Quito (Ecuador). 01 jul 96. En vísperas de las elecciones
presidenciales el tema de las tasas de interés ha sido uno de
los más comentados para que los electores tomen su decisión
final, pues el costo del dinero incide directamente en el
desarrollo de las actividades empresariales y familiares.

El actual modelo

En septiembre de 1992, se inició la liberalización de las tasas
de interés bajo un control indirecto del Estado a través de las
mesas de dinero, de divisas y el aumento o contracción del
circulante.

Con ello se superó el grave problema de la volatilidad de las
tasas de interés. Las bondades del nuevo sistema se evidenciaron
cuando en abril de 1994 los créditos de los bancos privados
alcanzaron tasas del 34 por ciento en operaciones de menos de
tres meses, y 41 por ciento en operaciones a más de un año. Es
decir, a escasos tres puntos de la inflación para las operaciones
a corto plazo.

Sin embargo, a partir de abril de 1994, las tasas comenzaron a
subir consistentemente y terminaron el año en 12 puntos
porcentuales más para las operaciones de corto plazo y en 6
puntos adicionales para las de largo plazo.

Las crisis y las tasas de interés

La guerra con el Perú obligó a las autoridades a elevar el dólar
interbancario para frenar la posible fuga de divisas. Dos meses
después las tasas de interés cayeron violentamente en 15 puntos
porcentuales. Una segunda crisis, esta vez de carácter político,
determinó un reescalamiento de las tasas de interés que pudo
haber tenido un límite de no haber mediado una tercera crisis,
esta vez la energética. Esta última provocó una serie de
distorsiones en la productividad empresarial y una recesión que
obligó al Gobierno a diseñar un Plan de Reactivación para 1996.

El año 95 terminó, entonces, con las tasas más altas (60.39 por
ciento) de los últimos tres años, es decir 10 puntos más de las
tasas de diciembre de 1994 (49.6 por ciento) y 20 por encima de
las tasas de finales de 1993 (40.4 por ciento).

Se necesitan equilibrio y confianza

Es indiscutible que el país demanda una política coherente y
pragmática para bajar las tasas de interés, que podrían oscilar
en alrededor de 20 puntos porcentuales por encima de la
inflación.

El establecimiento de tasas fijas tendría efectos desastrosos
sobre la economía porque habría una menor transparencia en el
crédito, especulación, distorsiones y desvíos.

Lo que se requiere son niveles de equilibrio en las tasas de
interés. Una política que pretenda una reducción violenta y que
genere tasas negativas desestimularía el ahorro interno y
volcaría recursos hacia inversiones lucrativas en el exterior.

Por último, es satisfactorio que, pese a la larga campaña
electoral, el país ha estabilizado las tasas en un nivel, si bien
elevado, no desbordante.

El futuro presidente deberá conferir credibilidad a la política
cambiaria y presupuestaria para que el país proyecte un
crecimiento real, con una meta inflacionaria que no supere el 20
por ciento hasta finales del año.

ECUADOR: EL INTERES REAL MAS ALTO DE LA SUBREGION

El tipo de interés real, que es la diferencia entre el interés
nominal y la inflación, es en el Ecuador el más alto de la
subregión, con un 33 por ciento frente al 20.4 por ciento del
Perú.

La comparación es posible si consideramos que el Ecuador ha
asumido compromisos obligatorios en el seno del Grupo Andino y
frente a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y los niveles
de competitividad empresarial se desarrollan en condiciones
regionales.

Sin embargo, el spread bancario, que es la diferencia entre tasas
activas y pasivas y que en alguna medida establece el nivel de
eficiencia, es en el Ecuador del orden de 13 puntos porcentuales,
mientras en Perú es de 16 y en Bolivia de 27.5 puntos.

Hay, por lo tanto, muy poco espacio en la política bancaria
latinoamericana para que el Ecuador disminuya sustancialmente el
spread o margen de intermediación financiera.

Una posición intermedia

Respecto al hecho de que las tasas activas representan más del
doble de la inflación, la situación del Ecuador -según estudios
de la Federación Latinoamericana de Bancos y la Asociación de
Bancos del Ecuador- se ubica en una posición intermedia dentro
de los parámetros de los sectores financiero y productivo
andinos.

En el Ecuador, la relación de las tasas activas (colocaciones)
y pasivas (captaciones) frente a la inflación es de 2.34 y 1.8,
respectivamente; mientras en Bolivia esa relación alcanza a tres
y uno y en Chile a 1.96 y 1.58.

Sin embargo, esta posición intermedia no significa que el país
no requiera una política coherente y pragmática alrededor de las
tasas de interés.

TASAS DE INTERES E INFLACION
(relaciones en el Grupo Andino)

Tasas activas Tasas pasivas
Bolivia 3 1.1
Perú 2.76 1.39
Ecuador 2.34 1.8
Colombia 2.16 1.63
Chile 1.96 1.58
Venezuela 0.63 0.41

Fuente: Federación Latinoamericana de Bancos
Elaboración: Centro de Estudios y Análisis, CEA

TIPO DE INTERES REAL A MAYO DE 1996
-Diferencia entre interés nominal e inflación-

Ecuador 33%
Bolivia 29%
Colombia 23.4%
Perú 20.4%
Chile 7.6%
Venezuela -24.8%

Fuente: CEA

LA BANCA RECLAMA ACCIONES

La banca hace un esfuerzo indiscutible para mejorar su eficiencia
y -al disminuir el margen de intermediación- acercar las tasas
activas a las pasivas.

En efecto, mientras en 1992 el margen bordeaba 20 puntos
porcentuales, actualmente apenas supera 13 puntos en promedio.

De todas maneras y con justa razón, la banca reclama acciones del
gobierno para bajar las tasas de interés. Se podrían dar mejores
señales en el manejo de la política monetaria mediante una mayor
estabilidad en los niveles de emisión, depósitos y retiros de las
entidades públicas en el Banco Central.

La falta de seguridad pública, los altos costos para proteger la
propiedad y la insuficiente infraestructura de comunicaciones,
también afectan a la eficiencia.

Algunos banqueros responsabilizan del aumento de las tasas de
interés a la presión de los gerentes financieros para subastar
sus colocaciones, así como al nivel de emisión monetaria y
crediticia que, al estar entre el 40 y 50 por ciento, no
satisface una demanda de crédito.

Los créditos en dólares y las tasas de interés

La estabilidad cambiaria que el país ha vivido en los últimos
años ha estimulado el crecimiento del endeudamiento privado en
dólares que, de 166 millones en 1992, alcanza mil 570 millones
a la fecha.

Parte de este endeudamiento ha sido manejado por las líneas de
crédito que la Corporación Financiera Nacional ha abierto dentro
de su programa multisectorial, a través del cual se han
desembolsado 220 millones de dólares.

La Corporación maneja estos créditos como banca de segundo piso,
con unos 3.20 puntos porcentuales de comisión.

Entre tanto, los bancos privados se marginan entre cinco y seis
puntos porcentuales, con lo cual los créditos bordean entre el
17 y el 21 por ciento que, en todo caso, sumada la tasa
devaluatoria, representan costos aceptables frente a las tasas
domésticas en sucres. (DIARIO HOY) (5A)

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