WASHINGTON. 5 nov 96. Robert Dole está dispuesto a dejarse
la piel en el intento de ganar estas elecciones , por ello,
terminó ayer una gira electoral de 96 horas sin apenas
descanso, en un intento de conseguir la victoria en los
estados que le pueden dar la Casa Blanca.

Es una auténtica "maratón" pero, cuando se empiezan a contar
los votos de los estados seguros, los probables y los que sólo
gana en sus sueños, los analistas creen que Dole necesita algo
más que un esfuerzo sobrehumano para ganar.

En estos momentos, además de su estado natal, Kansas (6) el
septuagenario senador tiene prácticamente asegurados los votos
electorales de Utah (4), Idaho (5) Wyoming (3), Nebraska (5) y
Oklahoma (8).

En el sistema electoral norteamericano a cada estado le
corresponde un número de votos electorales en función de la
población. El total de votos electorales es de 538.

Los expertos creen también que Dole se puede apuntar como
"posibles" las dos Dakotas -que solo tienen tres votos
electorales cada una- Texas (32), Misisipi (7), Alabama (8)
las Carolinas -22 en total- y Virginia (13), pero la realidad
es que va a necesitar otros muchos estados en los que solo
gana, de momento, en sueños.

Entre ellos está su cortejada California (54 votos
electorales), así como Arizona (8), Florida (25), Ohio (21),
Kentucky (8) y Georgia (13).

Por lo temás, todos los estados de la franja centro-este del
país, desde Minnesota hasta Louisiana, así como todos los de
Nueva Inglaterra, además de Washington, Oregón, Montana, Nuevo
México, Michigan, Illinois y Wisconsin, y el obligado de
Arkansas, son territorio demócrata.

Según pronósticos de la cadena de televisión CNN, Clinton
cuenta ahora mismo con 309 votos electorales de los 270
necesarios para ser reelegido.

De acuerdo con las intenciones de voto, Dole tendría
asegurados 44 votos electorales y otros 195 estarían todavía
por disputar.

Congreso puede ser republicano

Aunque las encuestas apuntan a un resultado muy justo, parece
que los votantes norteamericanos se inclinarán por mantener la
mayoría republicana en las dos Cámaras del Congreso en las
elecciones que se celebran este martes.

Los 500.000 dólares que cada día se gastan los republicanos en
propaganda electoral para decir a los electores que si votan a
sus rivales, los demócratas, será dar un "cheque en blanco" al
actual presidente, Bill Clinton, parecen estar dando sus
resultados.

Si las encuestas electorales se confirman -por ahora dan
ventaja a los republicanos-, los demócratas no habrán sido
capaces de aprovechar los beneficios electorales que en
bandeja les ha estado sirviendo el presidente Clinton, casi
seguro vencedor de las presidenciales de este 5 de noviembre.

Los demócratas, que perdieron la mayoría en el Congreso en las
elecciones de 1994, también habrán desperdiciado el entorno
favorable que la tremenda impopularidad y la controvertida
personalidad del presidente de la Cámara de Representantes, el
republicano radical Newt Gingricht, les estaba proporcionando.

Gingrich es el padre de la "revolución conservadora" que se
deriva de sus propuestas del "Contrato con América", que
contiene un conjunto de medidas que tiran por la borda todos
los logros sociales conseguidos desde los años sesenta,
empezando, por ejemplo, con la retirada de las ayudas sociales
a las madres solteras.

Si los republicanos ganan, será la primera vez desde 1930 en
que logran retener la mayoría en ambas Cámaras por más de dos
años.

Eso también significa que la visión internacionalista que el
Congreso de Estados Unidos tuvo mientras estuvo dominado por
los demócratas se habrá perdido definitivamente, pues
Gingrich, situado a la derecha de la derecha, ha hecho que las
Cámaras se centren en los asuntos nacionales.

La victoria republicana de hace dos años hizo que el mismo
Clinton abandonase algunos de sus postulados, y le obligó a
ocupar el centro político, aprobando bajo su mandato y con el
apoyo del Congreso, leyes como la de la reforma del Bienestar
Social, apoyada sin fisuras por los conservadores.

La Cámara de Representantes tiene 435 escaños, de los que 235
están ocupados por los republicanos y 197 por los demócratas.
Hay un independiente y dos vacantes.

En las filas republicanas, 212 escaños están seguros, pero hay
otros 23 en el aire. Entre los demócratas, hay 168 asientos
que parecen fijos, y otros 29 cuya suerte no se conocerá sino
hasta después del día 5.

Para tener una clara mayoría en la Cámara Baja, los demócratas
necesitan recuperar entre 19 y 21 escaños, y de ellos la
mayoría corresponderían al sur, un lugar en donde el partido
de Clinton es especialmente vulnerable.

En el Senado, que renueva un tercio de sus escaños, los
republicanos tienen una mayoría de 53 frente a 47 escaños
demócratas.

EL SISTEMA

Marck Krischik, consejero cultural y para información de USIS
(Servicio Informativo de Estados Unidos), explica el sistema
electoral de su país de la siguiente manera:

- De acuerdo con el volumen de su población, cada uno de los
50 estados norteamericanos, más el distrito de Columbia
(Washington, que cuenta con tres votos), tiene asignado un
número determinado de votos. Son, en total, 538 votos y, para
ganar la presidencia, un candidato debe reunir al menos 270
votos.

- Según proyecciones de los años 80, un estado gana un voto
electoral por cada 850 mil votos, aproximadamente. Por ello,
los estados más codiciados por los candidatos son aquellos que
mayor población registran. Esto determina sus estrategias de
campaña.

- Este año, por ejemplo, los dos principales candidatos han
tratado de ganar en California, que con 54 votos es el estado
que más pesa en los resultados electorales (20 por ciento de
la votación necesaria para ganar). Otros estados cruciales son
Nueva York (33 votos), Texas (32) y Florida (25).

- Con este sistema, es posible tener mayor número de votos que
el rival, pero si éste gana en los estados "apropiados", será
electo presidente. Sin embargo, el ganador casi siempre reúne
más votos que su contendos; lo contrario solo ha ocurrido dos
veces en la historia norteamericana.

- Este mismo principio se aplica a la hora de elegir a los
representantes para la Cámara Baja (Congreso). Cada estado
tiene entre 1 y 52 congresistas de acuerdo con su población.
Eso sí, todos (no importa si son grandes o chicos) cuentan con
dos representantes para el Senado.

- California, por ejemplo, tiene 54 votos en las elecciones
presidenciales e igual número de representantes en Washington
(52 congresistas y 2 senadores).

- Hoy, los electores se acercarán a las urnas. En cada estado,
el candidato que mayor votación reúna se llevará TODOS los
votos de ese estado, ya sean los 33 de Nueva York o los tres
de Wyoming. Entre la noche de hoy y la mañana siguiente ya se
conocerá al ganador.

- Los estados designan entonces "grandes electores" (uno por
cada voto) y, el primer lunes después del segundo miércoles de
diciembre (este año, lunes 16), estos electores depositan en
la capital de su estado sus votos, que son sellados y se
envían al Congreso, que los abre el 6 de enero.

- En Estados Unidos asistir a las urnas no es obligatorio. De
190 millones de personas en edad de votar, solo 77.7 por
ciento se han registrado y, de ellas, poco más de 50 por
ciento votarán. De hecho, en las elecciones de 1988 votó el
50.1 por ciento, y en las de 1992 el 55 por ciento. (EFE)
(DIARIO HOY) (P. 11-A)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 05/Noviembre/1996

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el