Quito. 24.03.95. Las novelas se presentan en horario para niños. Sexo,
drogas y violencia aparecen en la televisión a diario. La programación no
tiene control. Y lo tendrá. Ahora, que se pretenden cambios drásticos en
la actividad radial y televisiva.

Han pasado ya 20 años desde que fue expedida una ley para
regular la programación. Pero sin resultados concretos. Desde
hace tres años -y a raíz de la clausura de Radio Sucre- la
Asociación de Canales de Televisión, AER, trabajó en una ley
reformatoria.

Basado en ese proyecto, con algunas modificaciones, el ocho de
marzo de este año el Gobierno presentó un proyecto de Ley
Reformatoria a la Ley de Radiodifusión y Televisión, con
carácter de económico-urgente. Se partió del consenso entre
los dueños de los medios involucrados -de televisión y de la
Asociación de radio y Televisión- y representantes del Ejecutivo.

El 21 de marzo, este proyecto se aprobó en segundo debate, en
el Congreso Nacional.

El proyecto plantea, básicamente, la creación del Consejo
Nacional de Radiodifusión y Televisión (CONARTEL), que
otorgará frecuencias o canales para radiodifusión y televisión
-junto con la Superintendencia de Telecomunicaciones-, así
como regulará y autorizará estos servicios en todo el
territorio nacional.

El consejo -financiado por el mismo el mismo presupuesto de la
Superintendencia de Telecomunicaciones- estaría integrado por
un delegado del presidente de la República que lo presidirá,
el superintendente de Telecomunicaciones, el ministro de
Educación y Cultura, un delegado del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, el presidente de la Asociación Ecuatoriana de
Radio y Televisión (AER) y el presidente de la Asociación de
Canales de Televisión del Ecuador.

Entre las funciones de Conartel también está el control de la
calidad moral de la programación y su regulación. La
ciudadanía tendrá un organismo ante el cual reclamar la
calidad de un programa o de la programación de un canal de
televisión.

Los mecanismos para esta regulación y control se los
definiría, una vez que el Ejecutivo la apruebe totalmente, es
decir, en un plazo de 10 días. De aprobarse definitivamente, y
en un plazo de 90 días, a partir de la publicación en el
Registro Oficial, el presidente de la república expedirá el
Reglamento general de la Ley.

Los representantes de AER y Actve integran el Consejo Nacional
de Radiodifusión y Televisión mantendrán su independencia. Es
decir, no podrán particular en las reuniones del organismo
cuando en ellas se discuta acerca de los programas o
frecuencias que tengan relación con las partes interesadas.
Eso garantizará la claridad de los procesos de regulación que
se estipulen.

La Superintendencia de Telecomunicaciones podrá amonestar,
multar, suspender o clausurar a los canales o estaciones de
radio que incumplan con la Ley Reformatoria de la Ley de Radio
y Televisión.

Para los medios, una de las prioridades de esta ley radica en
la lucha contra las radios clandestinas y los responsables
serán sancionados con prisión de dos a cuatro años.

Los medios tendrán su respaldo. Ya no se los podrá sancionar
como medios, sino que, cualquier sanción estará dirigida a
título personal. Una actitud madura que obliga a los
radiodifusores y a quienes comentan en televisión, a basar sus
informaciones en hechos y no en presupuestos.

ANTES DE LA REFORMA

Las concesiones: El ex Instituto Ecuatoriano de
Telecomunicaciones, hoy EMETEL, era el encargado de la
concesión y control- esto último junto con la Casa de la
Cultura Ecuatoriana- de los canales y estaciones de radio.

Las resposabilidades: Los concesionarios y representantes
legales eran los responsables por los actos o programas
emitidos, ahora son directamente quienes los viertan.

Para evitar los monopolios: Ninguna persona podía poseer más
de dos canales de onda media y uno de onda corta para la zona
tropical, y tres canales de frecuencia modulada y un sistema
de televisión en el país.

Presencia extranjera: No se especificaba que las personas
jurídicas no podrán tener más del 25 por ciento de inversión
extranjera. Solo se señalaba que debe ser además de las
naturales -solamente ecuatorianas.

Ya no estará la C.C.E.: El control de la calidad de la
programación de radio y televisión ya no estará designado a la
Casa de la Cultura Ecuatoriana.

DE SER APROBADA

Control estatal: El Estado, a través del Consejo Nacional de
Radiodifusión y Televisión (Conartel), otorgará frecuencias o
canales para radio y televisión, así como regulará y
autorizará estos servicios en todo el país. Del control se
ocupará la Superintendencia de Telecomunicaciones.

Su estructura: El consejo estará formado por un delegado del
presidente -que lo presidirá-, el ministro de Educación o su
delegado y uno de las Fuerzas Armadas, el presidente de la
Asociación Ecuatoriana de Radio y Televisión y el de la
Asociación de Canales de Televisión del Ecuador.

Radios comunales: La reforma establece la reservación de
frecuencias de baja intensidad para estaciones de
radiodifusión comunal.

Sanciones: En el artículo cuatro se aclara que las
infracciones en que incurran los concesionarios y/o las
estaciones de radio y televisión se clasifican en delitos y
faltas técnicas o administrativas. Las penales serán tratadas
por un juez de lo penal, mediante acusación particular.

Diez años de concesión: El Conartel concederá el
funcionamiento de radios y canales de televisión por períodos
de diez años.

Contra la monopolización: Ninguna persona natural o jurídica
podrá obtener la concesión en cada provincia de más de un
canal de onda media, uno de frecuencia modulada y uno en cada
una de las nuevas bandas que se crearen en el futuro -en cada
provincia-, ni más de un canal para la zona tropical en todo
el país, y un sistema de televisión en el país.



EL DEBATE DURO TRES DIAS EN EL CONGRESO

Tres días de debate bastaron para la aprobación de la nueva
Ley de Radiodifusión y Televisión. El Plenario, en una amplia
mayoría, decidió dar el visto bueno al proyecto urgente del
Ejecutivo.

Quienes se opusieron a esta Ley, no asistieron a las
reuniones. Desde la lectura del proyecto, el pasado nueve de
marzo, se percibió un ambiente de consenso en torno a este
tema.

Inmediatamente, pasó a la Comisión de lo Laboral y Social, la
misma que entregó un informe para el primer debate.

El jueves 16 de marzo fue estudiado y aprobado por unanimidad,
y regresó una vez más a la comisión. una vez entregado el
informe final, el pasado martes, se discutió en segundo
debate.

Esa noche se hicieron reparos de carácter formal a la
propuesta, y uno que otro de fondo, que no tuvieron eco en la
reunión.

Solo el planteamiento del diputado Andrés Vallejo (ID) tuvo
discusión: cuestionó un artículo sobre el derecho a voto de la
Superintendencia de Telecomunicaciones dentro del Consejo
Nacional de Radiodifusión y Televisión (Conartel).

Su opinión fue acogida y se cambió tal artículo. En la reunión
se aprobaron uno por uno los 34 artículos, los considerandos,
disposiciones generales y transitorias que contiene la ley.

El estudio, debate y aprobación no demoró más de dos horas.
Incluso hubo tiempo para tratar y aprobar otros proyectos
importantes, como el de la reforma al Código del trabajo.

La ley tuvo aprobación entre 17 y 18 diputados que se
alternaban en la sala, la mayor parte miembros del PSC,que
tenía hasta con 13 legisladores.

* TEXTO TOMADO DE EL COMERCIO (2A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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