La empresa ha invertido unos $350 millones y abastece al 12% del mercado eléctricos.

Tres presidentes, varios ministros y ninguna solución

EL TLC podría quedar en nada y no precisamente por la oposición de movimientos sociales en el país

La deuda del Estado con la generadora privada Machala Power, que abastece al 12% del Sistema Interconectado Nacional, ha crecido como una bola de nieve, por la incapacidad de tres presidentes y de varios ministros de Energía y Economía con los que ha debido negociar desde septiembre de 2003.
Las obligaciones del Estado ahora superan los $37 millones y se han convertido en una grave amenaza para la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), que el Ecuador negocia con los EEUU, sobre todo cuando tenga que ser aprobado por el Congreso estadounidense.
Eso ha sido reconocido por una fuente de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos.
Machala Power inició sus operaciones en el Ecuador en 2002, en el Gobierno de Gustavo Noboa, luego de haber invertido $350 millones en la exploración y explotación de gas, en el campo Amistad (bloque 3) del golfo de Guayaquil y en la construcción de la planta de generación eléctrica en la zona de bajo Alto, en la provincia de El Oro.
El incumplimiento sistemático de los pagos de las distribuidoras por el pago de energía obligó a la empresa a pedir la intervención del Conelec en agosto de 2004, cuando la deuda apenas era de $7,6 millones.
Un año después, la deuda se ha cuadriplicado, hasta casi $30 millones, el 60% de los ingresos anuales de la compañía.
Eso ha creado "serios problemas a la empresa para sostener la operación", dijo John Z. Tomich, gerente general de Machala Power, quien ya ni siquiera recordaba con cuántos ministros ha tratado de llegar a una solución amistosa.
Machala Power, subsidiaria de la empresa estadounidense Noble Energy, que tiene operaciones en nueve países, pidió a comienzos de año al Conelec la intervención de un mediador (el ex ministro de Economía Mauricio Pozo) para llegar a un acuerdo de pago y evitar el arbitraje internacional, que podía solicitar basada en el Tratado de Protección a las Inversiones, firmado entre el Ecuador y los EEUU.
En febrero pasado, Tomich ya alertó el fracaso de la posible mediación. Eso obligó a Noble Energy a presentar un arbitraje en el Centro Internacional para Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), en los EEUU. Pero esa demanda no ha podido avanzar por todos los cambios en el Gobierno. (JT)

Algo de historia

El 13 de septiembre de 2000, el Conelec otorgó el certificado de concesión a la compañía EDC Ecuador, subsidiaria de Noble Energy, para la construcción y operación de la central termoeléctrica Machala.
El 18 de abril de 2001, el Directorio de la misma entidad autorizó la transferencia de los derechos de concesión otorgados a la compañía EDC Ecuador a favor de la compañía Machala Power Limited, también subsidiaria de Noble Energy, y el contrato fue suscrito el 15 de octubre de 2001.
El objetivo era que EDC se dedicará exclusivamente a la extracción y producción de gas y Machala Power, al negocio de la generación eléctrica.
La primera fase del proyecto, con una capacidad de 130 mW, entró en operación comercial en 2002.
La segunda fase del proyecto, de una potencia de 95 mW, y la tercera, de 87 mW, debían entrar en operación comercial en julio de 2008 y abril de 2011, respectivamente.

Los $314 millones que no llegarán

La generadora dice estar en capacidad de dar hasta 180 megavatios al sistema, si hay un acuerdo

En 2002, cuando Machala Power entró al Sistema Interconectado Nacional, tenía un ambicioso plan de inversiones, que debía garantizar la entrega de 180 megavatios de energía adicionales.
La entrada de la generadora en el mercado eléctrico fue clave para el país, porque estaba en capacidad de abastecer hasta el 12% de la demanda total de energía, durante la época de estiaje, que comienza este mes y debe extenderse hasta octubre.
El retraso en los pagos por parte de las generadoras obligó a Machala Power a suspender su plan de inversiones, ya que ha tenido problemas para mantener las operaciones actuales porque no pudo cumplir sus obligaciones con EDC, que le entrega el gas con el que produce energía eléctrica.
"Machala Power es víctima de un trato discriminatorio, porque no recibe el pago, mientras la energía que provee Colombia es cancelada por anticipado, nuestra generadora está sujeta a un sistema de fideicomisos que no funciona y sufre postergación en el despacho por el subsidio al combustible de otros proveedores", ha dicho en reiteradas ocasiones el gerente de la empresa, John Tomich.
Según las proyecciones de Machala Power, de haberse cumplido el plan de inversiones, los beneficios para el Estado serían cuantiosos, solo por Impuesto a la Renta tenía proyectado pagar $150 millones, en total habría aportado $314 millones. (JT)

Mediación fracasa por los honorarios

El ex ministro de Economía no pudo entrar de mediador porque Conelec no aceptó tema salarial

Antes de recurrir al Centro Internacional para Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), en los EEUU, Machala Power pidió al Conelec resolver el retraso del pago de las obligaciones con un mediador y propuso el nombre del ex ministro de Economía, Mauricio Pozo.
"El Conelec nunca respondió por el tema de mis honorarios", asegura Pozo.
"Machala Power quiere agotar hasta el último recurso para solucionar el problema de las facturas impagadas. La empresa quiere permanecer en el país, realizar nuevas inversiones y continuar su trabajo productivo" (genera más de 100 empleos directos), dijo el gerente de la generadora, John Tomich, en febrero de este año, antes de recurir al arbitraje internacional.
La dilatoria de las autoridades energéticas hizo desistir a la empresa de buscar un arreglo en el campo de la mediación y decidió ir directamente al arbitraje internacional.
Pero el 20 de abril hubo un sorpresivo cambio de Gobierno. Lucio Gutiérrez fue reemplazado por el actual presidente Alfredo Palacio y el arbitraje quedó estancado. La negociación volvió a comenzar de cero.
"Machala Power ha tenido acercamientos con las nuevas autoridades quienes han mostrado apertura para buscar una solución al pago de la deuda de las distribuidoras que pertenecen al Fondo de Solidaridad", dijo Tomich hace dos meses.
En esa época, el titular del Fondo era Marcelo Arcos, que luego fue reemplazado por Gil Barragán Romero, quien, a su vez, ha sido reemplazdo recientemente por José Luis Bruzzone, con quien Tomich tiene que volver a negociar. (JT)

"Es una lástima que no podamos seguir con Categ"

Estudios de los sectores productivos calculan que pérdidas de empresas del Fondo llegan a los $800 millones en 10 años

El presidente del Consejo Nacional de Electrificación (Conelec), Alejandro Rivadeneira, reconoció que la deuda del mercado eléctrico mayorista a la generadora Machala Power asciende a más de $37 millones.
"No se desconoce que la deuda que existe", recalcó Rivadeneira, pero insistió en que el Conelec no tiene dinero para cumplir con esa obligación por lo que está "en conversaciones" con el Ministerio de Economía para buscar una solución.
Rivadeneira dijo que en los próximos días podría llegarse a un acuerdo con Machala Power, que, por lo pronto, ya decidió cambiar su modelo de negocio para superar la crisis.
La generadora anunció, en agosto pasado, su intención de salir del mercado spot (ocasional) para firmar acuerdos de venta directa con las distribuidoras de energía.
El objetivo de este cambio de estrategia es dejar de abastecer a las empresas morosas, entre las que está la Corporación para la Administración Eléctrica de Guayaquil (Categ).
El 40% de la cartera de Machala Power es de la Categ (ex Emelec), que representa el 40% del mercado eléctrico.
"Es una lástima que no podamos seguir con la Categ como cliente, pero no podemos seguir vendiéndole mientras no arregle sus problemas", dijo John Tomich, gerente de la empresa.
Según Rivadeneira, si el Gobierno logra solucionar el problema de la Categ, estaría superado el 60% de las dificultades que enfrenta el mercado eléctrico ecuatoriano.
Uno de las alternativas que tiene el Conelec es entregar la Categ a un administrador internacional. El proceso fue puesto en marcha por iniciativa de los sectores productivos y de las autoridades de Guayaquil.
La Corporación Andina de Fomento (CAF) será la encargada de suministrar al Conelec una lista de empresas, de la que podría salir el administrador.
Pero el problema de Machala Power no se circunscribe a lo que ocurra en la Categ.
En total son 10 distribuidoras las que adeudan a Machala Power. Las obligaciones de la Categ ya superan los $17 millones; la otra gran morosa es la Empresa Eléctrica Regional de Manabí, que le debe cerca de $6 millones; la Eléctrica Quito tampoco se ha quedado atrás y ha acumulado obligaciones que bordean los $4 millones; la Regional Guayas-Los Ríos le debe cerca de $4 millones.
"Las cuentas pendientes se extienden hasta hace casi tres años atrás, es decir, desde el inicio de las actividades de Machala Power. Esta enorme deuda afecta severamente la operación de la plataforma desde la cual se produce el gas en el Golfo de Guayaquil, así como la operación de su planta generadora", dijo Tomich.
La deuda acumulada equivale al costo del gas durante un año entero de producción, según cifras de la generadora.
Unos de los principales problemas de las distribuidoras es que han sido administradas ineficientemente.
Según estudios de los sectores productivos, las pérdidas que han acumulado las empresas que pertenecen al Fondo de Solidaridad, en la última década, llegan a los $800 millones, el doble del déficit del Presupuesto del país para el próximo año, que habría servido para construir un complejo hidroeléctrico más grande que el de Paute y el de Mazar. Hasta fines de agosto, la generadora recibió cinco propuestas para firmar contratos de venta directa de la Regional Centro-Norte, de la Centro-Sur, de la Empresa Eléctrica de Santo Domingo y de la distribuidora eléctrica de Milagro.
Los contratos a largo plazo garantizarán el abastecimiento de energía a esa empresas hasta en la época de estiaje.
"Este mecanismo busca resolver en parte los problemas que tiene Machala Power (que ha enfrentado problemas en su plataforma de operaciones por falta de liquidez)", dijo Tomich.
Por otro lado, la empresa está tratando de llegar a convenios de pago directo con las distribuidoras. (JT-VE)

Un eterno dolor de cabeza para el país

FIRMA fue constituida en los Estados Unidos

En 1925 se constituyó la Empresa Eléctrica del Ecuador Inc. (Emelec) en Maine (Estados Unidos), para distribuir y comercializar electricidad en el país durante 60 años, el tiempo de vigencia del contrato que firmó con el Estado.
Uno de los artículos polémicos del convenio reconocía a la distribuidora un 9,5% de utilidad garantizada, sobre la venta de la energía eléctrica.
Es por eso que, cuando se discutió la terminación del contrato, aparecieron cuentas cruzadas entre el Estado que reclamaba a Emelec el pago por el suministro de combustible, y la distribuidora que exigía al Estado el pago de las utilidades.
El ex vicepresidente de Costa Rica, Jorge Dengo Obregón, fue nombrado árbitro para dirimir la controversia, mientras Emelec seguía abasteciendo a Guayaquil.
El 9 de noviembre de 1995, 10 años después de terminado el contrato, se constituye otra vez Emelec, pero bajo las leyes de las Bahamas y nace la empresa Electroecuador Inc. Su principal accionista era Fernando Aspiazu, en ese tiempo ex dueño del quebrado Banco del Progreso.
Emelec pasó todos sus activos a Electroecuador, que recibió en concesión las plantas termoeléctricas Guayaquil, Aníbal Santos y Álvaro Tinajero, situadas en el sector de Puerto Azul, en la vía Guayaquil-Salinas.
Desde la quiebra del Banco del Progreso, la empresa ha pasado de mano en mano, hasta que el Estado asumió su control en agosto del 2003, luego de que el Conelec le retiró la concesión y le cambio el nombre. Ahora se llama Categ. (NMCH)

Categ es la radiografía del sector eléctrico

La distribuidora de Guayaquil necesita el 30% de la energía que es producida e importada para satisfacer la demanda de sus consumidores

Las deudas de la Empresa Eléctrica del Ecuador (ex Emelec) y la Corporación para la Administración Temporal Eléctrica de Guayaquil (Categ) con el Mercado Eléctrico Mayorista, la estatal Petrocomercial, el ex Inecel, y los trabajadores sumarían más de $1 400 millones.
Solo la ex Emelec debe al Estado, desde 1992, una cantidad cercana a los $600 millones, según un reporte del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec). Mientras que la que la deuda de la Categ con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) por la compra de electricidad en el mercado ocasional, y con las empresas de generación de propiedad del Fondo de Solidaridad, alcanzarían valores superiores a los $800 millones.
De hecho, las últimas cifras del Conelec, reveladas en enero del 2005, definieron que solo Emelec y la Categ absorbieron el 53,82% de la deuda total que mantienen las empresas distribuidoras por adquisición de energía no pagada al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
La obligación sumaría unos $480,8 millones de una deuda total de $893,4 millones, en un período acumulado desde abril de 1999 hasta diciembre del 2004.
La ex Emelec, cuya razón social cambió en agosto de 2003 cuando el Estado asumió la administración, debe $361,3 millones, y la actual, la Categ, $119,5 millones.
A ello, se suma también el reclamo formal de los trabajadores de la empresa, que asciende a los $80 millones, por contratos colectivos, jubilaciones, beneficios y aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Según el analista Jesús Jativa, la distribuidora de Guayaquil demanda más del 30% de la energía producida en las centrales del país y de la importada de Colombia.
Jativa recordó que la Categ es la que más debe a las generadoras del Estado y a las privadas y la que más pérdidas y robos comerciales registra. (NMCH)

Las obligaciones crecen geométricamente

La distribución de portafolio de clientes

La Categ entrega energía a una población 100% urbana. Tiene 385 605 abonados, de los cuales 85% son residenciales que consumen el 31,55% de la energía; 13,8% comerciales, que consumen el 25,15%; 0,79% son industriales y consumen el 26,25%. El resto corresponde a alumbrado público y otro tipo de abonados.
La distribuidora actualmente tiene enlace con el Sistema Nacional de Transmisión por medio de los sistemas Pascuales, Policentro, Trinitaria y Salitral.
Distribuye energía a grandes consumidores como las empresas Aga, Pica Base Naval, Fisa, Plásticos Ecuatorianos, Unilever, Cridesa, Cartinera, Empesec y Molinera. Cuenta con 26 subestaciones de reducción de 69 kW a 13,8 kW y un total de 35 transformadores de poder con una capacidad total de 756 mW.
El sistema de subtransmisión es de 18 líneas y cada una tiene una capacidad térmica de 72 mw. Existen 123 alimentadores primarios energizados y 14 823 transformadores de distribución. (AM)

Las recaudaciones no alcanzan

Las recaudaciones de las empresas de distribución de energía no alcanzan para pagar a las generadoras, según un estudio de la Cámara de Industriales de Pichincha.
Hasta junio de 2005, las deudas de las distribuidoras a las compañías de generación llegaban a los $1 170 millones, lo que haría inviables inversiones en el sector, según el gremio industrial.
Por esa razón, el Gobierno de Gustavo Noboa destacó la inversión de Machala Power en un proyecto de generación, cuando comenzó a operar a fines de 2002.
La decisión de la generadora de salir del mercado spot y realizar contratos de largo plazo directos podría afectar directamente al mercado eléctrico, tomando en cuenta que abastece al 12% del Sistema Interconectado en la época del estiaje que comienza este mes.
La generadora también ha suspendido su plan de inversiones para aumentar su capacidad, justo cuando la demanda de energía crece al 7% anual. (JT)

PUNTO DE VISTA

Temas clave

El problema que afronta la empresa estadounidense Machala Power para cobrar por la venta de energía a las distribuidoras del Fondo de Solidaridad es un simple reflejo de lo que ocurre en el sector, que ha sido botín político de los últimos Gobiernos.
Machala Power es una de las pocas empresas privadas que decidió invertir en generación eléctrica en el país y pese a que lleva apenas poco más de dos años en el mercado ya comienza a sentir los efectos de la ineficiencia del sector.
Hasta ahora no ha podido recuperar nada de sus inversiones y ni siquiera ha podido sentarse con un Gobierno a buscar una solución al tema, porque desde que comenzó a operar ha visto pasar por Carondelet a tres presidentes y a muchos más titulares del Fondo de Solidaridad.
Solo este Gobierno, que lleva pocos meses, ha estrenado tres titulares del Fondo, que es el dueño de las distribuidoras.
El país debe entender que es prioritario arreglar un problema de esa magnitud, no solo porque va a poner en riesgo futuras inversiones en el país, sino porque puede espantar a la que ya ha llegado.
La caída de 13 puntos en el Índice de Competitividad medido por el Foro Económico Mundial debe ser otra alerta que el Gobierno de Alfredo Palacio debe tomar en cuenta.
El país no puede darse el lujo de espantar a la inversión eléctrica, cuando la demanda de energía crece 7% al año.
Pero aparte de eso, la lentitud con la que se ha manejado el problema amenaza con poner en serio riesgo la suscripción del Tratado de Libre Comercio con los EEUU, según fuentes del Departamento de Estado, consultadas por HOY. (JT)(Blanco y Negro)
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en Ciudad Quito

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