Quito. 6 dic 96. Quito tiene un reto: ponerse a la altura de las
ciudades latinoamericanas para enfrentar el próximo siglo.
Y en ese trabajo no hay que desmayar. Es la gran labor que se
debe realizar.

Según Fernando Carrión, especialista en Desarrollo Urbano, el
próximo siglo será el de las ciudades y quedarán a la zaga los
estados. Su apreciación tiene bases: el 80 por ciento de la
población latinoamericana vive en los sectores urbanos. Y serán,
entonces, los municipios los que encaren su desarrollo.

Quito es una ciudad que ya vive ese fenómeno. Y el Municipio es
el organismo que negocia directamente con las entidades
internacionales, por ejemplo, los préstamos para las obras que
necesita la ciudad.

A Carrión no le sorprende el crecimiento de la ciudad. Y lo
compara como una mano: conformada por la parte central, que
corresponde al centro histórico. Los cinco dedos serían los
cincos valles que muestran un crecimiento importante: Pomasqui,
Cumbayá, Tumbaco, Los Chillos y Machachi. La tasa poblacional es
más alta en los valles que en la zona urbana y, poco a poco, los
dedos de esa mano se van uniendo y quedará un solo puño, un Quito
enorme.

Carrión advierte que en Quito se han dado varios fenómenos. El
uso del suelo, por ejemplo: sitios como El Batán, El Recreo, La
Mariscal. En estos sitios, el crecimiento es horizontal. Se están
derrocando las casas de uno, dos y tres pisos para dar pasos a
los grandes edificios.

"En el caso de La Mariscal el fenómeno es más interesante: nació
como residencial, era una ciudad jardín; luego, se cambió a un
sector administrativo y en un nuevo centro de la ciudad; pero su
tercera etapa, muestra a un sector que está cayendo en la
degradación", afirma.

Por ello, según Carrión, el centro de Quito va más al norte: se
han transformado en centros de comercio importantes, sectores
como las avenidas Amazonas, 10 de Agosto, Naciones Unidas,
República de El Salvador, la 6 de Diciembre, entre otras.

También hay que anotar que la presencia del trolebús ha dado otra
fisonomía a la ciudad.

Pero también se dan paradojas: Quito crece y también enfrenta un
fenómeno de reurbanización.

El que sufre el problema de esto último, según Carrión, es el
presupuesto de la ciudad: se debe gastar en sectores nuevos y en
una ciudad construida.

Serán fuertes las inversiones, por ejemplo, para la
repavimentación, para la construcción de nuevos intercambiadores
(como el de la Villaflora, el de la Universidad Central), la
ampliación del trolebús, que costará más de lo que se invirtió
en su instalación.

Pero son obras necesarias para que la población tenga las
comodidades básicas para vivir. Y en ello, dice Carrión, debemos
colaborar todos si queremos que Quito siga siendo una ciudad
acogedora.

El futuro depende de los quiteños

El crecimiento horizontal, si bien beneficia porque en poco
espacio de terreno se ubica gran cantidad de personas, también
genera otro tipo de necesidades: se deben ampliar los servicios
básicos por la cantidad de habitantes que los requieren.

Otro fenómeno que se registra es el que tiene que ver con el
cambio de modelo: de lo estatal a lo privado. Antes, junto a una
oficina pública se ubicaban los negocios. Ahora, son las oficinas
públicas las que deben acercarse a donde están los centros
comerciales.

La zona comercial de la ciudad se ha extendido por varios
sectores. En especial, en sitios como los valles, que han sido
los de mayor progreso. Dos claros ejemplos son los valles de
Cumbayá y Los Chillos. No únicamente porque se están poblando en
forma rápida sino porque también los negocios se encuentran
creciendo aceleradamente.

Y para enfrentar el futuro de la ciudad, no hay más que ponerse
a tono, según Carrión, desarrollando los servicios de
comunicación: teléfonos, carreteras, aeropuertos. Además, se debe
aumentar la productividad; en caso contrario, se corre el peligro
de quedarse a la zaga.

Todo dependerá de los esfuerzos de sus autoridades y el apoyo que
brinde su comunidad.

Avanzan grandes obras para Quito

Una serie de obras realiza el Municipio Metroplitano de Quito.
Varias de ellas se encuentran en camino.

Resurge la Compañía

Dorados, mamparas, retablos y esculturas del interior de la
iglesia de La Compañía de Jesús recobran vida a través de varios
trabajos desarrollados por la Unidad de Fondo de Salvamento. En
el interior de la iglesia se desarrollan algunos frentes de
restauración.

Carne con calidad

El Camal Metropolitano de Quito, en funcionamiento desde 1995,
cumple las normas higiénicas para ofrecer productos de alta
calidad.

Las reses son sometidas a control sanitario para determinan el
estado de salud de los animales por ser faenados. En los mercados
se realiza un estricto control para evitar el ingreso de carne
faenada clandestinamente y precautelar la salud de la población.

Arreglo de los túneles

Los túneles de San Juan, San Roque y San Diego son rehabilitados
en forma integral. Se beneficia a conductores de más de 28.000
vehículos que transitan diariamente. El costo asciende a 6 mil
515 millones de sucres. Entre los beneficios que ofrece la obra
están: mejor control del tránsito, en lo que se refiere a
velocidad y contaminación.


Trole llevó a 37 millones

En 11 meses de operación, el trolebús transportó 37 millones de
pasajeros, cifra que representa tres veces la población total del
país.

El pasado octubre se movilizaron 4 millones 742 mil 777
pasajeros. Diariamente el sistema transporta un promedio de 150
y 160 mil usuarios, con 50 troles operativos.

El récord de pasajeros en un día se registró el viernes primero
de noviembre, cuando se transportaron 187 mil 500 usuarios.

Pana norte más amplia

Se construye la última etapa de los trabajos de canalización y
avanza la colocación de la estructura del pavimento en los ocho
carriles de la Panamericana Norte, desde Carapungo hasta
Calderón.

Además, los pasos elevados de la entrada y salida de Calderón
están en su última etapa. También se construyen pasos peatonales
para facilitar la circulación de las personas. El proyecto, en
general, tiene un costo de 25 mil millones de sucres.

Taller para los artistas

El taller municipal de esculturas Las Cuadras se convirtió en
1990, año en el que se creó, en laboratorio de artistas
nacionales y extranjeros. Allí se transformó el hierro, la
madera, el mármol y otros materiales en obras de arte para los
espacios públicos de la ciudad. (DIARIO HOY) (P. ESPECIAL)
EXPLORED
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