En Ecuador hay pocas expectativas sobre resultados del encuentro de cancilleres, luego de 18 meses del rompimiento de las relaciones, tras el ataque de Angostura
Ayer el canciller de Ecuador, Fander Falconí, descartó que como resultado de la primera cita oficial con su homólogo de Colombia, Jaime Bermúdez, que tendrá lugar hoy en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, se produzca el restablecimiento inmediato de las relaciones diplomático-políticas, rotas el 1 de marzo del 2008.
Ese día, el Ejército de Colombia, al mando de Juan Manuel Santos, a esa fecha ministro de Defensa del vecino país, bombardeó un campamento que las FARC habían instalado en Angostura, dentro del territorio ecuatoriano, en el que murieron 26 guerrilleros, entre ellos Raúl Reyes, segundo mando del grupo rebelde y el ecuatoriano Franklin Aisalia.
"No podemos esperar que las relaciones se reanuden con una conversación. Es el inicio de un proceso que tiene que irse consolidando", dijo Falconí, ayer antes de viajar a Estados Unidos.
Si bien en las últimas semanas el Gobierno de Álvaro Uribe bajó el tono de denuncias sobre supuestas vinculaciones de ex funcionarios del Gobierno de Rafael Correa con las FARC, hasta el momento no ha cumplido otras cuatro condiciones fijadas por el Ecuador para el restablecimiento de la relación bilateral.
Por eso, el asambleísta Fernando Bustamante (AP), presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea, prefirió tomar con prudencia este primer acercamiento. "Si no hay satisfacción colombiana a las condiciones de Ecuador, no podría haber un avance real", señaló. Entre lo pendiente, el oficialista mencionó que, a un año y medio del bombardeo, Colombia aún no ha entregado la información de cómo se produjo el ataque, la lista de sus autores y la aclaración respecto a la participación de terceros países.
El Gobierno de Rafael Correa presume que en la incursión armada del 1 de marzo colaboró Estados Unidos a través del Puesto de Operaciones de Avanzada que ese país mantenía en la Base de Manta.
Bustamante coincidió con Falconí: "Este no es un camino inmediato, no es cuestión de darse las manos, sonreir y decir que aquí no ha pasado nada", comentó.
Cynthia Viteri, (del opositor PSC), hizo votos para que este tema no sea manejado en función de la popularidad de los mandatarios de ambos países.
El ex vicepresidente y delegado del Ecuador a la OEA, Blasco Peñaherrera Padilla, calificó al distanciamiento de Colombia como un capricho del Gobierno de Rafael Correa. "Ecuador debe dejar esa cantaleta y aceptar las disculpas de Colombia por el bombardeo", agregó. (SC-VYJ-MEVO)
Audio:
Antonio Navarro Wolf habla sobre la relación Ecuador-Colombia
Ayer el canciller de Ecuador, Fander Falconí, descartó que como resultado de la primera cita oficial con su homólogo de Colombia, Jaime Bermúdez, que tendrá lugar hoy en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, se produzca el restablecimiento inmediato de las relaciones diplomático-políticas, rotas el 1 de marzo del 2008.
Ese día, el Ejército de Colombia, al mando de Juan Manuel Santos, a esa fecha ministro de Defensa del vecino país, bombardeó un campamento que las FARC habían instalado en Angostura, dentro del territorio ecuatoriano, en el que murieron 26 guerrilleros, entre ellos Raúl Reyes, segundo mando del grupo rebelde y el ecuatoriano Franklin Aisalia.
"No podemos esperar que las relaciones se reanuden con una conversación. Es el inicio de un proceso que tiene que irse consolidando", dijo Falconí, ayer antes de viajar a Estados Unidos.
Si bien en las últimas semanas el Gobierno de Álvaro Uribe bajó el tono de denuncias sobre supuestas vinculaciones de ex funcionarios del Gobierno de Rafael Correa con las FARC, hasta el momento no ha cumplido otras cuatro condiciones fijadas por el Ecuador para el restablecimiento de la relación bilateral.
Por eso, el asambleísta Fernando Bustamante (AP), presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea, prefirió tomar con prudencia este primer acercamiento. "Si no hay satisfacción colombiana a las condiciones de Ecuador, no podría haber un avance real", señaló. Entre lo pendiente, el oficialista mencionó que, a un año y medio del bombardeo, Colombia aún no ha entregado la información de cómo se produjo el ataque, la lista de sus autores y la aclaración respecto a la participación de terceros países.
El Gobierno de Rafael Correa presume que en la incursión armada del 1 de marzo colaboró Estados Unidos a través del Puesto de Operaciones de Avanzada que ese país mantenía en la Base de Manta.
Bustamante coincidió con Falconí: "Este no es un camino inmediato, no es cuestión de darse las manos, sonreir y decir que aquí no ha pasado nada", comentó.
Cynthia Viteri, (del opositor PSC), hizo votos para que este tema no sea manejado en función de la popularidad de los mandatarios de ambos países.
El ex vicepresidente y delegado del Ecuador a la OEA, Blasco Peñaherrera Padilla, calificó al distanciamiento de Colombia como un capricho del Gobierno de Rafael Correa. "Ecuador debe dejar esa cantaleta y aceptar las disculpas de Colombia por el bombardeo", agregó. (SC-VYJ-MEVO)
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