Quito. 07.06.94. "De una rara enfermedad murió Simón", dice la
canción de Willie Colón, que es una primera alerta musical sobre
el sida. Hasta 1978 gente de Estados Unidos, Haití y Africa
empezó a morir de una rara enfermedad. Los médicos que la
investigaron determinaron que los síntomas reflejaba una
destrucción del sistema de defensa ante las enfermedades de cada
ser humano.
Antes de finalizar la década, en 1979, se observa por primera vez
en africanos el sarcoma de Kaposi y otras infecciones raras. Dos
años después, este sarcoma aparece en homosexuales de EEUU y se
sospecha del vínculo con la trasmisión sexual. Es en 1982 cuando
esta "rara enfermedad" es descubierta oficialmente por la
comunidad médica y definida como sida. Entre 1983 y 1984 se
identifica al virus causante del sida: el Virus de
Inmunodeficiencia Humana, VIH (HIV en inglés) y se lanza una alerta
mundial: esta enfermedad es mortal, no tiene cura y se trasmite por
relaciones sexuales, a través de trasfusiones de sangre, el uso compartido
de jeringuillas y de la madre al hijo.
Estos son a breves rasgos los inicios del sida. De ahí para
adelante, la historia contra esta enfermedad y su virus causante
pasan de los aspectos médicos para convertirse en una
confrontación de valores sociales, culturales y políticos.
El enfoque humano
El hecho de que los primeros casos aparecieron en Haití y Africa,
dieron pautas para montar toda una explicación racista sobre el
mal. La circunstancia de que los primeros afectados hayan sido
homosexuales y drogadictos y prostitutas estadounidenses provocó
que se arme todo un tinglado moralista y acusador que se está
abandonando recién 14 años después. Este criterio influyó incluso
en las acciones médicas preventivas, que definieron a "grupos de
riesgo", con el criterio de que si el virus se detenía en esos
sectores (aún a cuenta de su propio exterminio) se podía evitar
la propagación mundial.
Catorce años después esta alternativa fracasó: el virus no fue
detenido y la Organización Mundial de la Salud, OMS, dejó de
hablar de grupos de riesgo para hablar de relaciones riesgosas. Y
es que el sida dejó de ser una enfermedad de ciertos grupos para
convertirse en una epidemia mundial, una crisis de salud pública,
que afecta por igual a hombres, mujeres y niños. Si en 1986, 71
países reportaron 29 mil casos de sida, y la OMS estimó que cinco
millones de personas estaban infectadas con el VIH, en 1994 más
de 100 países reportaron un millón de casos y cerca de 15
millones de infectados de VIH.
Al menos, la OMS determinó el ritmo de crecimiento de la
enfermedad: 5000 infectados diarios. A este paso, la OMS
proyecta que 40 millones de adultos y 10 millones de niños
estarán infectados.
Pero, ante estas cifras de crecimiento, los sistemas oficiales de
educación y prevención, no estimaron necesario insistir al
conjunto de la población sobre los riesgos de contraer esta
enfermedad. Hoy, por ejemplo, el índice de mujeres -no
prostitutas- infectadas está superando por vez primera al índice
de las infectadas prostitutas, pero no hay un programa para
educar a la población femenina en general. Es que, para bien o
para mal, se puso tanto énfasis en el control y educación en los
llamados grupos de riesgo que el sida ha venido disminuyendo en
ellos y se ha descuidado a la población en general. Al menos en
Ecuador, no existió una sistemática campaña de comunicación y
educación masivas que permitiera que la población se una a la
lucha contra el mal, tome conciencia de su responsabilidad
individual y sepa cómo tratar a un infectado o enfermo de sida.
Los mensajes en general fueron superficiales, como aquel de ese
velorio en que el papá del muchacho muerto le reclama a una
señora cuyo hijo se enamoró del suyo. Un mensaje subliminal que
atacaba a los homosexuales. Los mensajes provocaron también
rumores y falsos miedos en el conjunto de la colectividad. A lo
mucho, la población tomó conciencia de realizar un sexo seguro
que podía tomarse como una opción de fidelidad a la pareja como
en el uso del condón para relaciones casuales, pero nada más. Y a
todo este desconocimiento general se sumaron informaciones
sensacionalistas y oportunistas que buscaban "descubrir" un caso
para la primera plana de sus publicaciones.
Ahora, las acciones mundiales para enfrentar el sida se destinan
a campañas de prevención y educación a la población en general.
Otro aspecto fundamental de esta batalla mundial contra el sida
es el derecho que asiste a los infectados del virus y a los
enfermos del sida de ser tratados con dignidad. Los casos de
discriminación son muchos y se reflejan en pérdida de empleos,
rechazo social, impedimento de ingresar a países -sobre todo
desarrollados-, que piden exámenes médicos antes de otorgar la
visa.
Pero ante todo está la batalla médica por tratar de obtener una
cura a esta enfermedad hasta ahora mortal. La consigna es que,
tratándose de una pandemia que afecta a todos los habitantes del
planeta, solo un esfuerzo mundial podrá vencerla.
SIDA: CURACION Y NEGOCIO
- La vacuna contra el virus que provoca el sida está muy lejos de
ser una realidad, a pesar de las investigaciones intensas que se
llevan a cabo para producirla
- Producir una vacuna contra el sida es particularmente difícil,
por dos razones:
- Aunque algunas personas producen anticuerpos contra el VIH,
éstos no suelen destruir el virus.
- El virus tiene una capacidad extraordinaria de adaptación y
puede cambiar su estructura de acuerdo a los anticuerpos que se
le envíen. Así el sistema inmunológico no puede reconocer los
anticuerpos.
- Algunos virus descubiertos recientemente, similares al VIH,
pueden ofrecer la información necesaria para producir la vacuna.
- Francia, EEUU, Cuba y Japón están a la vanguardia en la
búsqueda de una vacuna contra el sida.
- Los investigadores están de acuerdo que la vacuna puede ser
descubierta a finales de la década... pero igual de seguros
estaban en 1984.
- De descubrirse, la vacuna evitaría la infección pero es
probable que no pueda usarse para impedir el desarrollo del sida
en quienes ya están infectados
- Se han realizado pruebas de vacunas con enfermos voluntarios,
pero los resultados son aún inciertos.
- En animales es muy difícil hacer pruebas porque las condiciones
genéticas del virus corresponde únicamente a los humanos
- Jon Rappoport, en su libro "Sida Inc. el escándalo del siglo",
denuncia el uso del sida por la industria farmacéutica y el
"establishment" médico-científico para quienes la enfermedad es
una oportunidad de lucro comercial y profesional.
- Rappoport cuestiona la tesis de que el sida es causado por un
virus oculto e "inteligente".
- Esta tesis transfiere y diluye responsabilidades sociales y
políticas, tanto en los países desarrollados como en los más
pobres.
- Bajo el diagnóstico del sida "se ocultan los trapos sucios de
las sociedades en las que se dice que el síndrome se manifiesta
con más virulencia", sostiene.
- En las comunidades de homosexuales de Los Angeles, San
Francisco y Nueva York, donde aparecieron los primeros casos de
sida, se usó antes antibióticos y antiparasitarios para atacar
enfermedades venereas y parasitarias crónicas, cuenta Rappoport.
- Este uso crónico destruyó paulatinamente el sistema
inmunológico de estas comunidades.
- Según numerosos médicos y pacientes, la suma de los efectos de
las enfermedades y los tratamientos tradicionales son suficientes
para provocar el debilitamiento progresivo del sistema de defensa
y la muerte.
- Las zonas del Tercer Mundo más afectadas por el sida coinciden
en haber utilizado fertilizantes y plaguicidas sin control y a
gran escala.
- Los síntomas que plantean las personas envenenadas por el
consumo de alimentos contaminados y por agroquímicos tienen
notables semejanzas con los que se asocian al sida.
EL SIDA Y LOS NIÑOS
- Conforme avanza la enfermedad el número de niños que la
contraen va en aumento.
- Las madres infectan a los hijos después del nacimiento, durante
el parto o con la lactancia.
- En el vientre lo infectan con su sangre.
- Los niños que nacen con sida mueren antes de los dos años de
edad.
- No es determinante que una madre con sida infecte a su hijo
- En Estados Unidos hay cerca de 20 mil niños infectados con el
VIH. (7B y 8B)
canción de Willie Colón, que es una primera alerta musical sobre
el sida. Hasta 1978 gente de Estados Unidos, Haití y Africa
empezó a morir de una rara enfermedad. Los médicos que la
investigaron determinaron que los síntomas reflejaba una
destrucción del sistema de defensa ante las enfermedades de cada
ser humano.
Antes de finalizar la década, en 1979, se observa por primera vez
en africanos el sarcoma de Kaposi y otras infecciones raras. Dos
años después, este sarcoma aparece en homosexuales de EEUU y se
sospecha del vínculo con la trasmisión sexual. Es en 1982 cuando
esta "rara enfermedad" es descubierta oficialmente por la
comunidad médica y definida como sida. Entre 1983 y 1984 se
identifica al virus causante del sida: el Virus de
Inmunodeficiencia Humana, VIH (HIV en inglés) y se lanza una alerta
mundial: esta enfermedad es mortal, no tiene cura y se trasmite por
relaciones sexuales, a través de trasfusiones de sangre, el uso compartido
de jeringuillas y de la madre al hijo.
Estos son a breves rasgos los inicios del sida. De ahí para
adelante, la historia contra esta enfermedad y su virus causante
pasan de los aspectos médicos para convertirse en una
confrontación de valores sociales, culturales y políticos.
El enfoque humano
El hecho de que los primeros casos aparecieron en Haití y Africa,
dieron pautas para montar toda una explicación racista sobre el
mal. La circunstancia de que los primeros afectados hayan sido
homosexuales y drogadictos y prostitutas estadounidenses provocó
que se arme todo un tinglado moralista y acusador que se está
abandonando recién 14 años después. Este criterio influyó incluso
en las acciones médicas preventivas, que definieron a "grupos de
riesgo", con el criterio de que si el virus se detenía en esos
sectores (aún a cuenta de su propio exterminio) se podía evitar
la propagación mundial.
Catorce años después esta alternativa fracasó: el virus no fue
detenido y la Organización Mundial de la Salud, OMS, dejó de
hablar de grupos de riesgo para hablar de relaciones riesgosas. Y
es que el sida dejó de ser una enfermedad de ciertos grupos para
convertirse en una epidemia mundial, una crisis de salud pública,
que afecta por igual a hombres, mujeres y niños. Si en 1986, 71
países reportaron 29 mil casos de sida, y la OMS estimó que cinco
millones de personas estaban infectadas con el VIH, en 1994 más
de 100 países reportaron un millón de casos y cerca de 15
millones de infectados de VIH.
Al menos, la OMS determinó el ritmo de crecimiento de la
enfermedad: 5000 infectados diarios. A este paso, la OMS
proyecta que 40 millones de adultos y 10 millones de niños
estarán infectados.
Pero, ante estas cifras de crecimiento, los sistemas oficiales de
educación y prevención, no estimaron necesario insistir al
conjunto de la población sobre los riesgos de contraer esta
enfermedad. Hoy, por ejemplo, el índice de mujeres -no
prostitutas- infectadas está superando por vez primera al índice
de las infectadas prostitutas, pero no hay un programa para
educar a la población femenina en general. Es que, para bien o
para mal, se puso tanto énfasis en el control y educación en los
llamados grupos de riesgo que el sida ha venido disminuyendo en
ellos y se ha descuidado a la población en general. Al menos en
Ecuador, no existió una sistemática campaña de comunicación y
educación masivas que permitiera que la población se una a la
lucha contra el mal, tome conciencia de su responsabilidad
individual y sepa cómo tratar a un infectado o enfermo de sida.
Los mensajes en general fueron superficiales, como aquel de ese
velorio en que el papá del muchacho muerto le reclama a una
señora cuyo hijo se enamoró del suyo. Un mensaje subliminal que
atacaba a los homosexuales. Los mensajes provocaron también
rumores y falsos miedos en el conjunto de la colectividad. A lo
mucho, la población tomó conciencia de realizar un sexo seguro
que podía tomarse como una opción de fidelidad a la pareja como
en el uso del condón para relaciones casuales, pero nada más. Y a
todo este desconocimiento general se sumaron informaciones
sensacionalistas y oportunistas que buscaban "descubrir" un caso
para la primera plana de sus publicaciones.
Ahora, las acciones mundiales para enfrentar el sida se destinan
a campañas de prevención y educación a la población en general.
Otro aspecto fundamental de esta batalla mundial contra el sida
es el derecho que asiste a los infectados del virus y a los
enfermos del sida de ser tratados con dignidad. Los casos de
discriminación son muchos y se reflejan en pérdida de empleos,
rechazo social, impedimento de ingresar a países -sobre todo
desarrollados-, que piden exámenes médicos antes de otorgar la
visa.
Pero ante todo está la batalla médica por tratar de obtener una
cura a esta enfermedad hasta ahora mortal. La consigna es que,
tratándose de una pandemia que afecta a todos los habitantes del
planeta, solo un esfuerzo mundial podrá vencerla.
SIDA: CURACION Y NEGOCIO
- La vacuna contra el virus que provoca el sida está muy lejos de
ser una realidad, a pesar de las investigaciones intensas que se
llevan a cabo para producirla
- Producir una vacuna contra el sida es particularmente difícil,
por dos razones:
- Aunque algunas personas producen anticuerpos contra el VIH,
éstos no suelen destruir el virus.
- El virus tiene una capacidad extraordinaria de adaptación y
puede cambiar su estructura de acuerdo a los anticuerpos que se
le envíen. Así el sistema inmunológico no puede reconocer los
anticuerpos.
- Algunos virus descubiertos recientemente, similares al VIH,
pueden ofrecer la información necesaria para producir la vacuna.
- Francia, EEUU, Cuba y Japón están a la vanguardia en la
búsqueda de una vacuna contra el sida.
- Los investigadores están de acuerdo que la vacuna puede ser
descubierta a finales de la década... pero igual de seguros
estaban en 1984.
- De descubrirse, la vacuna evitaría la infección pero es
probable que no pueda usarse para impedir el desarrollo del sida
en quienes ya están infectados
- Se han realizado pruebas de vacunas con enfermos voluntarios,
pero los resultados son aún inciertos.
- En animales es muy difícil hacer pruebas porque las condiciones
genéticas del virus corresponde únicamente a los humanos
- Jon Rappoport, en su libro "Sida Inc. el escándalo del siglo",
denuncia el uso del sida por la industria farmacéutica y el
"establishment" médico-científico para quienes la enfermedad es
una oportunidad de lucro comercial y profesional.
- Rappoport cuestiona la tesis de que el sida es causado por un
virus oculto e "inteligente".
- Esta tesis transfiere y diluye responsabilidades sociales y
políticas, tanto en los países desarrollados como en los más
pobres.
- Bajo el diagnóstico del sida "se ocultan los trapos sucios de
las sociedades en las que se dice que el síndrome se manifiesta
con más virulencia", sostiene.
- En las comunidades de homosexuales de Los Angeles, San
Francisco y Nueva York, donde aparecieron los primeros casos de
sida, se usó antes antibióticos y antiparasitarios para atacar
enfermedades venereas y parasitarias crónicas, cuenta Rappoport.
- Este uso crónico destruyó paulatinamente el sistema
inmunológico de estas comunidades.
- Según numerosos médicos y pacientes, la suma de los efectos de
las enfermedades y los tratamientos tradicionales son suficientes
para provocar el debilitamiento progresivo del sistema de defensa
y la muerte.
- Las zonas del Tercer Mundo más afectadas por el sida coinciden
en haber utilizado fertilizantes y plaguicidas sin control y a
gran escala.
- Los síntomas que plantean las personas envenenadas por el
consumo de alimentos contaminados y por agroquímicos tienen
notables semejanzas con los que se asocian al sida.
EL SIDA Y LOS NIÑOS
- Conforme avanza la enfermedad el número de niños que la
contraen va en aumento.
- Las madres infectan a los hijos después del nacimiento, durante
el parto o con la lactancia.
- En el vientre lo infectan con su sangre.
- Los niños que nacen con sida mueren antes de los dos años de
edad.
- No es determinante que una madre con sida infecte a su hijo
- En Estados Unidos hay cerca de 20 mil niños infectados con el
VIH. (7B y 8B)
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