Quito. 15 oct 98.
La información es clave
La paz es la meta de ambos países pero resulta complicado que
se apruebe la propuesta de los Garantes sin que se conozca en
qué consiste. Primero debería hacerse pública entre los
presidentes de los dos países y luego en el Congreso Nacional
porque son los legisladores, quienes son nuestros
representantes políticos y estarían en capacidad de tomar una
decisión que habilite al Presidente de la República.
Al momento, no sería conveniente ni habría tiempo para
realizar un plebiscito para conocer la posición de los
ecuatorianos respecto a las negociaciones. No obstante, hay
que recordar que una negociación es un renunciamiento de las
partes.
No hay otra alternativa
Para todos es conocido que el proceso de negociación, vía
Cancillería y Presidencia, llegó a un punto muerto. Este
estancamiento puede ser resuelto únicamente mediante un
proceso de arbitraje.
Cada día hay innovaciones en derecho internacional, entonces
no debe sorprender a nadie que los países Garantes hayan
tomado esta decisión. Esperemos que su fallo favorezca a las
dos partes o, por lo menos, no afecte más al un país que al
otro. Además que las decisiones sean tomadas en cuenta. Esto
es lo último que resta. En términos de negociación pacífica ya
no hay otra alternativa. Esperamos que el parque binacional
sea tomado en cuenta.
Hay que pensar en futuro
Definitivamente los gobiernos deben hacer un esfuerzo por
lograr una paz definitiva, porque está de por medio el futuro
de todos los habitantes de Ecuador y Perú. No creo que se
deban mantener posiciones radicales respecto de preservar una
parte determinada del territorio ecuatoriano como podría ser
Tiwintza porque si nos atenemos a la historia Ecuador nunca
tuvo presencia real en el Amazonas. ¿De qué nos estamos
quejando? Es absurdo pelear por una franja pequeña de
territorio que bien podría ser destinada a convertirse en un
parque binacional y vigilado por los países Garantes. Por eso
la propuesta de los Garantes es lógica.
Es la mejor opción
Aún en los matrimonios donde las relaciones pueden no marchar
bien se da el caso de un tercero que ayuda a solucionar esos
inconvenientes.
Por ello la salida de los países Garantes es una alternativa
válida, es la única, que se da por la necesidad regional de
mantenernos unidos frente a los problemas que se vienen a
futuro, uno de ellos: la recesión.
Es importante crear un mercado interno regional y por eso la
importancia de que los conflictos, o potenciales conflictos de
la región, queden solucionados para centrar los esfuerzos en
los problemas que aquejan a la zona.
Hay que hallar la solución
No me gusta el sentido de obligatoriedad sobre algo que no se
conoce, pues el país ha vivido en duda mucho tiempo. Sin
embargo, pienso que por dolorosa que sea, la solución hay que
darla. Tenemos que rehacer la dignidad dentro del Ecuador.
Sobre la fórmula planteada por los Garantes, desde que Ecuador
aceptó el Protocolo de Río y que todo se rija en base a eso,
nos señalaron el camino a seguir y lo demás son detalles y
circunstancias. Lo importante es que la salida al problema
tendría que no generar la guerra en ningún momento. Sobre todo
tiene que haber el reconocimiento de que los dos países nos
pertenecemos a una misma cultura.
No a la irresponsabilidad
Yo creo en la paz a cualquier precio. Y el día de mañana la
eliminación de fronteras. Es hora de terminar con estos
conflictos que tanto daño han hecho al país. No es momento
para que la Patria sea utilizada desde un punto de vista
político sino que hay que pensar en la Patria desde un punto
de vista humano. Pronunciarse en contra de la paz sería una
irresponsabilidad y es ahora cuando no podemos dejar de asumir
esa responsabilidad. Hay que apoyar la solución que se propone
ahora después de cuatro años de negociaciones. Los
intelectuales, cámaras, asociaciones y otros colegios hemos
firmado una carta en ese sentido.
Dejar de lado la política
El Congreso, al ser el representante del pueblo, dadas las
cosas como están, debe darle el respaldo al Presidente. Aquí
hay que dejar a un lado la política, los intereses personales,
y hacer Patria. La decisión que se tome será la que va a sacar
adelante al Ecuador en el próximo siglo.
El pueblo ecuatoriano está hoy en manos de sus elegidos. Es
trabajo de los diputados saber exactamente que es lo más
conveniente para el país.
Una paz justa, como quiere el Ecuador, nos abriría una puerta
de esperanza para concentrarnos realmente en los problemas que
hay en el país y no tendríamos que dormir con un ojo abierto.
La paz es imprescindible
Como representante de los estudiantes de la PUCE estoy de
acuerdo con la propuesta porque, según la realidad actual del
Ecuador, es la más conveniente.
De lo contrario, un árbol de posibilidades se abre, entre las
cuales la guerra está presente. La posición del Congreso debe
definirse en función de los intereses de toda la Nación y de
las circunstancias políticas e históricas actuales. La firma
de la paz es una necesidad imperante. La mejor solución es que
el Congreso haga viable la propuesta de los Garantes, para
rescatar un proceso de negociaciones de más de tres años.
Fortalecer la economía es una tarea que necesita eliminar las
demás incertidumbres.
La paz necesita rapidez
Hubiera preferido que los dos presidentes de Ecuador y Perú,
Jamil Mahuad y Alberto Fujimori, firmen directamente la paz y
no que los congresos de senadores o diputados tomen la
decisión.
Los congresos tienen sus intereses: para un proyecto se
demoran meses y hasta años. Para la paz se necesita rapidez
porque existe la disposición de los países Garantes.
Ese es mi temor y desacuerdo.Hubiera preferido que los
presidentes de los dos países sellan el acuerdo porque el
pueblo los eligió a ellos. Ahora hay que esperar la respuestas
de los congresos y ojalá no caigan en largos debates.
Por la negociación directa
No estoy de acuerdo con la propuesta de los Garantes. Es
negociar nuestro territorio sin garantías. De esta manera, el
Ecuador pierde parte de su soberanía. También creo en que los
representantes de cada país, Jamil Mahuad y Alberto Fujimori,
deben decidir y continuar con los diálogos de manera directa.
Los Garantes solo pueden ser vigilantes de ese proceso de
negociaciones.
El presidente Mahuad tiene que ponerse de acuerdo con Alberto
Fujimori, y defender el territorio de nuestro país. Además,
considero que el planteamiento no contempla garantías de que
el país no salga finalmente perjudicado.
No hay fórmula perfecta
Yo estoy de acuerdo. La fórmula perfecta no existe pero el
acuerdo al que se ha llegado nos permite salir del atolladero
en el que estamos. La opciones de una paz armada o de una
guerra no son viables. Ecuador atraviesa por circunstancias
económicas, sociales, políticas y hasta catástrofes naturales;
es decir, una situación muy compleja que necesita una visión y
una perspectiva de largo plazo.
El mundo está cambiando. Necesitamos mirar las cosas con ojos
diferentes y aprobar la propuesta delos Garantes. Lo contrario
sería vivir un statu quo de paz armada puede significar
recurrentes conflictos que drenarán los recursos para el
desarrollo.
Debatir sobre identidad
En principio estoy de acuerdo que haya un arbitraje y en ese
sentido mi adhesión a lo planteado. Creo que el Congreso debe
enfrentar su responsabilidad pero con una perspectiva más
ajustada a la realidad nacional. Deben ser realistas y no
patrioteros. Esta situación nos plantea una profunda reflexión
y debate sobre lo que es la identidad, que no puede estar
sustentada solo en la territorialidad. Mucha gente cree que al
perder un espacio de tierra hay una mutilación de la identidad
y se están haciendo lecturas ideológicas sobre el territorio.
Hay que debatir sobre el concepto de soberanía, que quiere
decir autonomía, potestad sobre un orden social.
Frontera * Quito y Cuenca
Acuerdo de paz: se suman dos concejos
Redacciones Quito y Cuenca
El alcalde Roque Sevilla y 12 de los 15 ediles del Concejo
Metropolitano de Quito, suscribieron ayer un documento que
respalda las negociaciones que lleva adelante el Gobierno
ecuatoriano.
Apoyan la propuesta de los países Garantes y reiteran que la
paz es un sentimiento unánime del pueblo quiteño que, al mismo
tiempo, es partidario de una solución justa y equilibrada.
Piden al Congreso que asuma su responsabilidad en el proceso
con miras a una solución pacífica del diferendo limítrofe con
el Perú. El documento fue enviado a los presidentes de la
República, Jamil Mahuad, y del Congreso, Juan José Pons.
En igual sentido, ayer en la tarde, el Concejo de Cuenca en
pleno resolvió -por unanimidad- solicitar al Congreso Nacional
la aprobación de la fórmula propuesta por los cuatro países
Garantes y que no es conveniente una consulta popular.
Reconocieron que el proceso de negociación han llevado con
altura el presidente Mahuad y el canciller Ayala, además del
esfuerzo patriótico de las Fuerzas Armadas.
Por otro lado, el respaldo al mecanismo propuesto por los
países Garantes se amplió al ámbito provincial. En una
comunicación conjunta el Prefecto de Azuay, el Alcalde de
Cuenca, el Gobernador, el Presidente de la Asociación de
Cámaras de la Producción y el Rector de la Universidad de
Cuenca sostienen que la Legislatura tiene en sus manos la
decisión para terminar con el problema lacerante, por lo que
exhortan a aprobar la propuesta.
Al mismo tiempo, son firmes en rechazar la tesis plateada por
Jaime Nebot de someter dicha decisión a una consulta popular
porque "impediría concretar una patriótica aspiración del
país, la de vivir en paz".
Añaden que están seguros "que un acuerdo global, tanto en
materia territorial como en aquellos otros temas que han
venido siendo incluidos en las negociaciones bilaterales,
permitan no solamente la ejecución de diferentes proyectos en
las áreas de salud, educación e infraestructura, sino que
posibilitará el desarrollo económico y social de las
provincias del sur...". La carta está dirigida al presidente
del Congreso. Este pronunciamiento no fue resultado de ninguna
reunión sino de contactos telefónicos entre las autoridades y
los sectores productivos. (Texto tomado de El Comercio)
La información es clave
La paz es la meta de ambos países pero resulta complicado que
se apruebe la propuesta de los Garantes sin que se conozca en
qué consiste. Primero debería hacerse pública entre los
presidentes de los dos países y luego en el Congreso Nacional
porque son los legisladores, quienes son nuestros
representantes políticos y estarían en capacidad de tomar una
decisión que habilite al Presidente de la República.
Al momento, no sería conveniente ni habría tiempo para
realizar un plebiscito para conocer la posición de los
ecuatorianos respecto a las negociaciones. No obstante, hay
que recordar que una negociación es un renunciamiento de las
partes.
No hay otra alternativa
Para todos es conocido que el proceso de negociación, vía
Cancillería y Presidencia, llegó a un punto muerto. Este
estancamiento puede ser resuelto únicamente mediante un
proceso de arbitraje.
Cada día hay innovaciones en derecho internacional, entonces
no debe sorprender a nadie que los países Garantes hayan
tomado esta decisión. Esperemos que su fallo favorezca a las
dos partes o, por lo menos, no afecte más al un país que al
otro. Además que las decisiones sean tomadas en cuenta. Esto
es lo último que resta. En términos de negociación pacífica ya
no hay otra alternativa. Esperamos que el parque binacional
sea tomado en cuenta.
Hay que pensar en futuro
Definitivamente los gobiernos deben hacer un esfuerzo por
lograr una paz definitiva, porque está de por medio el futuro
de todos los habitantes de Ecuador y Perú. No creo que se
deban mantener posiciones radicales respecto de preservar una
parte determinada del territorio ecuatoriano como podría ser
Tiwintza porque si nos atenemos a la historia Ecuador nunca
tuvo presencia real en el Amazonas. ¿De qué nos estamos
quejando? Es absurdo pelear por una franja pequeña de
territorio que bien podría ser destinada a convertirse en un
parque binacional y vigilado por los países Garantes. Por eso
la propuesta de los Garantes es lógica.
Es la mejor opción
Aún en los matrimonios donde las relaciones pueden no marchar
bien se da el caso de un tercero que ayuda a solucionar esos
inconvenientes.
Por ello la salida de los países Garantes es una alternativa
válida, es la única, que se da por la necesidad regional de
mantenernos unidos frente a los problemas que se vienen a
futuro, uno de ellos: la recesión.
Es importante crear un mercado interno regional y por eso la
importancia de que los conflictos, o potenciales conflictos de
la región, queden solucionados para centrar los esfuerzos en
los problemas que aquejan a la zona.
Hay que hallar la solución
No me gusta el sentido de obligatoriedad sobre algo que no se
conoce, pues el país ha vivido en duda mucho tiempo. Sin
embargo, pienso que por dolorosa que sea, la solución hay que
darla. Tenemos que rehacer la dignidad dentro del Ecuador.
Sobre la fórmula planteada por los Garantes, desde que Ecuador
aceptó el Protocolo de Río y que todo se rija en base a eso,
nos señalaron el camino a seguir y lo demás son detalles y
circunstancias. Lo importante es que la salida al problema
tendría que no generar la guerra en ningún momento. Sobre todo
tiene que haber el reconocimiento de que los dos países nos
pertenecemos a una misma cultura.
No a la irresponsabilidad
Yo creo en la paz a cualquier precio. Y el día de mañana la
eliminación de fronteras. Es hora de terminar con estos
conflictos que tanto daño han hecho al país. No es momento
para que la Patria sea utilizada desde un punto de vista
político sino que hay que pensar en la Patria desde un punto
de vista humano. Pronunciarse en contra de la paz sería una
irresponsabilidad y es ahora cuando no podemos dejar de asumir
esa responsabilidad. Hay que apoyar la solución que se propone
ahora después de cuatro años de negociaciones. Los
intelectuales, cámaras, asociaciones y otros colegios hemos
firmado una carta en ese sentido.
Dejar de lado la política
El Congreso, al ser el representante del pueblo, dadas las
cosas como están, debe darle el respaldo al Presidente. Aquí
hay que dejar a un lado la política, los intereses personales,
y hacer Patria. La decisión que se tome será la que va a sacar
adelante al Ecuador en el próximo siglo.
El pueblo ecuatoriano está hoy en manos de sus elegidos. Es
trabajo de los diputados saber exactamente que es lo más
conveniente para el país.
Una paz justa, como quiere el Ecuador, nos abriría una puerta
de esperanza para concentrarnos realmente en los problemas que
hay en el país y no tendríamos que dormir con un ojo abierto.
La paz es imprescindible
Como representante de los estudiantes de la PUCE estoy de
acuerdo con la propuesta porque, según la realidad actual del
Ecuador, es la más conveniente.
De lo contrario, un árbol de posibilidades se abre, entre las
cuales la guerra está presente. La posición del Congreso debe
definirse en función de los intereses de toda la Nación y de
las circunstancias políticas e históricas actuales. La firma
de la paz es una necesidad imperante. La mejor solución es que
el Congreso haga viable la propuesta de los Garantes, para
rescatar un proceso de negociaciones de más de tres años.
Fortalecer la economía es una tarea que necesita eliminar las
demás incertidumbres.
La paz necesita rapidez
Hubiera preferido que los dos presidentes de Ecuador y Perú,
Jamil Mahuad y Alberto Fujimori, firmen directamente la paz y
no que los congresos de senadores o diputados tomen la
decisión.
Los congresos tienen sus intereses: para un proyecto se
demoran meses y hasta años. Para la paz se necesita rapidez
porque existe la disposición de los países Garantes.
Ese es mi temor y desacuerdo.Hubiera preferido que los
presidentes de los dos países sellan el acuerdo porque el
pueblo los eligió a ellos. Ahora hay que esperar la respuestas
de los congresos y ojalá no caigan en largos debates.
Por la negociación directa
No estoy de acuerdo con la propuesta de los Garantes. Es
negociar nuestro territorio sin garantías. De esta manera, el
Ecuador pierde parte de su soberanía. También creo en que los
representantes de cada país, Jamil Mahuad y Alberto Fujimori,
deben decidir y continuar con los diálogos de manera directa.
Los Garantes solo pueden ser vigilantes de ese proceso de
negociaciones.
El presidente Mahuad tiene que ponerse de acuerdo con Alberto
Fujimori, y defender el territorio de nuestro país. Además,
considero que el planteamiento no contempla garantías de que
el país no salga finalmente perjudicado.
No hay fórmula perfecta
Yo estoy de acuerdo. La fórmula perfecta no existe pero el
acuerdo al que se ha llegado nos permite salir del atolladero
en el que estamos. La opciones de una paz armada o de una
guerra no son viables. Ecuador atraviesa por circunstancias
económicas, sociales, políticas y hasta catástrofes naturales;
es decir, una situación muy compleja que necesita una visión y
una perspectiva de largo plazo.
El mundo está cambiando. Necesitamos mirar las cosas con ojos
diferentes y aprobar la propuesta delos Garantes. Lo contrario
sería vivir un statu quo de paz armada puede significar
recurrentes conflictos que drenarán los recursos para el
desarrollo.
Debatir sobre identidad
En principio estoy de acuerdo que haya un arbitraje y en ese
sentido mi adhesión a lo planteado. Creo que el Congreso debe
enfrentar su responsabilidad pero con una perspectiva más
ajustada a la realidad nacional. Deben ser realistas y no
patrioteros. Esta situación nos plantea una profunda reflexión
y debate sobre lo que es la identidad, que no puede estar
sustentada solo en la territorialidad. Mucha gente cree que al
perder un espacio de tierra hay una mutilación de la identidad
y se están haciendo lecturas ideológicas sobre el territorio.
Hay que debatir sobre el concepto de soberanía, que quiere
decir autonomía, potestad sobre un orden social.
Frontera * Quito y Cuenca
Acuerdo de paz: se suman dos concejos
Redacciones Quito y Cuenca
El alcalde Roque Sevilla y 12 de los 15 ediles del Concejo
Metropolitano de Quito, suscribieron ayer un documento que
respalda las negociaciones que lleva adelante el Gobierno
ecuatoriano.
Apoyan la propuesta de los países Garantes y reiteran que la
paz es un sentimiento unánime del pueblo quiteño que, al mismo
tiempo, es partidario de una solución justa y equilibrada.
Piden al Congreso que asuma su responsabilidad en el proceso
con miras a una solución pacífica del diferendo limítrofe con
el Perú. El documento fue enviado a los presidentes de la
República, Jamil Mahuad, y del Congreso, Juan José Pons.
En igual sentido, ayer en la tarde, el Concejo de Cuenca en
pleno resolvió -por unanimidad- solicitar al Congreso Nacional
la aprobación de la fórmula propuesta por los cuatro países
Garantes y que no es conveniente una consulta popular.
Reconocieron que el proceso de negociación han llevado con
altura el presidente Mahuad y el canciller Ayala, además del
esfuerzo patriótico de las Fuerzas Armadas.
Por otro lado, el respaldo al mecanismo propuesto por los
países Garantes se amplió al ámbito provincial. En una
comunicación conjunta el Prefecto de Azuay, el Alcalde de
Cuenca, el Gobernador, el Presidente de la Asociación de
Cámaras de la Producción y el Rector de la Universidad de
Cuenca sostienen que la Legislatura tiene en sus manos la
decisión para terminar con el problema lacerante, por lo que
exhortan a aprobar la propuesta.
Al mismo tiempo, son firmes en rechazar la tesis plateada por
Jaime Nebot de someter dicha decisión a una consulta popular
porque "impediría concretar una patriótica aspiración del
país, la de vivir en paz".
Añaden que están seguros "que un acuerdo global, tanto en
materia territorial como en aquellos otros temas que han
venido siendo incluidos en las negociaciones bilaterales,
permitan no solamente la ejecución de diferentes proyectos en
las áreas de salud, educación e infraestructura, sino que
posibilitará el desarrollo económico y social de las
provincias del sur...". La carta está dirigida al presidente
del Congreso. Este pronunciamiento no fue resultado de ninguna
reunión sino de contactos telefónicos entre las autoridades y
los sectores productivos. (Texto tomado de El Comercio)
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