Quito. 18.07.94. Bastó la sugerencia de Estados Unidos para
que el Gobierno de Sixto Durán Ballén, disponga no trasladar
las operaciones de carga del aeropuerto de Quito al de
Latacunga.

La prácticamente orden dada por el embajador de ese país en
Quito, Peter F. Romero al vicepresidente Alberto Dahik en
carta enviada a su despacho el 15 de junio último, hizo
cambiar la posición irreversible que tenían las autoridades
gubernamentales en torno a este tema.

Ellas aducían que el aeropuerto de la capital ecuatoriana
sufre un alto congestionamiento por lo que era imperioso
llevar a Latacunga dichas operaciones, a partir de octubre
próximo dichas operaciones.

Nada hizo que cambien de opinión: ni las declaraciones de
productores y exportadores de flores, ni de las empresas que
se encargan del traslado del producto hasta la base aérea, ni
de especialistas y técnicos que con cifras demostraban lo
inconveniente de la medida.

Y en junio, la DAC reiteraba que era una determinación
irrevocable.

Sin embargo, la opinión gubernamental cambió repentinamente y
el 9 de julio de 1994, el ministro de Defensa, José Gallardo,
anunciaba a los floricultores que el Consejo de Aviación Civil
decidió no obligarles que vayan a exportar desde ese
aeropuerto.

"Estamos preparando el aeropuerto de Latacunga como
alternativa. Si alguien por su propia voluntad quiere irse
allá, eso es cuestión de quien lo decida", dijo el ministro.

El Vicepresidente Dahik, en una conversación informal con los
periodistas la semana anterior, también dijo que ese
aeropuerto será solo una, pese a que destacó la importancia y
necesidad de descongestionar el terminal de esta ciudad.

La carta del embajador Romero, tiene fecha 15 de junio de 1994
y está dirigida al Vicepresidente de la República, con copia
al ministro José Gallardo y al director de la DAC, Hernán
Quiroz.

COMPAÑIAS AMERICANAS CON RIESGO A PERDER

La carta enviada por el embajador de Estados Unidos en Quito,
Peter Romero, dice textualmente:

Estimado Economista Dahik:

"En varia ocasiones, hemos tenido el placer de conversar
acerca de la importancia de la modernización de la economía
ecuatoriana, y he apoyado abiertamente al gobierno del Ecuador
en su empeño de avanzar este proceso. Promover un clima de
inversiones apropiado es la clave para generar los empleos
necesarios a fin de alcanzar el reto de elevar el nivel de
vida de todos los ecuatorianos. Basándome en mi interés en
este campo, me dirijo a usted para expresar mi preocupación
por la propuesta de transferir las operaciones de carga aérea
del aeropuerto de Quito a la ciudad de Latacunga.

En estos últimos años, Ecuador ha experimentado un desarrollo
repentino en sus exportaciones no tradicionales, especialmente
de flores. En 1986, Ecuador exportó US$1.7 millones de flores;
en 1993, esta cantidad se incrementó a US$29 millones; y,
durante los primeros tres meses de 1994, se elevaron en un 72%
respecto al mismo período del año anterior.

Me preocupa que este fenomenal éxito pueda arriesgarse con la
decisión de transferir las operaciones de carga aérea a
Latacunga. Los exportadores de flores dependen totalmente de
este servicio, ya que las flores son extremadamente delicadas
y casi todas se exportan a los Estados Unidos. Los
exportadores de flores dependen de un servicio aéreo de carga
confiable y económicamente oportuno, el cual en su mayoría
está provisto por empresas de transporte aéreo de los Estados
Unidos. La transferencia a Latacunga interrumpiría gravemente
el servicio de carga programado y podría incluso conducir a
una reducción en el servicio para exportadores ecuatorianos.

Permítame exponer algunos argumentos económicos de importancia
en contra de la transferencia de todos los operadores de carga
a un aeropuerto separado, y a Latacunga en particular. En
primer lugar, Latacunga se encuentra aproximadamente a 100
kilómetros al sur de Quito, lo cual es una distancia
significativa ya que la mayoría de la carga en el mercado está
compuesta de flores frescas cultivadas al norte de Quito.
Transportar estas flores en una viaje largo a través del
centro de Quito, incrementaría el costo de transporte y
posiblemente haría que las flores, al igual que otros
productos ecuatorianos de exportación, sean menos competitivas
en el mercado internacional.

En segundo lugar, las naves de las líneas aéreas mixtas llevan
carga y las aerolíneas de carga compiten con ellas.

Relegar las aerolíneas de carga a un aeropuerto localizado a
100 kilómetros al sur de Quito, haría de éstas transportistas
de último recurso. Más aún, en muchos mercados, la mayoría de
la carga es embarcada por agentes expedidores y la carga
entrante debe ser manejada por intermediarios de Aduanas. No
sabemos si el gobierno del Ecuador exigirá que los agentes de
carga aérea y agentes de Aduanas se trasladen a Latacunga, o
que se establezcan agencias allá.

En caso de que no fuera así, las aerolíneas de carga perderán
negocios adicionales.

En tercer lugar, Challenge Air Cargo, la principal empresa de
transporte que opera en el Ecuador, ha invertido medio millón
de dólares en instalaciones en el aeropuerto de Quito, las
cuales no cuentan con más de dos años. Si las aerolíneas se
ven forzadas a movilizarse, Challenge perdería esta inversión,
lo cual sería una señal negativa para los inversionistas
extranjeros.

Ultimamente, se ha sugerido un compromiso por el cual las
operaciones actuales permanecerían en Quito, y las operaciones
nuevas, incluyendo frecuencias adicionales, se transferirían a
Latacunga. Sin embargo, se aplican los mismos criterios. Por
lo menos dos empresas de transportes aéreos de los Estados
Unidos, Challenge y Milton Air, han solicitado frecuencias
adicionales para cubrir la creciente demanda por sus
servicios, especialmente por parte de los exportadores de
productos no tradicionales. Es improbable que estas aerolíneas
operen productivamente otras frecuencias adicionales
requeridas desde Latacunga. Cerrar la puerta a frecuencias
adicionales afectaría negativamente a los exportadores
ecuatorianos.

Entiendo que la principal razón del traslado a Latacunga, es
la supuesta congestión del aeropuerto de Quito, especialmente
durante las horas de tráfico máximo. La congestión puede
resultar un problema, pero que puede resolverse, según se me
ha dicho, sin trasladar las operaciones. Entiendo que la
congestión es resultado de un servicio en tierra lento.
Challenge ha expresado su interés en tomar a su cargo su
propio servicio en tierra, una propuesta que merece una
examinación cuidadosa.

En suma, considero que el traslado a Latacunga sería
desventajoso tanto para los exportadores ecuatorianos como
para las empresas de carga aérea y que, además, sería
innecesario debido al mejoramiento esperado en las operaciones
de servicio en tierra en Quito. Además, me pregunto si es
factible obligar el traslado de cualquier frecuencia de carga
aérea nueva a Latacunga. Espero, por lo tanto, que se mantenga
y mejore las operaciones de carga aérea en Quito".

El embajador Peter F. Romero, aprovecha la oportunidad para
"reiterar a Vuestra Excelencia (el vicepresidente Dahik) las
seguridades de mi más alta y distinguida consideración." (2A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 18/Julio/1994

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el