Por un mundo mejor, de aquí a diez años
Por Estéfano Almeida Ferri
¿Qué iniciativas deben tomar los periódicos para impulsar los decadentes hábitos de lectura en la juventud actual, de aquí a diez años? Creo que la respuesta a la pregunta planteada exige enfrentar dos grandes retos. Primero, en relación con el público objetivo al que se desea llegar y, segundo, con lugar la forma de llegar o, mejor, de conseguir que ésta tenga plena eficacia. El primer lugar, debemos respondernos: ¿Cuál es nuestro público objetivo? ¿A quiénes deseamos llegar con nuestra información? Los medios de comunicación, entre ellos los periódicos, ayudan a moldear las sociedades en las que vivimos y dentro de las cuales nos desenvolvemos como seres no solo humanos. La mayoría de edad es un requisito para poder ejercer los derechos de ciudadanía; en los países, el rango para entrar a esa mayoría es el comprendido entre los 18 y los 25 años de edad. Si pretendemos incrementar los hábitos de lectura de aquí a 10 años, con el propósito de lograr sociedades mejores y un mundo más digno para todos, nuestro objetivo apunta hacia quienes ahora tienen 10 años menos que los mayores de edad. Es decir, debemos enfocar nuestros esfuerzos, como periódicos, en captar la atención de las personas entre 8 y 15 años. ¿Cómo hacerlo? He aquí algunas alternativas. El diario debe entrar en el salón de clases, que es el espacio donde nuestro público objetivo pasa una buena parte de su tiempo. El periódico no solo informa: también educa, y no solo educa a los adultos, sino que puede también ser una herramienta formativa muy útil para los niños. Los periódicos deben contribuir a la formación de los menores de edad, con la perspectiva de que algún día, dentro de 10 años, ellos serán mayores de edad y la fuerza política que moverá la sociedad; en resumidas cuentas, serán quienes tomen las decisiones. ¿Cómo captar la atención de los niños en los colegios? Existen formas tradicionales, entre las cuales son frecuentes la creación de productos nuevos, adicionales a la información que brinda el periódico, a fin de contribuir a la educación (suplementos coleccionables, entregas de enciclopedias por fascículos, etc.). Sin embargo, hay otra alternativa, más novedosa: cambiar la forma de estructuración de la información; no es necesario crear productos adicionales a lo que ya ofrecemos como periódico, sino que se debe reformar la forma como las noticias están presentadas. Podemos, poco a poco, empezar a dejar de lado la noción de texto para adoptar el concepto de hipertexto. Dicho de otra forma más simple: la redacción debe lograr productos más didácticos y dinámicos. Debemos tener en cuenta que la secuencia del texto, a la que estamos tan acostumbrados, ha sido transformada por efectos de la tecnología y de muchos otros factores. La tecnología nos ha permitido procesar datos a mayores velocidades que antes, y el periódico no debe ser la excepción. Las noticias, entrevistas, artículos de opinión y reportajes deben ser armados dentro de una nueva visión, algo como un modelo para armar, con piezas móviles. Lo que en nuestra infancia conocimos como juegos para armar, al estilo de los de marca "legos", dan una idea de lo que es el hipertexto. Se puede estructurar la información de tal forma que el lector, el usuario de un periódico, pueda encontrar un reto al abrirlo día a día; pueda encontrar información veraz y tan objetiva como sea posible, pero que no le sea aburrida, sino por el contrario, que pueda ser armada una y otra vez, pueda ser leída y releída de distintas maneras, no en una sola secuencia. Las formas de lectura actuales, como ya he mencionado anteriormente, han dejado de ser textuales para ser hipertextuales. Hemos de definir al hipertexto, entonces, como un conjunto de partes móviles y distintas, que una vez juntadas pueden dar lugar a nuevas formas de análisis de la realidad en la que vivimos, sin que por esto la realidad sea tergiversada. Otro elemento a tener en cuenta es el de las imágenes. Estas, de por sí, tienen preponderancia en el mundo de ahora, pero no debemos olvidar que una imagen por sí sola no hace maravillas. Si la televisión tuvo tanto éxito en su momento fue por que la imagen que presentaba venía acompañada por sonidos y por textos; esto, que puede aparecer ahora como algo obvio, en realidad es lo primero que los periódicos olvidan. La mejor forma de lograr superar las limitaciones que el periódico en sus dos dimensiones representa, es fusionando varios medios de comunicación, logrando que la propuesta de una construcción hipertextual de la información sea no solo posible, sino realizable desde varios flancos, para que así pueda llegar a nuestros usuarios, nuestros lectores, de una forma completa, siempre intentando guardar un equilibrio en la delgada línea que divide a la información completa de la realidad de la saturación de información. Sin embargo, subsiste un problema: ¿cómo lograr semejante objetivo con los escasos recursos que caracterizan a algunos países y, por ende, a sus empresas periodísticas? Es decir, ¿cómo lograr aprender a manejar un concepto hipertextual si no podemos costear tecnología de punta para construir nuestro periódico desde varios canales? Me atrevo a responder que para lograr escribir para las nuevas generaciones no es necesario derrochar recursos económicos, sino saber utilizarlos. Antes de pensar en la obtención de tecnología de punta y recursos materiales, las empresas de la comunicación deben preocuparse por cultivar talentos humanos. Es impensable que un periodista que en la actualidad pretenda comunicarse con la ciudadanía, no pueda hablar un lenguaje común con aquellos que lo leen, escuchan o ven. Es un deber de las empresas la capacitación constante de sus empleados, pero es también un deber ético de los periodistas capacitarse por sí mismos en las nuevas tendencias de la comunicación; no solo debemos atender a los hechos que ocurren, sino que debemos de vez en cuando observar el material mismo del que está hecha nuestra profesión.
La propuesta
El certamen de ensayos de la Beca Conmemorativa Thomas Holbein 2002 lo organizó la International Newspaper Marketing Association (INMA).
La convocatoria, difundida en enero, recibió los trabajos provenientes de decenas de países hasta el 31 de marzo.
El premio será entregado durante el Congreso Mundial de Marketing de Periódicos, de la Internactional Newspaper Marketing Asosiation, del 1 al 3 de mayo.
Por Estéfano Almeida Ferri
¿Qué iniciativas deben tomar los periódicos para impulsar los decadentes hábitos de lectura en la juventud actual, de aquí a diez años? Creo que la respuesta a la pregunta planteada exige enfrentar dos grandes retos. Primero, en relación con el público objetivo al que se desea llegar y, segundo, con lugar la forma de llegar o, mejor, de conseguir que ésta tenga plena eficacia. El primer lugar, debemos respondernos: ¿Cuál es nuestro público objetivo? ¿A quiénes deseamos llegar con nuestra información? Los medios de comunicación, entre ellos los periódicos, ayudan a moldear las sociedades en las que vivimos y dentro de las cuales nos desenvolvemos como seres no solo humanos. La mayoría de edad es un requisito para poder ejercer los derechos de ciudadanía; en los países, el rango para entrar a esa mayoría es el comprendido entre los 18 y los 25 años de edad. Si pretendemos incrementar los hábitos de lectura de aquí a 10 años, con el propósito de lograr sociedades mejores y un mundo más digno para todos, nuestro objetivo apunta hacia quienes ahora tienen 10 años menos que los mayores de edad. Es decir, debemos enfocar nuestros esfuerzos, como periódicos, en captar la atención de las personas entre 8 y 15 años. ¿Cómo hacerlo? He aquí algunas alternativas. El diario debe entrar en el salón de clases, que es el espacio donde nuestro público objetivo pasa una buena parte de su tiempo. El periódico no solo informa: también educa, y no solo educa a los adultos, sino que puede también ser una herramienta formativa muy útil para los niños. Los periódicos deben contribuir a la formación de los menores de edad, con la perspectiva de que algún día, dentro de 10 años, ellos serán mayores de edad y la fuerza política que moverá la sociedad; en resumidas cuentas, serán quienes tomen las decisiones. ¿Cómo captar la atención de los niños en los colegios? Existen formas tradicionales, entre las cuales son frecuentes la creación de productos nuevos, adicionales a la información que brinda el periódico, a fin de contribuir a la educación (suplementos coleccionables, entregas de enciclopedias por fascículos, etc.). Sin embargo, hay otra alternativa, más novedosa: cambiar la forma de estructuración de la información; no es necesario crear productos adicionales a lo que ya ofrecemos como periódico, sino que se debe reformar la forma como las noticias están presentadas. Podemos, poco a poco, empezar a dejar de lado la noción de texto para adoptar el concepto de hipertexto. Dicho de otra forma más simple: la redacción debe lograr productos más didácticos y dinámicos. Debemos tener en cuenta que la secuencia del texto, a la que estamos tan acostumbrados, ha sido transformada por efectos de la tecnología y de muchos otros factores. La tecnología nos ha permitido procesar datos a mayores velocidades que antes, y el periódico no debe ser la excepción. Las noticias, entrevistas, artículos de opinión y reportajes deben ser armados dentro de una nueva visión, algo como un modelo para armar, con piezas móviles. Lo que en nuestra infancia conocimos como juegos para armar, al estilo de los de marca "legos", dan una idea de lo que es el hipertexto. Se puede estructurar la información de tal forma que el lector, el usuario de un periódico, pueda encontrar un reto al abrirlo día a día; pueda encontrar información veraz y tan objetiva como sea posible, pero que no le sea aburrida, sino por el contrario, que pueda ser armada una y otra vez, pueda ser leída y releída de distintas maneras, no en una sola secuencia. Las formas de lectura actuales, como ya he mencionado anteriormente, han dejado de ser textuales para ser hipertextuales. Hemos de definir al hipertexto, entonces, como un conjunto de partes móviles y distintas, que una vez juntadas pueden dar lugar a nuevas formas de análisis de la realidad en la que vivimos, sin que por esto la realidad sea tergiversada. Otro elemento a tener en cuenta es el de las imágenes. Estas, de por sí, tienen preponderancia en el mundo de ahora, pero no debemos olvidar que una imagen por sí sola no hace maravillas. Si la televisión tuvo tanto éxito en su momento fue por que la imagen que presentaba venía acompañada por sonidos y por textos; esto, que puede aparecer ahora como algo obvio, en realidad es lo primero que los periódicos olvidan. La mejor forma de lograr superar las limitaciones que el periódico en sus dos dimensiones representa, es fusionando varios medios de comunicación, logrando que la propuesta de una construcción hipertextual de la información sea no solo posible, sino realizable desde varios flancos, para que así pueda llegar a nuestros usuarios, nuestros lectores, de una forma completa, siempre intentando guardar un equilibrio en la delgada línea que divide a la información completa de la realidad de la saturación de información. Sin embargo, subsiste un problema: ¿cómo lograr semejante objetivo con los escasos recursos que caracterizan a algunos países y, por ende, a sus empresas periodísticas? Es decir, ¿cómo lograr aprender a manejar un concepto hipertextual si no podemos costear tecnología de punta para construir nuestro periódico desde varios canales? Me atrevo a responder que para lograr escribir para las nuevas generaciones no es necesario derrochar recursos económicos, sino saber utilizarlos. Antes de pensar en la obtención de tecnología de punta y recursos materiales, las empresas de la comunicación deben preocuparse por cultivar talentos humanos. Es impensable que un periodista que en la actualidad pretenda comunicarse con la ciudadanía, no pueda hablar un lenguaje común con aquellos que lo leen, escuchan o ven. Es un deber de las empresas la capacitación constante de sus empleados, pero es también un deber ético de los periodistas capacitarse por sí mismos en las nuevas tendencias de la comunicación; no solo debemos atender a los hechos que ocurren, sino que debemos de vez en cuando observar el material mismo del que está hecha nuestra profesión.
La propuesta
El certamen de ensayos de la Beca Conmemorativa Thomas Holbein 2002 lo organizó la International Newspaper Marketing Association (INMA).
La convocatoria, difundida en enero, recibió los trabajos provenientes de decenas de países hasta el 31 de marzo.
El premio será entregado durante el Congreso Mundial de Marketing de Periódicos, de la Internactional Newspaper Marketing Asosiation, del 1 al 3 de mayo.
Más en el