Costa Rica. 20 jul 98. Lo encontraron sin vida en las
cercanías del estadio Mateo Flores; tan sólo tenía diez años
de edad. Había recibido disparos en la cabeza y en el cuello.
Fue enterrado una tarde gris de setiembre de 1996, en el
Cementerio General de Ciudad de Guatemala. Nadie fue a
despedirlo.

No hubo investigaciones de ningún tipo, ni siquiera para
averiguar quién era. Lo importante es que había un problema
menos.

De acuerdo con datos de la UNICEF, en América Latina hay hasta
40 millones de niños de la calle expuestos a todo tipo de
peligros, sin que los respectivos gobiernos hagan algo al
respecto.

"Es un fenómeno social no atendido que se ha convertido en un
problema, porque la respuesta de la sociedad en general es
represiva, en lugar de invertir para que tengan las
oportunidades que muchos de nosotros sí tuvimos", manifestó
Bruce Harris, director ejecutivo de Casa Alianza en San José,
de Costa Rica a Tiempos del Mundo.

El caso de este niño guatemalteco es apenas una muestra de lo
que ocurre en muchos de los países del hemisferio. Se habla de
los policías represivos, pero éstos no son los mayores
responsables de la muerte de los pequeños, la causa principal
es la indiferencia de la sociedad. "Si un niño nos toca la
ventana del auto pidiéndonos algo, damos vuelta la cara,
porque sencillamente no queremos verlo, sin entender que atrás
de él hay una historia de abuso, de explotación, de violencia.
. .", agrega Harris.

También, según este especialista, "cada día hay más niños de
la calle en el hemisferio, incluso en Costa Rica (supuesta
Suiza centroamericana), donde se discute y defienden tanto los
derechos humanos."

El modelo adulto

Harris, quien abandonó Guatemala con toda su familia por las
amenazas de muerte que recibía, explicó que son las
autoridades las que más agreden a estos niños, a pesar de que
supuestamente son los que deberían cuidarlos. "Por lo tanto,
si hablamos de modelos, lo que los niños de la calle tienen
son muy negativos. Si uno tiene hambre, tiene que comer y si
nadie le da de comer se ve en la obligación de robar a
cualquier fulano, y si uno vive dentro de una situación de
violencia, se vuelve violento. ¿Por qué nos sorprendemos de
que los jóvenes, que tienen diez, once años de vivir en las
calles, sean violentos?", se pregunta.

La cruzada de Harris y sus compañeros es revertir el proceso
de degradación de estos muchachos, transformándolos, en la
medida de lo posible, en personas productivas para la
sociedad. Casa Alianza es una organización independiente, sin
fines de lucro, dedicada a la rehabilitación y defensa de los
niños de la calle de Guatemala, Honduras, Nicaragua y México.
Es la filial latinoamericana de Covenant House, líder en la
defensa de los derechos de los niños y niñas centroamericanos,
con sede en Nueva York.

"Nuestro fin es trabajar con niños abandonados a su suerte.
Ningún niño elige estar en la calle porque así lo desea."

En Costa Rica, hace unos días un grupo de taxistas linchó a
dos de los llamados "chapulines". Harris no sólo condena la
acción, también critica el término con el que fueron
bautizados los niños que pululan en las calles de la capital
costarricense. "Los llaman chapulines para deshumanizarlos.
Entonces, como los consideran insectos, los pisan sin pensarlo
dos veces. Nadie niega que cometen delitos, pero ellos sólo
reflejan a la sociedad misma."

El funcionario agrega que muchos de los supuestos chapulines
son estudiantes de secundaria. "Muchos de ellos, aunque tienen
hogar, no cuentan con la presencia de adultos vigilándolos,
sino que se han criado mirando televisión, por ejemplo."

Un estudio en Estados Unidos demuestra que el momento en que
las menores de edad quedan embarazadas está entre las 4 y las
7 de la tarde, cuando están solas en sus casas. Es por esta
razón que casi la mitad de los niños que nacen en América
Latina proviene de madres solteras, por lo que no suelen
contar con un hogar en el sentido estricto de la palabra.

Una alternativa

Puede parecer contradictorio, pero para un niño que ha sido
golpeado, explotado y maltratado, estar en la calle le resulta
interesante, porque hay acción y puede hacer lo que le da la
gana. Casa Alianza ofrece una alternativa con sus programas de
reintegración. En la primera etapa entran en juego los
educadores de la calle, profesionales que buscan a los niños
en su territorio, bajo sus reglas, sin juzgarlos, van para
acompañarlos y ganar su confianza. "Es difícil, porque los
adultos son los que los maltratan, entonces todo a su tiempo.
No llevamos ni ropa ni comida, pues la idea no es ayudarles a
ser mejores niños de la calle." Posteriormente, se los invita
a entrar a un refugio, abierto las 24 horas del día en el
centro de la ciudad. "Hay comida, ropa limpia y un lugar donde
dormir. Más que nada hay un ambiente de apoyo, donde sienten
que la gente se preocupa por ellos. No dejamos que haya
violencia de ningún tipo, es como un oasis donde pueden bajar
esa fachada de mugre y violencia y ser un poco más niños. Al
ganar su confianza, tratamos de recuperar la historia de su
vida. Aquí hay una intervención del trabajador social, del
psicólogo o del psiquiatra, si llega a ser necesario."

En este refugio el niño recibe una atención integral. Después
de tres o cuatro meses se desarrolla con ellos un plan de
vida, la idea es que cumplan metas, sencillas al principio y
luego más difíciles, hasta que se den cuenta de que son
capaces de lograrlas.

De ahí pasan a la etapa de hogares grupales. "En cada uno
tenemos entre 12 y 14 niños o niñas y educadores como si
fueran padres sustitutos; la idea es construir una familia
positiva. Los más pequeños van a la escuela, muchos por
primera vez, y los más grandes reciben capacitación laboral.

Así, en países como Guatemala, Honduras o Nicaragua, estos
niños pasan, en tres meses, de ser los más desafortunados a
los más privilegiados de la sociedad, porque en esta época, un
niño que come tres veces al día y va a la escuela es un
privilegiado.

Y luego, sigue: "cuando cumplen 18 años, y se independizan,
tienen alguna salida laboral y están fortalecidos
emocionalmente para enfrentarse con la vida." En Guatemala,
centenares de niños que estuvieron en las calles, hoy son
hombres y mujeres de bien, productivos. "Parece que fuera
todo, pero al margen de otros programas que venimos
implementando, todavía hay mucho por hacer", concluye Harris
quien en estos momentos, ha tenido que huir de su país con su
familia, a raíz de las amenazas recibidas. De todos modos,
este hombre ejemplar sigue de pie, luchando por lo que cree,
defendiendo sus ideales, preocupándose por el futuro de
millones de niños abandonados a su propia suerte.


CENTROAMERICA ES EL NUEVO DESTINO SEXUAL

Con las recientes restricciones y operaciones en contra del
turismo sexual en Tailandia y otros países asiáticos, un
número creciente de turistas del sexo están llegando a
Centroamérica, advirtió Casa Alianza, organismo internacional
que trabaja con los niños de la calle. Los arrestos del
pedófilo australiano Robert Joseph Dunn (55) en Tegucigalpa,
Honduras, y del ciudadano estadounidense Marvin Hersch (57) en
Florida, acusado del tráfico de un niño hondureño con fines de
abuso sexual, evidenciaron que la región se ha convertido en
un nuevo destino sexual.

Según explicó Bruce Harris, director regional de Casa Alianza
en América Latina, Dunn fue arrestado en Honduras por la
Interpol, y está catalogado como uno de los delincuentes más
buscados por la policía australiana por tener 85 cargos por
pedofilia (abuso de menores) en su contra. Actualmente guarda
prisión en Miami, después de haber sido deportado de Honduras.
También en Florida está detenido el americano Hersh por haber
llevado a, por lo menos, un niño hondureño de 16 años de edad
a los Estados Unidos para abusar sexualmente de él. Otro
americano, Daniel Gary Rounds, está bajo arresto en La Ceiba,
Honduras, por haber sido encontrado en un hotel desnudo
abusando de dos niños de 12 años de edad. En Casa Alianza
Honduras, la Oficina de Apoyo Legal de Casa Alianza sigue de
cerca a otros dos americanos bajo sospecha de estar abusando
de menores. "Sólo si una persona esta abusando de niños
menores de 12 años de edad cualquier persona puede hacer una
denuncia. Pero si el niño está entre los 12 y los 18 años y no
quiere interponer una denuncia, y si los padres están
recibiendo ingresos económicos por prostituir a su hija, no
les interesa poner una denuncia, y como es un delito de orden
privado nosotros no podemos hacer nada", comentó.

En Costa Rica, un suizo y una alemana, Michael Silvan Oehem y
Marian Kieff respectivamente, fueron condenados a cuatro años
de cárcel en mayo de este año por operar un prostíbulo donde
sometían a menores de edad. Otros dos americanos fueron
arrestados en San José, en setiembre de 1997, por operar
servicios de turismo sexual, en el cual extranjeros eran
recogidos en el aeropuerto y llevados directamente a un
prostíbulo en el barrio Los Angeles, en el centro de la
capital, donde los esperaban menores de edad.

Recientemente, la ministra de Turismo, Aída de Fishman,
comentó a una agencia internacional de noticias que el turismo
sexual en este país es insignificante. Incluso Lineth Saborío,
directora del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) agregó
que solo el 0,5% del turismo que visita Costa Rica es sexual,
cuando anualmente medio millón de personas arriba a este
pequeño país centroamericano.

"Si estas cifras son correctas, por lo menos 25.000 personas
vienen pensando en abusar a niños y niñas de la región",
comentó Harris. "Costa Rica es muy buena vendiendo una imagen,
pero parece que está más preocupada por las ranas verdes que
por los niños que están en la calle vendiendo su cuerpo. Todos
sabemos que en el parque Morazán hay niñas no mayores de 12
años y las autoridades no hacen nada".

En la actualidad medio centenar de policías son investigados
por corrupción, incluido el abuso de menores. "Hay mucha gente
que viene a Costa Rica en busca de mujeres y niños. Ya le
enviamos la información al OIJ, pero nos respondieron que no
tienen los recursos para actuar", agregó Harris.

En Internet se promociona al país como un oasis de paz y sexo,
donde con 10 dólares se puede conseguir una niña en muchos
hoteles. Casa Alianza México sigue el caso de dos hombres
alemanes, Jegge Philiph (49) y Vinkert Guido (63), por violar
a varios niños en la ciudad turística de Acapulco. Ambos
hombres fueron arrestados en marzo de este año y, luego de
unas horas, dejados en libertad.

Por medio de su sucursal alemana, Casa Alianza Kinderhilfe
e.V., Casa Alianza America Latina intenta demandar a los
turistas sexuales alemanes usando nuevas leyes
extraterritoriales. La atención del mundo sobre la plaga del
turismo sexual fue lograda a raíz del Congreso Mundial Contra
la Explotación Comercial Sexual de la Niñez, organizado por
ECPAT (una ONG tailandesa que trabaja en pro de la eliminación
del abuso sexual de la niñez), UNICEF y el gobierno de Suecia,
en agosto de 1996 en Estocolmo. "Aunque el turismo sexual es
un gran problema, la violación de menores de edad es dominada
por los nacionales", confirmó Harris. "Pero no importa quién
abusa sexualmente de los menores de edad, el efecto en la niña
o en el niño es el mismo, devastador y permanente. Tenemos que
exigir a las autoridades que tomen cartas en este asunto, ya
mismo, sin pérdida de tiempo".


EL GRAN MERCADO DEL PEGAMENTO

Una de las mayores luchas de Casa Alianza es contra la
transnacional H.B. Fuller, empresa que produce el pegamento
para zapatos Resistol. Según manifestó Bruce Harris, los niños
inhalan este producto porque les quita el hambre, el frío y la
soledad. "Lo que no saben es que también les destruye el
cerebro, les causa daños a los pulmones, riñones..."

Recordó Harris que hasta hace poco tiempo, el pegamento tenía
entre sus ingredientes el tolueno, que recién lo cambiaron por
el cicloxano, que causa los mismos daños. "Hicieron el cambio
porque bajo las leyes de Estados Unidos, si una compañía tiene
conocimiento de que su producto causa daños a cualquier
persona y no hacen algo, son responsables del perjuicio que
origine".

En América Latina, por lo menos hay 20 millones de niños
"resistoleros", como los llaman en Guatemala, que consumen
medio galón por semana cada uno. "Hablamos de diez millones de
galones de pegamento por semana, sólo con niños de la calle.
Definitivamente hay buena ganancia", concluyó Harris.

El FBI detrás de los abusadores

La oficina regional para America Latina de Casa Alianza
mantiene un sistema de cooperación con el Bureau Federal de
Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés)

y el Centro de Explotación de los Niños y la Sección de
Obscenidad del Departamento de Justicia de los Estados Unidos,
en un intento para atrapar al creciente número de ciudadanos
estadounidenses que abusan sexualmente de los niños de la
calle de Centro América. De acuerdo con la Ley Federal de
Estados Unidos, título 18, Sección 2423, es considerado como
un delito que cualquier ciudadano estadounidense realice
viajes con la intención de abusar sexualmente de menores de
edad. Los ciudadanos estadounidenses pueden ser acusados de
abuso sexual de menores de edad ante un tribunal en los
Estados Unidos, la sentencia por este delito es hasta diez
años de cárcel más multas de hasta 250.000 dólares.

"Estamos notando un significativo aumento en el número de
casos de abuso sexual en contra de muchachos y muchachas de la
calle, llevados a cabo por extranjeros que están en los países
en donde estamos trabajando", explicó Bruce Harris, director
regional de Programas de Casa Alianza para America Latina. "En
medio de este grupo de extranjeros está creciendo el número de
ciudadanos norteamericanos. Esto parece indicar que
Centroamérica es vista como un refugio para los adultos
enfermos que desean explotar sexualmente a los pequeños niños.
Esto se ha convertido en un problema real y muy urgente".

Casa Alianza ha informado a la oficina del FBI en Florida de
varios casos de abuso sexual de niños, llevados a cabo por
ciudadanos norteamericanos en Costa Rica, Honduras y
Guatemala, hechos que están bajo investigación por las
autoridades federales de los Estados Unidos.

Mientras que algunos de esos casos están en cortes locales
nacionales "en muchos otros, no capturan al indicado, ni
siquiera lo arrestan, debido a los sobornos que pagan a los
policías o a otras autoridades en esos países", según Harris.
En Costa Rica, por ejemplo, un costarricense y su esposa
norteamericana fueron procesados localmente y acusados de
tener un burdel exclusivamente para clientes extranjeros, en
el que muchas veces utilizaban muchachas menores de edad.

También Honduras, es considerado como un sitio muy atractivo
para los pedófilos (adultos que abusan sexualmente de niños).
Casa Alianza ha entregado información al FBI en relación a un
estadounidense de unos cincuenta años de edad, quien
supuestamente compró una niña de 13 años como su esposa a
cambio de un pedazo de tierra para sus padres humildes en el
norteño pueblo de El Trujillo.

El problema de abuso sexual de los niños de Centroamérica no
se confina únicamente a ciudadanos norteamericanos. La Oficina
de Apoyo Legal de Casa Alianza en Guatemala ha conseguido
recientemente que se condene a un hombre chileno, Juan Delfín
Ibarra Valenzuela (45), a 10 años por abusar sexualmente de
los niños de la calle. Ibarra será extraditado hasta que
complete su sentencia. En México, Casa Alianza también
consiguió que se condene a Raúl Pedrata Rodríguez, quien fue
encarcelado por 19 años por abusar sexualmente de por lo menos
seis niños de la calle.

El Centro de Explotación de los Niños y la Sección de
Obscenidad del Departamento de Justicia de los Estados Unidos
recopilan nombres y direcciones de norteamericanos que abusan
sexualmente de los niños fuera de las fronteras de su país y
pasa esta información a las autoridades policiales locales
cuando el acusado retorna a los Estados Unidos.

"Nosotros queremos enviar un mensaje claro a todos los
norteamericanos que vienen a Centroamérica pensando en abusar
de los niños de la calle, o a cualquier otro niño", advirtió
Harris. "Casa Alianza, con el apoyo del FBI, va a estar detrás
de ellos."


BEBES POR INTERNET

Lo que empezó como una alternativa, rápidamente degeneró en un
negocio que deja millones de dólares a quienes se aprovechan
de la desgracia ajena.

La adopción de bebés por medio de Internet perdió toda su
intención humanitaria, en especial en Guatemala y Honduras,
según expone Casa Alianza. Usted puede elegir el bebé que
quiera como si se tratara de un mercado y el costo varía entre
13.000 y 25.000 dólares. Durante más de 8 meses, Casa Alianza
ha presentado denuncias legales en contra de abogados en
Guatemala por anomalías en los procesos de adopción
internacional.

Como resultado de unas declaraciones basadas en las
investigaciones de Casa Alianza y del Procurador General se
convocó una conferencia de prensa, en setiembre de 1997,
lanzando estas noticias. Uno de los abogados mencionados era
Susana de Umaña, esposa del entonces presidente de la Corte
Suprema de Justicia de Guatemala, quien fue acusada de tráfico
de influencias. A ella no le gustó la acusación y presentó una
demanda por difamación en contra del director de Casa Alianza
en America Latina, Bruce Harris.

"Esta demanda legal se ha movido como un relámpago a través
del sistema de justicia de Guatemala, si lo comparamos con los
más de 360 casos criminales que Casa Alianza tiene pendientes,
en contra de la policía y otros, por la tortura y asesinato de
niños de la calle", --comentó el propio Harris.

El caso en contra de Harris está siendo defendido por la
Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, cuyo
líder, Monseñor Gerardi, fue asesinado recientemente. (Texto
tomado de Tiempos del mundo)
EXPLORED
en Ciudad Costa Rica

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