Un Imperialismo Obsoleto En Las Malvinas

UN IMPERIALISMO OBSOLETO EN LAS MALVINAS. Por Alfredo Pareja
Diezcanseco

Quito. 04.04.92. (Editorial) En este abril se conmemora el
decenio de la infortunada guerra de Las Malvinas.

Descubiertas en 1520 por desertores españoles de la flota de
Magallanes, se describen ya geográficamente en 1526, muy
elementalmente, por supuesto. Tres años después, aparecen en
una Carta con el nombre de San Antón, transformado en Santón y
luego en Sansón. Un holandés, De Weert, y otros marineros
portugueses y franceses, reconocieron las islas antes que los
ingleses, quienes aseguran haberlas ocupado en 1592 y 1594.
Sólo que no se conoce Carta Geográfica alguna que las
reproduzca. Pero se sabe que las ocuparon en 1690 y que las
llamaron Falkland.

Desde finales del XVII, se oscurece más el problema de la
soberanía de las Islas. Una expedición de la Compañía de la
mar del Sur, de nacionalidad francesa, compuesta de marinos de
Saint Malo, esto es, malouins, son los responsables del nombre
de Malvinas. Mas ocurrió que los ingleses consiguieron de
Francia, como reparación de guerra, la franquicia para
negociar en esos mares australes, y desde 1740 ocuparon
formalmente el Archipiélago, sólo que fue recuperado por
Francia, que cedería sus derechos a España en 1767. Y España,
en guerra con los ingleses, los expulsó de esas posesiones en
1774. En 1820, al constituirse en Estado Independiente, la
Argentina proclamó su soberanía en las Islas. Tres años
después, Inglaterra las ocupó por la fuerza.

Ahora bien, el régimen tiránico, de raíces nacifascistas, de
la Argentina de 1982, viéndose cercado a muerte por la
creciente oposición del gran pueblo rioplatense, cometió la
jugada desesperada de expulsar a las guarniciones inglesas,
para recuperar credibilidad, sin reparar en las proporciones
internacionales que entrañaba, sobre todo en razón del
gobierno de los Tories que regía al Reino Unido.

Los Tories thatcherianos lanzaron brutalmente cuerpos
especializados en la lucha sin cuartel. A lo que se añadió
que, violando su condición de mediador, el presidente
norteamericano Ronald Reagan, thatcherista de larga carrera,
se parcializó en favor de los británicos. Los combatientes
argentinos, entre ellos un crecido número de mozos
inexperimentados, fueron, a pesar de sus actos de heroica
resistencia, diezmados y vencidos por la inmensa superioridad
de los enemigos.

El aniversario que se conmemora tiene, a más, la significación
del atraco a un país del tercer mundo -aunque de los menos
subdesarrollados-. Afortunadamente, se confía en que los
laboristas ganen en próximas elecciones el Parlamento y el
Gobierno del Reino Unido, y sea entonces posible un arreglo
satisfactorio con Argentina, cuyo presidente Menem ha
declarado su decisión de recuperar las Malvinas, por
negociaciones internacionales, antes del año 2000. Creo que
se puede esperar que el presidente norteamericano, Bush, de
ser reelegido, no se comportaría como su antecesor.

Séame tolerado agregar que los países del tercer, cuarto y
quinto mundos, ante las complicadas situaciones universales de
hoy, habrán de ajustar su conducta a una gran cautela y
firmeza. Como decía el poeta González Martínez que en su
romería habría de tener "el romero/ los ojos abiertos/atento
el oído/ y el paso ligero" (cito de memoria). (4A)