Dronka. Egipto. 04.11.94. Una mujer llora desconsoladamente y
golpea el suelo con la cabeza gritando "devuélvanme a mi hija":
acaba de descubrir el cuerpo de la niña, carbonizado y cubierto
de lodo, un día después que un diluvio de agua y fuego arrasara
la ciudad de Dronka, en Alto Egipto.

Los policías tratan de calmarla, pero ella sigue golpeándose la
cabeza y desgarrando su velo negro.

Al menos 240 personas murieron, según el balance provisional,
pero muchos cadáveres siguen estando bajo los escombros de los
edificios y en los campos vecinos.

Cada diez minutos, una ambulancia parte con tres o cuatro
cadáveres a bordo. Cada vez que se encuentra un cadáver, todo el
mundo se precipita para tratar de identificarlo. Las mujeres
gritan y lloran.

La explosión de los depósitos de combustible causada por la
tempestad provocó un incendio que arrasó durante diez horas
Dronka, localidad de más de 20.000 habitantes situada unos 400 km
al sur de El Cairo.

Cientos de habitantes empezaron a buscar al alba, antes incluso
que regresaran los equipos de socorristas, para tratar de
encontrar los cuerpos de sus parientes desaparecidos. Tratan
también de recuperar algunos enseres, después de la noche que la
mayoría de ellos pasaron en las calles de Asiut, la gran ciudad
vecina.

Decenas de mujeres, cubiertas de velos negros como lo impone la
tradición, permanecen sentadas en el suelo, gimiendo. Los hombres
participan en las tareas de búsqueda, levantando el lodo con
palas, o incluso con las manos.

"No sé si mi mujer y mis hijos están muertos, no tengo donde ir,
el gobierno no hace nada", se lamenta un campesino.

Otro hombre, un obrero, cuenta con desesperación: "He perdido
todo lo que tenía en la vida. Mis cuatro hijos han muerto. No sé
que voy a hacer ahora".

Algunos que habían sido evacuados de Dronka el miércoles
volvieron esa misma noche. "He buscado toda la noche. En mi
familia éramos treinta. Pero sólo he encontrado el cuerpo de un
soldado en un campo", dice Ayman Faruk, joven de 20 años.

Los habitantes gritan a los representantes del Partido Nacional
Demócrata, la formación del presidente Hosni Mubarak. "Ayudadnos,
no hemos recibido nada", dicen.

Los funcionarios tratan de tranquilizarlos: "Todo se hará en
orden para que no perdáis vuestros derechos. Tenemos que
registrar los nombres de las personas cuyas casas fueron
destruidas o dañadas".

El primer ministro Atef Sedki hizo un recorrido por la zona por
la mañana. Sumamente nerviosos, los servicios de seguridad
obligaron a los periodistas extranjeros a irse del lugar y
arrancaron las películas de las cámaras fotográficas al ver que
la gente se quejaba a la prensa.

El Alto Egipto, bastión de los movimientos islamistas, es una de
las regiones más pobres del país.

EGIPTO SE MOVILIZA PARA AYUDAR A SUS MILES DE DAMNIFICADOS

Egipto empezó a recabar fondos para ayudar a las víctimas de las
lluvias torrenciales de este miércoles, que afectaron al alto
Egipto y causaron cerca de 300 muertos y miles de damnificados.

La Media Luna Roja egipcia, que preside Suzanne Mubarak, la
esposa del presidente, abrió una cuenta especial para reunir las
donaciones y decidió mandar ayuda al alto Egipcio con toda
urgencia, según la agencia oficial MENA.

En la región de Asiut, a unos 400 km al sur de El Cairo, al menos
240 personas perecieron, según un último recuento de la
Gobernación regional, en un gigantesco incendio que se declaró en
el recinto de unos depósitos de carburante de Dronka y se
extendió por esta ciudad situada a 5 km al norte de Asiut.

Los escombros de las casas de Dronka contenían aún "centenares"
de cadáveres, según un oficial de policía que requirió anonimato.
Algunas casas de esta ciudad de 20.000 habitantes seguían
ardiendo la noche del miércoles al jueves. De uno de los
depósitos seguían saliendo unas llamas enormes.

Varios habitantes de Dronka que lograron huir, contaron a la AFP
que los depósitos de carburante estaban en una zona militar.
Perecieron abrasados "los 40 ó 50 soldados que montaban guardia
delante de los depósitos", aseguró Mohammad Abdel Hafiz, que pudo
huir con sus siete hijos.

El fuego se declaró cuando volcó un tren que llevaba petróleo a
los depósitos y su contenido se inflamó, según las versiones, al
caerle encima un rayo o haber tocado unas torres eléctricas.

El petróleo se esparció después por Dronka deslizándose por los
torrentes de agua de lluvia como un reguero de fuego que propagó
el incendio en un santiamén.

El Gobernador de Asiut, Mohammed Samih Al Said, ordenó el reparto
de mantas y tiendas. Todos los edificios en construcción se
pusieron a disposición de centenares de personas sin casa que
llegaban a la ciudad.

"La búsqueda de nuevos cuerpos se reanuda este jueves por la
mañana", declaró a la AFP el gobernador, que seguía hablando de
167 muertos oficiales aunque no descartaba que entre los
escombros aparecieran más cuerpos sin vida.

Las lluvias torrenciales causaron asimismo un mínimo de 35
muertos, la mayoría al derrumbarse sus viviendas, agregó.

El estado de urgencia se decretó por la mañana en las
Gobernaciones del Alto Egipto, a orillas del mar Rojo, y en el
Sinaí.

Varios accidentes de carretera causaron seis muertos en
diferentes regiones. Entre las víctimas figuran una turista
británica en Taba (Sinaí) y una niña que fue aplastada por una
casa que se desplomó en la provincia de Sohag, a 500 km al sur de
El Cairo, según indicó la policía.

Varias localidades están siniestradas en otras regiones del alto
Egipto, donde son miles las personas sin techo.

En Sohag, medio centenar de casas se desplomaron y otras 400 en
la provincia de Qena, a 640 km al sur de El Cairo, según las
autoridades. En esas regiones pobres de Egipto, las casas que
albergan a familias numerosas están hechas a menudo de frágiles
ladrillitos de arcilla.

Once personas resultaron heridas o muertas en un accidente de
tráfico en El Cairo, según el diario Al Gumhuriya de este jueves,
que no precisa el número exacto de muertos.

Unos 60 incendios fueron provocados por cortocircuitos en la
capital, donde el metro cerró sus puertas al público y varios
túneles fueron cortados al tráfico.

La lluvia inundó un depósito cerca del céntrico Museo de El
Cairo, donde se encuentran 2.000 antigedades, según Al Gumhuriya.

Las tumbas de tierra de los constructores de pirámides, en
Quizeh, al sur de El Cairo, resultaron dañadas, declaró un
responsable de la Oficina de Antigedades, Zahi Hawas, citado por
la prensa.

También el tráfico de aviones estuvo perturbado en el aeropuerto
de El Cairo, indicó el diario oficial Al Ahram, y precisó que un
40% de funcionarios de la capital fueron a trabajar este
miércoles.

A orillas del mar Rojo se registraron deslices de tierras y fue
cortada al tránsito la carretera costera que va de Qena a Safaga,
a 600 km al sureste de El Cairo, según la agencia Mena.

Las precipitaciones echaron a perder numerosas cosechas en el
alto Egipto e inundaron varios depósitos de arroz en el Delta,
según la prensa.

El primer ministro, Atef Sedki, ordenó a todos los ministerios
que envíen especialistas. El Ejército participa en las
operaciones de salvamento en Asiut mientras afluyen las
peticiones de refuerzos de las provincias vecinas. (AFP) (12A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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