Quito. 07.04.95. Son tan diversas las funciones que ha
desempeñado Mauricio Pinto, durante el Gobierno de Sixto Durán
Ballén, que entre sus más allegados ya se le conoce como "el
hombre-orquesta de Sixto".
Este industrial capitalino de 42 años inició este periplo desde el
comienzo del régimen. Primero como ministro de Industrias, Comercio,
Integración y Pesca (MICIP) el 10 de agosto de 1992, y se mantuvo en el
cargo por 11 meses. Hasta julio de 1993.
Argumentando motivos personales, Pinto salió del MICIP de una
manera muy poco ortodoxa: no esperó que se oficialice su
dimisión. Cuando abandonó el despacho aseguró que había esperado 40 días
para que el Presidente se pronuncie sobre su salida, "y como no
lo hacía, decidí irme..."
Semanas más tarde este empresario liado a una línea tradicional de
textileros de Quito, casado y con dos hijas, contrarió de nuevo cualquier
lógica: fue nombrado representante personal del Presidente de la República
ante el órgano rector de la política monetaria del país, la Junta
Monetaria.
Mientras desempeñó esas funciones estrechó buenos lazos de
amistad y de confianza con Ana Lucía Armijos, presidente de Junta
Monetaria (que había reemplazado a Roberto Baquerizo), y con
Augusto de la Torre, gerente del Banco Central muy cercanos al
vicepresidente Alberto Dahik.
Posteriormente, con la salida del banquero Marcel Laniado de la
presidencia del Consejo Nacional de Modernización del Estado
(Conam), Sixto recurrió por tercera vez a Pinto: volvió al
escenario político local avalado por sus maestrías en
administración de empresas, pero también con mucha fuerza,
sostenida, según fuentes del Palacio de Gobierno, por sus viejas
amistades de la Junta Monetaria y de la vicepresidencia de la
República. Así se vinculó Mauricio Pinto al Conam en julio de
1994.
La reciente crisis interna entre las autoridades de Finanzas y de
Junta Monetaria, tuvo un desenlace que nuevamente lo involucró.
Sixto lo llamó por cuarta vez tras la salida de Modesto Correa.
Pero esta vez la misión se presenta más complicada que nunca:
debe llenar no uno sino dos vacíos de poder simultáneamente.
El presidente decidió otorgarle la cartera de Finanzas, sin que
por ello tenga que abandonar el sillón de la presidencia del
Conam.
Así, Mauricio Pinto, un hombre más bien reservado en su conducta
pública, deberá sacar adelante el proyecto económico del
Gobierno: la reforma fiscal y las privatizaciones.
No está claro por qué el Gobierno apostó por esta fórmula
transitoria. El propio Pinto dijo ayer que acepta el encargo presidencial
"hasta que se designe el nuevo presidente del Conam".
El diputado de Gobierno, Freddy Bravo, proyecta una razón de
forma más que de fondo. "En la reglamentación del Conam se establece que
el presidente nato de este organismo es el ministro de Finanzas, y ese
funcionario es Mauricio Pinto Mancheno".
LARREATEGUI CUENTA
Por su parte, el secretario de la Administración, Carlos
Larreátegui, calificó como ética y responsable a la actitud del
ex ministro de Finanzas, Modesto Correa, al presentar su
renuncia.
"Siempre hay diferencias al interior del régimen y en el tema
fiscal las hubo. Cuando un funcionario no está de acuerdo con ciertas
decisiones se separa. El ministro saliente discrepó con ciertas políticas
que cuentan con el aval del Gobierno.
Además, indicó que Pinto goza de la confianza del Presidente y
seguirá con la política del Frente Económico, que no es una
autonomía ni tiene vida propia.
"La única línea que se sigue es la que marca el Presidente,
quien trata de mantener el equilibrio porque hay objetivos que
van mucho más allá de las perspectivas de un sector".
ADUANAS: PRIMER DOLOR DE CABEZA
Una -quizá la primera- prioridad de Mauricio Pinto Mancheno al
frente de la cartera de Finanzas, es el tema aduanero.
La salida de Modesto Correa, en efecto, ha generado en Guayaquil
un sensible malestar de algunos altos funcionarios, que incluso
salieron dejando a la institución en un estado crítico: no hay
funcionarios capacitados, no hay recursos técnicos ni materiales
en general, la corrupción (denunciada por importantes sectores
económicos y de opinión) aumenta mientras las pérdidas de
contenedores continúa...
El sistema de reformas aduaneras que impulsó el ministro
anterior, apoyado en el trabajo de las empresas verificadoras
internacionales, es también otro tema que el ministro Pinto
deberá tratar.
Como es de conocimiento general, algunos sectores productivos,
especialmente los comerciales, se han mostrado contrarios a las
actuales reglas del juego para controlar el ingreso de mercaderías al
país.
Otro aspecto muy importante se relaciona con la reestructuración
de la plana mayor de las aduanas a nivel nacional, especialmente
en la plaza de Guayaquil, una de las más complejas por la serie
de intereses económicos que allí se manejan.
Según declaraciones de expertos en la materia, las aduanas del
puerto principal están atravesadas por la corrupción.
¿MEJORARAN LAS RECAUDACIONES?
La segunda prioridad en la flamante agenda del ministro de
Finanzas se relaciona directamente con el manejo y control de las
finanzas públicas en general, y particularmente con la
posibilidad de controlar rígidamente el gasto fiscal.
Una de las discrepancias, precisamente, entre las autoridades
monetarias y fiscales, que desembocó en la salida del ministro
anterior, se relaciona con el aparente relajamiento que habría
tenido Modesto Correa para controlar las cuentas del Egresos del
Estado.
Ahora, Mauricio Pinto tiene por delante la posibilidad de cerrar
filas con el resto de autoridades económicas, para ajustar las
metas macroeconómicas en materia fiscal, específicamente, la
relacionada con un posible equilibrio fiscal, aunque el Estado
tuvo que gastar cerca de un billón (920 mil millones) de sucres
por el conflicto armado con el Perú.
Los expertos han sido duros hasta el momento: la alternativa de
mejorar las recaudaciones fiscales pasa, por fuerza de necesidad,
por una reorganización a fondo de la estructura administrativa
del Ministerio de Finanzas, y dentro de él, de la Dirección
General de Rentas.
Pinto ya anunció ayer que se prepara un cambio en ese sentido,
para lo cual se compromete a aplicar modernas técnicas de
reingeniería de procesos. Los recursos que ingresen serán para planes
sociales.
EL IVA Y LAS PRIVATIZACIONES
En su doble condición de ministro de Finanzas y de presidente del
Consejo Nacional de Desarrollo (Conam), Mauricio Pinto tiene
entre sus prioridades mixtas, controlar el gasto público, mejorar
las recaudaciones y manejar el proceso de privatización de las
empresas públicas.
La tarea si bien ha sido aceptada como transitoria por parte del
presidente Durán Ballén resulta complicada para el funcionario
por el entorno político actual.
En efecto, el Gobierno, para lograr una reforma tributaria
sustancial, requiere del visto bueno del Congreso.
Y los legisladores, incluyendo a su presidente, han anunciado que
no están dispuestos a permitir que se impongan más impuestos.
El eje de la reforma tributaria del Gobierno, en los actuales
momentos, se centra en la reformas al Impuesto al Valor Agregado
(IVA) y a su estructura de exoneraciones.
El Gobierno prevé que si pasan los cambios en el Congreso, el
Estado podría recaudar más de 200 mil millones de sucres cada
año; cifra que podría mejorar las finanzas y, a la vez, reducir
el déficit fiscal.
Esta meta fue acordada entre las autoridades y los organismos
internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La tarea de Pinto en este terreno por tanto, es muy importante,
eso marcará buena parte de su rumbo en el Ministerio de Finanzas.
En el plano de las privatizaciones desde el Conam, las cosas se
le presentan a Pinto igual de complejas.
Con una serie de reformas legales a medias (Emetel,
Electrificación, etc.), y con un Congreso que no se muestra
interesado en apoyar todas las iniciativas de Gobierno, el
ministro de Finanzas deberá buscar consensos para que su gestión
no quede neutralizada por un proceso legal que los inversionistas
critican.
ITINERARIO
El hogar: Mauricio Pinto tiene 42 años. Está casado y tiene dos hijas.
La profesión: Es ingeniero textil, especializado en administración.
Cargos desempeñados: Ministro de Industrias: subgerente del Banco
Popular; vicepresidente de la CFN; presidente de los industriales de
Pichincha; presidente y director de la CAF; director de la JUNAC.
TEXTO TOMADO DE EL COMERCIO (2A)
desempeñado Mauricio Pinto, durante el Gobierno de Sixto Durán
Ballén, que entre sus más allegados ya se le conoce como "el
hombre-orquesta de Sixto".
Este industrial capitalino de 42 años inició este periplo desde el
comienzo del régimen. Primero como ministro de Industrias, Comercio,
Integración y Pesca (MICIP) el 10 de agosto de 1992, y se mantuvo en el
cargo por 11 meses. Hasta julio de 1993.
Argumentando motivos personales, Pinto salió del MICIP de una
manera muy poco ortodoxa: no esperó que se oficialice su
dimisión. Cuando abandonó el despacho aseguró que había esperado 40 días
para que el Presidente se pronuncie sobre su salida, "y como no
lo hacía, decidí irme..."
Semanas más tarde este empresario liado a una línea tradicional de
textileros de Quito, casado y con dos hijas, contrarió de nuevo cualquier
lógica: fue nombrado representante personal del Presidente de la República
ante el órgano rector de la política monetaria del país, la Junta
Monetaria.
Mientras desempeñó esas funciones estrechó buenos lazos de
amistad y de confianza con Ana Lucía Armijos, presidente de Junta
Monetaria (que había reemplazado a Roberto Baquerizo), y con
Augusto de la Torre, gerente del Banco Central muy cercanos al
vicepresidente Alberto Dahik.
Posteriormente, con la salida del banquero Marcel Laniado de la
presidencia del Consejo Nacional de Modernización del Estado
(Conam), Sixto recurrió por tercera vez a Pinto: volvió al
escenario político local avalado por sus maestrías en
administración de empresas, pero también con mucha fuerza,
sostenida, según fuentes del Palacio de Gobierno, por sus viejas
amistades de la Junta Monetaria y de la vicepresidencia de la
República. Así se vinculó Mauricio Pinto al Conam en julio de
1994.
La reciente crisis interna entre las autoridades de Finanzas y de
Junta Monetaria, tuvo un desenlace que nuevamente lo involucró.
Sixto lo llamó por cuarta vez tras la salida de Modesto Correa.
Pero esta vez la misión se presenta más complicada que nunca:
debe llenar no uno sino dos vacíos de poder simultáneamente.
El presidente decidió otorgarle la cartera de Finanzas, sin que
por ello tenga que abandonar el sillón de la presidencia del
Conam.
Así, Mauricio Pinto, un hombre más bien reservado en su conducta
pública, deberá sacar adelante el proyecto económico del
Gobierno: la reforma fiscal y las privatizaciones.
No está claro por qué el Gobierno apostó por esta fórmula
transitoria. El propio Pinto dijo ayer que acepta el encargo presidencial
"hasta que se designe el nuevo presidente del Conam".
El diputado de Gobierno, Freddy Bravo, proyecta una razón de
forma más que de fondo. "En la reglamentación del Conam se establece que
el presidente nato de este organismo es el ministro de Finanzas, y ese
funcionario es Mauricio Pinto Mancheno".
LARREATEGUI CUENTA
Por su parte, el secretario de la Administración, Carlos
Larreátegui, calificó como ética y responsable a la actitud del
ex ministro de Finanzas, Modesto Correa, al presentar su
renuncia.
"Siempre hay diferencias al interior del régimen y en el tema
fiscal las hubo. Cuando un funcionario no está de acuerdo con ciertas
decisiones se separa. El ministro saliente discrepó con ciertas políticas
que cuentan con el aval del Gobierno.
Además, indicó que Pinto goza de la confianza del Presidente y
seguirá con la política del Frente Económico, que no es una
autonomía ni tiene vida propia.
"La única línea que se sigue es la que marca el Presidente,
quien trata de mantener el equilibrio porque hay objetivos que
van mucho más allá de las perspectivas de un sector".
ADUANAS: PRIMER DOLOR DE CABEZA
Una -quizá la primera- prioridad de Mauricio Pinto Mancheno al
frente de la cartera de Finanzas, es el tema aduanero.
La salida de Modesto Correa, en efecto, ha generado en Guayaquil
un sensible malestar de algunos altos funcionarios, que incluso
salieron dejando a la institución en un estado crítico: no hay
funcionarios capacitados, no hay recursos técnicos ni materiales
en general, la corrupción (denunciada por importantes sectores
económicos y de opinión) aumenta mientras las pérdidas de
contenedores continúa...
El sistema de reformas aduaneras que impulsó el ministro
anterior, apoyado en el trabajo de las empresas verificadoras
internacionales, es también otro tema que el ministro Pinto
deberá tratar.
Como es de conocimiento general, algunos sectores productivos,
especialmente los comerciales, se han mostrado contrarios a las
actuales reglas del juego para controlar el ingreso de mercaderías al
país.
Otro aspecto muy importante se relaciona con la reestructuración
de la plana mayor de las aduanas a nivel nacional, especialmente
en la plaza de Guayaquil, una de las más complejas por la serie
de intereses económicos que allí se manejan.
Según declaraciones de expertos en la materia, las aduanas del
puerto principal están atravesadas por la corrupción.
¿MEJORARAN LAS RECAUDACIONES?
La segunda prioridad en la flamante agenda del ministro de
Finanzas se relaciona directamente con el manejo y control de las
finanzas públicas en general, y particularmente con la
posibilidad de controlar rígidamente el gasto fiscal.
Una de las discrepancias, precisamente, entre las autoridades
monetarias y fiscales, que desembocó en la salida del ministro
anterior, se relaciona con el aparente relajamiento que habría
tenido Modesto Correa para controlar las cuentas del Egresos del
Estado.
Ahora, Mauricio Pinto tiene por delante la posibilidad de cerrar
filas con el resto de autoridades económicas, para ajustar las
metas macroeconómicas en materia fiscal, específicamente, la
relacionada con un posible equilibrio fiscal, aunque el Estado
tuvo que gastar cerca de un billón (920 mil millones) de sucres
por el conflicto armado con el Perú.
Los expertos han sido duros hasta el momento: la alternativa de
mejorar las recaudaciones fiscales pasa, por fuerza de necesidad,
por una reorganización a fondo de la estructura administrativa
del Ministerio de Finanzas, y dentro de él, de la Dirección
General de Rentas.
Pinto ya anunció ayer que se prepara un cambio en ese sentido,
para lo cual se compromete a aplicar modernas técnicas de
reingeniería de procesos. Los recursos que ingresen serán para planes
sociales.
EL IVA Y LAS PRIVATIZACIONES
En su doble condición de ministro de Finanzas y de presidente del
Consejo Nacional de Desarrollo (Conam), Mauricio Pinto tiene
entre sus prioridades mixtas, controlar el gasto público, mejorar
las recaudaciones y manejar el proceso de privatización de las
empresas públicas.
La tarea si bien ha sido aceptada como transitoria por parte del
presidente Durán Ballén resulta complicada para el funcionario
por el entorno político actual.
En efecto, el Gobierno, para lograr una reforma tributaria
sustancial, requiere del visto bueno del Congreso.
Y los legisladores, incluyendo a su presidente, han anunciado que
no están dispuestos a permitir que se impongan más impuestos.
El eje de la reforma tributaria del Gobierno, en los actuales
momentos, se centra en la reformas al Impuesto al Valor Agregado
(IVA) y a su estructura de exoneraciones.
El Gobierno prevé que si pasan los cambios en el Congreso, el
Estado podría recaudar más de 200 mil millones de sucres cada
año; cifra que podría mejorar las finanzas y, a la vez, reducir
el déficit fiscal.
Esta meta fue acordada entre las autoridades y los organismos
internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La tarea de Pinto en este terreno por tanto, es muy importante,
eso marcará buena parte de su rumbo en el Ministerio de Finanzas.
En el plano de las privatizaciones desde el Conam, las cosas se
le presentan a Pinto igual de complejas.
Con una serie de reformas legales a medias (Emetel,
Electrificación, etc.), y con un Congreso que no se muestra
interesado en apoyar todas las iniciativas de Gobierno, el
ministro de Finanzas deberá buscar consensos para que su gestión
no quede neutralizada por un proceso legal que los inversionistas
critican.
ITINERARIO
El hogar: Mauricio Pinto tiene 42 años. Está casado y tiene dos hijas.
La profesión: Es ingeniero textil, especializado en administración.
Cargos desempeñados: Ministro de Industrias: subgerente del Banco
Popular; vicepresidente de la CFN; presidente de los industriales de
Pichincha; presidente y director de la CAF; director de la JUNAC.
TEXTO TOMADO DE EL COMERCIO (2A)
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