PELIGRO POR INSUFICIENTE MANTENIMIENTO DE LAS REDES
Alcantarillado al borde de la emergencia. Por Consuelo
Albornoz Tinajero
Quito. 02.11.92. Al borde de la emergencia, que de producirse
pondría en riesgo la seguridad de la ciudad de Quito, se
encuentra la Empresa Municipal de Alcantarillado, EMA. La
razón, la crisis económica, cuya consecuencia inmediata es la
imposibilidad de comprar los indispensables equipos para
mantenimiento de los 3.400 kilómetros de redes de
alcantarillado y sumideros.
"Los habitantes de Quito, los servicios e instalaciones
dependen de la seguridad de la ciudad, y si no existe un
mantenimiento adecuado corremos el riesgo de perder todo lo
que podamos hacer en Quito, en cuanto a comercio, monumentos
históricos, etc" señaló en diálogo con HOY Jorge Poveda,
subgerente de la EMA.
"La empresa necesita contar como mínimo con 60 unidades
eductoras -para la limpieza de la red- pero solo tenemos 16.
De ellas tres son modelo 1963; 10 son modelo 1968 y tres
modelos 1978".
Cada eductor cuesta 300 millones de sucres -por el momento-.
Un año atrás la EMA intentó comprar, con fondos municipales,
10 de estos vehículos. Por su alto costo redujo ese número a
seis y ahora "por las últimas medidas" solo podrá comprar
tres.
"Nuestro trabajo es difícil, nuestras fuerzas ya no dan más y
ante el costo tan elevado de las unidades no existe más
remedio que un apoyo del gobierno central, como una obligación
frente a la seguridad y a la vida de los moradores. Hay que
concientizar al gobierno central de que tiene que ayudar a
Quito. Quito es una ciudad difícil, con una topografía
extraña, 52 quebradas que la cruzan, redes de alcantarillado
antiguas y con problemas en su trazado", precisó Poveda.
"La seguridad que ha dado la empresas -agregó- con un trabajo
callado no significa que estemos bien, sino que puede irse
debilitando y menguando la seguridad de Quito".
Mínimo 10 mil millones
Para dar un servicio óptimo de mantenimiento en Quito la EMA
necesitaría 20 mil millones de sucres. Pero aspira a obtener
del gobierno, de inmediato, por lo menos 10 mil millones para
esta labor. Al momento gasta mil millones al año, para dar
un mantenimiento que lo califica de "mínimo" en las quebradas
y al sistema en general.
"Las cifras parecen muy altas pero ahora los millones ya no
representan nada -anotó Poveda-. Con esta cifra adquiriríamos
un equipo para 15 años más. Si logramos esto y por lo menos 5
mil millones para obras estaríamos en una situación no ideal
pero sí que nos permitiría ejecutar las obras de desarrollo
que merece la ciudad".
La entrega de estos recursos económicos además de permitir a
la EMA la adquisición de ese equipo le posibilitaría la
realización de la obra que tiene que hacer, "porque nuestro
frente no solo es el mantenimiento, sino la dotación del
sistema, que debe ser permanente. Ahora se han triplicado las
necesidades de la ciudad con la aparición de barrios
clandestinos a los que hay que atender" sostuvo Poveda.
317 personas entre sifoneros, albañiles y peones están
dedicados en la EMA a tareas de mantenimiento. "Ese personal
se ha mantenido igual desde hace 10 años, pues la EMA entrega
muchos trabajos por contrato a fin de no volver la institución
demasiado grande" dijo el subgerente.
Estos trabajadores durante la época de lluvias -nueve meses al
año- trabajan en horarios diferidos, por lo que duplican su
actividad.
Control permanente
La topografía de Quito, con tanta pendiente, es un factor de
riesgo que obliga a la Empresa Municipal de Alcantarillado,
EMA, a mantener un permanente control de las quebradas que
atraviesan la ciudad, para prevenir aluviones. Quito ha
sufrido varios aluviones graves. En 1975 hubo uno en La
Gasca. Y en 1982 y 1983 varios al noroccidente.
"Para detectar los problemas tenemos un equipo que trabaja
exclusivamente en las quebradas. Cada una de ellas tiene
diferente mecánica y por tanto requiere un tratamiento
diferente" dijo a HOY Jorge Poveda, subgerente de la EMA.
Ese personal recorre las bocas de las quebradas, detecta
cualquier problema y por radio lo comunica.
"Nuestro trabajo es constante, diario. Muchas veces la
ciudadanía no se enteró que hubo aluviones y derrumbes en la
montaña, pero sí supo la empresa, que tuvo que afrontar el
problema con sus pocos recursos, pero con un personal que puso
en riesgo su vida. Mucha gente bota los escombros a las
calles y a las quebradas y nos taponan las bocas. Se necesita
maquinaria fuerte, ya no se puede trabajar a mano" declaró
Poveda.
La mayor parte de quebradas -42- está concentrada al occidente
de Quito. El resto está en el Itchimbía, la prolongación del
Itchimbía y en Puengasí. Aunque estas no son de mayor riesgo,
últimamente se han vuelto activas porque la ciudad ha crecido
hacia la cumbre. Entonces lo que antes era una tierra para
cultivo hoy es un terreno impermeable por las casas y vías,
por lo tanto los caudales se aumentan y bajan con cierta
energía hacia el Camal.
Además, la EMA permanentemente debe limpiar los sumideros pues
la gente arroja allí la basura.
"El sitio donde botan los desperdicios en el centro histórico
son los sumideros. Donde se botan los desechos de construcción
son las quebradas. Y si no hacemos esto a diario -comentó-
nos ponemos en peligro de sufrir inundaciones".
La empresa ha calculado que alrededor del 30 por ciento de los
desechos recogidos en los sumideros y quebradas, son
originados por el descuido de la población.
Sistema obsoleto
A más del potencial peligro de las quebradas, otro elemento de
peligrosidad es la antigüedad del sistema de alcantarillado,
que data de 1906.
"Tenemos -añadió el subgerente- un sistema bastante antiguo y
roturas en los colectores que debemos reparar de inmediato,
para mantener la seguridad en Quito. La gente tiene que
recorrer los principales colectores para verificar dónde están
las rupturas, antes de que se caigan las casas.
"Aparte de esto es un trazado antiguo, con depresiones
internas en las calles, que hacen que sean susceptibles a
inundarse. Además, las alcantarillas están trabajando a
presión debido al crecimiento de la ciudad, por lo que
requerimos planificar nuevas obras. Pero para que la
planificación tenga efecto necesitamos ponerla en práctica y
para eso necesitamos recursos".
Cortos
"El año pasado tuvimos una reunión con la Defensa Civil cuando
esperábamos el fenómeno del Niño. No obtuvimos ni un centavo
de apoyo. Entonces tuvimos que hacer una minga con el equipo
del Municipio, de la Dirección de Higiene y pedimos ayuda a
los contratistas para dejar en óptimas condiciones las
quebradas y sitios que pueden ser críticos", dijo a HOY Jorge
Poveda, subgerente de la Empresa de Alcantarillado
"La subida de los combustibles nos ha matado. Así como el
Departamento de Higiene tiene necesidad de los recolectores de
basura nosotros requerimos los eductores para limpiar las
redes y sumideros", destacó.
Para efectos del mantenimiento del alcantarillado, la ciudad
está dividida en 34 sectores. "Hay algunos a los que
mantenemos solo una vez al año y otros serán dos y tres veces
porque son críticos. En este caso están los pasos a desnivel".
"Todos los puentes a desnivel son depresivos, por tanto
sensibles a inundaciones. Ahora están pintadas líneas
amarillas que indican donde hay sumideros".
"Nuestro equipo humano tiene una vasta experiencia y con ella
ha suplido la falta de recursos de equipamiento".
"Además de la limpieza de las redes damos servicio a las
casas. Normalmente nos llaman un promedio de diez personas a
diario que nos solicitan limpiar y destapar los sistemas de
desagües de sus casas. Creo que del ciento por ciento de
llamadas el 96 por ciento hemos resuelto. Son buenazos!"
"El servicio de desobstrucción de cañerías caseras se hace
previo pago. La gente ya nos conoce y nos llama, aunque es un
servicio caro. Tuvimos el caso de un hotel donde ya no sabían
qué hacer. Llamaron a la empresa y detectamos a través de
sondas el problema. Hubo que romper el tubo y encontramos unas
pelucas, que atrancaban las cañerías".
"También hacemos la limpieza de pozos sépticos y de los
mercados. Frecuentemente se taponan. Entonces hemos pedido
que cada mercado tenga un equipo de limpieza y ya lo tienen,
pero en algunos casos tenemos que ayudar", afirmo Poveda. (6C)
Alcantarillado al borde de la emergencia. Por Consuelo
Albornoz Tinajero
Quito. 02.11.92. Al borde de la emergencia, que de producirse
pondría en riesgo la seguridad de la ciudad de Quito, se
encuentra la Empresa Municipal de Alcantarillado, EMA. La
razón, la crisis económica, cuya consecuencia inmediata es la
imposibilidad de comprar los indispensables equipos para
mantenimiento de los 3.400 kilómetros de redes de
alcantarillado y sumideros.
"Los habitantes de Quito, los servicios e instalaciones
dependen de la seguridad de la ciudad, y si no existe un
mantenimiento adecuado corremos el riesgo de perder todo lo
que podamos hacer en Quito, en cuanto a comercio, monumentos
históricos, etc" señaló en diálogo con HOY Jorge Poveda,
subgerente de la EMA.
"La empresa necesita contar como mínimo con 60 unidades
eductoras -para la limpieza de la red- pero solo tenemos 16.
De ellas tres son modelo 1963; 10 son modelo 1968 y tres
modelos 1978".
Cada eductor cuesta 300 millones de sucres -por el momento-.
Un año atrás la EMA intentó comprar, con fondos municipales,
10 de estos vehículos. Por su alto costo redujo ese número a
seis y ahora "por las últimas medidas" solo podrá comprar
tres.
"Nuestro trabajo es difícil, nuestras fuerzas ya no dan más y
ante el costo tan elevado de las unidades no existe más
remedio que un apoyo del gobierno central, como una obligación
frente a la seguridad y a la vida de los moradores. Hay que
concientizar al gobierno central de que tiene que ayudar a
Quito. Quito es una ciudad difícil, con una topografía
extraña, 52 quebradas que la cruzan, redes de alcantarillado
antiguas y con problemas en su trazado", precisó Poveda.
"La seguridad que ha dado la empresas -agregó- con un trabajo
callado no significa que estemos bien, sino que puede irse
debilitando y menguando la seguridad de Quito".
Mínimo 10 mil millones
Para dar un servicio óptimo de mantenimiento en Quito la EMA
necesitaría 20 mil millones de sucres. Pero aspira a obtener
del gobierno, de inmediato, por lo menos 10 mil millones para
esta labor. Al momento gasta mil millones al año, para dar
un mantenimiento que lo califica de "mínimo" en las quebradas
y al sistema en general.
"Las cifras parecen muy altas pero ahora los millones ya no
representan nada -anotó Poveda-. Con esta cifra adquiriríamos
un equipo para 15 años más. Si logramos esto y por lo menos 5
mil millones para obras estaríamos en una situación no ideal
pero sí que nos permitiría ejecutar las obras de desarrollo
que merece la ciudad".
La entrega de estos recursos económicos además de permitir a
la EMA la adquisición de ese equipo le posibilitaría la
realización de la obra que tiene que hacer, "porque nuestro
frente no solo es el mantenimiento, sino la dotación del
sistema, que debe ser permanente. Ahora se han triplicado las
necesidades de la ciudad con la aparición de barrios
clandestinos a los que hay que atender" sostuvo Poveda.
317 personas entre sifoneros, albañiles y peones están
dedicados en la EMA a tareas de mantenimiento. "Ese personal
se ha mantenido igual desde hace 10 años, pues la EMA entrega
muchos trabajos por contrato a fin de no volver la institución
demasiado grande" dijo el subgerente.
Estos trabajadores durante la época de lluvias -nueve meses al
año- trabajan en horarios diferidos, por lo que duplican su
actividad.
Control permanente
La topografía de Quito, con tanta pendiente, es un factor de
riesgo que obliga a la Empresa Municipal de Alcantarillado,
EMA, a mantener un permanente control de las quebradas que
atraviesan la ciudad, para prevenir aluviones. Quito ha
sufrido varios aluviones graves. En 1975 hubo uno en La
Gasca. Y en 1982 y 1983 varios al noroccidente.
"Para detectar los problemas tenemos un equipo que trabaja
exclusivamente en las quebradas. Cada una de ellas tiene
diferente mecánica y por tanto requiere un tratamiento
diferente" dijo a HOY Jorge Poveda, subgerente de la EMA.
Ese personal recorre las bocas de las quebradas, detecta
cualquier problema y por radio lo comunica.
"Nuestro trabajo es constante, diario. Muchas veces la
ciudadanía no se enteró que hubo aluviones y derrumbes en la
montaña, pero sí supo la empresa, que tuvo que afrontar el
problema con sus pocos recursos, pero con un personal que puso
en riesgo su vida. Mucha gente bota los escombros a las
calles y a las quebradas y nos taponan las bocas. Se necesita
maquinaria fuerte, ya no se puede trabajar a mano" declaró
Poveda.
La mayor parte de quebradas -42- está concentrada al occidente
de Quito. El resto está en el Itchimbía, la prolongación del
Itchimbía y en Puengasí. Aunque estas no son de mayor riesgo,
últimamente se han vuelto activas porque la ciudad ha crecido
hacia la cumbre. Entonces lo que antes era una tierra para
cultivo hoy es un terreno impermeable por las casas y vías,
por lo tanto los caudales se aumentan y bajan con cierta
energía hacia el Camal.
Además, la EMA permanentemente debe limpiar los sumideros pues
la gente arroja allí la basura.
"El sitio donde botan los desperdicios en el centro histórico
son los sumideros. Donde se botan los desechos de construcción
son las quebradas. Y si no hacemos esto a diario -comentó-
nos ponemos en peligro de sufrir inundaciones".
La empresa ha calculado que alrededor del 30 por ciento de los
desechos recogidos en los sumideros y quebradas, son
originados por el descuido de la población.
Sistema obsoleto
A más del potencial peligro de las quebradas, otro elemento de
peligrosidad es la antigüedad del sistema de alcantarillado,
que data de 1906.
"Tenemos -añadió el subgerente- un sistema bastante antiguo y
roturas en los colectores que debemos reparar de inmediato,
para mantener la seguridad en Quito. La gente tiene que
recorrer los principales colectores para verificar dónde están
las rupturas, antes de que se caigan las casas.
"Aparte de esto es un trazado antiguo, con depresiones
internas en las calles, que hacen que sean susceptibles a
inundarse. Además, las alcantarillas están trabajando a
presión debido al crecimiento de la ciudad, por lo que
requerimos planificar nuevas obras. Pero para que la
planificación tenga efecto necesitamos ponerla en práctica y
para eso necesitamos recursos".
Cortos
"El año pasado tuvimos una reunión con la Defensa Civil cuando
esperábamos el fenómeno del Niño. No obtuvimos ni un centavo
de apoyo. Entonces tuvimos que hacer una minga con el equipo
del Municipio, de la Dirección de Higiene y pedimos ayuda a
los contratistas para dejar en óptimas condiciones las
quebradas y sitios que pueden ser críticos", dijo a HOY Jorge
Poveda, subgerente de la Empresa de Alcantarillado
"La subida de los combustibles nos ha matado. Así como el
Departamento de Higiene tiene necesidad de los recolectores de
basura nosotros requerimos los eductores para limpiar las
redes y sumideros", destacó.
Para efectos del mantenimiento del alcantarillado, la ciudad
está dividida en 34 sectores. "Hay algunos a los que
mantenemos solo una vez al año y otros serán dos y tres veces
porque son críticos. En este caso están los pasos a desnivel".
"Todos los puentes a desnivel son depresivos, por tanto
sensibles a inundaciones. Ahora están pintadas líneas
amarillas que indican donde hay sumideros".
"Nuestro equipo humano tiene una vasta experiencia y con ella
ha suplido la falta de recursos de equipamiento".
"Además de la limpieza de las redes damos servicio a las
casas. Normalmente nos llaman un promedio de diez personas a
diario que nos solicitan limpiar y destapar los sistemas de
desagües de sus casas. Creo que del ciento por ciento de
llamadas el 96 por ciento hemos resuelto. Son buenazos!"
"El servicio de desobstrucción de cañerías caseras se hace
previo pago. La gente ya nos conoce y nos llama, aunque es un
servicio caro. Tuvimos el caso de un hotel donde ya no sabían
qué hacer. Llamaron a la empresa y detectamos a través de
sondas el problema. Hubo que romper el tubo y encontramos unas
pelucas, que atrancaban las cañerías".
"También hacemos la limpieza de pozos sépticos y de los
mercados. Frecuentemente se taponan. Entonces hemos pedido
que cada mercado tenga un equipo de limpieza y ya lo tienen,
pero en algunos casos tenemos que ayudar", afirmo Poveda. (6C)
Más en el