POLITICA ECONOMICA SE CONSOLIDO
Quito. 09.01.91. El objetivo de la política económica
aplicada por el gobierno en el sector externo fue equilibrar
la balanza de pagos y fortalecer la reserva monetaria
internacional (RMI)
Según el gerente general del Banco Cental, Eduardo Valencia,
para ello se aplicó una política cambiaria ordenada y
transparente, que contribuyó a fomentar las exportaciones,
promover una situación eficiente de importaciones y a no
agregar presiones inflacionarias adicionales a las que ya
existían en la economía en agosto de 1988.
Medioante "Enlace Nacional", Valencia hizo una evaluación de
los principales indicadores macroeconómicos de 1990.
Se considera que el convalecimiento de la situación económica
es, en esencia, el resultado del esfuerzo acumulado durante la
ejecución del programa económico del gobierno desde agosto de
1988. En menor medida el hecho se atribuye a los ingresos
petroleros extraordinarios, causados por el conflicto del
Medio Oriente.
De acuerdo con el análisis, al finalizar 1990 existen
resultados altamente positivos en el logro de esos objetivos.
La RMI registró al 31 de diciembre pasado un saldo positivo de
603 millones de dólares, el mayor desde 1980 y superior al
saldo negativo de 330 millones de dólares que recibió el
gobierno en agosto de 1988.
Este monto refleja un significativo ahorro de recursos de los
ecuatorianos y será utilizado exclusivamente para promover el
desarrollo nacional.
Se considera que el 60 por ciento de la recuperación es fruto
del programa económico del gobierno y solo el 40 por ciento
restante corresponde a la contribución de las ganacias
extraordinarias coyunturales derivadas del mayor precio del
petróleo en el mercado internacional.
Los resultados son también optimistas en relación con otros
indicadores del comercio exterior ecuatoriano: la balanza
comercial, según datos preliminares, registrará al 1,4 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB), inferior al 5,8 por
ciento del PIB en 1988 y al 3,9 por ciento del PIB en 1989.
En relación con las exportaciones, Valencia sostuvo que si
bien el elevado nivel internacional de los precios del
petroleo ecuatoriano en el segundo semestre del año anterior
permitió que las ventas totales crecieran en 14.9 por ciento y
las petroleras en 23,9 por ciento, las exportaciones no
petroleras registran también un apreciable crecimiento del 6,3
por cientro.
Se destaca el incremento del 25,3 por ciento en el valor de
las ventas del banano, que en 1990 rompió todos los récord
históricos en cuanto a volumen de producción y exportaciones;
del cacao en grano que creció en 20,5 por ciento y la
sostenida recuperación de las exportaciones del camarón que
crecieron en 3,2 por ciento, luego de la caida del 15 por
ciento en 1989.
En cambio sufrieron problemas las ventas al exterior de café,
por la ruptura del convenio internacional y la de productos
pesqueros, por problemas climáticos.
Esta situación es más evidente cuando se analiza solo el
comportamiento del vólumen de las exportaciones; es decir,
elimiminando el efecto de los precios.
En 1990, las exportaciones de banano aumentaron en 24 por
ciento, las de cacao en bruto en 32 por ciento, las de cacao
procesado en 12 por ciento y las de camarones en 15 por
ciento.
Adicionalmente se destaca el crecimiento de otras
exportaciones agrícolas e industriales, que fue de 15,8 por
ciento anual en 1989 y de 12,5 por ciento en 1990,
respectivamente. Se considera que esto es otra demostración de
la validez de la política económica implantada, en cuanto a la
promoción de nuevas exportaciones.
Valencia afirmó que dicha política que pretende sustentar el
crecimiento de la economía en el largo plazo en una promoción
agresiva de las exportaciones, se consolidó en 1990.
Entre 1988 y 1990, el coeficiente de exportaciones, fue el más
alto en los últimos 15 años. En 1974 fue de 30,2 por ciento,
disminuyó a 19,7 por ciento en 1982, año en el cual inició su
recuperación hasta registrar el 26,8 por ciento en 1990.
Las importaciones totales crecieron en 1,5 por ciento entre
1989 y 1990. Se destaca el aumento de las compras externas de
bienes de consumo duradero (33,3 por ciento), materiales de
cosntrucción (84,1 por ciento) y de bienes de capital para la
agricultura (91,7 por ciento). (A-10).
Quito. 09.01.91. El objetivo de la política económica
aplicada por el gobierno en el sector externo fue equilibrar
la balanza de pagos y fortalecer la reserva monetaria
internacional (RMI)
Según el gerente general del Banco Cental, Eduardo Valencia,
para ello se aplicó una política cambiaria ordenada y
transparente, que contribuyó a fomentar las exportaciones,
promover una situación eficiente de importaciones y a no
agregar presiones inflacionarias adicionales a las que ya
existían en la economía en agosto de 1988.
Medioante "Enlace Nacional", Valencia hizo una evaluación de
los principales indicadores macroeconómicos de 1990.
Se considera que el convalecimiento de la situación económica
es, en esencia, el resultado del esfuerzo acumulado durante la
ejecución del programa económico del gobierno desde agosto de
1988. En menor medida el hecho se atribuye a los ingresos
petroleros extraordinarios, causados por el conflicto del
Medio Oriente.
De acuerdo con el análisis, al finalizar 1990 existen
resultados altamente positivos en el logro de esos objetivos.
La RMI registró al 31 de diciembre pasado un saldo positivo de
603 millones de dólares, el mayor desde 1980 y superior al
saldo negativo de 330 millones de dólares que recibió el
gobierno en agosto de 1988.
Este monto refleja un significativo ahorro de recursos de los
ecuatorianos y será utilizado exclusivamente para promover el
desarrollo nacional.
Se considera que el 60 por ciento de la recuperación es fruto
del programa económico del gobierno y solo el 40 por ciento
restante corresponde a la contribución de las ganacias
extraordinarias coyunturales derivadas del mayor precio del
petróleo en el mercado internacional.
Los resultados son también optimistas en relación con otros
indicadores del comercio exterior ecuatoriano: la balanza
comercial, según datos preliminares, registrará al 1,4 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB), inferior al 5,8 por
ciento del PIB en 1988 y al 3,9 por ciento del PIB en 1989.
En relación con las exportaciones, Valencia sostuvo que si
bien el elevado nivel internacional de los precios del
petroleo ecuatoriano en el segundo semestre del año anterior
permitió que las ventas totales crecieran en 14.9 por ciento y
las petroleras en 23,9 por ciento, las exportaciones no
petroleras registran también un apreciable crecimiento del 6,3
por cientro.
Se destaca el incremento del 25,3 por ciento en el valor de
las ventas del banano, que en 1990 rompió todos los récord
históricos en cuanto a volumen de producción y exportaciones;
del cacao en grano que creció en 20,5 por ciento y la
sostenida recuperación de las exportaciones del camarón que
crecieron en 3,2 por ciento, luego de la caida del 15 por
ciento en 1989.
En cambio sufrieron problemas las ventas al exterior de café,
por la ruptura del convenio internacional y la de productos
pesqueros, por problemas climáticos.
Esta situación es más evidente cuando se analiza solo el
comportamiento del vólumen de las exportaciones; es decir,
elimiminando el efecto de los precios.
En 1990, las exportaciones de banano aumentaron en 24 por
ciento, las de cacao en bruto en 32 por ciento, las de cacao
procesado en 12 por ciento y las de camarones en 15 por
ciento.
Adicionalmente se destaca el crecimiento de otras
exportaciones agrícolas e industriales, que fue de 15,8 por
ciento anual en 1989 y de 12,5 por ciento en 1990,
respectivamente. Se considera que esto es otra demostración de
la validez de la política económica implantada, en cuanto a la
promoción de nuevas exportaciones.
Valencia afirmó que dicha política que pretende sustentar el
crecimiento de la economía en el largo plazo en una promoción
agresiva de las exportaciones, se consolidó en 1990.
Entre 1988 y 1990, el coeficiente de exportaciones, fue el más
alto en los últimos 15 años. En 1974 fue de 30,2 por ciento,
disminuyó a 19,7 por ciento en 1982, año en el cual inició su
recuperación hasta registrar el 26,8 por ciento en 1990.
Las importaciones totales crecieron en 1,5 por ciento entre
1989 y 1990. Se destaca el aumento de las compras externas de
bienes de consumo duradero (33,3 por ciento), materiales de
cosntrucción (84,1 por ciento) y de bienes de capital para la
agricultura (91,7 por ciento). (A-10).
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