Quito. 02.07.95. Tanto los trabajadores como los empresarios
coincidieron esta vez en la urgencia de terminar con el caos
salarial y llegar a una unificación de la remuneración de los
trabajadores ecuatorianos.

Una vez que se conoció el alza salarial, decretada por el
Gobierno en 40 mil sucres mensuales, divididos en 10 mil al
salario mínimo vital y 30 mil sucres a la bonificación
complementaria, empleados y empleadores, dijeron que ya es hora
de terminar con ese esquema salarial tan complicado, que nadie
comprende y que beneficia a pocos.

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Quito, Armando
Tomaselli, rechazó la decisión del Consejo Nacional de Salarios
(CONADES), que nuevamente decidió incrementar en una mínima parte
el salario mínimo vital de 75 a 85 mil sucres mensuales; en
tanto, que la compensación complementaria subió en 30 mil sucres,
de 80 a 110 mil sucres.

Consideró que el CONADES (organismo representado por Gobierno,
empresarios y trabajadores) responde a los intereses del Estado,
que por el esquema legal vigente tiene que enfrentar 21 mil
millones de sucres por cada un mil de sucres de incremento en el
salario mínimo.

Tomaselli planteó la necesidad de aprobarse una ley que termine
con el caos salarial. Según el empresario es mucho más positivo
que se incremente el mínimo vital, porque de esa manera también
se beneficia el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS),
institución que tendría más recursos para atender las pensiones
de los jubilados.

De su lado, el representante sindical, Fausto Dután dijo que si
el Gobierno

decidió incrementar la "miseria" de 40 mil sucres mensuales, era
que lo haga al salario mínimo y no a los otros componentes del
salario.

Para Dután la estrategia salarial que impera en el país responde
a los intereses del actual Gobierno, que persigue incrementar la
menor cantidad al mínimo vital para debilitar al IESS y
justificar la anunciada privatización.

Los trabajadores aportan al IESS sobre el salario mínimo vital de
85 mil sucres, pero según cifras del Gobierno el salario total
llega a 375 mil sucres, ejemplo que evidencia claramente las
intenciones del actual régimen de Sixto Durán Ballén, puntualizó
Dután.

Se debe comparar con la canasta familiar

El dirigente sindical, Fausto Dután, quien habló a nombre de
todos los trabajadores del país, rechazó el incremento salarial
de 40 mil sucres mensuales.

Dijo que es un absurdo comparar el incremento salarial de los
últimos años con el proceso inflacionario. Lo que se debe hacer
es compararlo con el costo de la canasta básica familiar, que
según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos lega a 940
mil sucres, para cinco miembros, mientras que el salario básico,
con todos los componentes, llega solo a 375.584 sucres mensuales.

Añadió que además el incremento de los salarios solo beneficia a
los trabajadores nuevos, pues las remuneraciones de los antiguos
se rigen sobre las tablas sectoriales, que son mucho más altas
que los 85 mil sucres del mínimo vital.

En cuanto al incremento de los 30 mil sucres a la bonificación
complementaria, Dután expresó que es una burla que se le hace a
los trabajadores, ya que ese rubro es imputable a los incrementos
que se dieron o que se darán en el transcurso de este año. La
mayoría de empresas hacen algún ajuste salarial.

El CONADES nuevamente se burló de los trabajadores y tomó en
cuenta solo el criterio del Gobierno y de los empresarios. Nunca
acogió la sugerencia de los trabajadores que plantearon se
incremente en un 50% el salario mínimo; en un 50% la bonificación
por costo de vida; y, en un 50% la compensación complementaria,
criticó Dután.

Otra vez sobre la inflación

Para el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Quito,
Armando Tomaselli, otra vez el incremento salarial sobrepasó los
índices de inflación, pues según cifras del INEC el semestre
cerró con un promedio inflacionario del 12.5% y los salarios
fueron incrementados en 14%.

El empresario reiteró la necesidad de que los salarios tienen que
ser incrementados en relación con la inflación y no en índices
superiores, pues ello les hace perder competitividad a las
empresas.

No obstante, Tomaselli dijo que el incremento de 40 mil sucres
mensuales no incidirá negativamente en las empresas y los
comercios. "Posiblemente afecte a ciertas empresas que afrontan
una situación económica difícil, pero la gran mayoría, creo que
no tendrán ningún problema", consideró.

Tomaselli insistió en que el hecho de que el rol de sueldos
integrado por lo menos de 14 conceptos, a más de constituir un
problema en el manejo de la contabilidad, genera distorsiones e
injusticias en amplios sectores ciudadanos.

No solo en el sector informal de la economía sino en aquellos
sectores formales reacios al acatamiento obligatorio de las
leyes, en donde los trabajadores corren el riesgo de no recibir
todas las remuneraciones que les corresponde, añadió el
empresario.

Un incremento de tres veces y medio

Tras anunciar los incrementos salariales, el ministro de Trabajo,
Alfredo Corral, explicó que, desde agosto de 1992 hasta la fecha,
el Gobierno de Sixto Durán Ballén ha incrementado en tres veces y
medio la remuneración de los trabajadores ecuatorianos.

En agosto de 1992 la remuneración total de un trabajador
ecuatoriano era de 107 mil sucres mensuales, al primero de julio
del 95 la remuneración llega 375.584, con lo que se estaría
hablando de un aumento de tres veces y medio, dijo.

Los incrementos salariales, según el funcionario, sobrepasan a
los índices de inflación, pues mientras de agosto del 92 a junio
del 95 se ha registrado una inflación 122.7%, los ajustes de
sueldos fueron del orden del 250%, lo que a su juicio es una
recuperación real del salario.

Corral reconoció que los incrementos realizados todavía están
distantes de la canasta básica familiar; no obstante, es lo que
el Estado puede afrontar, ya que este incremento de 40 mil sucres
mensuales significa 70 mil millones de sucres en el Presupuesto
General del Estado.

El ministro aclaró que el incremento no es aplicable a los
trabajadores que están amparados bajo la Ley de Servicio Civil y
Carrera Administrativa, es decir, la mayoría de burócratas.
Puntualizó que ellos serán reclasificados cuando las autoridades
crean conveniente.

Finalmente, reiteró que no se pudo satisfacer ni los
requerimientos de los trabajadores, quienes pedían una cantidad
mayor a los 40 mil sucres; ni la solicitud de los empresarios,
los mismos que pedían un rubro menor. Se hizo lo que es Estado
puede hacer, acotó.

Otra vez imputable

Los 30.000 sucres de incremento a la bonificación complementaria
tiene el carácter de imputable; es decir, que si un trabajador
recibió o recibirá en el transcurso de este año algún aumento
salarial, se le restará a la citada bonificación; así por
ejemplo, si un trabajador recibió o recibirá un aumento de 20 mil
sucres, solo tendrá derecho por efecto de la bonificación
complementaria a 10 mil sucres mensuales; y si su salario se vio
o se verá incrementado en más de 30.000 sucres no recibe nada por
efectos de la bonificación complementaria.

El ministro de Trabajo defendió esta política y dijo que sí
existe beneficio ya que un millón doscientos trabajadores no
reciben otros incrementos salariales que no sean los que otorga
la ley.

Añadió que continuará trabajando para en un futuro próximo llegar
a la unificación salarial. (2A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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