No Recibimos Pais Envidiable

NO RECIBIMOS PAIS ENVIDIABLE

Quito. 08.08.92. -¿Cómo se siente un empresario exitoso,
acostumbrado a la eficiencia, a conseguir resultados rápidos,
inmerso en la burocracia del Ministerio de Finanzas?

Siento entusiasmo, pues seré parte de un movimiento que está
comprometido a cambiar fundamentalmente la estructura del
Estado, pero siento simultáneamente una gran preocupación por
la tarea enorme que será la de tratar de desenredar las
distorsiones y los absurdos que se han acumulado a través de
los años por la irresponsabilidad con que se ha manejado el
"juego político" y por la resistencia que sin duda se
encontrará en la burocracia gubernamental que se ha
acostumbrado, en muchos casos, a tener empleo pero no a
trabajar. Sin embargo, ya he conocido funcionarios tan
capaces como honrados. Creo además que con ciertas reformas
estructurales del Estado la enorme potencialidad humana que
existe en el ámbito público podrá ser efectivamente
incorporada a un Estado moderno.

-Se dice que usted está en ese puesto para renegociar la deuda
externa. ¿Es verdad? ¿Se encargará también de poner orden en
las finanzas públicas?

El Ministro de Finanzas y Crédito Público es efectivamente el
llamado de renegociar la deuda externa, pero esta no es sino
una de sus responsabilidades. El presidente Durán-Ballén me
ha nombrado ministro de Finanzas para ejercer todas las
responsabilidades que conlleva ese cargo, entre ellos las
finanzas públicas.

-¿Cuál es la imagen del país en los organismos financieros
internacionales?

Lamentablemente la imagen en los organismos financieros
internacionales no es buena porque el Ecuador no ha llevado
políticas coherentes y consistentes, perdiendo así parte de su
credibilidad. Esto no quiere decir que dentro de tales
organismos no exista una gran disposición para abrir nuevos
capítulos de cooperación y entendimiento con el Ecuador. En
el viaje que hiciera con el presidente electo a los Estados
Unidos encontramos puertas abiertas y un ferviente deseo de
cooperar para que el Ecuador se ponga a tono con los otros
países de este continente.

-¿Cuál es a su juicio el principal problema que tiene el
sector público y la economía del país?

El peor problema que tiene hoy el país es la inflación que
está en peligro de volverse crónica. Lamentablemente a la
gran mayoría de la población le es difícil entender la
relación entre el gasto público no financiado y la inflación.
El principal problema en el sector público es su tamaño, que
no guarda relación ni con lo que debe ser un estado moderno
ni, desde luego, con los servicios que presta o con el peso
que impone a los ciudadanos.

-Se ha criticado la conformación empresarial del gabinete.
¿Cuál es su opinión? ¿Garantiza ese gabinete un adecuado
diálogo del gobierno con todos los sectores sociales?

Si al hablar de un gabinete empresarial se pretende insinuar
que sus integrantes son gente insensibles y no comprometidos
con el bien del país, quienes asignan este membrete actúan, o
sin pensar, o con el deseo de hacer daño y confundir a la
opinión pública. En cuanto a la segunda parte de la pregunta,
nadie mejor que un empresario sabe dialogar y analizar los
componentes que deberán tomarse en cuenta en la toma de
decisiones.

El gabinete del presidente Durán Ballén en el cual hay
empresarios al igual que profesionales y políticos dialogará,
como es indispensable en el mundo empresarial, con todos los
sectores sociales, especialmente el laboral, y tomará las
decisiones que se deban tomar para modernizar al país.

-¿Cómo califica el manejo económico del gobierno de Rodrigo
Borja, en términos generales?

Prefiero no contestar esta pregunta. Mi inclinación natural,
justamente de empresario, es la de mirar hacia adelante y no
al pasado, sobre el que ya nada se puede hacer. Sin embargo,
es evidente que el nuevo gobierno no recibe un país en
condiciones envidiables, como afirmó el gobierno saliente. Lo
contrario parece estar más cerca de la realidad.

-¿Qué piensa del gradualismo?

Como concepto abstracto, fácil de defender, pero en la
práctica del manejo económico de un país en crisis, la mejor
manera de tornar crónicos a los problemas que pudieran
corregirse con una dosis adecuada y oportuna de la medicina
correcta.

-Usted fue embajador del Ecuador en Washington durante el
gobierno de León Febres Cordero. ¿Por qué optó por Sixto
Durán Ballén y no por Jaime Nebot? ¿Hubo algún
distanciamiento suyo con el ex presidente?

Efectivamente serví como embajador del gobierno del presidente
Febres Cordero para quien guardo respeto y consideraciones.
El pueblo ecuatoriano es quien optó por Sixto Durán Ballén,
probablemente porque prefirió su estilo de hacer política y su
manera de actuar en las funciones públicas que ha desempeñado.

En términos ideológicos generales, los dos candidatos de la
segunda vuelta electoral representaban tendencias similares.
El presidente Durán Ballén me ha invitado a servir al país y
decidí aceptar su invitación como una manera de devolver al
país lo que el país me ha dado.

Nunca hubo un distanciamiento con el ex presidente quien sabe
que, desde mi posición de ministro de Finanzas, cooperaré con
él en todo aquello que represente la búsqueda de soluciones
para el enorme problema nacional que representa la ciudad de
Guayaquil en crisis. Yo admiro la voluntad del ex presidente
Febres Cordero de servir a su ciudad y entiendo la enormidad
de los problemas que tiene que enfrentar. Estoy seguro que
él, con su inteligencia y experiencia, valorará también la
enormidad de los problemas que el ministro de Finanzas deberá
enfrentar a partir del 10 de agosto.

-¿Cuál es su opinión de Alberto Dahik?

Alberto Dahik es un hombre honorable, inteligente y decidido a
quien, como dijo algún ilustre ecuatoriano, "le duele el
Ecuador".

-¿Qué piensa cuando escucha las palabras "terrorismo
económico"

Una frase ingeniosa, sensacionalista, pero que no quiere decir
nada. 5A