Quito 09 ago 2001. A partir del 4 de agosto el Tungurahua volvió a tronar
y a lanzar ceniza. Los pueblos más afectados: Quero (Tungurahua), Penipe
y Guano (Chimborazo). Los cultivos en riesgo.
La caída de ceniza mantiene en la desesperanza a 4 000 habitantes del
cantón Quero en Tungurahua. La situación se agudizó por las últimas
explosiones registradas a partir del sábado 4 de agosto del 2001. Las
nubes de ceniza arrojadas por el volcán cubrieron de gris grandes
extensiones de pastos y cultivos (papas, habas y maíz) que están a punto
de perderse.
La zona sur-occidental de Quero se caracteriza, además, por ser ganadera.
Abastece al mercado con 10 000 litros de leche diarios. Sin embargo, esta
producción se vio interrumpida por la falta de pasto para la alimentación
del ganado. En estos días la producción llega a 7 000 litros y si la
emergencia persiste la producción desaparecerá.
El panorama gris se complica por los bajos precios de la papa en el
mercado, que pueden llevar a la ruina a los agricultores y ganaderos. "Lo
mismo pasó en agosto del 1999, cuando vendimos los semovientes a 500 000
sucres (20 dólares) cada uno, ante la desesperación de refugiarnos en
Píllaro y en el centro de Quero", recuerda Ángel Hernández, agricultor y
ganadero del caserío San Nicolás, a ocho kilómetros de Quero.
Las comunidades más afectados son: El Rosario, San Pedro de Sabañag, San
Luis, San Nicolás, La Caldera, Hierba Buena, entre otras. La lluvia de
ceniza comenzó en la tarde del sábado 4 de agosto y aún no termina. Por
más de 72 horas ha caído el polvo volcánico, por lo cual las plantaciones
fueron sepultados por una gruesa capa de ceniza.
Hernández, en este corto período, perdió dos sementeras de maíz y una de
papas. Él había puesto todo el interés y la esperanza para recuperarse de
la baja sin precedentes que afrontó el precio del tubérculo "Si perdemos
todos los sembradíos solicitaremos ayuda al Ministerio de Agricultura, al
Municipio de Quero y al Gobierno para que entreguen créditos, de lo
contrario tendremos que emigrar a España para pagar las deudas".
Desde la Loma de San Nicolás (al sur de Quero) es posible observar
grandes hectáreas de maíz cubiertas de espesas capas de ceniza. Los
techos de teja de las construcciones mixtas (ladrillo y madera) se ven
bañados de tierra negra. Silvia Arévalo, moradora de Sabañag, coloca una
escalera y sube al techo de eternit de su casa para limpiar la ceniza
acumulada (dos milímetros de espesor) como medida de precaución para
evitar que el tumbado se desplome.
"La lluvia de ceniza hizo que perdiéramos otro día de trabajo". El camino
serpenteante de tierra que conduce a El Rosario está lleno de baches y un
lodo espeso se mezcla con ceniza, lo cual lo convierte en un terreno
inestable para la circulación de los pocos vehículos que transitan por
este sector productivo de Tungurahua. Alfonso Contreras, un hombre canoso
y de mediana edad, no sabe cómo trasladará a sus 20 vacas y toros. En
1999 las llevó hasta una hacienda de Machachi en Pichincha. "Arrendé un
pequeño espacio, cada mes pagaba cuatro dólares por cabeza. Ahora
esperamos el apoyo del alcalde de Quero, Jaime Núñez, para iniciar una
inmediata evacuación". A Contreras, la desesperación y la falta de hierba
limpia (libre de ceniza) para alimentar a sus vacas preñadas le hace
pensar lo peor, si no comen morirán o abortarán por la debilidad.
El martes 7 de agosto, cerca de 20 familias de El Santuario decidieron no
esperar más y comenzaron el traslado de los animales en grandes camiones
hacia las haciendas de Píllaro y Machachi. Ahí permanecerán hasta que
pase el peligro, dice Alfonso Contreras.
Jorge Guamán, un ganadero de 27 años, de Hualcanga San Luis, a 11
kilómetros de Quero, esta vez no está dispuesto a salir de sus
propiedades, como ya lo hizo en octubre de 1999. "Sacaré el ganado a
otros sitios, pero no venderemos a precios de gallina enferma".
Su preocupación es evidente y no deja de mirar al volcán perdido entre
nubes de ceniza. "En estos momentos todavía no nos recuperamos de la
anterior evacuación y ahora nuevamente comienzan los problemas".
En los registros técnicos del Instituto Geofísico se reconoce que el 22
de octubre del 2000 fue la última explosión del Tungurahua. El 28 de mayo
del 2001, arrancó con un nuevo período de explosiones por inyección de
magma.
El 2 de agosto del 2001, el coloso mostró señales sísmicas variables. El
3 de agosto, explosiones mayores. El 4 de agosto, comenzó el tremor que
saturó a todas las estaciones de monitoreo y ahora ha vuelto a sumir a
los pobladores de las aldeas vecinas en la angustia.
La intensa caída de ceniza no solo afecta a Tungurahua, en Chimborazo
cuatro sectores del cantón Guano, donde viven más de 5 000 personas,
piden ayuda urgente porque sus cultivos quedaron cubiertos con el polvo
volcánico y existe el temor por los cañonazos del proceso eruptivo.
Oswaldo Estrada, alcalde de Guano, asegura que las parroquias más
afectadas son: Guanando, Illapo, Santa Fe de Galán y La Providencia.
En la parroquia Santa Fe de Galán, en Guano, la ceniza arrasó los
cultivos de papas, habas, cebada y el pasto que alimentaba al ganado.
Héctor Chávez, presidente de la Junta parroquial, dice que cientos de
campesinos necesitan raciones alimenticias, "porque hace ocho días
nuestra zona era verde y en estos días es un desierto". La población se
quedó sin luz eléctrica desde el pasado lunes.
A pesar de la nueva lluvia de ceniza, Jorge Guamán no se resigna a vender
el ganado, peor a abandonar su tierra; en cambio Silvia Arévalo, Alfonso
Contreras y Ángel Hernández claman por ayuda ya que la siembra de los
últimos meses está perdida.
Modesto Moreta /Redacción Ambato
Una nube complica los vuelos
Los vuelos de TAME se alteraron * El martes la nube de ceniza del volcán
Tungurahua se desplazó hacia el sureste, con dirección a Guaranda y
Guayaquil. Esta fue una de las razones por las que Control de Tránsito
Aéreo cerró las operaciones directas entre Quito y Guayaquil y recomendó
a los aviones de TAME otras alternativas. Una es la ruta Guayaquil-
Salinas-Manta e ingresar por la zona de Cóndorcocha hacia Quito. La otra
es salir de Guayaquil hacia Cuenca, Pastaza, el Antisana e ingresar a la
capital.
Contratiempos de los pasajeros * El coronel Eduardo Esparza, gerente de
Operaciones de TAME, señaló que la ceniza del volcán ha ocasionado
inconvenientes desde el pasado viernes pero que el domingo fue el día más
difícil. También reconoció que debido a esto ha existido una demora en
los vuelos de la compañía con el consecuente malestar de los pasajeros.
También en Penipe * En el cantón de Chimborazo, desde el sábado 4 de
agosto, comenzó a caer ceniza; la ganadería está afectada. La lluvia
de ceniza fue acompañada con cascajo que cayó sobre Chontilla, Anabá,
Yuibug, Chontapamba y Bilbao. Unas 1 200 personas están en la zona de
alto riesgo. La geofísica Patricia Mothes dijo que las actuales
explosiones son de menos intensidad que las de 1999. La emisión diaria
de dióxido de azufre es de seis a ocho mil toneladas. (Texto tomadom
de El Comercio)
y a lanzar ceniza. Los pueblos más afectados: Quero (Tungurahua), Penipe
y Guano (Chimborazo). Los cultivos en riesgo.
La caída de ceniza mantiene en la desesperanza a 4 000 habitantes del
cantón Quero en Tungurahua. La situación se agudizó por las últimas
explosiones registradas a partir del sábado 4 de agosto del 2001. Las
nubes de ceniza arrojadas por el volcán cubrieron de gris grandes
extensiones de pastos y cultivos (papas, habas y maíz) que están a punto
de perderse.
La zona sur-occidental de Quero se caracteriza, además, por ser ganadera.
Abastece al mercado con 10 000 litros de leche diarios. Sin embargo, esta
producción se vio interrumpida por la falta de pasto para la alimentación
del ganado. En estos días la producción llega a 7 000 litros y si la
emergencia persiste la producción desaparecerá.
El panorama gris se complica por los bajos precios de la papa en el
mercado, que pueden llevar a la ruina a los agricultores y ganaderos. "Lo
mismo pasó en agosto del 1999, cuando vendimos los semovientes a 500 000
sucres (20 dólares) cada uno, ante la desesperación de refugiarnos en
Píllaro y en el centro de Quero", recuerda Ángel Hernández, agricultor y
ganadero del caserío San Nicolás, a ocho kilómetros de Quero.
Las comunidades más afectados son: El Rosario, San Pedro de Sabañag, San
Luis, San Nicolás, La Caldera, Hierba Buena, entre otras. La lluvia de
ceniza comenzó en la tarde del sábado 4 de agosto y aún no termina. Por
más de 72 horas ha caído el polvo volcánico, por lo cual las plantaciones
fueron sepultados por una gruesa capa de ceniza.
Hernández, en este corto período, perdió dos sementeras de maíz y una de
papas. Él había puesto todo el interés y la esperanza para recuperarse de
la baja sin precedentes que afrontó el precio del tubérculo "Si perdemos
todos los sembradíos solicitaremos ayuda al Ministerio de Agricultura, al
Municipio de Quero y al Gobierno para que entreguen créditos, de lo
contrario tendremos que emigrar a España para pagar las deudas".
Desde la Loma de San Nicolás (al sur de Quero) es posible observar
grandes hectáreas de maíz cubiertas de espesas capas de ceniza. Los
techos de teja de las construcciones mixtas (ladrillo y madera) se ven
bañados de tierra negra. Silvia Arévalo, moradora de Sabañag, coloca una
escalera y sube al techo de eternit de su casa para limpiar la ceniza
acumulada (dos milímetros de espesor) como medida de precaución para
evitar que el tumbado se desplome.
"La lluvia de ceniza hizo que perdiéramos otro día de trabajo". El camino
serpenteante de tierra que conduce a El Rosario está lleno de baches y un
lodo espeso se mezcla con ceniza, lo cual lo convierte en un terreno
inestable para la circulación de los pocos vehículos que transitan por
este sector productivo de Tungurahua. Alfonso Contreras, un hombre canoso
y de mediana edad, no sabe cómo trasladará a sus 20 vacas y toros. En
1999 las llevó hasta una hacienda de Machachi en Pichincha. "Arrendé un
pequeño espacio, cada mes pagaba cuatro dólares por cabeza. Ahora
esperamos el apoyo del alcalde de Quero, Jaime Núñez, para iniciar una
inmediata evacuación". A Contreras, la desesperación y la falta de hierba
limpia (libre de ceniza) para alimentar a sus vacas preñadas le hace
pensar lo peor, si no comen morirán o abortarán por la debilidad.
El martes 7 de agosto, cerca de 20 familias de El Santuario decidieron no
esperar más y comenzaron el traslado de los animales en grandes camiones
hacia las haciendas de Píllaro y Machachi. Ahí permanecerán hasta que
pase el peligro, dice Alfonso Contreras.
Jorge Guamán, un ganadero de 27 años, de Hualcanga San Luis, a 11
kilómetros de Quero, esta vez no está dispuesto a salir de sus
propiedades, como ya lo hizo en octubre de 1999. "Sacaré el ganado a
otros sitios, pero no venderemos a precios de gallina enferma".
Su preocupación es evidente y no deja de mirar al volcán perdido entre
nubes de ceniza. "En estos momentos todavía no nos recuperamos de la
anterior evacuación y ahora nuevamente comienzan los problemas".
En los registros técnicos del Instituto Geofísico se reconoce que el 22
de octubre del 2000 fue la última explosión del Tungurahua. El 28 de mayo
del 2001, arrancó con un nuevo período de explosiones por inyección de
magma.
El 2 de agosto del 2001, el coloso mostró señales sísmicas variables. El
3 de agosto, explosiones mayores. El 4 de agosto, comenzó el tremor que
saturó a todas las estaciones de monitoreo y ahora ha vuelto a sumir a
los pobladores de las aldeas vecinas en la angustia.
La intensa caída de ceniza no solo afecta a Tungurahua, en Chimborazo
cuatro sectores del cantón Guano, donde viven más de 5 000 personas,
piden ayuda urgente porque sus cultivos quedaron cubiertos con el polvo
volcánico y existe el temor por los cañonazos del proceso eruptivo.
Oswaldo Estrada, alcalde de Guano, asegura que las parroquias más
afectadas son: Guanando, Illapo, Santa Fe de Galán y La Providencia.
En la parroquia Santa Fe de Galán, en Guano, la ceniza arrasó los
cultivos de papas, habas, cebada y el pasto que alimentaba al ganado.
Héctor Chávez, presidente de la Junta parroquial, dice que cientos de
campesinos necesitan raciones alimenticias, "porque hace ocho días
nuestra zona era verde y en estos días es un desierto". La población se
quedó sin luz eléctrica desde el pasado lunes.
A pesar de la nueva lluvia de ceniza, Jorge Guamán no se resigna a vender
el ganado, peor a abandonar su tierra; en cambio Silvia Arévalo, Alfonso
Contreras y Ángel Hernández claman por ayuda ya que la siembra de los
últimos meses está perdida.
Modesto Moreta /Redacción Ambato
Una nube complica los vuelos
Los vuelos de TAME se alteraron * El martes la nube de ceniza del volcán
Tungurahua se desplazó hacia el sureste, con dirección a Guaranda y
Guayaquil. Esta fue una de las razones por las que Control de Tránsito
Aéreo cerró las operaciones directas entre Quito y Guayaquil y recomendó
a los aviones de TAME otras alternativas. Una es la ruta Guayaquil-
Salinas-Manta e ingresar por la zona de Cóndorcocha hacia Quito. La otra
es salir de Guayaquil hacia Cuenca, Pastaza, el Antisana e ingresar a la
capital.
Contratiempos de los pasajeros * El coronel Eduardo Esparza, gerente de
Operaciones de TAME, señaló que la ceniza del volcán ha ocasionado
inconvenientes desde el pasado viernes pero que el domingo fue el día más
difícil. También reconoció que debido a esto ha existido una demora en
los vuelos de la compañía con el consecuente malestar de los pasajeros.
También en Penipe * En el cantón de Chimborazo, desde el sábado 4 de
agosto, comenzó a caer ceniza; la ganadería está afectada. La lluvia
de ceniza fue acompañada con cascajo que cayó sobre Chontilla, Anabá,
Yuibug, Chontapamba y Bilbao. Unas 1 200 personas están en la zona de
alto riesgo. La geofísica Patricia Mothes dijo que las actuales
explosiones son de menos intensidad que las de 1999. La emisión diaria
de dióxido de azufre es de seis a ocho mil toneladas. (Texto tomadom
de El Comercio)
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