Quito (Ecuador). 03 nov 95. Diez minutos. Cuatro preguntas. 70
aspirantes. Un subteniente. 14 puntos como mínimo.

El examen de la licencia se maneja en cifras. Significa un
gasto de 16 mil sucres para la compra de una Ley de Tránsito y
Transporte Terrestre o dos mil sucres para un rústico manual
de ocho páginas que no ofrece garantías. De 50 a 120 minutos
para revisar el texto. Dos lecturas extras en casa y una más
en el camino a la Jefatura Provincial de Tránsito.

Si el tiempo para aprender escasea, basta aplicar los viejos
trucos aprendidos en secundaria como "pollas", "soplos" o
miradas al examen del vecino. En ambos casos -cuando se
estudia y cuando no- se necesita una dosis considerable de
buena suerte.

Después vienen los preparativos serios: la fila -que en
algunas ocasiones llega hasta la avenida Occidental- en el
turno de las 8h00 o de las 15h00. Las fotos tamaño carné en la
vereda contraria . Fotocopia de la cédula. La multa por haber
perdido el brevete anterior, la licencia caducada o el permiso
de aprendizaje de tres meses. Una hoja de papel y cualquier
esferográfico. Total de gastos "extras": de siete mil 500 a 12
mil sucres, en razón de fotos a color o en blanco y negro.

Los aspirantes ingresan al aula. El subteniente López hace su
discurso de presentación: "Sus nombres y apellidos. El número
de cédula. Tipo de licencia que va a sacar. Si eso no consta
en la hoja, no corrijo el examen".

"Si no tiene la multa, el permiso o el brevet anterior y su
cédula, es mejor que salga y no me haga perder el tiempo. Por
ahí venden unos manuales para sacar licencia, pero aquí lo
único que vale es la Ley de Tránsito", enfatiza.

"Yo no quiero ser el culpable de que ustedes no pasen, por eso
es mejor venir estudiando -replica, da vueltas por los
corredores y continúa- No conocer la Ley no es excusa para
nadie. Tampoco quiero que me vengan a rogar si la calificación
no les alcanza. Hay gente que ha rendido la prueba tres y
cuatro veces".

Finalmente, dicta las preguntas.

"En carretera, ¿a cuántos metros se debe realizar cambio de
luces? ¿Qué instituciones tienen placas color verde limón,
rojo y azul? ¿Cuál es el significado de acémila? ¿Cómo se
sancionan las contravenciones de primera clase?"

Varios rostros palidecen. Otros vuelven la vista a la hoja y
se rascan la cabeza. No falta el imprudente que pregunta
"¿acémila dijo? ¿Y eso qué será?".

López amenaza: "Señor, otra de esas y me veré obligado a
quitarle el examen". Los más estudiosos entregan la prueba en
menos de dos minutos. Los rumores corren por el aula. En la
puerta, un señor trata de explicarle a la esposa que las
placas verde limón corresponden a consejos provinciales. Que
acémila es una bestia o animal de carga que transita en la
carretera. Que el cambio de luces se debe realizar a 200
metros.

La señora no entiende. El tiempo termina y se recogen las
pruebas. Después viene la espera fatal. Los rostros de
sufrimiento. Las expresiones "no pasé esa pendejada", "la
tercera es la vencida", "mejor me voy a Latacunga".

El subteniente se acerca con las primeras pruebas a la puerta
y dicta los nombres de los "buenos estudiantes". Cada uno
recoge su hoja calificada y corre hacer la cola en el examen
de la vista. Después nombra a los no favorecidos: "Freire
González Juan Francisco, Cabascango Ramírez Luis, Quinteros
Luna José Edmundo, Ivanovich Ponce Gabriel Doctor". Regresa la
vista, esboza una pequeña sonrisa y dice "no pasaron".

Las cifras

Un promedio de cinco de cada 10 aspirantes a sacar la licencia
de conducir fallan el examen escrito de la Jefatura Provincial
de Tránsito.

La modalidad, que fue implantada hace unos meses por la
policía, ha sufrido diversas críticas por parte de los
conductores de vehículos.

De 150 personas que van diariamente a rendir el examen, entre
75 a 110 logran pasarlo -algunos en el tercer y cuarto
intento-. Los que no, deben acudir otro día, o las veces que
sean necesarias para ello.
Se han dado casos de conductores expertos que no han pasado el
examen, y de personas que no saben manejar que la han sacado a
la primera.

La mayor parte de licencias que se tramitan en Tránsito son
canjes de conductores categoría Sportman, con un promedio de
60 diarios.

En un número menor se presentan aspirantes a canjes de
licencias profesionales, brevetes -primera vez- sportman,
brevetes profesionales de tercera y primera categoría, canjes
y brevetes de motociclistas. Entre 30 y 40 personas van a la
Jefatura de Tránsito en busca de permisos de conducir
temporales y de aprendizaje.

En tanto, sacar la licencia "sin trampas" tiene sus bemoles.
La prueba de fuego: el examen de la licencia.

Algunas preguntas

- Identificar las placas por letras de provincia. ¿Cuáles
inician con W, H, C, X y S?

- ¿Qué instituciones tienen placas color verde limón, rojo y
azul?

- ¿Qué significa una luz roja intermitente?

- En carretera, ¿a cuántos metros se debe hacer cambio de
luces?

- ¿A cuántos metros se pone direccionales para curvar?

- ¿A cuántos metros de una señal de Pare o prevención se puede
parquear?

- ¿Cinco lugares donde no se puede estacionar un carro?
(además de los sitios que tienen letreros de "No parquear")

- ¿Qué se debe hacer si una llanta se le estalla mientras va
conduciendo?

- ¿Qué tipos de señales de tránsito existen?

- ¿Quién no puede tener licencia?

- ¿Cómo se sancionan las contravenciones de primera, segunda o
tercera clase?

- Clases de infracciones de tránsito.

- ¿Como se sancionan las infracciones de tránsito?

- ¿Cuáles son los organismos de Tránsito?

- ¿Qué es isla de seguridad?

- ¿Qué es vereda?

- ¿Qué es acémila?

Los vacíos del fatídico examen

Fuentes que provienen de la misma Jefatura Provincial de
Tránsito indican que el examen escrito para adquirir la
licencia de conducir "nunca fue tomado en serio". Quizás ese
sea el motivo para que la prueba presente vacíos de carácter
práctico y metodológico.

En primera instancia, se requiere ser un verdadero erudito
memorista para recordar las definiciones de 96 términos
vinculados al tránsito y contenidos en el "Reglamento de
acepciones concernientes a la Ley de Tránsito y Transporte
Terrestre". Algunos conceptos para aprenderse de memoria son
acémila, camión hormiguero, espaldón, peso bruto, zonas de
seguridad, etcétera.

De las cuatro preguntas, una o dos son interrogantes
concretas, que valen cinco puntos. Así por ejemplo, si el
subteniente López dicta: "¿A cuántos metros se debe cambiar de
luces en carretera?" y usted no responde "a 200 metros",
prácticamente ha reprobado.

Por otro lado, nadie se explica cuál es la utilidad práctica
de saber que existen cinco instituciones de tránsito, que la
placas color rojo corresponden a "vehículos de internación
temporal" o que el título de conductor de equipos camineros
requiere de exámenes "sicotécnicos y título de operador".

La Policía no se ha procurado por elaborar un libro oficial
que facilite la lectura y comprensión de los conductores y que
contenga lo que realmente se necesita saber. Tiene en sus
manos el "Manual de conductores de La Florida" pero no lo
utiliza. La Ley contiene un sin número de artículos que poco o
nada importan para conducir un vehículo. Se subdivide en 10
reglamentos diferentes y no todas las ediciones son
confiables.

Todo este desbarajuste provoca que gente con más de 30 años al
pie del volante repruebe tres y cuatro veces el examen
mientras un novato pero buen estudiante puede pasar en el
primer intento. No por nada, los 50 o 60 que fallaron en la
prueba, van en busca del tramitador o la palanca policial.
(Sucesos) (Diario HOY) (7A)
EXPLORED
en Ciudad Quito (Ecuador)

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