Antonio Vargas se declara seguidor de la sabiduría ancestral y afirma creer firmemente en el destino. Según él, seis meses antes (del golpe de Estado) del 21 de enero, sabía lo que iba a pasar. Incluso que no sería presidente. Lo que no conocía es que iba a ser traicionado", manifiesta.
Asegura que los sueños están trazados, por lo que está seguro de llegar al poder, conforme lo creía su abuelo, así como de colocar entre siete y 10 parlamentarios en estas elecciones.
¿Por qué no negociar la Base de Manta a cambio de la legalización de los ecuatorianos que viven en EEUU?, inquirió, tras lo cual dijo que los temas del Plan Colombia y de la Base de Manta deben ser tratados en una única consulta popular, en la que se incluiría el mantenimiento de la dolarización como régimen monetario en el país.
Para Vargas, la constitución de un plan de potencialización del sector agropecuario sería la vía más accesible para que el país tenga un desarrollo económico.
Daré el 30% del presupuesto a la educación. Invertiremos en la salud, para que el pueblo pueda mejorar su vida. Si estamos bien en estos dos sectores podremos tener desarrollo, explicó.
Cuando se le preguntó acerca de cómo financiaría sus proyectos, habló de la transparencia de las funciones públicas. Nadie quiere invertir en el país porque el sistema está lleno de corrupción, dice, con una pausa antes de contar el gran secreto que sus chamanes le pronosticaron. Nosotros sabemos dónde está el oro del rescate de Atahualpa. Ese oro será para el beneficio de los ecuatorianos".
Con respecto a la deuda externa, el candidato del movimiento Amauta Jatari ("Sabio, levántate") sostiene que no pagará los montos hasta que sepamos quiénes son los beneficiarios de ella. Tenemos estudios que nos dicen que la deuda está pagada, y que hay gente que tiene en su poder los bonos que salieron en la época del presidente Borja, que se cobran al 100% del valor nominal, y que el país está pagando, sostuvo.
Vargas dijo haber hablado con representantes de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, así como con inversionistas extranjeros, quienes le dijeron: "Antonio, lo único que necesita el Ecuador es transparencia".
Con respecto a las Fuerzas Armadas, Vargas está dispuesto a hacer una reforma interna, y que en vez de que los conscriptos hagan el servicio militar encerrados en un cuartel, salgan al campo a trabajar, tecnificando a los agricultores y realizando un programa de reforestación masiva.
Por eso, afirma que cuando asuma la Presidencia, habrá cambios profundos y radicales en la Conaie, porque desde el 20 de octubre, el movimiento indígena será uno solo, y nosotros (los indios) al fin tendremos una buena posición, luego de 520 años. (PM-JRI)
En busca del tesoro escondido
Con la solución mágica ya no cabe discutir la fórmula para financiar el déficit fiscal que aqueja al país
Por Diego Araujo Sánchez
Subdirector Editorial
En Antonio Vargas percibo una mezcla de ingenuidad, ambición, buen sentido y desproporcionados disparates. Entre estos últimos, la declaración de que, si llega al poder, sacará el tesoro de Atahualpa; con la solución mágica, ya no cabe discutir la fórmula para financiar el déficit fiscal que aqueja al país...
No faltarán quienes exijan la comprensión de la diversidad cultural cuando el candidato habla del destino o de los sueños como fuerzas inexorables que anticipan a los individuos el futuro. Sin embargo, otros líderes del movimiento indígena ecuatoriano, sin renunciar a lo propio, manejan un discurso lleno de sólidas razones, sin elevar la práctica de las limpias a argumento político inapelable...
En el lado del buen sentido, el dirigente indio hace profesión de pacifismo, si bien para curarse en salud recuerda que, durante el golpe del 21 de enero de 2000, no hubo muertos ni heridos...
Vargas recuerda que su lengua materna es el quichua, no el español, en respuestas a quienes le reprochan las dificultades para expresarse; recuerda, también, la enseñanza del abuelo: el hombre debe saber que su trabajo no es para beneficio individual sino del grupo; recuerda, además, que se salvó de milagro, junto a un hermano, cuando la abuela fue asesinada por enemigos, en la casa de la selva amazónica, y que ni siquiera en ese segundo reaccionó sobresaltado.
De pronto, la personalidad hierática de Antonio Vargas asume una innegable fuerza, la de la representación de otro país real, en su ingenuidad e ignorancias, en la supervivencia mítica, pero también en la esperanza de un mejor futuro.
Ya todo está dicho. No pasará nada
El aspirante que dice representar a los indígenas cree en un sueño: está destinado a ser presidente y eso no lo va a cambiar nadie en el Ecuador
Por Orlando Pérez
Editor Metropolitano
Si gana Antonio Vargas, todo está resuelto: sacará todo el oro de Atahualpa que está escondido. Cuenta que es un sueño que está dicho. Aunque reconoce que nadie le va a creer, asegura que con ello se resolverán todos los problemas del Ecuador. "No hay de otra": votemos todos por Amauta Jatari.
No quiere parecerse a los políticos tradicionales, de los que reniega, pero hace lo mismo: acusa a Miguel Lluco de haberse quedado en el pasado. Dice que todo será fácil en su Gobierno. De hecho, no hay nada difícil de resolver, según él, incluyendo la deuda externa y la reorganización de las Fuerzas Armadas.
Profetiza ganar las elecciones arrolladoramente, pero confiesa que solo tendrá de siete a 10 diputados. Y para hacer alianzas no tendrá inconveniente en pactar con León Febres Cordero.
Promete llevar a los conscriptos al campo, así dejarán de servir de choferes o mensajeros de los oficiales. A un lado quedarán las clases de arme y desarme del FAL, y de táctica y estrategia.
Le brillan los ojos cuando cuenta que a cambio de la Base de Manta pedirá a EEUU legalizar a los 300 mil ecuatorianos ilegales en ese país y/o condonar la deuda externa. En su semblante luce la satisfacción de haber sorprendido con una de las ideas más originales.
No le importa decir que quienes no le creen se tendrán que tragar sus palabras. Claro, tiene un as bajo la manga, el de la retórica: yo juego al factor sorpresa. O sea, nos va a dar una noticia que transformará la realidad, pero es secreta porque perdería el encanto.
Confiesa que después del 20 de octubre "habrá un profundo cambio en el movimiento indígena". No explica cuál.
Antonio Vargas habla por los indios y dice que gobernará para ellos porque son el 52% de la población del Ecuador, "según encuestas internacionales". ¿Qué pueden esperar los negros, mestizos y blancos? Todo está pronosticado: nada.
¿La insoportable levedad del ser?
Arruina su lado amable cuando hace la más insólita de las revelaciones de la presente campaña: "Yo sé dónde está el tesoro de Atahualpa"
Por Thalía Flores y Flores
Editora de Información
Solo Milan Kundera podría resolver el conflicto al que uno se ve avocado a la hora de titular un comentario sobre Antonio Vargas, el indígena amazónico que quiere llegar a Carondelet por las urnas. En enero de 2000 ya estuvo allí, merced al golpe de Estado del que fue uno de sus actores.
Heredero de la tradición chamánica, Antonio Vargas refleja en su rostro, por momentos, la sencillez y lo exótico de la Amazonía. Se muestra claro, ingenuo, transparente... En otros instantes, se convierte en político y asume el mismo papel que los populistas, que se creen predestinados a salvar el país.
Verá es el vocablo infaltable para iniciar cualquier respuesta, como intentando convencer de que lo que dice, es la más pura verdad. Una verdad dicha por alguien que vio y oyó. Pero no le resulta siempre.
Hace acusaciones insólitas, pero no exhibe prueba alguna: Dice que el OCP debía haber costado solo $200 millones y no $1 500. Que Unión Fenosa pertenece a la familia presidencial de Ecuador. Todo esto sin inmutarse, y a pesar de declararse respetuoso de los demás.
El candidato de Amauta Jatari no tiene un proyecto político. Tampoco cuenta con un partido fuerte; no obstante, Vargas sostiene que renegociar la deuda externa es fácil. Que firmar un acuerdo stand by con el FMI es fácil. ¿Cómo? "Terminando con la corrupción". La muletilla a la que ha apelado la mayoría de los candidatos, a tal punto que de tanto repetirla, parecería que ellos mismos se han salpicado de ese horrible pecado social.
Antonio Vargas, el candidato presidencial "del TC", tiene un lado amable que proviene de las raíces profundas de la selva, con toda su cultura y belleza. Pero él lo arruina cuando hace la más insólita de las revelaciones de esta campaña: Yo se donde está el oro de Atahualpa.
AL PIE DE LA LETRA
l "Miguel Lluco, Blanca Chancoso y Nina Pacari son dirigentes indígenas que están en el pasado del movimiento indígena".
l "Nuestro Gabinete va a estar conformado por indígenas mestizo-blancos y afroecuatorianos".
l "Solo 10 familias han gobernado este país. Si gano, por primera vez habrá un presidente para el 82% de los ecuatorianos".
l "No puedo imitar a ciertos líderes indígenas. Solo admiro a algunos, y no quiero parecerme a ninguno, porque tengo mi propio futuro".
l "Todo parte de Dios y lo demás es de este mundo. Todos manejamos dos cosas: la parte material o de la gran maldad, y la parte espiritual.
l "El pronóstico de mis sueños es que voy a ser presidente del país".
l "Fácil: conseguiré los recursos para el país terminando con la corrupción y haciendo que se actúe con transparencia en todos lados".
l "Jorge Gallardo primero negoció su puesto en el FMI, antes que pensar en el país. Lo mismo hizo Ana Lucía Armijos".
l "Sin querer queriendo, los ecuatorianos ya estamos dentro del Plan Colombia y su conflicto".
l "Pakistán renegoció la deuda externa dejando que los aviones de EEUU cruzaran su cielo para llegar a Afganistán. Nosotros debemos hacer lo mismo con la Base de Manta".
l "Si no soy presidente, no aceptaría ser ministro de nadie. Volvería a trabajar con las bases de los indígenas".
l "Rodrigo Borja y Alvaro Noboa dicen que ya son presidentes. Para nosotros es mejor que sigan pensando eso, porque les vamos a dar una sorpresa".
l "Antonio Vargas no dividió al movimiento indígena. Más bien, le dio mucho realce y proyección".
l "El Gobierno de Gustavo Noboa es corrupto".
l "No se han cobrado cerca de $600 millones, desde 1992 hasta 2002, que están glosados de cobros no hechos por el paso del petróleo".
l "Los indígenas somos el 52% de la población, según las encuestas internacionales". (JRI)
EL CANDIDATO EN MULTIMEDIA
l Un estudio de radio y televisión en la planta de Diario HOY
Tres cámaras de vídeo, cinco técnicos, un espacio adecuado, constituyen el "set" multimedia para la entrevista.
l Periodistas, editores y editorialistas "fusilan" al candidato
El diálogo se realiza con mucho dinamismo, a manera de rueda de prensa, que se reproduce en el sistema multimedia.
l Una hora para obtener respuestas de profundidad
El candidato tiene la posibilidad de sintetizar sus planes y abundar en las informaciones que necesitan los electores.
l Un mecanismo para que el público construya una decisión sólida
El sistema multimedia de HOY permite que el lector, el escucha y el televidente accedan a un "coctel" de opiniones e informaciones.
l La técnica al servicio de la comunidad, en tiempo de elecciones
Los candidatos confiesan quedar "agotados". Así, gana el consumidor de información de este sistema
Asegura que los sueños están trazados, por lo que está seguro de llegar al poder, conforme lo creía su abuelo, así como de colocar entre siete y 10 parlamentarios en estas elecciones.
¿Por qué no negociar la Base de Manta a cambio de la legalización de los ecuatorianos que viven en EEUU?, inquirió, tras lo cual dijo que los temas del Plan Colombia y de la Base de Manta deben ser tratados en una única consulta popular, en la que se incluiría el mantenimiento de la dolarización como régimen monetario en el país.
Para Vargas, la constitución de un plan de potencialización del sector agropecuario sería la vía más accesible para que el país tenga un desarrollo económico.
Daré el 30% del presupuesto a la educación. Invertiremos en la salud, para que el pueblo pueda mejorar su vida. Si estamos bien en estos dos sectores podremos tener desarrollo, explicó.
Cuando se le preguntó acerca de cómo financiaría sus proyectos, habló de la transparencia de las funciones públicas. Nadie quiere invertir en el país porque el sistema está lleno de corrupción, dice, con una pausa antes de contar el gran secreto que sus chamanes le pronosticaron. Nosotros sabemos dónde está el oro del rescate de Atahualpa. Ese oro será para el beneficio de los ecuatorianos".
Con respecto a la deuda externa, el candidato del movimiento Amauta Jatari ("Sabio, levántate") sostiene que no pagará los montos hasta que sepamos quiénes son los beneficiarios de ella. Tenemos estudios que nos dicen que la deuda está pagada, y que hay gente que tiene en su poder los bonos que salieron en la época del presidente Borja, que se cobran al 100% del valor nominal, y que el país está pagando, sostuvo.
Vargas dijo haber hablado con representantes de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, así como con inversionistas extranjeros, quienes le dijeron: "Antonio, lo único que necesita el Ecuador es transparencia".
Con respecto a las Fuerzas Armadas, Vargas está dispuesto a hacer una reforma interna, y que en vez de que los conscriptos hagan el servicio militar encerrados en un cuartel, salgan al campo a trabajar, tecnificando a los agricultores y realizando un programa de reforestación masiva.
Por eso, afirma que cuando asuma la Presidencia, habrá cambios profundos y radicales en la Conaie, porque desde el 20 de octubre, el movimiento indígena será uno solo, y nosotros (los indios) al fin tendremos una buena posición, luego de 520 años. (PM-JRI)
En busca del tesoro escondido
Con la solución mágica ya no cabe discutir la fórmula para financiar el déficit fiscal que aqueja al país
Por Diego Araujo Sánchez
Subdirector Editorial
En Antonio Vargas percibo una mezcla de ingenuidad, ambición, buen sentido y desproporcionados disparates. Entre estos últimos, la declaración de que, si llega al poder, sacará el tesoro de Atahualpa; con la solución mágica, ya no cabe discutir la fórmula para financiar el déficit fiscal que aqueja al país...
No faltarán quienes exijan la comprensión de la diversidad cultural cuando el candidato habla del destino o de los sueños como fuerzas inexorables que anticipan a los individuos el futuro. Sin embargo, otros líderes del movimiento indígena ecuatoriano, sin renunciar a lo propio, manejan un discurso lleno de sólidas razones, sin elevar la práctica de las limpias a argumento político inapelable...
En el lado del buen sentido, el dirigente indio hace profesión de pacifismo, si bien para curarse en salud recuerda que, durante el golpe del 21 de enero de 2000, no hubo muertos ni heridos...
Vargas recuerda que su lengua materna es el quichua, no el español, en respuestas a quienes le reprochan las dificultades para expresarse; recuerda, también, la enseñanza del abuelo: el hombre debe saber que su trabajo no es para beneficio individual sino del grupo; recuerda, además, que se salvó de milagro, junto a un hermano, cuando la abuela fue asesinada por enemigos, en la casa de la selva amazónica, y que ni siquiera en ese segundo reaccionó sobresaltado.
De pronto, la personalidad hierática de Antonio Vargas asume una innegable fuerza, la de la representación de otro país real, en su ingenuidad e ignorancias, en la supervivencia mítica, pero también en la esperanza de un mejor futuro.
Ya todo está dicho. No pasará nada
El aspirante que dice representar a los indígenas cree en un sueño: está destinado a ser presidente y eso no lo va a cambiar nadie en el Ecuador
Por Orlando Pérez
Editor Metropolitano
Si gana Antonio Vargas, todo está resuelto: sacará todo el oro de Atahualpa que está escondido. Cuenta que es un sueño que está dicho. Aunque reconoce que nadie le va a creer, asegura que con ello se resolverán todos los problemas del Ecuador. "No hay de otra": votemos todos por Amauta Jatari.
No quiere parecerse a los políticos tradicionales, de los que reniega, pero hace lo mismo: acusa a Miguel Lluco de haberse quedado en el pasado. Dice que todo será fácil en su Gobierno. De hecho, no hay nada difícil de resolver, según él, incluyendo la deuda externa y la reorganización de las Fuerzas Armadas.
Profetiza ganar las elecciones arrolladoramente, pero confiesa que solo tendrá de siete a 10 diputados. Y para hacer alianzas no tendrá inconveniente en pactar con León Febres Cordero.
Promete llevar a los conscriptos al campo, así dejarán de servir de choferes o mensajeros de los oficiales. A un lado quedarán las clases de arme y desarme del FAL, y de táctica y estrategia.
Le brillan los ojos cuando cuenta que a cambio de la Base de Manta pedirá a EEUU legalizar a los 300 mil ecuatorianos ilegales en ese país y/o condonar la deuda externa. En su semblante luce la satisfacción de haber sorprendido con una de las ideas más originales.
No le importa decir que quienes no le creen se tendrán que tragar sus palabras. Claro, tiene un as bajo la manga, el de la retórica: yo juego al factor sorpresa. O sea, nos va a dar una noticia que transformará la realidad, pero es secreta porque perdería el encanto.
Confiesa que después del 20 de octubre "habrá un profundo cambio en el movimiento indígena". No explica cuál.
Antonio Vargas habla por los indios y dice que gobernará para ellos porque son el 52% de la población del Ecuador, "según encuestas internacionales". ¿Qué pueden esperar los negros, mestizos y blancos? Todo está pronosticado: nada.
¿La insoportable levedad del ser?
Arruina su lado amable cuando hace la más insólita de las revelaciones de la presente campaña: "Yo sé dónde está el tesoro de Atahualpa"
Por Thalía Flores y Flores
Editora de Información
Solo Milan Kundera podría resolver el conflicto al que uno se ve avocado a la hora de titular un comentario sobre Antonio Vargas, el indígena amazónico que quiere llegar a Carondelet por las urnas. En enero de 2000 ya estuvo allí, merced al golpe de Estado del que fue uno de sus actores.
Heredero de la tradición chamánica, Antonio Vargas refleja en su rostro, por momentos, la sencillez y lo exótico de la Amazonía. Se muestra claro, ingenuo, transparente... En otros instantes, se convierte en político y asume el mismo papel que los populistas, que se creen predestinados a salvar el país.
Verá es el vocablo infaltable para iniciar cualquier respuesta, como intentando convencer de que lo que dice, es la más pura verdad. Una verdad dicha por alguien que vio y oyó. Pero no le resulta siempre.
Hace acusaciones insólitas, pero no exhibe prueba alguna: Dice que el OCP debía haber costado solo $200 millones y no $1 500. Que Unión Fenosa pertenece a la familia presidencial de Ecuador. Todo esto sin inmutarse, y a pesar de declararse respetuoso de los demás.
El candidato de Amauta Jatari no tiene un proyecto político. Tampoco cuenta con un partido fuerte; no obstante, Vargas sostiene que renegociar la deuda externa es fácil. Que firmar un acuerdo stand by con el FMI es fácil. ¿Cómo? "Terminando con la corrupción". La muletilla a la que ha apelado la mayoría de los candidatos, a tal punto que de tanto repetirla, parecería que ellos mismos se han salpicado de ese horrible pecado social.
Antonio Vargas, el candidato presidencial "del TC", tiene un lado amable que proviene de las raíces profundas de la selva, con toda su cultura y belleza. Pero él lo arruina cuando hace la más insólita de las revelaciones de esta campaña: Yo se donde está el oro de Atahualpa.
AL PIE DE LA LETRA
l "Miguel Lluco, Blanca Chancoso y Nina Pacari son dirigentes indígenas que están en el pasado del movimiento indígena".
l "Nuestro Gabinete va a estar conformado por indígenas mestizo-blancos y afroecuatorianos".
l "Solo 10 familias han gobernado este país. Si gano, por primera vez habrá un presidente para el 82% de los ecuatorianos".
l "No puedo imitar a ciertos líderes indígenas. Solo admiro a algunos, y no quiero parecerme a ninguno, porque tengo mi propio futuro".
l "Todo parte de Dios y lo demás es de este mundo. Todos manejamos dos cosas: la parte material o de la gran maldad, y la parte espiritual.
l "El pronóstico de mis sueños es que voy a ser presidente del país".
l "Fácil: conseguiré los recursos para el país terminando con la corrupción y haciendo que se actúe con transparencia en todos lados".
l "Jorge Gallardo primero negoció su puesto en el FMI, antes que pensar en el país. Lo mismo hizo Ana Lucía Armijos".
l "Sin querer queriendo, los ecuatorianos ya estamos dentro del Plan Colombia y su conflicto".
l "Pakistán renegoció la deuda externa dejando que los aviones de EEUU cruzaran su cielo para llegar a Afganistán. Nosotros debemos hacer lo mismo con la Base de Manta".
l "Si no soy presidente, no aceptaría ser ministro de nadie. Volvería a trabajar con las bases de los indígenas".
l "Rodrigo Borja y Alvaro Noboa dicen que ya son presidentes. Para nosotros es mejor que sigan pensando eso, porque les vamos a dar una sorpresa".
l "Antonio Vargas no dividió al movimiento indígena. Más bien, le dio mucho realce y proyección".
l "El Gobierno de Gustavo Noboa es corrupto".
l "No se han cobrado cerca de $600 millones, desde 1992 hasta 2002, que están glosados de cobros no hechos por el paso del petróleo".
l "Los indígenas somos el 52% de la población, según las encuestas internacionales". (JRI)
EL CANDIDATO EN MULTIMEDIA
l Un estudio de radio y televisión en la planta de Diario HOY
Tres cámaras de vídeo, cinco técnicos, un espacio adecuado, constituyen el "set" multimedia para la entrevista.
l Periodistas, editores y editorialistas "fusilan" al candidato
El diálogo se realiza con mucho dinamismo, a manera de rueda de prensa, que se reproduce en el sistema multimedia.
l Una hora para obtener respuestas de profundidad
El candidato tiene la posibilidad de sintetizar sus planes y abundar en las informaciones que necesitan los electores.
l Un mecanismo para que el público construya una decisión sólida
El sistema multimedia de HOY permite que el lector, el escucha y el televidente accedan a un "coctel" de opiniones e informaciones.
l La técnica al servicio de la comunidad, en tiempo de elecciones
Los candidatos confiesan quedar "agotados". Así, gana el consumidor de información de este sistema
Más en el