LA CUENCA DEL PACIFICO
Por: Dra. Wilma Salgado Tamayo

Quito. 10 oct 97. Aún cuando el Ecuador se encuentra
localizado geográficamente en la Cuenca del Pacífico, no forma
parte del grupo de naciones económicamente dinámicas de esa
zona, la mayoría de las cuales están localizadas en la
vertiente asiática del Pacífico, Asia- Pacífico, hacia donde
se viene desplazando de manera irreversible, el centro de
gravitación de la economía y la política mundiales, por el
espectacular crecimiento económico seguido por esos países en
los últimos veinte años.

En la Cuenca del Pacífico confluyen países con una diversidad
de condiciones económicas, coexistiendo el auge con la
decadencia, inmensas posibilidades pero también graves
problemas, los mismos que deben considerarse al explorar las
posibilidades de inserción del Ecuador en la zona dinámica de
dicha Cuenca.

En este artículo, se analizan, por lo tanto, en primer lugar
las diferentes dinámicas seguidas por la economía de los
países que confluyen en la Cuenca del Pacífico y el
consecuente reordenamiento de la economía mundial en curso:
crecimiento espectacular de la producción y el ingreso en
Asia, estancamiento en los años ochenta y luego crecimiento
notablemente inferior al asiático en América Latina en los
noventa; y, crecimiento lento con tasas de desempleo en
ascenso en los países industrializados. En segundo lugar, se
analiza la repercusión que el reordenamiento de la economía
mundial en curso ha tenido sobre las políticas y prácticas
comerciales internacionales de los países industrializados y
sobre el sistema mundial de comercio en general, en el que se
muestra la existencia de relaciones de confrontación entre los
países y regiones; en tercer lugar, se analiza la relación
entre los procesos de relocalización industrial registrados en
el Asia- Pacífico y la cooperación extendida en dicha región,
incluidos los esquemas institucionales existentes; finalmente
se plantean algunas reflexiones e interrogantes que es
necesario tener presente, al considerar las posibilidades de
inserción del Ecuador en la zona dinámica de la Cuenca del
Pacífico.


CRECIMIENTO ESPECTACULAR DE LA PRODUCCION Y EL INGRESO EN ASIA

Los países en desarrollo de Asia, aún tomados en conjunto, han
mantenido un ritmo de crecimiento promedio, en los últimos
veinte años, -de alrededor del 7% tasa superior incluso a la
que experimentaron los países industrializados en la larga
etapa de prosperidad que vivieron en la posguerra, 1950-1973,
conocida como la edad de oro del desarrollo económico, que fue
de alrededor del 5% .


El sostenido y acelerado crecimiento económico de los países
en desarrollo de Asia, ha permitido a algunos de ellos,
igualar e incluso superar el nivel de ingresos percápita de
muchos países industrializados, miembros de la Organización de
Cooperación y Desarrollo Económico -OCDE-. Así, en 1995, el
ingreso percápita de Singapur, del orden de 27.360 dólares fue
superior incluso al ingreso percápita de Estados Unidos -de
26.790 dólares- y fue superado solamente por seis de los
veinte países miembros de la Organización de Cooperación y
Desarrollo Económico -OCDE-: Alemania, Suiza, Austria,
Dinamarca, Noruega y Japón. El ingreso percápita de Singapur,
casi duplicó el ingreso percápita de España en 1995: 27.360
dólares, frente a 14.290 dólares, respectivamente .


Los países de América Latina en promedio, se encuentran a
mucha distancia de los países asiáticos . Así, en 1995, el
país del ingreso percápita más alto dentro de América Latina
fue Argentina, con 8.460 dólares, seguido de Brasil, con 4.870
y de Chile con 4.070 dólares. El ingreso percápita de
Argentina en 1995 equivalió a menos de la tercera parte del
ingreso percápita de Singapur, mientras que el ingreso
percápita de Brasil y Chile fue de apenas el 18% y el 15%,
respectivamente -esto es menos de la quinta parte- del ingreso
percápita de un habitante de Singapur.


El Ecuador tuvo un ingreso percápita de 1.560 dólares, lo que
significa que un habitante de Singapur tuvo en promedio, en
1995 un ingreso equivalente a quince veces y media el ingreso
de un ecuatoriano.

Es necesario anotar sin embargo, que tanto al interior de Asia
como de América Latina existen enormes diferencias entre los
distintos países miembros de cada región, lo cual muestra la
heterogeneidad de situaciones que caracterizan a los países en
desarrollo.

CRISIS DE LA DEUDA PROFUNDIZO DISTANCIA ENTRE AMERICA LATINA Y
ASIA.


El crecimiento promedio de los países en desarrollo de Asia ha
sido superior al de los países de América Latina en los
últimos veinte años, pero la mayor distancia se produjo a
partir de los años ochenta, en que América Latina se sumió en
la denominada "crisis de la deuda" y los sucesivos paquetes de
estabilización y ajuste, que dieron como resultado una tasa de
crecimiento promedio anual de apenas el 1% en la década,
frente a una tasa promedio de alrededor del 7% en los países
asiáticos.


Entre 1990 y 1994, aún cuando la economía de América Latina se
recuperó frente al pobre desempeño de la década de los
ochenta, impulsada por el ingreso de capitales que dió fin a
las transferencias hacia los acreedores extranjeros realizadas
durante los ochenta, su ritmo de crecimiento continuó siendo
notablemente inferior al registrado por los países asiáticos
en desarrollo -2.5% frente a 7.2%, respectivamente-.

En 1995, la distancia se profundizó aún más, entre un ritmo de
crecimiento promedio de 8.7% enlos países en desarrollo de
Asia , y un ritmo de crecimiento promedio de apenas 0.6% en
América Latina ; esto significa que en 1995, Asia creció a
una tasa anual equivalente a 14.5 veces la registrada en
América Latina.


El ingreso de capitales extranjeros a América Latina en los
años noventa, ha estado constituido en su mayor parte, por
capital de corto plazo, atraído por el diferencial entre las
tasas de interés locales y las tasas de interés
internacionales; y por las oportunidades rentables de
inversión, asociadas a los procesos de privatización de
empresas públicas.

La interrupción del flujo de capitales hacia la región,
registrada entre mediados de 1994 y mediados de 1995, afectó
en forma drástica a la economía de los grandes receptores de
capitales del primer quinquenio 90-94: México y Argentina.
Esta constituyó una severa advertencia sobre los riesgos que
enfrentan los países cuyas economías se basan en el ingreso de
capitales de corto plazo, para financiar sus crecientes
déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, como
sucede en todos los países de América Latina, aún cuando hay
diferencias importantes en cuanto a la proporción en que cada
país depende del ingreso de capital de corto y de largo
plazos.


HETEROGENEIDAD DE LOS PAISES DE LA CUENCA DEL PACIFICO.

La información mencionada en párrafos anteriores, evidencia la
heterogeneidad que caracteriza a los países en desarrollo de
la Cuenca del Pacífico. La afirmación según la cual, el siglo
XXI sería el siglo del Pacífico, no significa que la mera
localización geográfica de los países, garantice su progreso
económico y social en el próximo siglo. De hecho, en toda la
posguerra, mientras los países en desarrollo de Asia han
aumentado en forma sustancial su participación en la
producción y el comercio mundiales, insertándose como
exportadores de productos industrializados, los países en
desarrollo de América Latina han sufrido importantes vaivenes,
con períodos de crecimiento de su producción industrial y de
su participación en el comercio mundial, sucedidos por otros
caracterizados por la desindustrialización y una menor
participación como exportadores en el comercio mundial.


Mientras los países en desarrollo de Asia, en base a una
activa y permanente promoción de exportaciones, se han
insertado en la economía mundial como productores y
exportadores de productos industrializados, basando en ello
sus altas tasas de crecimiento económico; los países en
desarrollo de América Latina, en particular desde fines de los
años ochenta, en que liberalizaron en forma unilateral sus
fronteras, se han insertado como importadores de productos
industrializados, pasando de la época de la "sustitución de
importaciones", en que se buscaba reemplazar productos
manufacturados importados por producción local, no a la
"promoción de exportaciones" como en algunos momentos, por lo
menos en el discurso, se pretendía hacerlo, sino a la
"sustitución de producción local por productos importados", lo
que ha dado lugar a la desindustrialización y a la
reprimarización de su economía.


América Latina continúa siendo, en consecuencia, importadora
neta de productos industrializados y exportadora neta de
productos primarios, con la excepción de México y Brasil,
cuyas exportaciones ya están constituidas en su mayor parte
por productos industrializados. El patrón de comercio de la
mayoría de países de América Latina es radicalmente distinto
del de los países asiáticos en desarrollo que han
experimentado las mayores tasas de crecimiento económico en el
mundo, en su calidad de exportadores netos de productos
industrializados.


El Ecuador, al igual que la mayoría de países de América
Latina es un exportador neto de productos primarios y un
importador neto de productos industrializados. El 81.3 % de
sus exportaciones en 1995, estuvieron constituidas por
petróleo crudo, banano, cacao, café, camarón, atún y pescado y
flores naturales. Si le añadimos algunos productos con un
grado relativamente muy bajo de procesamiento industrial,
como: derivados de petróleo, café elaborado, elaborados de
cacao, harina de pescado y otros elaborados de productos del
mar, el porcentaje asciende al 90% de las exportaciones, lo
que significa que apenas el 10% de las exportaciones
ecuatorianas en 1995, estuvio constituido por productos
industrializados como químicos y fármacos, manufacturas de
metales, sombreros, textiles y otros .


CONTRASTE ENTRE EL DINAMICO CRECIMIENTO DE ASIA Y UN LENTO
CRECIMIENTO DE PAISES INDUSTRIALIZADOS.

El dinámico crecimiento económico de los países asiáticos
contrasta, por otra parte, con el lento crecimiento de los
países industrializados, registrado durante los últimos veinte
años, con recesiones recurrentes y crecientes tasas de
desempleo.

Entre 1975 y 1984, la tasa de crecimiento promedio de los
países en desarrollo de Asia fue del 6.3%, mientras que la de
los países industrializados fue del 2.5%, esto es menos de la
mitad. Entre 1985 y 1994, el ritmo de crecimiento de los
países asiáticos se aceleró al 7.2% en promedio, ascendiendo
al 8.7% en 1995, mientras el de los países industrializados se
mantuvo en el 2.5%, esto es aproximadamente la tercera parte y
aún menos en 1995.


En el transcurso de los últimos veinte años, los países
industrializados han experimentado tres recesiones , después
de las cuales la tasa de desempleo ha continuado creciendo
sobre todo en Europa, pero también, en diferentes
proporciones, en Estados Unidos y Japón. La tasa de desempleo
en la Unión Europea ascendió al 11.1% en promedio en 1995,
casi quintuplicándose (4.6 veces) frente a la tasa promedio de
desempleo registrada por los países europeos miembros de la
entonces CEE (Comunidad Económica Europea) en 1970, que fue
del 2.4% .


El aumento del desempleo en Estados Unidos y Japón fue menos
violento que en Europa, sin embargo, su tasa se duplicó frente
a la registrada a inicios de los setenta, pasando del 5 y del
1.2%, en Estados Unidos y Japón, respectivamente en 1970, al
9.6 y 2.7 en 1983, luego de la recesión de los años ochenta;
para luego descender al 5.6% en 1995 en el caso de Estados
Unidos y continuar en ascenso hasta el 3.1% en el caso de
Japón.

DESEMPLEO INCENTIVA PROTECCIONISMO.


El aumento del desempleo en los países industrializados en
general explica el ascenso de las presiones proteccionistas y
de las prácticas neoproteccionistas aplicadas por estos
países, sobre todo a partir de los años ochenta, especialmente
dirigidas contra los productos procedentes de los países en
desarrollo, como textiles, prendas de vestir, productos de las
industrias electromecánicas y automóviles, campos en los
que han ganado participación como exportadores los países
asiáticos en desarrollo, pero también países como México y
Brasil.


Al mismo tiempo que han impuesto barreras al libre comercio de
bienes, los países industrializados han promovido la
realización de negociaciones comerciales multilaterales, para
avanzar en la liberalización del comercio de servicios y de la
inversión extranjera, así como promover la protección de los
derechos de propiedad intelectual, campos en los que son
altamente competitivos.

Las políticas agrícolas de los países industrializados sobre
todo de Estados Unidos y la Unión Europea, que combinan
proteccionismo con subsidios a la producción y a la
exportación de excedentes al mercado mundial, buscan conservar
las fuentes de empleo rural así como la autosuficiencia
alimentaria, considerada un elemento de seguridad nacional.
Aún países como Japón o Corea que son importadores netos de
productos alimenticios, mantienen políticas de protección de
su producción nacional porque consideran necesario preservar
la producción interna de los alimentos básicos de la dieta de
sus habitantes, por cuestiones de seguridad alimenticia
nacional.


Los países industrializados combinan, en consecuencia,
proteccionismo con libre cambio en sus prácticas comerciales
internacionales, promoviendo la liberalización de terceros
mercados en general -como la apertura unilateral de América
Latina de fines de los ochenta- y la liberalización comercial
en los campos en los que son altamente competitivos, como los
servicios, con las excepciones impuestas por ellos en los
sectores en los que no se sienten competitivos, transporte
marítimo (excluido de la liberalización por Estados Unidos) y
servicios audiovisuales (excluidos por la Comunidad Europea);
pero también sus prácticas comerciales son proteccionistas,
como en el caso del comercio agrícola; y, neoproteccionistas,
sobre todo en el comercio de productos relativamente
intensivos en el uso de mano de obra, procedentes de los
países en desarrollo: textiles, productos electrónicos y
automóviles; e incluso exigen un proteccionismo a su favor,
fuera de sus fronteras nacionales, como en el caso de la
protección de los derechos de propiedad intelectual, en un
momento de acelerado cambio tecnológico.


COMERCIO Y NORMAS LABORALES.

Los países industrializados liderados por Estados Unidos,
actualmente están tratando de vincular comercio y normas
laborales, acusando a los países en desarrollo de competir en
el mercado mundial en base a bajos salarios -el denominado
"dumping social". El desempleo en el mundo industrializado,
según esta versión, se debería al crecimiento de las
importaciones de productos manufacturados procedentes de los
países en desarrollo.


La propuesta norteamericana, apoyada por los países
industrializados, de vincular comercio y normas laborales, al
interior de la OMC, en vez de incorporarlos a la Organización
Internacional del Trabajo -OIT- busca abrir la posibilidad de
imponer sanciones comerciales, tales como el retiro del acceso
a mercados u otras, al país que incumpliera dichas normas
laborales.

La controversia sobre la relación entre comercio y desempleo,
ha sido especialmente fuerte en Estados Unidos, sobre todo en
el contexto del Tratado de Libre Comercio de Norte América
-TLCNA- y de la Iniciativa de las Américas, que pretende
conformar una zona de libre comercio en toda América.


De acuerdo con esta posición, la solución al problema del
desempleo en el NORTE requiere la imposición de estándares
laborales que sean respetados en el SUR y/o la imposición de
barreras proteccionistas, para impedir el ingreso de los
productos industrializados procedentes del SUR.

Considerando que la mayoría de las exportaciones de América
Latina hacia los países en desarrollo está constituida por
productos primarios, es evidente que a pesar de los bajos
salarios en la región, no han aumentado sus exportaciones de
productos industrializados hacia el Norte desarrollado. El
reducido porcentaje de exportaciones de productos
industrializados que realiza la región, tiene como principal
destino otros países en desarrollo, localizados en su mayor
parte en la misma región -comercio intrarregional-.


Por el contrario, la apertura comercial unilateral de las
fronteras de América Latina, realizada en el marco de los
programas de crédito de los Organismos multilaterales: Banco
Mundial y FMI, con mayor énfasis desde fines de los años
ochenta, que dió lugar a un crecimiento explosivo de las
importaciones de productos industrializados procedentes de los
países del Norte, demuestra claramente que América Latina ha
contribuido y continúa haciéndolo, a la generación de empleos
en los países industrializados, mediante sus cuantiosas
importaciones.


América Latina contribuye a la generación de empleos en el
Norte, no solamente mediante las importaciones de productos
industrializados, sino también mediante las crecientes
importaciones de productos agrícolas, cuya producción y
exportaciones son altamente subsidiadas por el Estado,
mediante la práctica de lo que podríamos denominar el "dumping
estatal" de los países industrializados, desplazando a los
agricultores de América Latina de sus fuentes de empleo y
lanzándolos a la desocupación, aumentando la marginalidad
rural y la marginalidad urbana, alimentada por las migraciones
de los trabajadores desplazados del campo a la ciudad.


El desempleo en el Norte, no se puede explicar por el comercio
con América Latina, pero si se puede apreciar la elevada
incidencia que el comercio con el Norte tiene sobre el
desempleo y el subempleo en América Latina.

CONFRONTACION Y NEGOCIACIONES COMERCIALES EN AUGE.

El panorama que acabamos de presentar, muestra que si bien en
la posguerra fría ha finalizado la rígida bipolaridad y la
confrontación ideológica que caracterizó las relaciones
internacionales en la posguerra, se mantienen en la agenda
internacional importantes temas de confrontación en el campo
económico, por la agudización del desempleo en los países
industrializados, así como del subempleo y la marginalidad
rural y urbana en América Latina y en otras importantes
regiones en el mundo, a los que habría que añadir las
fricciones entre los propios países industrializados, por las
dificultades que se registran en la corrección de los graves
desequilibrios comerciales y financieros internacionales, en
particular del déficit comercial norteamericano y de los
excedentes japoneses.


La competencia internacional por los mercados, detrás de la
cual se libra una batalla por el empleo, ha tendido a
agudizarse en los últimos años, razón por la cual las
negociaciones comerciales, tanto bilaterales como
multilaterales, así como las negociaciones entre grupos de
países que buscan integrarse para enfrentar en mejor forma la
competencia internacional, han adquirido una importancia
trascendental.

En ese complejo panorama, en el que los compromisos
bilaterales, se cruzan con compromisos multilaterales y con
compromisos subregionales y regionales, es en el que tiene que
ubicarse la aproximación del Ecuador y de América Latina en
general, a la Cuenca del Pacífico, o más propiamente a la zona
dinámica de dicha cuenca que es el Asia- Pacífico.

LA RELOCALIZACION INDUSTRIAL Y LA COOPERACION EN EL
ASIA-PACIFICO.

Mientras la economía de América Latina ha tendido a
reprimarizarse, por el estancamiento y retroceso sufrido por
las actividades industriales, con las excepciones mencionadas
de México y Brasil, los procesos de industrialización han
avanzado en los países en desarrollo de Asia, impulsados por
la relocalización industrial desde Japón y los países de
reciente industrialización.

En efecto, entre los países en desarrollo de Asia, que han
alcanzado un crecimiento económico espectacular en base a su
inserción en la economía mundial en calidad de exportadores de
productos industrializados, se incluyen los denominados Países
de reciente industrialización (PARI.o NICS, con la sigla en
inglés) de la primera generación: Corea, Taiwán, Hong Kong y
Singapur; los PARI de la segunda generación: Tailandia,
Malasia, Indonesia que forman parte de la Asociación de
Naciones del Sudeste Asiático -ANSEA, sigla inglesa ASEAN- y
los países que están en proceso de serlo, entre los que
destaca la República Popular de China.

Estos países no solamente que son grandes exportadores de
productos industrializados, sino que en base a sus excedentes
comerciales se han transformado en importantes exportadores de
capitales.

Factores del entorno internacional, como el aumento del
proteccionismo en sus tradicionales mercados de los países
industrializados, la revalorización de sus monedas nacionales
frente al dólar y en el caso de los países en desarrollo del
Asia, su eliminación del Sistema Generalizado de Preferencias,
elementos todos que contribuyeron a la pérdida de
competitividad de sus industrias intensivas en el uso de mano
de obra, a los que se añadieron elementos locales, como la
elevación del costo de la mano de obra al aumentar el empleo
local, impulsaron un proceso de relocalización industrial que
se inició desde Japón en los años setenta hacia los NICS de
primera generación; se extendió luego desde éstos hacia los
NICS de segunda generación y hacia China. Este proceso de
relocalización industrial que en un primer momento abarcó a
las industrias intensivas en el uso de mano de obra, se ha ido
también extendiendo a sectores de productos de mayor contenido
tecnológico y a otras regiones, incluida Centro América en el
marco de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, para exportar
hacia el mercado norteamericano.

Este proceso de relocalización industrial, continúa
registrándose desde las zonas dinámicas del Asia hacia otros
países de la misma región y de otras regiones, con miras a
mantener el acceso a sus tradicionales mercados, en particular
el mercado norteamericano, que continua siendo el mercado más
grande del mundo, en lo que se ha asemejado a un "vuelo de
gansos" que expanden la prosperidad económica hacia los países
en los que se localizan.

Su calidad de exportadores de productos industrializados, los
coloca en la necesidad de defender y promover el libre
comercio, al mismo tiempo que han inventado el regionalismo
abierto y han impulsado la cooperación como base de sus
relaciones económicas internacionales. En el Asia-Pacífico
predominan las relaciones comerciales intraindustriales,
siendo economías altamente integradas por la preeminencia de
las relaciones matriz- subsidiaria y las nuevas formas de
relaciones de cooperación existentes entre las propias
empresas industriales: empresas conjuntas, subcontrataciones,
etc., que han dado lugar a un elevado grado de integración
real de esas economías, sin necesidad de difíciles procesos
impulsados desde el Estado, como en el caso de los esquemas de
integración en América Latina.


El ESTADO, tuvo sin embargo una influencia muy importante en
las dinámica de las economías asiáticas, y ésta es otra
diferencia que merece ser destacada entre Asia y América,
mediante políticas de apoyo concedidas en forma temporal y en
función de objetivos concretos a proyectos específicos,
debidamente evaluados. El ESTADO apoyó además al éxito
económico mediante políticas macroeconómicas coherentes con
los objetivos perseguidos: procesos de liberalización
comercial graduales, combinados con protección selectiva a
industrias nacientes, tipos de cambio estables y subvaluados
para favorecer las exportaciones, política tecnológica, etc.;
y, en forma indirecta, el apoyo estatal se canalizó mediante
la dotación de infraestructura básica, la calificación de los
recursos humanos y el apoyo a la comercialización, en
particular mediante la creación de infraestructura
institucional para apoyar su inserción en el mercado externo
. El ESTADO y el sector privado se movilizaron, en
consecuencia, siguiendo el ejemplo de Japón en la posguerra,
en torno al logro de determinados objetivos nacionales
concretos, mediante mecanismos de complementación
diferenciados en cada país y en cada coyuntura. La
cooperación entre el ESTADO y el sector privado ha sido, por
lo tanto, un elemento central del éxito económico del
Asia-Pacífico.


LOS ESQUEMAS DE COOPERACION EN EL ASIA PACIFICO.

La cooperación económica que se dió primero entre el ESTADO y
el sector privado, mediante acciones mancomunadas, se extendió
a las relaciones entre los países de la región, en una
creciente cooperación económica regional, en la que han
participado países que no están geográficamente ubicados en la
misma pero que han jugado un papel importante en su equilibrio
político estratégico, como Estados Unidos, al cual se han ido
sumando otros países de fuera de la región, como Canadá,
México y Chile.


Actualmente, los esquemas de cooperación vigentes en el Asia
Pacífico son el Consejo de Cooperación Económica en el
Pacífico (PBEC, sigla en inglés), establecido en 1967, que
constituye un foro de consulta y análisis de la economía
mundial y regional que agrupa a los empresarios de la Cuenca;
el Consejo de Cooperación Económica en el Pacífico (PECC) que
tiene una estructura tripartita: empresarios, académicos y
gobierno, destinado a promover la cooperación económica y
comercial en la región y proponer a los gobiernos ideas para
formalizar dicha cooperación; y, la Asociación de Cooperación
Económica del Asia Pacífico (APEC), que es el foro regional de
mayor relieve tanto porque incluye a todos los países miembros
del PECC , como por sus propósitos, que incluyen no
solamente el de constituir un foro de diálogo con otros
mecanismos regionales (NAFTA, Unión Europea, etc.), sino por
que desde allí se planea identificar áreas y proyectos
concretos para promover inversiones e intercambio de
tecnologías entre sus miembros.

Dentro del APEC está incluida la Agrupación de Cooperación
Económica para el Este Asiático -EAEC-, foro subregional del
que están excluidos los países no asiáticos; y, el "Pacific
Business Forum" establecido al interior del propio APEC,
destinado a agrupar en forma autónoma y con un rol asesor al
empresariado regional.

POSIBILIDADES DE INSERCION DEL ECUADOR EN LA ZONA DINAMICA DE
LA CUENCA DEL PACIFICO.

En la Cuenca del Pacífico confluyen, como se desprende del
análisis anterior, países con dinámicas económicas diferentes
y entre los que existen relaciones de cooperación pero también
de confrontación, constituyendo la disputa por los mercados,
detrás de la cual se libra una disputa por el empleo, uno de
los puntos neurálgicos del reordenamiento en curso de la
economía mundial.

Las condiciones descritas muestran sin embargo, que existen
dos grandes tendencias en la evolución de la economía de las
distintas regiones geográficas de la Cuenca del Pacífico: la
tendencia al crecimiento dinámico de un grupo de países
exportadores de productos industrializados, localizados en su
mayor parte en Asia, dinámica que se ha venido extendiendo a
los países en los que se han relocalizado las inversiones
productivas, cuyo origen y destino geográfico se ha
concentrado hasta ahora en la misma región asiática, pero que
ha tendido a extenderse, aún cuando lo ha hecho todavía en
forma limitada, hacia ciertos países de América Latina; y, en
segundo lugar, la tendencia a un crecimiento lento con
recesiones recurrentes, creciente desempleo (abierto y
disfrazado), auge de la especulación, déficit comerciales
incontrolables, pérdida de posiciones como exportadores de
productos industrializados y aún, en casos extremos, pérdida
de posiciones incluso como exportadores de productos
primarios, registrada en los países localizados en América.

Las profundas diferencias existentes en las dinámicas
económicas de las distintas regiones, muestran la profunda
reestructuración en curso de la economía mundial, con la
existencia de zonas sumidas en el estancamiento y aún el
retroceso pero también con importantes zonas que atraviesan un
auge sin precedentes en la posguerra.

Cómo puede el Ecuador, en esas condiciones, pasar de la zona
"de estancamientos y retrocesos" de la Cuenca del Pacífico, en
que se encuentra ubicado, a la zona dinámica de dicha
Cuenca?...Cómo puede transformarse de exportador de productos
primarios a exportador de productos industrializados?...Cómo
puede transformar su comercio exterior, para pasar de la
complementaridad intersectorial a la complementaridad
intraindustrial?..Cómo puede atraer la inversión extranjera
productiva, esto es a las actividades industriales que
continúan relocalizándose en el mundo, en lugar de atraer las
inversiones especulativas solamente?

Responder a esas preguntas supone la necesidad de analizar con
mayor detenimiento no solamente el entorno internacional, en
el que, como se acaba de mostrar, existen problemas pero
también posibilidades, sino sobre todo analizarnos hacia
adentro. Somos competitivos por lo menos en los productos
primarios que ahora exportamos?... Cuál es nuestra
productividad en relación a nuestros competidores?... Qué
políticas hemos implementado para mejorar nuestra
productividad y competitividad?...Con qué recursos materiales
y humanos contamos para integrarnos en la zona dinámica de la
Cuenca del Pacífico?... Qué ventajas tendría un inversionista
externo para localizarse en el Ecuador, en lugar de hacerlo en
cualquier otro país del mundo? Ventajas de infraestructura
básica? Ventajas de calificación de la mano de obra, en las
nuevas condiciones tecnológicas de la producción?...

En la búsqueda de una mejor inserción del Ecuador en la Cuenca
del Pacífico y en la economía mundial en general, parece
indispensable contar con una definición de objetivos
nacionales claros y concretos, que agrupen al sector privado y
al sector público, en una posición nacional, incluso con
objetivos desagregados a nivel de sectores productivos, sobre
todo teniendo en cuenta las condiciones de agudización del
conflicto por los mercados que caracteriza al reordenamiento
en curso de la economía mundial. Es imprescindible la
definición de ciertos parámetros básicos: qué vamos a producir
para nuestro mercado interno y qué para el mercado mundial?...
Cuál va a ser la fuente de divisas para cubrir nuestras
importaciones?...Y cuáles las fuentes de empleo para los
ecuatorianos?

Mirar hacia la zona dinámica de la Cuenca del Pacífico,
buscando insertarse en ella, así como aproximarse a los
Organismos de Cooperación de dicha Cuenca, constituyen en todo
caso, acciones muy importantes, que sin duda nos ayudarán a
identificar algún camino que tendrá que partir desde dentro.
En este sentido todas las iniciativas que emprenda la
diplomacia ecuatoriana, merecen nuestro apoyo incondicional.

* Profesora de la Academia Diplomática "Antonio J. Quevedo"
del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador (Texto
tomado del Ministerio de Relaciones Exteriores)
EXPLORED
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