Quito. 24.09.92. Pese a que es obligación de todos los países
del mundo garantizar a sus habitantes una adecuada política de
salud, que incluya un estricto control en la venta,
utilización y comercialización de medicinas, en la mayoría de
los casos, (particularmente en Latinoamérica y por supuesto en
Ecuador) estos principios no se cumplen.

A comienzos del mes de agosto, en Alemania, sede de grandes
consorcios farmacéuticos, se desató una polémica debido a las
exigencias del Congreso Federal de Grupos por el Desarrollo
(CFGD), que aspiraba a la suspensión de la venta de varios
productos prohibidos (por su peligrosidad), fabricados por
varios laboratorios alemanes y que se venden masivamente en
Latinoamérica y todo el Tercer Mundo.

El estudio realizado por la CFGD precisaba que entre los
productos dañinos se encuentran los combinados que incorporan
dipirona, un principio activo que puede impedir la producción
de glóbulos blancos y causar alteraciones sanguíneas mortales
como agranulocitosis y anemia aplasia.

Por sus efectos nocivos, la venta de dipirona está restringida
como sustancia individual en Alemania y prohibida en forma
combinada, desde 1987, en países como Estados Unidos, Suecia,
Noruega, Gran Bretaña y Australia; su venta está prohibida
bajo cualquier forma.

El informe detallaba además que en Ecuador y México, la
dipirona se vende bajo los nombres de Dolo Neurobión,
Cintaverin Compuesto, Buscapina Compuesta, Baralgina, entre
otros medicamentos.

¿Por qué se venden?

La CFGD considera que las limitaciones de personal, medios e
información de los países en mención, así como un inefectivo
control de medicamentos y elaboración de leyes, permiten que
situaciones de ese tipo se produzcan.

Asimismo consideran que "el elemento corrupción" permite a los
grandes consorcios obtener fácilmente la licencia.

¿Qué pasa en Ecuador?

Tanto el Dr. Luis Sarrazín Dávila, ex ministro de Salud, como
la Dra. Luz Marina Marcos, Presidenta de la Federación
Nacional de Químicos y el Dr. Jorge Camba, Pdte. del Colegio
Médico del Guayas, se mostraron preocupados por lo que sucede
con el expendio libre de medicamentos de uso delicado, como
los que contienen dipirona.

El Dr. Sarrazín precisó que él particularmente, como médico,
conociendo los riesgos que podría causar algún fármaco a base
de dipirona, desde el año 1968 no receta a ninguno de sus
pacientes medicamentos como Novalgina (dipirona pura).

"La agranulocitosis es la imposibilidad de la médula ósea de
producir leucocitos, que a la larga produciría la muerte por
pérdida de su capacidad defensiva", señaló.

El ex Ministro de Salud precisó además, que estos no son los
únicos casos conocidos, ya que existen en Dinamarca varios
laboratorios que se dedican exclusivamente a producir fármacos
para exportarlos a Asia, Africa y Latinoamérica. Se ha
comprobado que estos medicamentos no tienen ningún valor
terapéutico.

"En estos casos, donde se ha comprobado el efecto nocivo de
estos y otros fármacos, se hace necesario que quienes tienen a
su cargo el manejo de las políticas de salud no otorguen los
permisos necesarios para su venta en el país", acotó el Dr.
Sarrazín.

Federación de Químicos

Para la Dra. Luz Marina Marcos, esta situación es
responsabilidad total de las autoridades, ya que no se puede
permitir que medicamentos de uso restringido o prohibidos por
la OMS o la OPS sean vendidos en el Ecuador.

"Los ecuatorianos son seres humanos, igual que los europeos o
norteamericanos, y por lo tanto lo que es malo para unos es
malo para todos".

Como representante de una clase profesional que labora en las
áreas de desarrollo, control de calidad, producción y
dispensación de los medicamentos, la Dra. Marcos es partidaria
de una concientización de las autoridades ya que se hace
necesario cambiar completamente los mecanismos para la
concesión de los registros sanitarios de los medicamentos,
alimentos, etc.

Colegio de Médicos del Guayas

El Dr. Jorge Camba estima que la venta de productos delicados
sin el correspondiente y estricto control es responsabilidad
de las autoridades, cuyo deber es el de supervigilar y evitar
que ingresen al país, bajo diversos nombres comerciales,
fármacos que puedan afectar a corto o largo plazo la salud de
los ecuatorianos.

El problema no es de ahora, y no solo se venden libremente los
fármacos que contienen dipirona, sino muchos otros, el
Departamento de Control de Expendio de Medicamentos del
Ministerio de Salud Pública tiene que evitar que ciertas
subsidiarias o "laboratorios fantasmas", infiltren en el medio
este tipo de medicamentos.

En términos médicos todos los antiinflamatorios y
antiespasmódicos (usados para combatir el dolor) son
substancias que en definitiva, cuando se las usa sin control y
vigilancia médica, pueden causar graves estragos en el
organismos.

Al administrarse cualquier medicina se debe considerar que
cada fármaco tiene una estructura farmacológica diferente, y
ello debe estar bien registrado en los departamentos de
control respectivos supervigilados por un buen equipo médico.

"Por ejemplo, existen medicamentos distribuidos por el CEMEIN
que no se sabe cómo va a ser su reacción, cosa que no debe
suceder.

Ello pone en alerta a todo el cuerpo médico de lo que puede
pasar si las autoridades de salud continúan permitiendo que
estos casos se produzcan continuamente", acotó el Dr. Camba.

Nuestra realidad

El problema no esta simple, ya que no solamente se vende en
forma libre los fármacos que contienen dipirona, sino que el
diccionario de especialidades farmacológicas del Ecuador
existen medicamentos como: Tonopan, Beserol, Benalgin,
Dorscopin, Analgina, entre otros, de los cuales no existe
información técnica sobre su composición y sus efectos
terapéuticos, siendo este diccionario al igual que otros
textos, de consulta e información directa para médicos que
utilizan la prescripción de estos medicamentos.

¿Por qué se produce esto? ¿Qué pasa con las autoridades de
salud? ¿Por qué se le otorgó el registro sanitario sin
conocer su composición y efectos? ¿Bajo qué estudios se les
otorgó el permiso?

Todas estas, son preguntas hasta ahora sin respuestas...

¿Por qué no se toman en consideración las regulaciones de la
OMS y de la OPS que son entidades que sí realizan un control
exhaustivo de los medicamentos que constan en sus listas?

¿Quién puede creer que en el Instituto Nacional de Higiene se
realizan pruebas de control a los fármacos que se venden en
los establecimientos, así como los estudios periódicos sobre
el comportamiento de las drogas... si todos sabemos que los
problemas económicos no les permiten determinados análisis por
el alto costo de los reactivos?

Para muestra un botón

Hace algún tiempo fue de dominio público que el Centro Estatal
de Medicamentos e Insumos Médicos CEMEIN entregó medicinas
caducadas, carentes de control de calidad, y el
correspondiente registro sanitario avalizado en el Ecuador.

La denuncia de entonces produjo el retiro de los medicamentos,
pero ahí quedó el asunto...

Lo que resulta más grave aún es que los alemanes, miembros del
Congreso Federal de Grupos para el Desarrollo (CFGD), señalan
la corrupción como el elemento principal en todo este tipo de
problemas.

Aún faltan más respuestas por contestar. ¿Por qué no se exige
la presentación de la receta para la venta de estos
medicamentos? ¿Por qué el Departamento de Control de
establecimientos farmacológicos no realiza la inspección
anual, incluyéndose la revisión de la venta de medicinas con
receta?

Así están las cosas, las autoridades de salud tienen la última
palabra porque, de confirmarse la afirmación del grupo
alemán, los ecuatorianos no tenemos ninguna garantía en cuanto
a la calidad y terapéutica de los medicamentos que se venden
en nuestro país.

Qué dicen los laboratorios

De los tres laboratorios alemanes que comercializan
medicamentos en el Ecuador a base de dipirona, tan solo
HOECHST respondió a nuestra solicitud de entrevista con
carácter urgente para conocer su posición a este respecto.

BOEHRINGER precisó telefónicamente que por el momento no era
posible ninguna entrevista, ya que todos sus funcionarios
estaban trabajando en el presupuesto de la empresa para el
próximo año.

MERCK no contestó por ninguna vía (telefónica, fax o
similares).

A todos ellos les enviamos una comunicación por escrito.

La posición de HOECHST

El Dr. Hernán Alvarez, jefe de la Sección Farmacológica de
HOECHTS y de Asesoría Médica en el Ecuador, manifestó su total
discrepancia con las afirmaciones hechas en la información
internacional acerca de la polémica en Alemania.

En primer lugar señaló que los productos fabricados por ellos
(Novalgina y Baralgina) no son de venta libre, y si ello se
produce en el Ecuador es debido a la propia idiosincrasia de
los pacientes y de quienes los expanden sin receta médica.

Asimismo, considera que estos fármacos no son totalmente
nocivos para la salud ya que su acción farmacológica está
demostrando su eficacia y los posibles están dentro de los
límites aceptados mundialmente.

En cuanto a la calidad del producto, precisó que éste está
avalizado por el control de planta de la FDA de los Estados
Unidos y por la GMP de Alemania.

"Las pruebas previas a la obtención del registro sanitario se
las efectuó con el aval documentado de trabajos científicos, y
la seguridad de la droga está muy por encima de los riesgos
que potencialmente pueda tener".

En segundo lugar, no es cierto que la Novalgina está prohibida
en Alemania, lo cual lo demuestra en la Rote List 92 de dicho
país, que es el registro de todos los medicamentos permitidos.

En tercer lugar, la dipirona no produce adicción, no tiene
efectos gastrointestinales, no afecta al riñón ni al hígado.

En cuarto lugar, en el Ecuador hasta ahora ningún médico ha
reportado caso alguno de agranulocitosis y anemia aplasia.

En los casos en los que se han producido estas enfermedades,
se debe a que el paciente ha ingerido no solamente un fármaco
a base de dipirona sino varios y esa mezcla es la que generó
cualquiera de las dos enfermedades.

Señaló finalmente que la prohibición de la dipirona en los
Estados Unidos se debe a problemas de tipo comercial y no
farmacológicos.

Medicamentos peligrosos si se usan sin prescripción

De acuerdo con el diccionario de especialidades farmacéuticas
P.L.M. 8ava. edición Ecuador, los siguientes medicamentos
contienen dipirona.

CONMEL FORTE tabletas, c/u contiene 500 mg.

FENALGINA, ampollas, gotas y tabletas.

NOVALGINA, varias presentaciones:

jarabe de 100 ml. contiene 5,25 g. de dipirona.

BARAGILNA, tabletas, c/u contiene 500 mg. de dipirona, además
Pirotenun HCL 5 mg. y Genpivernium Br. o.1 mg.

BUSCAPINA, inyección, contiene 2,50 g. de dipirona y N-
Butilbromuro de Hioscina 0,02 g. Grageas: cada una contiene N-
Butil 10 mg. Fenil... (metamizol o dipirona) 250 mg.

DORSCOPIN, contiene dipirona y propoxifeno.

También existen medicamentos que contienen dipirona en
combinación con otros fármacos.

AGROGESICO. Propoxifeno, acetaminofen, cafeína, ampollas,
cápsulas.

BESEROL. Clamezanona, tabletas.

BUSCAPINA COMPUESTA. Butilbromuro de hioscina; ampollas y
grageas.

FENALGINA (R). Fenobarbital. Todos estos medicamentos de uso
delicado se expenden sin receta médica en las farmacias de
todo el Ecuador.

Enfermedades que producen estos medicamentos

CONMEL. puede producir insuficiencia renal o hepática grave,
agranulocitosis.

NOVALGINA: agranulocitosis, reacciones de intolerancia
analgésica e hipersensibilidad en la piel (erupciones),
descenso de la presión arterial.

BARALGINA: granulocitopenia, glaucoma e hipertrofia
prostática.

¿Qué es la dipirona?

Es un analgésico que se considera peligroso por su capacidad
de causar agranulocitosis. Este medicamento tiene mucha
popularidad en algunos lugares, por considerárselo uno de los
pocos analgésicos no narcóticos inyectable. Sin embargo, es
dudoso lo que ocurra con su empleo continuado, ya que la droga
ha causado varias muertes.

Dada su gran tendencia a provocar discrasias sanguíneas, el
empleo de dipirona raramente está justificado. De todas
maneras, cuando la fiebre no puede disminuirse con otros
productos, en procesos malignos o en convulsiones febriles en
la infancia, puede ensayarse la inyección intramuscular de
dipirona.

Nombre químico

Fenildimetilpirazolonmetil aminometansulfonato de Sodio.

Novaldina.

Metamizol.

Nombre comercial

Ello depende del nombre que quieran darle cada uno de los
laboratorios fabricantes.

Dosis recomendada

Adultos: 3g. diarios.

Niños (6 a 12 años): 2g. diarios.

Niños (menores de 6 años): 1g. (REVISTA LA OTRA, 174 PP. 18-
23)





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