Quito (Ecuador). 03 dic 95. La casa de gobierno de la
Organización para la Liberación de Palestina es un edificio
blanco de dos pisos, construido en forma de T, junto al mar.
Está rodeada de cercas de alambre y vigilada por soldados
palestinos, que portan abiertamente armas después del Acuerdo
de Paz con Israel, firmado en Washington en septiembre de
1993, para la devolución del territorio palestino.

El caserón está ubicado en Gaza, una ciudad implantada en la
franja de la costa desértica que invadió Israel en 1967, en la
Guerra de los Seis Días, cuando Isaac Rabín era Jefe de Estado
Mayor de los ejércitos judíos. Sus edificios modestos
recuerdan a ciudades ecuatorianas, como Quevedo o Babahoyo,
aunque en esta época del año el clima es frío.

Allí nos recibe Yasser Arafat, el legendario presidente de la
OLP, en un salón amplio y limpio, sin ningún adorno, a no ser
unas plantas de sombra y la bandera palestina. El ambiente es
sobrio, modesto para una casa de gobierno, aunque las cinco
guerras entre árabes y judíos, desde la creación del Estado de
Israel, en 1948, deben haber costado toda la plata del mundo a
los dos bandos, judíos y árabes, y a las respectivas
superpotencias que les apoyaban.

"Me considero vivo y muerto a la vez, pero soy un hombre de
fe, creo en Dios, por eso no tengo miedo a la muerte", dice
Arafat cuando le pregunto de si teme por su vida tras el
asesinato del primer ministro de Israel, Isaac Rabín, ocurrido
hace dos semanas en Tel Aviv, a manos de un fanático,
vinculado a una conspiración de judíos ortodoxos.

Pequeño de 1,65 metros de estatura, cubierto de su
característico keffieh, es una de los rostros más conocidos
del planeta. Por mucho tiempo fue presentado en Occidente como
el arquetipo del terrorista.

Sobrevivió a 13 atentados, organizados por el servicio
secreto judío. Su cuartel en Tunez fue bombardeado. Igual que
barrios enteros de Birut, en donde se suponía que se hallaba
escondido. Su avión cayó hace un par de años en el Sahara pero
sigue vivo.
Ahora, no es Israel, sino los extremistas árabes quienes
quisieran liquidar a este guerrero implacable que ganó el año
pasado el Premio Nobel de la Paz, junto con Isaac Rabín.

"El asesinato de Rabin no fue dirigido en contra de su persona
-comenta Arafat- sino contra del proceso en su totalidad. Yo
le había advertido personalmente a Rabín sobre el peligro de
los extremistas judíos y palestinos. Las investigaciones de
las agencias de seguridad israelí han revelado la existencia
de un complot. Antes del asesinato se hablaba de nuestro
extremismo, el de los palestinos. No del israelí, pero yo
tengo evidencias concretas de que existe colaboración entre
las organizaciones extremistas árabes y judías.

El asesinato ha despertado a mucha a gente que pensaba que el
peligro era muy lejano. Rabin pagó el precio de la paz que
hemos hecho él y yo. Ahora deseo la mejor suerte al ministro
Simon Pérez".

Arafat ha sido un combatiente de toda la vida. Cuando en 1947
se aprobó la división de Palestina en la ONU y la creación del
dos estados uno judío y otro árabe en Palestina, el actual
presidente de la OLP tenía 16 años. Se inscribió en los
combatientes del Al Fatah, "para echar los judíos al mar",
mientras, al otro lado, su compañero en el actual proceso de
paz, Isacc Rabin formaba parte de la Palmach, el grupo de
élite del ejército todavía irregular de Israel, llamado
Haganah. Ambos estuvieron en todas las guerras. Los judíos
fundaron su Estado, pero los árabes opuestos a la partición de
Palestina siempre creyeron que podían evitar la existencia de
Israel.

Ha costado cincuenta años y mucha sangre que no se niegue el
derecho a la existencia de Israel.

La visita de HOY coincidió con la aplicación de la segunda
fase del acuerdo de paz con Israel, que supone la devolución
de Belén y la preparación de las elecciones para presidente y
parlamento palestinos. "Este año -sonrié Arafat- tendremos el
orgullo de celebrar las Navidades por primera en 28 años bajo
la bandera palestina".

Belén está situada a 10 kilómetros de Jerusalén está en
territorio árabe y volverá pronto a control palestino. Arafat,
musulman, busca la simpatía cristina y dice que ha propuesto
al Papa la próxima celebración de los 2.000 años del
nacimiento de Cristo en Belén, y nos invita a estar allí.

Violencia y elecciones

En la Tierra Santa -sagrada para cristianos, judío y
musulmanes- han ocurrido a lo largo del siglos incontables
episodios de guerras y violencia. En nuestra época, el Medio
Oriente ha sido un polvorín.

"Nosotros enfrentas muchos peligros -dice- con los extremistas
en nuestro lado pero los creadores del extremismo palestino
fueron los mismos israelitas. Antes de que la autoridad
palestina llegue aquí Israel ha mantenido al extremismo
palestino y le ha provisto de todos los recursos que ellos
necesitaban. Lo que ahora nos alienta es que nuestro pueblo es
un pueblo consciente. Las urnas decidirán el destino. La
oposición participara en las elecciones aunque ahora digan que
se abstendrá".

En realidad, la realización de elecciones libres en Palestina
será un acontecimiento poco común en países árabes gobernados
por monarquías o líderes autoritarios que "ganan" elecciones
con casi la totalidad de los votos. "Nosotros hemos
establecido -puntualiza Arafat- que el sistema palestino
dependerá del pluralismo político de muchos partidos. Exigimos
que todo el mundo respete la ley y el acuerdo con lo
israelitas que firmó la OLP en el nombre del pueblo
palestino".

El fusil y el ramo de oliva

Una gran número de personas, probablemente jefes de diversos
pueblos o facciones, esperan entrevistarse con Arafat a las
puertas de su casa, cuando son cerca de las once de la noche.
Las preguntas y respuestas se suceden rápidamente, ante la
advertencia de que queda poco tiempo.

HOY: ¿Usted firmó la paz por cansancio, hay divisiones
internas?

Arafat: No fue el cansancio, porque nunca fuimos vencidos en
ninguna guerra con Israel, como palestinos. Solo los valientes
pueden hacer la paz. Nosotros como Movimiento de Liberación
ofrecimos el primer proyecto para la paz en 1969 en El Cairo y
propugnamos la creación de un estado secular y democrático en
toda la Palestina, lo cual rechazaron los israelitas. En 1974
aceptamos participar en la conferencia de paz en Ginebra, en
la ONU dije que vengo con un ramo de oliva y un fusil, pero
que no permitan que el ramo de oliva se caiga de mi mano. En
1988 el Consejo Nacional Palestino aprobó la propuesta por la
paz y existencia de dos estados. A base de esta propuesta se
comenzó diálogo de OLP y EE.UU. En 1989 hubo una reunión muy
importante entre líderes judíos y nosotros con mediación del
ex canciller sueco. Abrimos conversaciones secretas con los
israelitas. Después vino Madrid que culminó en el acuerdo de
paz.

HOY: ¿Qué espera de América Latina?

Arafat: Tenemos una comunidad muy amplia en América Latina,
alrededor de 600.000 palestinos. Estamos orgullosos de esta
participación demográfica. Muchos de ellos se han olvidado el
árabe y solo hablan español. Estoy feliz de que presidencia de
los Países No Alineados esté en Colombia. Yo tengo el orgullo
de ser el vicepresidente. Creo que tenemos que fortalecer las
relaciones de árabes y latinoamericanos. Tengo allí grandes
amigos, por ejemplo García Márquez.

HOY: ¿Usted se considera político, diplomático o soldado?

Arafat: Yo soy ingeniero de profesión. Al mismo tiempo
soldado. Participe en todas las guerras que han existido en
esta región desde 1948. tenía 17 años entonces. Los demás me
van a evaluar como político.

HOY: ¿Habrá otra guerra?

Arafat: La paz con nosotros es irreversible. Y la paz es un
hecho entre Egipto e Israel. Igual con Jordania. Quiere paz el
Líbano. El reto mayor de esta región es el económico.
Nosotros como palestinos hemos recibido un patria destruida
por la ocupación israelí. Nuestros pueblos son los más
sufridos del mundo. La cuestión es cómo vamos a mejorar las
condiciones de vida en la nueva realidad, sin caer en el
fracaso que hemos tenido en relación con el norte, si nosotros
somos el sur.

HOY: ¿Y el papel de Europa?

Arafat: La Unión Europea es importante, especialmente por la
conferencia de Barcelona. Somos parte de los pueblos que
vivimos al lado de este lago que se llama Mediterráneo. Son
relaciones históricas las que nos unen de civilización y
cultura. La geopolítica se impone.

HOY: ¿ Qué hacer pueden hacer los medios de comunicación, los
otros pueblos por Palestina?

Arafat: Esta pregunta me toca el corazón. Alude al compromiso
humano y de amigos. Estamos construyendo una patria destruida.
Necesitamos apoyo de todos los amigos: técnico, intercambio de
experiencias, asistencia en todos los aspectos de
construcción.

Esta es la tierra santa. (Política) (Diario HOY) (3A)
EXPLORED
en Ciudad Quito (Ecuador)

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