Quito. 2 feb 2001. Richard Boucher, del Departamento de Estado, dijo que
EEUU colaborará en la captura de los criminales.
Ron Sanders, estadounidense, de 55 años, técnico petrolero, secuestrado
hace tres meses en Lago Agrio, apareció muerto con cinco balazos, uno
mortal en la nuca, a las 08:00 del 31 de enero en la cooperativa El
Cóndor, en el sector de San Pedro, al norte de Lago Agrio. Sanders fue
víctima del grupo de secuestradores, que mantiene bajo su poder a siete
técnicos extranjeros, desde el 12 de octubre del año pasado.
El cuerpo fue hallado cerca del río El Conejo, una zona de influencia de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según fuentes de
Inteligencia Militar en Ecuador.
Una de las hipótesis de la Policía es que antes de terminar con la vida
de Sanders, los plagiadores le obligaron a escribir sobre una manta
blanca: "Soy gringo (muerto) por no pago de secuestro compañía HP Pompeya
DG". Las siglas HP hacen referencia, al parecer, a la empresa Helmerich y
Payne, de Tulsa, Oklahoma, para la que trabajaba Sanders.
Con la manta cubrieron el cadáver, que vestía un overol color caqui y
botas de cuero color café. La misma vestimenta que llevaba cuando fue
secuestrado.
Junto al cuerpo apareció, además, una cadena con un candado y las vainas
de las balas que acabaron con la vida. Al parecer, el asesinato es un
mecanismo de presión para forzar el pago de un millonario rescate. En
diciembre pasado, cuando los negociadores internacionales establecieron
contacto por radio con los plagiadores, estos exigieron un rescate de $80
millones. En ese entonces, el ministro de Defensa, Hugo Unda, aseguró que
era una cifra exagerada, "que bajaría cuando avanzaran las
negociaciones". Días después, un diario argentino informaba que estaba
lista la liberación del técnico argentino, Juan Rodríguez, originario de
Mendoza. Los familiares aseguraron que habían llegado a un acuerdo para
su liberación por un monto de $300.000.
La liberación no se produjo entonces. El martes anterior, el experto en
seguridad, Juan Méndez, aseguró en Radio Quito que conocía de forma
extraoficial que ese día se cumplía un ultimátum de los plagiadores para
que las empresas accedieran a pagar el millonario rescate. A esa misma
hora aparecía el cadáver de Sanders en El Cóndor.
Funcionarios de la Embajada de EEUU reconocieron el cadáver y lo
trasladaron a Quito, al Departamento Médico Legal para que le practiquen
la autopsia.
En un comunicado, la Embajada de EEUU repudió "la muerte sin sentido de
la víctima secuestrada", y demandó "una inmediata e incondicional
liberación de los restantes secuestrados, en forma incólume". (JT)
Un grupo sangriento, detrás del secuestro
Un informe de la Policía, del año pasado advertía sobre el peligro de un
nuevo secuestro masivo
El 12 de octubre de 2000 fueron secuestrados diez técnicos en un campo
petrolero de la compañía argentina Repsol-YPF, en Pompeya. Cuarenta
hombres armados llegaron con una lista, sacaron a los técnicos de sus
campamentos y se los llevaron en un helicóptero Superpuma. Cuatro días
después, evadieron a sus captores los franceses Jean Louis Froidurot y
Jany Marcellin.
Con el asesinato de Sanders ahora quedan en poder de los captores los
estadounidenses Steve Derry, Arnold Alford, David Bradleys y Jason Weber;
el neozelandés Dennis Corrin; el chileno Germán Shultz y el argentino
Juan Rodríguez.
Versiones extraoficiales de los moradores de la zona en la que se halló
el cadáver de Sanders aseguraron que el grupo de criminales está
integrado por ecuatorianos y peruanos. Sin embargo, según fuentes de la
Policía, detrás del crimen puede estar el mismo grupo que secuestró a 11
extranjeros en el kilómetro 15 de la vía Tarapoa-Nueva Loja, el 11 de
septiembre de 1999. En esa ocasión, habrían obtenido $3,5 millones.
Según esta hipótesis, se trata de un grupo formado por delincuentes
ecuatorianos y colombianos con adiestramiento militar, y que actúa en las
cooperativa Diez de Agosto, recintos El Cóndor (donde fue a Sanders), San
Francisco, Nazareno, Luz y Vida, Bella Esperanza, Rey Selva y Tres
Palmas.
Son personas cuyas edades oscilarían entre 17 y 40 años de edad.
Entrenados por disidentes o ex miembros de los grupos armados irregulares
colombianos, hasta en sofisticados métodos para realizar y ejecutar
negociaciones. Poseerían recursos técnicos que ni siquiera se conocen en
el Ecuador.
Las versiones de la Policía apuntan a que este grupo estuvo también
detrás del secuestro de trabajadores de la Oderbrecht, en 1997, y del
caso Baker, en 1998.
En un informe del año anterior sobre el caso de Tarapoa, elaborado por la
Unidad Antisecuestros de la Policía, se advertía que "es probable que
dentro de un año o tal vez menos se produzca un nuevo secuestro con
características similares". Un año despúes, el 12 de octubre de 2000,
ocurrió el secuestro en Pompeya.
Nacionalidades
"Estos tipos (los secuestradores) son realmente malos. Es un grupo
sangriento, totalmente criminal. No son políticos", declaró ayer la
embajadora de Estados Unidos, Gwen Clare. Dijo no tener dudas que se
trata de una banda de delincuentes, integrada principalmente por
ecuatorianos.
"Son una mezcla de nacionalidades. Probablemente no todos son
ecuatorianos, pero todos viven en Ecuador", afirmó. La embajadora ha
pedido una inmediata e incondicional liberación de los restantes
secuestrados, en forma incólume. (AP-AFP-JT)
Pesquisa empezó el miércoles
El técnico petrolero Ron Sanders, de 55 años, permaneció secuestrado por
una cruel banda de plagiadores durante más de tres meses. Sanders
trabajaba para Helmerich & Payne, una empresa estadounidense de
exploración petrolera con sede en la localidad de Tulsa, en el estado de
Oklahoma. Esta compañía había sido contratada por la petrolera
hispano-argentina Repsol-YPF en Ecuador para realizar trabajos de
perforación de pozos petroleros en la Amazonía ecuatoriana.
El cuerpo fue encontrado a las 08:00 del miércoles pasado por la Policía
de Lago Agrio, en la cooperativa El Cóndor, en la comunidad de San Pedro,
cerca del río Conejo. La noticia se hizo pública, sin embargo, solo ayer.
Las personas encargadas de la investigación viajaron a Lago Agrio para
reconocer el cadáver, y tras la confirmación de la identidad, las
autoridades estadounidenses informaron a la familia de la víctima. El
levantamiento del cadáver del estadounidense fue realizado por el juez
tercero de lo Penal de Sucumbíos. El cuerpo fue trasladado ayer a Quito
en un avión de una compañía local.
Los padres y hermanos de Sanders, que fueron informados ayer del suceso
por agentes de seguridad estadounidenses, viven en un pueblo, al norte
del Estado de Colorado, en Estados Unidos. (Diario Hoy)
EEUU colaborará en la captura de los criminales.
Ron Sanders, estadounidense, de 55 años, técnico petrolero, secuestrado
hace tres meses en Lago Agrio, apareció muerto con cinco balazos, uno
mortal en la nuca, a las 08:00 del 31 de enero en la cooperativa El
Cóndor, en el sector de San Pedro, al norte de Lago Agrio. Sanders fue
víctima del grupo de secuestradores, que mantiene bajo su poder a siete
técnicos extranjeros, desde el 12 de octubre del año pasado.
El cuerpo fue hallado cerca del río El Conejo, una zona de influencia de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según fuentes de
Inteligencia Militar en Ecuador.
Una de las hipótesis de la Policía es que antes de terminar con la vida
de Sanders, los plagiadores le obligaron a escribir sobre una manta
blanca: "Soy gringo (muerto) por no pago de secuestro compañía HP Pompeya
DG". Las siglas HP hacen referencia, al parecer, a la empresa Helmerich y
Payne, de Tulsa, Oklahoma, para la que trabajaba Sanders.
Con la manta cubrieron el cadáver, que vestía un overol color caqui y
botas de cuero color café. La misma vestimenta que llevaba cuando fue
secuestrado.
Junto al cuerpo apareció, además, una cadena con un candado y las vainas
de las balas que acabaron con la vida. Al parecer, el asesinato es un
mecanismo de presión para forzar el pago de un millonario rescate. En
diciembre pasado, cuando los negociadores internacionales establecieron
contacto por radio con los plagiadores, estos exigieron un rescate de $80
millones. En ese entonces, el ministro de Defensa, Hugo Unda, aseguró que
era una cifra exagerada, "que bajaría cuando avanzaran las
negociaciones". Días después, un diario argentino informaba que estaba
lista la liberación del técnico argentino, Juan Rodríguez, originario de
Mendoza. Los familiares aseguraron que habían llegado a un acuerdo para
su liberación por un monto de $300.000.
La liberación no se produjo entonces. El martes anterior, el experto en
seguridad, Juan Méndez, aseguró en Radio Quito que conocía de forma
extraoficial que ese día se cumplía un ultimátum de los plagiadores para
que las empresas accedieran a pagar el millonario rescate. A esa misma
hora aparecía el cadáver de Sanders en El Cóndor.
Funcionarios de la Embajada de EEUU reconocieron el cadáver y lo
trasladaron a Quito, al Departamento Médico Legal para que le practiquen
la autopsia.
En un comunicado, la Embajada de EEUU repudió "la muerte sin sentido de
la víctima secuestrada", y demandó "una inmediata e incondicional
liberación de los restantes secuestrados, en forma incólume". (JT)
Un grupo sangriento, detrás del secuestro
Un informe de la Policía, del año pasado advertía sobre el peligro de un
nuevo secuestro masivo
El 12 de octubre de 2000 fueron secuestrados diez técnicos en un campo
petrolero de la compañía argentina Repsol-YPF, en Pompeya. Cuarenta
hombres armados llegaron con una lista, sacaron a los técnicos de sus
campamentos y se los llevaron en un helicóptero Superpuma. Cuatro días
después, evadieron a sus captores los franceses Jean Louis Froidurot y
Jany Marcellin.
Con el asesinato de Sanders ahora quedan en poder de los captores los
estadounidenses Steve Derry, Arnold Alford, David Bradleys y Jason Weber;
el neozelandés Dennis Corrin; el chileno Germán Shultz y el argentino
Juan Rodríguez.
Versiones extraoficiales de los moradores de la zona en la que se halló
el cadáver de Sanders aseguraron que el grupo de criminales está
integrado por ecuatorianos y peruanos. Sin embargo, según fuentes de la
Policía, detrás del crimen puede estar el mismo grupo que secuestró a 11
extranjeros en el kilómetro 15 de la vía Tarapoa-Nueva Loja, el 11 de
septiembre de 1999. En esa ocasión, habrían obtenido $3,5 millones.
Según esta hipótesis, se trata de un grupo formado por delincuentes
ecuatorianos y colombianos con adiestramiento militar, y que actúa en las
cooperativa Diez de Agosto, recintos El Cóndor (donde fue a Sanders), San
Francisco, Nazareno, Luz y Vida, Bella Esperanza, Rey Selva y Tres
Palmas.
Son personas cuyas edades oscilarían entre 17 y 40 años de edad.
Entrenados por disidentes o ex miembros de los grupos armados irregulares
colombianos, hasta en sofisticados métodos para realizar y ejecutar
negociaciones. Poseerían recursos técnicos que ni siquiera se conocen en
el Ecuador.
Las versiones de la Policía apuntan a que este grupo estuvo también
detrás del secuestro de trabajadores de la Oderbrecht, en 1997, y del
caso Baker, en 1998.
En un informe del año anterior sobre el caso de Tarapoa, elaborado por la
Unidad Antisecuestros de la Policía, se advertía que "es probable que
dentro de un año o tal vez menos se produzca un nuevo secuestro con
características similares". Un año despúes, el 12 de octubre de 2000,
ocurrió el secuestro en Pompeya.
Nacionalidades
"Estos tipos (los secuestradores) son realmente malos. Es un grupo
sangriento, totalmente criminal. No son políticos", declaró ayer la
embajadora de Estados Unidos, Gwen Clare. Dijo no tener dudas que se
trata de una banda de delincuentes, integrada principalmente por
ecuatorianos.
"Son una mezcla de nacionalidades. Probablemente no todos son
ecuatorianos, pero todos viven en Ecuador", afirmó. La embajadora ha
pedido una inmediata e incondicional liberación de los restantes
secuestrados, en forma incólume. (AP-AFP-JT)
Pesquisa empezó el miércoles
El técnico petrolero Ron Sanders, de 55 años, permaneció secuestrado por
una cruel banda de plagiadores durante más de tres meses. Sanders
trabajaba para Helmerich & Payne, una empresa estadounidense de
exploración petrolera con sede en la localidad de Tulsa, en el estado de
Oklahoma. Esta compañía había sido contratada por la petrolera
hispano-argentina Repsol-YPF en Ecuador para realizar trabajos de
perforación de pozos petroleros en la Amazonía ecuatoriana.
El cuerpo fue encontrado a las 08:00 del miércoles pasado por la Policía
de Lago Agrio, en la cooperativa El Cóndor, en la comunidad de San Pedro,
cerca del río Conejo. La noticia se hizo pública, sin embargo, solo ayer.
Las personas encargadas de la investigación viajaron a Lago Agrio para
reconocer el cadáver, y tras la confirmación de la identidad, las
autoridades estadounidenses informaron a la familia de la víctima. El
levantamiento del cadáver del estadounidense fue realizado por el juez
tercero de lo Penal de Sucumbíos. El cuerpo fue trasladado ayer a Quito
en un avión de una compañía local.
Los padres y hermanos de Sanders, que fueron informados ayer del suceso
por agentes de seguridad estadounidenses, viven en un pueblo, al norte
del Estado de Colorado, en Estados Unidos. (Diario Hoy)
Más en el