TRES PISTAS PARA EL CONGRESO. Por Diego Cornejo Menacho

Quito. 13.07.92. Otra vez el Partido Roldosista Ecuatoriano
(PRE), vale decir su líder, el ex candidato presidencial
Abdalá Bucaram Ortiz, se convierte en el gran elector. Esta
vez para la conformación del nuevo Congreso de 1992.

El hecho de contar con una vanguardia de 15 diputados (13
provinciales y dos nacionales), mientras se mantiene en
términos irreversibles el distanciamiento entre las dos más
grandes fuerzas de la derecha, la alianza Partido de Unidad
Republicana (PUR)-Partido Conservador Ecuatoriano (PCE) y el
Partido Social Cristiano (PSC), pone a los votos "populistas"
en el centro de las negociaciones que se vienen desarrollando
para organizar la Legislatura el 10 de agosto próximo.

De allí que, por lo pronto, los dos diputados nacionales del
roldosismo aparezcan como fuertes precandidatos a la
Presidencia del Congreso, más Jacobo Bucaram que Fernando
Larrea, puesto que éste genera mayores resistencias en
aquellos sectores que, precisamente, deberán concurrir para
cuajar la mayoría de 39 votos que es necesaria.

Sin embargo de esto, el panorama se advierte como notoriamente
difícil. A tal punto que no debería sorprendernos que tras los
interminables dame que te doy se repita lo sucedido en agosto
de 1991, cuando tras dos días de agotadores debates terminó
siendo elegido presidente del Congreso una figura inesperada,
Fabián Alarcón Rivera (FRA), de un bloque legislativo de
apenas tres diputados.

Esto quiere decir que mientras no se desagüen las abluciones
políticas nos movemos en un suelo cenagoso. Y, mientras eso
pase, como si se tratase de un circo de renombre, el Congreso
Nacional presenta su espectáculo en tres pistas simultáneas.

Primer escenario

Una primera posibilidad de arreglo legislativo gira en torno
al entendimiento PUR-PCE y PRE. Estas fuerzas suman 32 votos.
Muchos, si apenas hay que añadir siete más para obtener la
mayoría y tomar la Presidencia del Congreso Nacional.

En medios políticos se asegura que Roberto Dunn (PUR), el
inminente ministro de Gobierno, puede catalizar con sobrada
solvencia este arreglo, aunque las exigencias tronchistas del
PRE van desde la Presidencia del Congreso, pasando por
judicaturas en la Corte Suprema de Justicia, hasta el Tribunal
de Garantías Constitucionales y otros organismos y puestos
públicos. En el modo de reparto de la troncha estará, en este
escenario, la posibilidad de que el bloque gobiernista logre
colocar un hombre de sus filas a la cabeza del Congreso, con
el correspondiente del PRE en la Vicepresidencia.

Para el efecto el futuro gobierno cuenta, además de la
habilidad y capacidad de Dunn, con el hecho de que las ternas
que presenta el Ejecutivo llevan una ventaja el rato de la
designación y, además, al menos con dos nombres firmes:
Marcelo Santos (PCE) y Napoleón Ycaza (PUR), los dos diputados
nacionales.

En esa hipotética alianza, será más sencillo sumar los cinco
votos de la Democracia Popular (DP), el de Liberación Nacional
(LN) y los dos del Partido Liberal (PL), por ejemplo, si el
candidato es uno de los dos señalados, y no Jacobo Bucaram
(PRE).

Escenario dos

Dada la composición del Congreso después de la elección del 17
de mayo, la segunda carta que se juega intenta atraer hacia
los 17 diputados del PUR-PCE, hacia el bloque gobiernista vale
decir, a todas las fuerzas "menores" del futuro Congreso:
Izquierda Democrática (ID), DP, PL, FRA, LN, Concentración de
Fuerzas Populares (CFP), Movimiento Popular Democrático (MPD)
y Partido Socialista Ecuatoriano (PSE). Ellas suman 24 votos.

En la hipótesis, que según las consabidas lenguas es la
favorita del presidente de la República electo, catalizarían
una mayoría de 41 diputados.

La única posibilidad de que se logre una alternativa de este
difícil talante es que pretenda la Presidencia del Congreso
una figura de los "minoritarios". Podría ser Carlos Vallejo
(DP), Antonio Rodríguez (ID), Fernando Guerrero (ID),
Francisco Salvador (PL) y hasta Diego Delgado (PSE). No se
nombra aquí al diputado nacional Andrés Vallejo (ID), porque
al momento es el legislador con más proyección presidencial
hacia 1996 y ningún rival, menos el futuro gobierno, querrá
que siga galvanizando su prestigio político en esa
perspectiva.

Pero, además de la enorme dificultad que supone concentrar los
ocho minibloques, este escenario deja colgados nada menos que
el PSC y el PRE, que suman 36 votos. Es fácil pensar que tal
situación empujaría a un entendimiento entre estas dos grandes
fuerzas legislativas para quienes a todas luces resultará más
sencillo añadir tres "minivotos" y ganar la contienda. Los
nombres del arreglo podrían ser el mencionado Jacobo Bucaram
(PRE), o Heinz Moeller (PSC) o Ricardo Noboa (PSC). Aquí
podría jugarse el nombre de Fernando Larrea (PRE), siempre y
cuando el partido de Abdalá Bucaram admita dejar la
Presidencia del Congreso para el PSC y que Larrea sea el
segundo hombre de la Legislatura.

Sin embargo, no hay que olvidar las profundas heridas que se
mantienen en el roldosismo guayaquileño desde el gobierno
socialcristiano (1984-1988) y las manifestaciones de Abdalá
Bucaram entre la primera y segunda vuelta electoral de 1992
contra Jaime Nebot, además del conflicto vivo en la ciudad de
Guayaquil alrededor de la Municipalidad. Todo esto hace
suponer improbable -aunque nada es imposible en la política-
que las dos más grandes fuerzas electorales del país alcancen
un mínimo entendimiento legislativo para captar las máximas
dignidades de la Cámara.

Tercer escenario

Una tercera alternativa es un tributo a la lógica, pero
implica que las actuales circunstancias de la política
nacional se tuerzan al máximo: el acuerdo del PUR-PCE y el
PSC.

Supondría que la derecha ecuatoriana, que en el Congreso
sumará un grueso total de 38 votos, ha superado rápidamente el
distanciamiento producido desde que Sixto Durán Ballén
abandonó el PSC, constituyó el PUR y, además, los venció en la
primera y segunda vuelta electorales.

Luce muy poco probable, porque querría decir que políticos
como Jaime Nebot, León Febres Cordero y Heinz Moeller se
volvieron repentinamente criocéfalos. Pero es innegable que
sería la fórmula ideal para que el gobierno sixtista aplique
sin severos inconvenientes políticos su programa económico,
pues básicamente las proposiciones económicas dichas por Nebot
y por Durán Ballén en la campaña presidencial no son
absolutamente divorciadas.

Hacer mayoría, mirando los números, les resultaría sencillo.
Pero como este supuesto entendimiento implica también
consolidar un monolítico bloque oficialista, a condición del
generoso reparto de la troncha, la cosa no camina con
facilidad ni en el papel. Además conllevaría grandes
concesiones del inminente gobierno a sus cercanos rivales, lo
que es prácticamente imposible en el virulento tablado de la
política nacional.

Y a pesar de ello este escenario no es absolutamente traído de
los cabellos por una sencilla razón: cualquier alianza del
PUR-PCE con el PRE carece de mayores garantías. La experiencia
legislativa de los últimos años demuestra que el PRE suele dar
bruscos virajes, aún a costa de pactos, acuerdos o alianzas. Y
si en los primeros meses de sixtismo se va aplicar, como se
prevé, un severo plan económico que, entre otras cosas
conllevará alzas en los precios de los combustibles y
servicios que brinda el Estado, devaluación monetaria y
flotación de las divisas extranjeras, alza de tasas de
interés, contracción de los salarios reales, con toda
seguridad el futuro gobierno busca la mejor alianza
legislativa para evitar que el Congreso estalle como un
petardo en contra de su política económica.

En este "imposible" entendimiento luciría muy bien Heinz
Moeller (PSC) como presidente del Congreso. También Napoleón
Ycaza (PUR). Y hasta Marcelo Santos (PCE). Pero todo, en medio
de este complicado panorama diputadil, está por muñequearse.

EL CONGRESO DE 1992

Partido Social Cristiano (PSC) 21 diputados
Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) 15 diputados
Partido de Unidad Republicana (PUR) 12 diputados
Izquierda Democrática (ID) 8 diputados
Democracia Popular (DP) 6 diputados
Partido Conservador Ecuatoriano (PCE) 5 diputados
Movimiento Popular Democrático (MPD) 3 diputados
Partido Liberal Radical (PL) 2 diputados
Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) 2 diputados
Liberación Nacional (LN) 1 diputado
Concentración de Fuerzas Populares (CFP) 1 diputado
Frente Radical Alfarista (FRA) 1 diputado

TOTAL 77 diputados
(6-A)


EXPLORED
en Ciudad N/D

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