Quito. 21 jul 98. ¿Alguna vez le ocurrió que después de
instalar la copia de un programa su computador se contagió
inexplicablemente de un virus? Si su respuesta es positiva,
forma parte de las estadísticas que señalan que hay un 75% de
probabilidades de que el programa instalado haya sido una
copia ilegal (pirata) en lugar de uno original.

A veces con intención de lucro por parte de empresarios, a
veces por desconocimiento del comprador, la piratería en el
medio es tan generalizada, que la recientemente aprobada Ley
de Propiedad Intelectual no mereció críticas, sino aplausos
por parte de los productores de programas de computador
(software), tanto nacionales como transnacionales.

A diferencia de otras actividades económicas susceptibles de
ser afectadas por la piratería, la industria del software
tiene identificado, claramente, el efecto de la copia ilegal.

A nivel mundial en 1997 se perdieron 11 billones 400 millones
de dólares por la piratería en software, según un estudio
realizado por Investigación y Planeamiento Internacional (IPR
por sus siglas en inglés) conjuntamente con la Alianza del
Negocio del Software (Business Software Alliance-BSA) y la
Asociación de Publicaciones de Software (SPA) en 1998.

Impacto en Latinoamérica

Este estudio determina que en América Latina el impacto de la
piratería es superior al promedio general: mientras el 40% del
software comercializado mundialmente en 1997 era ilegal, en la
región latinoamericana este porcentaje alcanzó el 62%.

En Ecuador la situación es distinta. La cifra de piratería
representa el 75% del volumen de software comercializado
anualmente.

Esto representa para el país pérdidas por más de 16 millones
de dólares anuales, según el estudio Impacto de la Industria
del Software Empacado en las Economías Latinoamericanas,
realizado en 1997 por Price Waterhouse a pedido de la BSA.

¿Cómo altera la ley este panorama? El jurista Bernardo Tobar,
experto en protección de la propiedad intelectual y
representante de la BSA, considera que tres cambios se
introducen en el escenario: la implantación de medidas
cautelares, la creación del Instituto Ecuatoriano de Propiedad
Intelectual y el establecimiento de nuevos tipos penales y el
aumento de las penas por el delito de piratería.

El establecimiento de medidas cautelares, explica Tobar,
permite realizar inspecciones sorpresivas a establecimientos
en los que se presuma se comercializan productos piratas. Esto
evitará que el autor de la ilegalidad esconda o destruya la
evidencia, como ocurrió hasta ahora.

En cambio, la creación del Instituto Ecuatoriano de Propiedad
Intelectual es interpretada como una garantía por parte del
Estado de que el tema no atañe únicamente al afectado, pero a
la sociedad en su conjunto, explica Tobar.

En cuanto a penas, éstas pueden extenderse hasta tres años, en
el caso de reproducciones no autorizadas de software. Además,
se fijan sanciones de hasta cinco veces el valor de la copia
autorizada.

"La ley es la más moderna en América Latina", dice Santiago
Piñeiros, presidente de Aesoft, organización que agrupa a
compañías foráneas y a las cinco grandes productoras
nacionales de software, entre ellas Macosa, Multisoft y
Softuno.

Desarrollo de software

La nueva ley -asevera Piñeiros- incentivará la inversión para
el desarrollo del software a nivel nacional puesto que es una
actividad de alto riesgo: si se invierten -por citar un
ejemplo- cien millones de sucres en el desarrollo de un
producto, recién después de un año se puede aspirar a
recuperar el 30%.

Del total de software comercializado en el medio, apenas un 7%
es producido localmente, según estimaciones de Piñeiros quien,
sin embargo, cree que en los últimos dos años la producción
registra una tendencia creciente. La vigencia de la Ley
acentuará la tendencia, prevé Piñeiros.

Y es que los productores nacionales son los más perjudicados
por la piratería y los que mayores protecciones requieren,
dice Tobar. "Para ellos, la competencia desleal y la
falsificación significa la desaparición".

La Ley está en plena vigencia pese a la falta de reglamento,
asevera Tobar, quien informa iniciar un promedio de una
demanda por semana.

Miguel Jaramillo, economista a cargo de la unidad de proyectos
de la Fundación Ecuador, encuentra que la Ley facilitará la
llegada de inversión foránea en este y en otros campos.
"Perú, por ejemplo, vio crecer la inversión foránea en el 80%
en 1996 a partir de la vigencia de la Ley de Propiedad
Intelectual", asevera.

Los seis disfraces de la piratería

QUITO.- Al menos seis formas de piratería son las prácticas
usuales en el medio.
La más generalizada es el caso del comprador de buena fe,
quien cree que adquiere un producto autorizado pero en
realidad se trata de una copia ilegal.

Otro caso típico es el comprador de determinado número de
licencias, pero que luego reproduce los programas en números
superiores a los autorizados.

El tercer caso consiste en la compra de un programa por parte
de una empresa u organización y en la reproducción del
programa en varias terminales.

Según el marco legal vigente, cada terminal debería tener
autorización expresa.

Una cuarta posibilidad se refiere a la venta de computadores
con software preinstalado, sin licencia ni autorización, como
argumento de ventas, pues el valor del paquete es inferior del
predominante en el mercado.

Una práctica muy difundida es la piratería en CD Rom en discos
digitales: hay en el mercado máquinas reproductoras que además
de ser baratas, están habilitadas para tomar programas
(navegadores, autocad, adobe illustrator, por citar ejemplos).

Otro caso es el producto falsificado prácticamente a la
perfección: con etiqueta y licencia.

Bernardo Tobar advierte que uno de los programas más
susceptibles de ser pirateado de esta forma es autocad (para
diseño arquitectónico), que se adquiere fácilmente en 1.500
dólares pero que debe costar el doble.

Santiago Piñeiros expresó que los productos de software deben
contar con una licencia que certifique su autenticidad y que
los compradores deben estar al tanto de los precios
predominantes en el mercado legal, para no ser sorprendidos
por los falsificadores.

La comercialización del software en el medio se divide en
cuatro categorías: el producto compartible (como por ejemplo
una versión antivirus) pueden comprarse en menos de 100
dólares; el producto de venta al público (tipo Windows 95 o
Windows 98 y otros sistemas operativos) pueden encontrarse
entre 100 y 200 dólares, mientras que un tercer tipo de
productos especializados se encuentra entre 300 y 400 dólares.
El mercado objetivo, es decir, un producto diseñado a la
medida del cliente no puede encontrarse en menos de 2.000
dólares.

La piratería en cifras

QUITO.- En América Latina, el software empacado produjo 2.820
millones de dólares en ventas totales en 1996 y aportó 5.050
millones a la actividad económica total de la región, según el
informe Impacto de la Industria de Software Empacado en las
Economías Latinoamericanas.

En ese año, la industria generó 114.569 empleos y contribuyó
1.150 millones de dólares en impuestos anuales, directa o
indirectamente.

Según las proyecciones del estudio, el crecimiento anual se
ubicará en el 35%, lo que determinará que en el año 2000 se
generen 9.390 millones de dólares en ventas finales, con un
total de 218.853 empleos.

El estudio determina que si la tasa de piratería (del 68%)
hubiera sido inferior en el 15%, se habría generado 29.557
empleos adicionales y 300 millones de dólares en
contribuciones fiscales.

En el Ecuador, en 1996 la industria del software generó 1.006
empleos y 9 millones de dólares en impuestos. El software
empacado produjo 30 millones de dólares en ventas netas, de
los cuales 6 millones corresponden al software de negocios
para PC (computadores personales).

El mismo estudio proyecta que en el año 2000 la industria del
software llegará a 218 millones de dólares.

Piratería en stereo

QUITO.- Antes de la existencia de casetes de audio, Ecuador
tenía 20 compañías de grabaciones. Pero las grabaciones
piratas comercializadas en espacios públicos de las grandes
ciudades redujeron el número de industrias a dos.

En el folleto Propiedad intelectual: su importancia en el
desarrollo económico, Fundación Ecuador presenta este
diagnóstico sobre el impacto de la piratería en otras
actividades económicas.

El caso de un comediante muy conocido, que invirtió sus
recursos en la producción de un vídeo con su trabajo, es
presentado en el mismo estudio, que sirvió de sustento para la
elaboración de la Ley, y que fue editado en junio de 1997.

Miguel Jaramillo cita el caso del productor Camilo Luzuriaga:
habría vendido 50 ejemplares de la película La Tigra, pero
conocía que circulaban más de 5.000 copias ilegales en el
medio. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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