Quito. 8 may 99. (Editorial) Aunque la atención simultánea de los
problemas ha demostrado no ser el fuerte del actual Gobierno,
la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional
(FMI) que se espera concretar antes del primer semestre del
año, deberá convertirse en el punto de partida para enfrentar
la batalla de la deuda externa.

Esa guerra no tiene uno, sino varios frentes que, a criterio
de los expertos, deberán abordarse al mismo tiempo, si se
desea obtener resultados positivos.

Ecuador está endeudado con el mundo entero, no hay a quién no
le deba: gobiernos de países desarrollados, organismos
multilaterales de crédito, bancos extranjeros y miles de
tenedores de bonos Brady.

La deuda externa pública del Ecuador supera los 13.000
millones de dólares y solo este año representará egresos para
el país por más de 1.300 millones de dólares en todos sus
componentes.

Como simplemente no se puede dejar de pagar la interrogante
es: ¿qué mecanismos posee el Ecuador para aliviar el peso de
sus obligaciones? No solo existe una respuesta, son varias las
alternativas que podrían aplicarse.

Se habla del refinanciamiento, que no es otra cosa que buscar
el mejoramiento de las condiciones de determinada obligación
con el fin de conseguir tasas de interés más bajas y un
alargamiento en el plazo o el tiempo para cumplir con el pago.
En segundo lugar se encuentra la recompra de la deuda, es
decir volver a adquirir los bonos que algún día el Ecuador
emitió para conseguir recursos frescos.

También existe el canje de deuda vieja por una nueva, con lo
que se lograría prácticamente igual efecto que con el
mecanismo de refinanciamiento, cambiando las condiciones de
los bonos con el mismo objetivo: intereses más bajos y plazos
más largos.

Paralelamente, algunos plantean moratoria para pagar sí, pero
que los acreedores acepten pagos atrasados o reducidos.

Por último, en la lista de opciones consta una posibilidad que
tiene que ver con la solidaridad humana y el perdón: la
condonación de cierta parte de la deuda, ya sea parcial (solo
de intereses) o total (capital e intereses).

Dados los elementos, al país solo le resta empezar la
negociación y esperar pronunciamientos.

1. Renegociación, refinanciamiento o reestructuración

La parte de la deuda que podría renegociarse y cuyo
tratamiento no es nuevo es la correspondiente a los países
miembros del Club de París, que son los gobiernos de los
países o economías desarrolladas.

Esta representa el 18% de la deuda total que supera los US$
13.000 millones.

Con estos acreedores es normal que los países deudores
renegocien cada dos años los términos de tasas de interés o
busquen postergar los vencimientos. Con frecuencia existen
condonaciones.

El país desde 1994 no ha renegociado con el Club y mantiene
atrasos, tanto en el pago de capital como de intereses.

La firma del acuerdo con el FMI abre las puertas para
negociar, ya que los miembros del directorio justamente
pertenecen a los países miembros del Club.

Si se sigue postergando esta posibilidad Ecuador corre el
riesgo de caer en mora, lo que sentaría un mal precedente
porque en los organismos multilaterales de crédito están
representados los países del Club.

Leonardo Vicuña, director del Instituto de Investigaciones
Económicas de la Universidad de Guayaquil, explicó que el FMI
lo que hace es emitir un informe favorable para que se proceda
a la renegociación.

De allí, agregó, se deriva, justamente el interés de llegar a
un acuerdo con el organismo, porque el crédito a la balanza de
pagos no parece haber sido el principal objetivo a lo largo de
los años para los gobiernos, "el Fondo se ha convertido en un
supracontralor de nuestras economías y sin su informe
favorable no hay renegociación", advirtió.

2. Condonación previa al año del perdón

La iniciativa parte de la Iglesia Católica cuando en enero del
presente año en los Estados Unidos, el Papa Juan Pablo II
instó al Presidente Bill Clinton a formar parte de esta
corriente para aliviar el peso de la deuda para las naciones
pobres, precisamente cuando en el 2.000 se conmemorará el año
del Jubileo o del perdón.

Clinton en esa fecha dijo estar determinado a que Estados
Unidos juegue un papel de liderazgo en esta tarea moral y
luego, en una carta escrita al Pontífice, ratificó su oferta
indicando: "Mientras nos aproximamos al milenio me gustaría
asegurarle que estoy comprometido a los esfuerzos para mejorar
la condición humana de los países más pobres promoviendo la
reforma económica y expandiendo la escala del alivio de la
deuda".

La condonación podrían otorgarla ciertos países del Club de
París, como en efecto ya lo han hecho Bélgica y Suiza en el
pasado.

Actualmente existe un pronunciamiento en este sentido del
Presidente francés Jack Chirac, con el que podría beneficiarse
el Ecuador.

Analistas y catedráticos como Alberto Acosta, consultor del
Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales,
(Ildis); Carlos Julio Emanuel, ex gerente del Banco Central;
y, René Báez, decano de la facultad de Economía de la
Universidad Católica del Ecuador (PUCE), se han pronunciado a
favor de esta alternativa.

3. Canjear o recomprar deuda externa

Tal vez para las opciones que mayor poder negociador se
requiere. Estas alternativas son aplicables para aquella deuda
del Plan Brady creado en 1989 por el Secretario del Tesoro de
los Estados Unidos de ese entonces, a quien debe su nombre.
Ecuador se acogió al sistema en 1995, durante el gobierno de
Sixto Durán Ballén.

Representa más de la mitad de la deuda pública total y se
encuentra repartida en bonos pertenecientes a miles de
tenedores a nivel mundial.

Para el ex Ministro de Finanzas, Pablo Better, esta es la
deuda que pesa y representa un gravísimo problema para el
Ecuador.

Por tratarse de bonos al portador que se comercializan en
todas las bolsas de valores del mundo, considera imposible la
renegociación y por ello deben buscarse las dos vías
indicadas.

No comparte aquellas opiniones en el sentido que para
reestructurar esta deuda podría contactarse al Chase Manhattan
Bank, que se encarga de realizar el pago de intereses
periódicamente.

"Ya no es posible, era posible cuando sabíamos quienes eran
nuestros acreedores, se formaba un comité de gestión y se
renegociaba, pero ahora tenemos miles y miles de acreedores y
el Chase Manhattan lo que hace es servir de ventanilla para el
pago cuando se presentan los respectivos cupones", puntualizó.

Para la recompra, Better opina como una oportunidad aprovechar
la subida del precio del petróleo en los mercados
internacionales con el fin de destinar parte de los excedentes
por adquirir estos títulos y disminuir el peso que año a año
significa.

Defiende más su propia alternativa: la conversión de deuda en
capital, "el sector fiscal está tan débil y hay cosas que
demandan gasto público que los pocos ingresos que se vayan
llegando se deben destinar al sector social, a la
reconstrucción de la Costa, a atender las necesidades de
diversos sectores, es un asunto de solidaridad humana",
expuso.

Su propuesta consiste en que con oportunidad del plan de
modernización para capitalizar las empresas del Estado se
acepte un porcentaje en bonos Brady y el otro en efectivo.
Better dio a conocer que este mecanismo fue muy utilizado en
la década del 80; empero, el Ecuador no lo aplicó y aunque
reconoce que el Estado recibiría menos ingresos por concepto
de privatizaciones, recalca que a la vez aliviaría el peso de
la deuda futura.

Finalmente dijo no aceptar el término de "reingeniería" que
habitualmente se utiliza para hablar sobre el canje de deuda,
es decir emitir nuevos bonos flexibilizando las condiciones de
plazo e interés.

Todo sobre los bonos Brady

Los bonos Brady nacen del canje de deuda vieja por la nueva.
Surgen en 1989 del cerebro del entonces Secretario del Tesoro
de los Estados Unidos, Nicholas Brady, como una estrategia
para ayudar a los países afectados por el peso de la deuda.
En 1995 Ecuador canjeó su deuda por nuevos títulos, con dos
modalidades: reducción del monto del principal y tasas de
interés flotantes, o igual monto del principal pero con tasas
fijas.

La deuda se reestructuró con 4 clases de bonos: Par, Past Due
Interest, (PDI); Interest Ecualization, (IE); y, Discount. El
agente pagador es el Chase Manhattan Bank, por lo tanto cada
vez que hay un vencimiento el Ministerio de Finanzas del
Ecuador debe acreditar los valores en su cuenta.

Los bonos Par, son 7.600, tienen un plazo de 30 años contados
a partir del 28 de febrero del 95; se pagan cada seis meses.
Los PDI vencen también en agosto y febrero de cada año con una
duración de 20 años.

Los IE vencen en el 2004, su tasa de interés es flotante, se
pagan los días 21 de cada junio y diciembre y existen 764
bonos.

De los bonos Discount hay 5.600 y se pagan febrero y agosto.
Si bien los bonos están en poder de muchos tenedores
(conocidos mejor por el Chase Manhattan que por el Gobierno),
estos no los tienen en sus manos, pues están acreditados en
sus respectivas cuentas en el Decevale (Depósito Centralizado
de Valores), que funciona en los países más desarrollados.

En esa entidad se acreditan todos los bonos que se negocian en
las bolsas de valores de Nueva York. (DIARIO EL UNIVERSO)
(P.4)
EXPLORED
en Ciudad Quito

Otras Noticias del día 08/Mayo/1999

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el