Guayaquil. 18.04.94. De pronto, a nadie se le ha ocurrido
averiguar por la suerte que corren aquellos seres humanos que al
nacer pesan algo así como una libra o un poco más. Pues bien, los
neonatos con peso excesivamente bajo regularmente fallecen a los
pocos minutos de nacer. Estos datos son, en términos generales,
pero varían de acuerdo con los centros médicos y los países: más
o menos desarrollados.

Estas cifras no tuvieran importancia para la historia que les
vamos a contar si no fuera porque en el Ecuador se dan muchos
casos de niños que nacen con un peso excesivamente bajo y que
logran salvarse gracias a la intervención profesional de los
médicos y a las herramientas con que cuentan las clínicas
ecuatorianas.

Es muy poco lo que se conoce de la incidencia de los recién
nacidos en el Ecuador. Regularmente la gente piensa que todos los
niños nacen midiendo más de 50 centímetros y pesando cinco, seis
o siete libras. Son pocas las personas que conocen la suerte de
aquellos que nacen con pesos y estaturas realmente increibles
como las de Paquita, una niña que nació con 22 onzas de peso y
que se salvó gracias a Dios y a la intervención medica.

Paquita vino al mundo el 8 de enero del presente año. Para
Cecilia Cedeño Rodríguez, pediatra neonatóloga que la atendió, su
advenimiento bajo estas características no le fue extraño. Antes
había tratado más de una decena de casos y en todos había tenido
suerte. Por eso, puso empeño para que hoy Paquita se encuentra en
casa con sus padres y en excelentes condiciones generales. "Es
como un milagro", nos dijo la galena, pues cuando nació
fácilmente se la podía sostener en una mano de un adulto.

La historia de Paquita.

La historia la conocimos en una forma providencial cuando
entablabamos una conversación con la Dra. Cedeño Rodríguez.

Después de tan solo 26 semanas de gestación, aproximadamente, (lo
fisiológico o normal de un embarazo es de 40 semanas), nació
Paquita con una libra seis onzas de peso (el peso normal
aproximado es de 7 libras cuando nacen).

Ella es producto de la cuarta gestación de la pareja formada por
el psicólogo Infantil Francisco Hernández Peñaherrera, quien
trabaja en el jardín de infantes "El mundo de los niños", y de
Luz América Molina Córdova, también profesora del colegio técnico
agrícola José Rodríguez La Bandera de la ciudad de Quevedo.

El nacimiento y la evolución de este embarazo

En diciembre pasado el doctor Juan Ojeda comunicó a la doctora
Cecilia Cedeño que Luz estaba embarazada y que con los
antecedentes de abortos y un parto prematuro anterior, se tenía
que preparar al futuro producto en las mejores condiciones. Para
este efecto, los familiares también entraron en contacto con la
doctora Cedeño.

El ginecólogo ya había practicado un cerclaje uterino
(procedimiento que se realiza haciendo un cerramiento en el
cuello del útero para evitar que se produzca un aborto) y se
acordó que debía recibir para esta época corticoides para ayudar
a la maduración pulmonar del producto.

Obviamente el cerclaje no tuvo éxito, no así la maduración que sí
representó uno de los aportes más importantes en esta evolución.

Y llegó el día del nacimiento de Paquita en la clínica San
Francisco de Quevedo. El parto lo atendió por emergencia el
doctor Marcos Romero. Para ese parto se debía contar con la
presencia de un pediatra y es así que se contactó al doctor
Néstor de la Torre, quien procuró todo lo posible para la mejor
atención que se pudo para atender al parto. Ante la falta de
equipos adecuados en la clínica de Quevedo, se resolvió
trasladarla a Luz a Guayaquil ya que la recién nacida, dado su
bajo peso y estatura, necesitaba atención especial.

Para el traslado de Quevedo a Guayaquil, fue necesario de
ambulancia, incubadora y tener canalizada una vena para con todo
esto poder traerla a Luz en condiciones adecuadas, de tal suerte
que la recién nacida no se enfríe, que reciba el oxígeno
necesario, que no presente baja de azúcar, etc.

Llega a Guayaquil

Después de ocho horas de nacida, Paquita llegó a la clínica
Antonio Gil, donde ya la doctora Cecilia Cedeño había preparado
el equipo e iniciar una minuciosa labor, pues era necesario para
estos casos dosis calculadas al miligramo y centímetro de las
medicinas.

Desde el primer momento el equipo se preparó para hacer
prevención de todos los problemas comunes de un prematuro.
Recibió antibioticoterapia por los primeros ocho días, líquidos
necesarios con alimentación parentenal, óligoelementos,
vitaminas, plasma, gamablobulinas de uso intravenoso, etc.

La primera semana

La primera semana se superó sin mayores problemas. Así a partir
de la segunda, el optimismo del equipo médico fue mayor. Paquita
seguía adelante. Luego se presentaba el desafío de alimentarla:
El proceso de alimentación se inició primero con sonda
nasogástrica manteniendo alimentación parenteral. Paulatinamente
se descontinuaba ésta para aumentar la alimentación por sonda,
para luego iniciar la lactancia materna, la misma que fue
excelente desde el primer momento. Ya en casa y con excelente
evolución, se incrementó su peso con ayuda de fórmula especial
para prematuros y sus correspondientes aportes vitamínicos.

Trabajo del personal

Se debe resaltar que sin el aporte del personal de enfermeras,
médicos residentes y del doctor Carlos Escalante, quien
especialmente en la primera semana se mantuvo alerta a cualquier
eventualidad, esta evolución no hubiera sido posible; y sobre
todo con el respaldo de la infraestructura que ofrece la clínica
Antonio Gil de Guayaquil.

Estado actual

Paquita en estos momentos goza de una excelente salud. Ella ha
aumentado de peso en forma considerable y es una niña normal,
como todas las demás. Sus padres, abuelas, abuelos y demás
familiares siempre dan gracias a Dios porque Paquita es ahora una
niña sana, con todos sus sentidos.

-OTROS CASOS

Desde 1988 hasta la presente son varios los niños y niñas que han
tenido similares situaciones que Paquita.

Entre ellos y ellas podemos contar a Manuel Palacios Lourido, que
nació el cinco de mayo de 1988 pesando dos libras. Vania Chonillo
Solá, que nació el 27 de abril de 1988 pesando 2,4 libras. María
Fernanda Aimea Góngora que nació el 3 de enero de 1986 pesando
tres libras. J. Nicolás Valarezo Alvarado, que nació el 29 de
octubre de 1992 pesando tres libras.

Gabriela Palacios Lourido que nació el 11 de septiembre de 1992
pesando 3,5 libras. María Auxiliadora Jaime que nació el 19 de
marzo de 1991 pesando 3,8 libras. Lady Cruz Diaz, que nació el 11
de mayo de 1987 pesando 4 libras. Todos ellos están sanos y sin
problemas.

Punto de vista médico

Manejar a un recién nacido tan prematuro y de tan poco peso, es
indiscutiblemente un gran desafío, un reto que tomé muy
optimista, por diversos motivos, dijo a HOY la doctora Cecilia
Cedeño Rodríguez.

Por un lado, indicó, estuve preparada para este tipo de manejo,
puesto que contaba con diversas experiencias anteriores con casos
similares, en donde se dieron excelentes resultados en los
pacientes tratados, a tal punto que todos se han salvado y en la
actualidad gozan de una excelente salud.

Por otro, en lo que respecta a la paciente Paquita, encontré
algunos puntos a favor de una buena respuesta: Era una paciente
que había recibido preventivamente maduración pulmonar con
corticoides en forma oportuna. No se había reportado datos de
hipoxia (falta de oxígeno) en el nacimiento, y además que
estabamos frente a un paciente de sexo femenino, quienes
estadísticamente, pueden tolerar con una relación de 2 a 1 con
respecto al sexo masculino.

"Si bien es cierto se han publicado otras evoluciones de
prematuros en este país, en este especial caso, el de Paquita, es
de resaltar que su peso ha sido menor y que lo que es más
importante, no presentó jamás la necesidad de utilizar
ventilación mecánica (conectada a la máquina para respirar),
tampoco tuvo la oportunidad y por lo visto la necesidad de
recibir surfactante, medicina actual que ha mejorado la evolución
de los pacientes prematuros, previniendo enfermedades de la
membrana hialina y por ende disminuyendo la incidencia de otros
problemas como displacia broncopulmonar, fibroplacia retrolental,
etc., amén de reducir costos finales de tratamiento".

"Se ha seguido su evolución ya de alta, la misma que es
excelente, se han evaluado todas sus funciones con exámenes e
interconsultas con especialistas. Su incremento de peso y talla
van más allá de lo esperado. Por eso digo que esto es un milagro
de Dios".

CIFRAS

-Los neonatos con peso excesivamente bajo al nacer constituyen
solamente el uno por ciento total de nacimientos, esto a nivel
mundial, pero son causa del 60 por ciento del índice neonatal y
del 40 por ciento de la mortalidad infantil.

-Si bien estos datos, obtenidos de las clínicas perinatológicas
de Estados Unidos de Norteamérica, son en términos generales,
varían de acuerdo a los países mas o menos desarrollados, entre
un hospital y otro, entre determinada época del año y la otra,
etc.

-En neonatos de 500 gramos para abajo, la mortalidad es del 100
por ciento; entre 500 y 1.000 gramos, los porcentajes son
variables, pero sin embargo son tan altos que pueden sobrepasar
el 75 u 80 por ciento.

-En nuestro medio es difícil tener datos reales. Se investigó en
las oficinas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos,
INEC los nacimientos en el año 1992 puesto que en 1993 no hay
registros.

-En el Ecuador están inscritos como nacidos vivos 309.683, de los
cuales 42.515 pertenecen a la provincia del Guayas. En las
historias clínicas al alta se reportaron 6.400 abortos y
prematuros 154 que junto al diagnóstico de pretérminos (que
también son prematuros) de 27 hicieron un total de 181. (8A)
EXPLORED
en Autor: Alcides Montilla - [email protected] Ciudad N/D

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