilidad en último término es del prefecto y yo
respondo por mis actos".

Por su parte, el consejero del partido roldosista, Carlos
Ricaurte, reconoce que los constructores depositaron los cheques
del Consejo Provincial en la cuenta del hermano del prefecto
"porque con sus cheques podían hacer lo que quisieran". No ve
delito alguno en el hecho y descarta cualquier presión del
prefecto Llerena a los contratistas.

La débil oposición socialcristiana

Una débil oposición presentan los socialcristianos en el Consejo.
El consejero Miguel Velásquez se suma a las acusaciones hechas
en contra de Llerena y no descarta la destitución del prefecto
provincial. Sin embargo, su posición sólo la comparte su
coideario Jorge Chang, pero no la mayoría.

Por el momento, el cobro del pontazgo ha sido suspendido. Las
excesivas recaudadoras que allí trabajan (31 en total para cuatro
casetas) exigen la inmediata reanudación del cobro. A ellas no
les importa ser roldosistas o gobiernistas.

"Nosotras adoptamos una posición política porque necesitamos un
trabajo. Por eso nos hicimos roldosistas y por eso hasta podemos
hacernos partidiarios del diablo" comentó una de ellas. (DIARIO
HOY) (P. 6-A y 7-A)
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