Quito. 02.06.94. Una generalizada protesta fue evidente ayer en
contra de la última alza de los precios de los combustibles.
Gremios de la producción, de los transportistas, dirigentes
políticos, y diputados expresaron su opinión contraria a la
medida.

El ministro de Finanzas intentó explicar el complicado mecanismo
"técnico" que -dijo- sirvió de base para el incremento. Pero los
detractores del Gobierno aseguran que su intención es la de
recoger sucres, a través de encarecer la gasolina, para comprar
divisas y cumplir los compromisos derivados de la renegociación
de la deuda externa.

La ciudadanía en general no llega a entender que pese a la
recuperación de los precios del crudo en los mercados
internacionales, se de un alza que -se dijo- tenía originalmente
el propósito de compensar precisamente posibles bajas en los
precios de los hidrocarburos. Sin embargo, el mecanismo que
utiliza el Gobierno es bastante más complejo y toma en cuenta
diversas variable.

GALIMATIAS SUBE LOS PRECIOS

Un verdadero sistema de murallas destinado a garantizar al Fisco
un flujo estable de ingresos por la venta interna de derivados
de petróleo (a costa del consumidor) es el que se encuentra en
vigencia y el que ahora impide que los precios de los
combustibles se reduzcan en el momento en que suben los del crudo
de exportación, que es el caso de estos días.

Según el reglamento expedido por el Presidente de la República, a
fines de enero pasado, los precios de los combustibles se fijan
tomando en cuenta los siguientes factores: el primero, los
precios de los derivados en el mercado mundial; en segundo lugar,
la cotización del dólar en el país; y, tercero,los precios del
crudo ecuatoriano de exportación.

Los dos primeros elementos sirven para fijar un primer valor a
los combustibles a los que luego se les añade el arancel
ad-valorem, de acuerdo a una tabla elaborado para el efecto.

Ese arancel es la primera muralla que protege al Fisco de
cualquier reducción de los ingresos por una eventual baja de los
precios de los derivados en los mercados internacionales. En
efecto, la tabla referida establece porcentajes de arancel que
son más altos, en la medida en que los se reducen los precios en
el mercado mundial y que se reducen en la medida en que ellos
suben.

Así, por ejemplo, si el precio de la gasolina en el mercado
mundial estuviese en menos de 0.209 centavos de dólar, el arancel
con el que se le carga a ese producto es del 400%. Sin embargo,
si subiese a 0.512 centavos de dólar, el recargo arancelario será
únicamente del 60%.

Al valor de los combustibles fijado de esa manera, se le añade el
correspondiente al impuesto al valor agregado, y ese es el valor
definitivo del combustible.

La segunda muralla, es el denominado arancel específico, cuyo
propósito es compensar las pérdidas de ingresos fiscales que
pudieren originarse en una reducción del barril de crudo por
debajo de los trece dólares, en el caso de este año.

En efecto, en este caso también existe una tabla según la cual,
si el crudo ecuatoriano de exportación se encuentra por encima de
los trece dólares, no se aplica este tipo de arancel. Pero si se
ubica por debajo de ese nivel, se le aplica a la gasolina un
recargo (arancel específico) que es mayor mientras más bajo es el
precio del crudo.

Así por ejemplo, en el caso de que el petróleo tuviese un precio
de 12.75 dólares el barril, el arancel aplicable a la gasolina
extra es 43 sucres. En cambio se bajase a menos de 6.5 dólares,
el recargo por galón sería de dos mil sucres.

Este arancel, no se aplicó en los primeros cuatro meses de
vigencia del nuevos sistema de precios -de febrero a mayo
últimos-, pero se comenzó a aplicar a partir de este mes de
junio, de acuerdo con las disposiciones transitorias del
reglamento que abrieron una primera etapa de prueba para el
funcionamiento del sistema.

En efecto, este recargo arancelario para el caso de la gasolina,
según reveló el ministro de Finanzas, César Robalino, es de 221
sucres para la gasolina super y de 174 sucres para la llamada
extra, que es la de mayor consumo.

Pero el sistema tiene otros elementos que lo apuntalan. Los
precios del crudo que sirven de referencia para determinar si es
aplicable o no el arancel específico no corresponden ni al último
mes, ni a los que Petroecuador vende a sus clientes.

En realidad, se trata de los precios promedio del trimestre que
precede a la fecha en que se establece el precio de los
combustibles y se lo calcula no en base a aquel que Petroecuador
negocia con sus clientes, sino a aquel que recibe el ministerio
de Finanzas, que obviamente es menor, entre otras razones, porque
lo hace treinta días después.

Ello quiere decir que, por ejemplo, para el caso de los precios
de los derivados de este mes de junio, la referencia a tomarse en
cuenta es el promedio de marzo, abril y mayo, que según el
ministro Robalino, es de 12.32 dólares por barril, y no los 15
dólares a los que ahora vende la empresa estatal ecuatoriana.

Un elemento nuevo, no contemplado en el reglamento, pero
esgrimido ayer por el ministro Robalino como factor a tomarse en
cuenta en la fijación de los precios es el nivel esperado de
exportación de este año, que según dijo, es de 93 millones de
barriles, meta que no se está cumpliendo, lo que anticipa una
reducción de los ingresos fiscales, que debe ser compensado de
alguna manera.

ENROJECIO ROBALINO AL DESCUBRIRSE SU SECRETO

Uno de los secretos mas cuidadosamente guardados por el ministro
de Finanzas César Robalino, fue develado ayer durante la
conferencia de prensa que dio para explicar el alza del precio de
los combustibles.

El ministro enrojeció y tardo cerca de 15 minutos -en medio de
disgresiones sobre otros temas- en terminar de responder una
pregunta de HOY acerca de las cifras que en concreto había
utilizado para fijar los precios del mes de junio.

En efecto, en las largas y persistentes explicaciones que
diversas autoridades gubernamentales han dado sobre el
funcionamiento del nuevo sistema de precios, siempre eludieron
precisar cifras respecto al precio de los derivados en el mercado
internacional, la cotización del dólar y la del crudo que toman
con referencia, datos indispensables para verificar las
decisiones que adoptan sobre el precio final de los derivados al
consumidor nacional.

"No pensé que ustedes iban a llegar a tanto detalle", dijo al
explicar su demora a la posterior insistencia de los periodistas
sobre ese tema.

En efecto, en principio el ministro comenzó a dar cifras
"aproximadas", mientras sus asesores iban y venían con
documentos, ninguno de los cuales, al parecer contenía los datos
que solicitaban los periodistas.

OTROS DATOS

- Hasta ayer, y desde que entro en vigencia el nuevo sistema de
precios (febrero de 1994), los elementos utilizados para fijarlos
fueron los precios internacionales de los derivados, la
cotización del dólar de las operaciones del Banco Central del
Ecuador, el arancel ad-valorem y el impuesto al valor agregado.

- A partir de ayer se introdujo un nuevo elemento: el arancel
específico, con el argumento de que los precios internacionales
del crudo ecuatoriano se encuentran por debajo de los trece
dólares el barril.

- De acuerdo con el titular de Finanzas, el precio internacional
de los derivados tomado como referencia para este mes de junio
fue de 0.4463 centavos de dólar para la gasolina extra y de
0.5519 para la gasolina super 90.

- La cotización del dólar fue de 2.168 sucres y el precio del
barril de crudo fue de 12.12 dólares.

- El arancel ad-valorem aplicado a la gasolina extra fue del 120%
y a la gasolina super, de 115%.

- El arancel específico, en cambio fue de 174 sucres por galón
para la gasolina extra y de 221 sucres para la misma unidad de
medida para la super. (3A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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