Guayaquil. 23.12.93. La renuncia irrevocable del director general
de Aduanas, Víctor Martínez, con apenas cuatro meses en
funciones, acusado de irregularidades por parte del legislador
gobiernista Edwar Crow, es apenas una ola dentro del inmenso mar
de la inmoralidad en la que se mecen muchos grupos de financistas
mayores y menores de este país, que ven en las aduanas el centro
de sus grandes negocios.

Crow en varias entrevistas de prensa, denunció que Martínez es
responsable de varias irregularidades, prueba ello es su propia
declaración cuando inició su gestión, de que lo intentaron
sobornar con 100 millones de sucres semanales, por parte de un
empresario a quien solo reconoció como "el burro", con la
condición de que "no escuchara, no hablara, no denunciara y que
se haga de la vista gorda" lo que en el argot aduanero se llama
"los cuatro monitos".

Martínez no se quedó atrás y en contrarréplica dijo que el
diputado Crow era evasor de impuestos de sus empresas.

Con la sangre en el ojo, el diputado primero anunció que
solicitaría al ministro de Finanzas, César Robalino la dimisión
de Martínez.

Como el ministro no reaccionó, Crow dijo entonces que presentaría
las pruebas de las irregularidades de Martínez ante el fiscal
general de la Nación Fernando Casares, aunque primero llamaría al
ministro a juicio político.

Esto obligó, al parecer a Robalino, (aparte de una sospechosa
importación de cervezas denunciada por el diputado Alvaro Luque)
a pedirle la renuncia a Martínez, lo que se efectivizó este lunes
en la tarde.

Por otro lado, Martínez, a lo largo de su gestión, había
denunciado ante los propios titulares de los gremios
empresariales de Guayaquil que la evasión de impuestos en las
aduanas sobrepasa los 550 mil millones de sucres. Incluso dijo
que desgraciadamente la ley no lo facultaba para ser más enérgico
puesto que existen artículos que ingresan al país subvalorados y
que por efectos de la misma ley no se le podía aplicar los
valores reales.

Sin embargo, las denuncias de Martínez nunca fueron comprobadas,
ni siquiera cuando se lo llamó a que declare en un juicio que se
inició en el juzgado tercero de la Corte de Justicia de
Guayaquil.

Voceros de la subsecretaría de Rentas alcanzaron a explicar que
la dimisión de Martínez se debió a las denuncias en su contra que
resintieron al ministro Robalino por cuanto el mencionado
funcionario nunca las pudo desvirtuar.

No bien se ha ido Martínez, ya se habla de varios nombres para
reemplazarlo, entre ellos el legislador purista Alberto Cárdenas
y el intendente general de Policía del Guayas, Roberto Ponce.

Un entendido en la materia, el ex subsecretario de Rentas Jorge
Zavala Egas, decía que el gobierno recaudando las rentas en las
Aduanas, no tendría necesidad de dictar medidas económicas.

"Hay suficiente evasión tributaria para controlarla y para
financiar dos presupuestos nacionales", decía en tono convencido
el ex diputado socialdemócrata.

En otras palabras, las Aduanas no recaudan más allá de 400 mil
millones de sucres anuales, es decir una cifra pequeña en
relación con el abultado presupuesto general del Estado que
supera los tres billones de sucres. Pero ¿a dónde se va tanta
plata?.

Y razón tiene Zavala cuando se conoce que las Aduanas son "la
niña bonita" de gobiernos, políticos, congresistas, gente de
muchos ceros en la cuentas corrientes, que creen que esa entidad
es la gallina de los huevos de oro, en donde con un palanqueo es
fácil enriquecerse.

Decenas de personas tiene su modus vivendi en las gestiones
comerciales que realizan en las Aduanas, ya sea la de Puerto
Marítimo o la de los aeropuertos o puertos. Total, en cualquier
sitio es bueno, no importan los problemas.

Para un empleado de la aduanas, tampoco es problema el sueldo, ya
que en un abrir y cerrar de ojos, o de bultos, diríamos, pueden
costearse no solo un mes de sueldo sino un año.

La manzana podrida

No puede escapar del diálogo el tema de la corrupción aduanera,
que en Guayaquil alcanza niveles insospechados. De Autoridad
Portuaria han salido caravanas de contenedores, cargados de
mercadería, sin que ninguno de los guardias lo notara, en un acto
de predigitación que las más avanzadas técnicas no podrían
camuflar. Fernando Torres, ex director general de Aduanas,
aclara que el problema no es de las aduanas.

- Los robos se producen en las bodegas de Autoridad Portuaria,
porque aduanas no tiene bodegas, salvo la de remate. Nadie se
queja de robos en las almaceneras, porque éstas sí responden
cuando algo se pierde. En las públicas nadie responde y ahí
desaparece de todo. Yo protesto porque se quejan de la aduana y
no es nuestra responsabilidad.

¿Es factible derrotar toda una tradición de contrabando?

Yo creo que al final siempre ganan los buenos, y las aduanas van
a ganar. El contrabando como tal es un mal endémico de todas las
sociedades, no solo del Ecuador. Incluso diría que es un deporte
internacional. Mire, cuando aquí las aduanas pagaban 150, 180 y
200 % de aranceles, la gente hacía malabares para pagar 80 y 90%.
Ahora que los aranceles son 20 %, la gente hace malabares para
pagar 10 o 5 %. Si pusieran aranceles en cero, la gente igual
haría malabares para pagar algo. Es parte de la idiosincracia de
nuestro pueblo tratar de buscarle siempre las cinco patas al
gato.

- ¿Se aumentarán las penas al contrabando?

- Nuestra idea es, aparte de todo, despenalizar el contrabando y
dejar de considerarlo un delito. Si usted revisa las cárceles de
la república, encontrará que poquísimos, quizás ninguno de sus
internos, está por causas de contrabando, a pesar que es una
falta que tiene 50 años en la legislación. En mi actividad
profesional he oído apenas uno o dos casos de gente condenada por
contrabandear, lo que demuestra que la que no sirve es la norma.

- ¿Cómo detenerlo entonces?

- Castigarlo con prisión no es la forma de reprimirlo. Para mí,
la forma de hacerlo, como todo delito, es quitándole el
incentivo, la utilidad, el beneficio. Si el importador tiene que
pagar poco, hay reglas claras y si lo puede hacer sin mucha
ciencia ni pérdida de tiempo, procederá por la línea derecha. A
los ecuatorianos los lleva violar la ley la complejidad de los
controles inútiles y el evitar tratar de caer en manos de
funcionarios inescrupulosos. Si le quitamos el incentivo a esa
mala práctica, es probable, no digo que sea seguro, que el
contrabando disminuya y que el fraude fiscal desaparezca.

- ¿Qué se ha hecho para agilitar el procedimiento aduanero?

- Cuando yo llegué aquí me encontré con una aduana obsoleta,
complicada, complicante, anacrónica y rodeada de personas
inescrupulosas que desmedran el trabajo del estado, -agrega el
director general-. Estaba tan mal que decidí darle la espalda a
esa situación y tratar de crear una nueva aduana, con el apoyo
del ministro Mario Ribadeneira y del subsecretario de Rentas,
Patricio Peña, que coincidían conmigo en estos postulados que nos
impusimos. Hablamos en ese entonces con el presidente y el
vicepresidente de la República, y estuvo de acuerdo en que el
problema solo se resolvería partiendo de cero.

- ¿Qué se ha conseguido?

- Se han producido cambios. Pregúntele a los usuarios cuánto se
demora un despacho y con qué frecuencia se detectan anomalías.
Se ven, todavía las hay, y no tengo empacho en comentarlas. Hace
pocos días se descubrió un manejo fraudulento en el despacho de
mercadería, aprovechándose el nombre de prestigiosas empresas; en
Esmeraldas acabamos de ver como una persona, aparentemente bien
intencionada, ha hecho un remate totalmente alejado de las
disposiciones legales. Y en Tulcán, se ha descubierto de una
forma casi casual que una funcionaria de recaudaciones estaba
aprovechando un mismo pago para duplicar, triplicar y
quintuplicar despachos aduaneros perjudicando al fisco con
decenas de millones de sucres.

- ¿A qué atribuye usted esta práctica inmoral?

- Obedecen a la complejidad del sistema, a la evidente impunidad
que estimula el delito y al hecho de las malas remuneraciones de
nuestros empleados. Por eso nosotros afrontamos primero al
elemento humano mediante capacitación, cursos de relaciones
humanas y de informática y otros aspectos que modernice y
dignifique el procedimiento aduanero. Eliminamos los vistos
buenos, los sellos, los timbres y las copias innumerables por
informática sencilla, insobornable y fácilmente entendible.

- ¿Funcionará esta modernización?

- No es necesario una legión de vigilantes. En México, por
ejemplo, se redujo el número del personal de más de 3.000
personas a 1.800, y casi se triplicó la recaudación. Lo que pasa
es que no puede comparar la aduana de hoy con la aduana del año
pasado, cuando habían aranceles altos y un dólar bajo. Hoy
mantenemos el dólar bajo y los aranceles también en pequeños
niveles.

- ¿Acogerá el usuario este llamamiento?

- En el momento que se clarifiquen las reglas del juego,
estimamos que mucha gente va a entrar en la legalidad y va a
aceptar seguir los procedimientos correctos. He conversado con
mucha gente, incluso antiguos amigos míos, y les he pedido que
hagan todo por el camino legal, pero lamentablemente todos temen
que mañana, cuando ya no estamos en la institución, se vuelva a
la antigua práctica.

Ex subdirector de Aduanas cuestiona procedimientos

El ex subdirector de Aduanas, Roberto Calderón, cuestionó
duramente el manejo de la anterior administración, que presidió
Víctor Martínez, asegurando que las reformas introducidas por
ella son las causantes directas de enormes perjuicios económicos
al Estado.

Todo lo bueno que se hizo a comienzos de este gobierno ha sido
desechado, pues en 90 días se preparó una nueva Ley de Aduanas,
que el Ejecutivo aprobó y envió al Congreso, si bien con las
observaciones de las cámaras de la producción, durmiendo hoy el
sueño eterno, porque en realidad no existe la voluntad del
gobierno de que siga adelante", dijo.

Calderón estimó que los actuales procedimientos aduaneros,
contemplados en la vieja Ley Orgánica de Aduanas, que en sí no la
califica de mala, "no están siendo tomados en cuenta por la
actual administración, dedicada a imponer normas y controles
negativos. Incluso, durante la última reunión entre empresarios
y la Comisión Aduanera del Congreso, se conoció que mientras en
octubre de 1992 se recaudaron 57.000 millones de sucre, en el
mismo mes de este año apenas entraron 45.000 millones, lo que
demuestra que los controles son ineficientes y los procedimientos
negativos".

Lamentó además que el centralismo llegue al extremo de llevarse a
Quito el plan piloto de modernización aduanera, quitando así la
posibilidad de que los guayaquileños demostremos que podemos ser
eficientes.

Policía Aduanera con mayor potestad

El ex funcionario advirtió que con la aprobación del reglamento
de la ley, el pasado mes de mayo, se otorga una inexplicable
potestad a la Policía Militar Aduanera, "lo que lleve a que se
esté aforando toda la mercancía, con vistaforadores sin autoridad
y obligando a revisiones físicas de toda la carga".

"En el medio se conoce quienes son los industrias e importadores
profesionales, que cumplen y presentan una buena declaración, y
quienes son los informales que se valen de tramitadores. Si no
se toma en cuenta esa figura, nunca se podrá cambiar el
funcionamiento de las aduanas".

Maldonado

De su lado, el secretario general de la Administración, José
Vicente Maldonado, dijo que el gobierno dentro de su plan de
reforma estructural del Estado, ha planteado al Congreso la
reforma a la Ley General de Aduanas, con el fin de combatir "la
estructura corrupta de las aduanas".

Maldonado dijo que esa ley está en manos del Congreso hace 10
meses sin que la haya topado aún.

De tal manera que no se puede decir que este gobierno no ha
enfrentado con responsabilidad esta situación.
EXPLORED
en Ciudad N/D

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