Quito. 14 oct 98. E stamos a punto de iniciar una presentación
clave para la vida del país". Con esa frase, el presidente
Jamil Mahuad introdujo una explicación a la prensa sobre la
razón de su presencia en el Congreso Nacional, minutos antes
de ingresar al Salón del Pleno.
Como estaba previsto, el Primer Mandatario llegó a las 15h20.
Apenas descendió de su vehículo se dirigió a un estrado que la
Dirección de Protocolo ubicó en el acceso norte del Palacio
Legislativo. A su derecha se colocó el vicepresidente Gustavo
Noboa y el ministro de Finanzas, Fidel Jaramillo. Y a su
izquierda, el canciller José Ayala. Antes, varios ministros
del Gabinete habían asistido al hemiciclo del Congreso. El
presidente del Congreso, Juan José Pons, y el secretario de la
Administración, Jaime Durán, ingresaron juntos por el mismo
acceso.
Antes de comparecer ante la Cámara, Mahuad dio breves
declaraciones: "... es la información del Presidente de la
República al Congreso sobre la situación de las negociaciones
de paz con el Perú". Dijo que los dos presidentes han llegado
"hasta donde se podía avanzar", y que se ha llegado "al límite
de nuestras facultades legales". Por esa razón, les toca a los
congresos de ambos países pronunciarse sobre la fórmula
propuesta de los Garantes.
"Hemos avanzado en el Tratado de Comercio y Navegación, en el
grupo de trabajo del Canal de Zarumilla, en las medidas de
seguridad y confianza hacia el futuro si se llega a firmar la
paz. Nos falta todavía fijar la frontera terrestre común, y
para eso no tenemos las facultades y no podemos seguir
adelante".
Mahuad explicó que los Garantes han pedido que "para dar su
pronunciamiento definitivo los congresos de ambos países deben
aceptar el pronunciamiento por anticipado". Todos esos temas
iban a ser expuestos -aseguró- con una "información clara,
concreta, corta, pero absolutamente completa y abarcando todos
los aspectos". Pero además dio una explicación del porqué no
avanzaron las negociaciones: "porque llegó un punto en que yo
no podía firmar un documento cediendo un territorio que
Ecuador ha reclamado como propio durante décadas...y mucho más
de un siglo". Y que la misma situación la tenía el Presidente
de Perú. Mahuad calificó de "sensata, lógica y justa" a la
salida de los Garantes para llegar al final de un conflicto
"que si no va por ese camino difícilmente se va a superar". Y
que por esto, le hace confiar en la serenidad, el patriotismo
y madurez de los legisladores para coincidir con sus
apreciaciones.
El Presidente y sus acompañantes dieron media vuelta e
ingresaron al recinto, con paso seguro, en medio de honores de
la Escolta Legislativa. Fueron hasta el despacho presidencial.
En las afueras del Palacio, una "vigilia por la paz", en la
que participan el grupo Cruks en Karnak y Ricardo Perotti se
instaló, indefinidamente, desde las 14h25, para lograr del
Congreso la aprobación del acuerdo.
En la sala había 64 diputados que conversaban en grupos sobre
el tema. Una pantalla gigante se había colocado en el costado
oriental del salón. Pons pidió a dos diputados, Mario Moreira
y Antonio Posso, que inviten a pasar a sala al Primer
Mandatario. A las 15h45 ingresó Mahuad y sus ministros. Solo
el bloque de la DP lo recibió con aplausos... hasta que se
ubicó junto con Pons, el Vicepresidente y el Canciller en la
mesa presidencial. El Gabinete se instaló en el costado
occidental, ante el mural de Osvaldo Guayasamín.
La sesión duró una hora y media. Al salir, Mahuad dijo que fue
una reunión ordenada, en la que se informó al Parlamento. "Y
respetaré la decisión que el Congreso tome". Una vez terminada
la reunión, los jefes de bloque tuvieron un nuevo encuentro.
El diputado Heinz Moeller (PSC) calificó a la comparecencia
del Presidente como positiva, completa, exhaustiva y
responsable, después de la cual el Congreso ya tiene capacidad
para tomar una decisión sobre el tema. Su bloque, dijo, se
reunirá hoy a las 08h00 para tomar una decisión.
El bloque de la ID también tenía prevista una reunión para
decidir máximo hasta hoy la orientación que tomará su posición
definitiva. En general, existía cierta discrepancia a nivel
interno.
René Yandún dijo que tenía cierta preocupación, porque parece
que solo existen tres opciones enmarcadas en el Protocolo de
Río, el fallo de Dias de Aguiar y el parecer técnico jurídico.
De su lado, el procurador general del Estado, Ramón Jiménez
Carbo, respondió ayer a una consulta del Ejecutivo: la
aprobación del procedimiento que los Garantes solicitan de
Ecuador y Perú tiene la naturaleza de un convenio, por lo que
está dentro de lo previsto en la Constitución. "En
consecuencia, según lo previsto por el numeral 12 del artículo
171, en concordancia con el artículo 161 de la Constitución,
es necesaria la aprobación previa del Congreso Nacional". De
esta forma, el Procurador recomendó al Gobierno la consulta
ante el Tribunal Constitucional, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 276 y 277 de la Carta Política.
En una carta a Juan José Pons, enviada ayer, el Presidente
pidió al Congreso que apruebe el que el Ejecutivo, a nombre
del Estado, se comprometa a "someter al pronunciamiento" de
los Garantes "la solución de las diferencias existentes con la
República del Perú", así como el "carácter vinculante" de
dicho pronunciamiento.
El pronunciamiento, según la fórmula propuesta, abarcará "la
totalidad de la controversia", tomando en cuenta los acuerdos
ya logrados en los otros tres temas de discusión. La respuesta
debería estar hasta el jueves. Entre tanto, Mahuad prepara un
panel televisado, con periodistas, en el que Mahuad explicará
el estado de la negociación con el Perú para la noche de hoy.
La hora no se definió anoche.
Iglesia Católica: la paz ya no puede esperar
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana también se pronunció
sobre la necesidad de que las autoridades ecuatorianas den una
respuesta, cuanto antes, a la propuesta de los países Garantes
para alcanzar la paz definitiva con el vecino país del sur.
El texto del comunicado de la Presidencia de la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana es el siguiente:
Los países Garantes -que en estos años han demostrado al
Ecuador y al Perú, amistad y respeto- han puesto a estos
pueblos ante al dramática alternativa de escoger entre la Paz,
digna y soberanamente aceptada, o la prolongación de un estado
de zozobra, abierto a la carrera armamentista y aún a la misma
guerra.
La solución que se nos ofrece responde a la realidad de hoy,
es realista y probablemente la única para desbloquear el
natural entrabamiento de las conversaciones entre dos
gobiernos que defienden puntos de vista diversos, desde las
sensibilidades propias de sus pueblos.
La propuesta de los países Garantes exige de los que el pueblo
ha elegido para gobernar y legislar respuestas concretas, más
allá de las sutilezas jurídicas o de cálculos partidistas.
Pero la verdadera respuesta deben darla al pueblo que clama
por la paz, condición indispensable para una vida digna de los
hijos de Dios. Respuesta al pueblo que ha sufrido en carne
propia la consecuencia de la paz armada o ha expuesto a sus
hijos en el campo de combate.
Que Jesús, Hijo de Dios que, al hacerse hombre demuestra su
solidaridad con nuestras angustias y esperanzas, haga oír con
fuerza su mensaje: "la Paz os dejo, la Paz os doy".
El acuerdo está suscrito por José Mario Ruiz Navas, arzobispo
de Portoviejo y presidente de la Conferencia Episcopal
Ecuatoriana; Antonio Arregui, obispo de Ibarra y secretario
general de la Conferencia Episcopal; y, José Vicente
Eguiguren, secretario general adjunto de la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana.
Indígenas: es hora de un acuerdo definitivo
Los pueblos indígenas anunciaron ayer su total respaldo a la
fórmula de los países Garantes. El presidente de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(Conaie), Antonio Vargas, y el presidente del Parlamento
Indígena Amazónico, Aníbal Chávez, reiteraron que la solución
pacífica del conflicto entre las dos naciones debe adoptarse
en forma urgente, debido a la necesidad de paz y de progreso
que tienen ambos pueblos.
Los indígenas amazónicos, en particular, destacaron su interés
en que etnias separadas por el conflicto militar en el
suroriente se vuelvan a unir, así como que se les permita y
garantice el libre tránsito. "Ya es la hora de un acuerdo de
paz definitivo entre Ecuador y Perú".
Los indígenas destacaron también que gran parte del
presupuesto nacional se destina a los gastos de defensa. "La
defensa de la Patria hay que verla en su integridad y no solo
con espíritu chauvinista o nacionalista, subjetivo o
politiquero".
Hicieron un llamado a invertir en el desarrollo social:
"debemos entender la defensa de la Patria con la protección de
la niñez, evitando la desnutrición, el analfabetismo,
permitiendo el ejercicio de los derechos y libertades
ciudadanas, la defensa de la vida de los pueblos indígenas
frente a las empresas que contaminan, alienan y destruyen la
cultura de los pueblos".
Vargas calificó como una "salida necesaria y urgente", a la
propuesta de los Garantes. El Congreso Nacional tiene la
obligación de afrontar este desafío histórico. "La paz con el
Perú la entenderemos como menos armas, más pan, más salud, más
educación, más trabajo, más caminos, más crédito barato para
el campesino e indígena".
En la tarde, la Conaie se reunió con la ministra de Gobierno,
Ana Lucía Armijos, la diputada por Pachakutik Nina Pacari, y
el delegado del Secretario de la Administración, Santiago
Pérez, para analizar las medidas compensatorias para los
indígenas. Entre estas estarían la venta de cilindros de gas
de siete kilos y mantener los subsidios a la electricidad en
las zonas rurales.
Análisis
Jaime Nebot y la salida de los Garantes
Esta vez la bola le pifió a Jaime Nebot. Su propuesta de
recurrir a una consulta popular para saber si el Gobierno
acepta, a nombre del país, la propuesta de los países
Garantes, cayó en pleno desierto.
La tesis esgrimida por el líder socialcristiano no es nueva.
El ha considerado que el diferendo territorial es un asunto de
conciencia y que, por ende, cada ecuatoriano debe
manifestarse.
En principio, consultar al pueblo es siempre un buen
mecanismo. De hecho, la idea de la consulta apareció varias
veces en el proceso de negociación con el Perú. Su problema
siempre fue decidir la materia y el momento. Ese hecho no ha
cambiado. Ahora no solo no habría tiempo sino que no se ve
cuál sería el tema de consulta. ¿Aprobar la modalidad bajo la
cual actuarán los Garantes? ¿Admitir que su fallo sea
obligatorio? En el fondo, el país votaría por una forma y no
por el fondo que es, por razones obvias, desconocido en este
momento.
Un agravante en ese escenario: el propio Jaime Nebot, que vive
muy bien enterado, dijo ayer, en una carta al Diario Hoy, que
no había información oficial acerca del proceso. ¿Se le puede
pedir al pueblo, en esas condiciones, que se manifieste?
Los que sí están informados, de manera directa y exhaustiva,
son los diputados. Además, ellos pueden, por ser los
representantes políticos de la nación, sopesar, entre los
escenarios presentados, y optar por el mejor para la nación.
La delegación de responsabilidades, en este caso, no parece
ser la salida más adecuada en un proceso que estaría tocando a
su fin.
Lo grave es que la propuesta de Jaime Nebot llegue en un
momento en el que el país, a través de su Presidente, está
metido en una dinámica que, a todas luces, parece
irreversible. No queda, ni de lejos, la sensación de que el
país pudiera así ser más consciente de sus decisiones.
Devolverle al país su propio desconcierto es desconocer un
proceso que, con sus ventajas y sus avatares, fue asumido en
el último tramo por el actual Presidente. Por ello, habrá
incertidumbre en la nación hasta que no se dé una salida, y
ojalá una salida en condiciones que permitan mirar al futuro
en compañía del Perú.
La tarea de los líderes políticos no es, pues, poner a la
nación contra las cuerdas. Es esclarecerla, ayudarla a
entender, mostrarle los límites en los cuales debe a veces
optar y asumir por ella decisiones que en casos resultan
dolorosas. O no enteramente satisfactorias. La política, es
bueno recordarlo, es el arte de lo posible.
Jaime Nebot en este tema, y a esta hora, no está jugando el
papel que su talla, y la de su partido, le imponen. El sabe
que desde hace largos meses, el país se debate, en el tema
fronterizo, en un callejón con escasas salidas.
Su propuesta, lejos de dinamizar, confunde y lo pone al margen
de un proceso que no parece tener retorno. (Texto tomado de El
Comercio)
clave para la vida del país". Con esa frase, el presidente
Jamil Mahuad introdujo una explicación a la prensa sobre la
razón de su presencia en el Congreso Nacional, minutos antes
de ingresar al Salón del Pleno.
Como estaba previsto, el Primer Mandatario llegó a las 15h20.
Apenas descendió de su vehículo se dirigió a un estrado que la
Dirección de Protocolo ubicó en el acceso norte del Palacio
Legislativo. A su derecha se colocó el vicepresidente Gustavo
Noboa y el ministro de Finanzas, Fidel Jaramillo. Y a su
izquierda, el canciller José Ayala. Antes, varios ministros
del Gabinete habían asistido al hemiciclo del Congreso. El
presidente del Congreso, Juan José Pons, y el secretario de la
Administración, Jaime Durán, ingresaron juntos por el mismo
acceso.
Antes de comparecer ante la Cámara, Mahuad dio breves
declaraciones: "... es la información del Presidente de la
República al Congreso sobre la situación de las negociaciones
de paz con el Perú". Dijo que los dos presidentes han llegado
"hasta donde se podía avanzar", y que se ha llegado "al límite
de nuestras facultades legales". Por esa razón, les toca a los
congresos de ambos países pronunciarse sobre la fórmula
propuesta de los Garantes.
"Hemos avanzado en el Tratado de Comercio y Navegación, en el
grupo de trabajo del Canal de Zarumilla, en las medidas de
seguridad y confianza hacia el futuro si se llega a firmar la
paz. Nos falta todavía fijar la frontera terrestre común, y
para eso no tenemos las facultades y no podemos seguir
adelante".
Mahuad explicó que los Garantes han pedido que "para dar su
pronunciamiento definitivo los congresos de ambos países deben
aceptar el pronunciamiento por anticipado". Todos esos temas
iban a ser expuestos -aseguró- con una "información clara,
concreta, corta, pero absolutamente completa y abarcando todos
los aspectos". Pero además dio una explicación del porqué no
avanzaron las negociaciones: "porque llegó un punto en que yo
no podía firmar un documento cediendo un territorio que
Ecuador ha reclamado como propio durante décadas...y mucho más
de un siglo". Y que la misma situación la tenía el Presidente
de Perú. Mahuad calificó de "sensata, lógica y justa" a la
salida de los Garantes para llegar al final de un conflicto
"que si no va por ese camino difícilmente se va a superar". Y
que por esto, le hace confiar en la serenidad, el patriotismo
y madurez de los legisladores para coincidir con sus
apreciaciones.
El Presidente y sus acompañantes dieron media vuelta e
ingresaron al recinto, con paso seguro, en medio de honores de
la Escolta Legislativa. Fueron hasta el despacho presidencial.
En las afueras del Palacio, una "vigilia por la paz", en la
que participan el grupo Cruks en Karnak y Ricardo Perotti se
instaló, indefinidamente, desde las 14h25, para lograr del
Congreso la aprobación del acuerdo.
En la sala había 64 diputados que conversaban en grupos sobre
el tema. Una pantalla gigante se había colocado en el costado
oriental del salón. Pons pidió a dos diputados, Mario Moreira
y Antonio Posso, que inviten a pasar a sala al Primer
Mandatario. A las 15h45 ingresó Mahuad y sus ministros. Solo
el bloque de la DP lo recibió con aplausos... hasta que se
ubicó junto con Pons, el Vicepresidente y el Canciller en la
mesa presidencial. El Gabinete se instaló en el costado
occidental, ante el mural de Osvaldo Guayasamín.
La sesión duró una hora y media. Al salir, Mahuad dijo que fue
una reunión ordenada, en la que se informó al Parlamento. "Y
respetaré la decisión que el Congreso tome". Una vez terminada
la reunión, los jefes de bloque tuvieron un nuevo encuentro.
El diputado Heinz Moeller (PSC) calificó a la comparecencia
del Presidente como positiva, completa, exhaustiva y
responsable, después de la cual el Congreso ya tiene capacidad
para tomar una decisión sobre el tema. Su bloque, dijo, se
reunirá hoy a las 08h00 para tomar una decisión.
El bloque de la ID también tenía prevista una reunión para
decidir máximo hasta hoy la orientación que tomará su posición
definitiva. En general, existía cierta discrepancia a nivel
interno.
René Yandún dijo que tenía cierta preocupación, porque parece
que solo existen tres opciones enmarcadas en el Protocolo de
Río, el fallo de Dias de Aguiar y el parecer técnico jurídico.
De su lado, el procurador general del Estado, Ramón Jiménez
Carbo, respondió ayer a una consulta del Ejecutivo: la
aprobación del procedimiento que los Garantes solicitan de
Ecuador y Perú tiene la naturaleza de un convenio, por lo que
está dentro de lo previsto en la Constitución. "En
consecuencia, según lo previsto por el numeral 12 del artículo
171, en concordancia con el artículo 161 de la Constitución,
es necesaria la aprobación previa del Congreso Nacional". De
esta forma, el Procurador recomendó al Gobierno la consulta
ante el Tribunal Constitucional, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 276 y 277 de la Carta Política.
En una carta a Juan José Pons, enviada ayer, el Presidente
pidió al Congreso que apruebe el que el Ejecutivo, a nombre
del Estado, se comprometa a "someter al pronunciamiento" de
los Garantes "la solución de las diferencias existentes con la
República del Perú", así como el "carácter vinculante" de
dicho pronunciamiento.
El pronunciamiento, según la fórmula propuesta, abarcará "la
totalidad de la controversia", tomando en cuenta los acuerdos
ya logrados en los otros tres temas de discusión. La respuesta
debería estar hasta el jueves. Entre tanto, Mahuad prepara un
panel televisado, con periodistas, en el que Mahuad explicará
el estado de la negociación con el Perú para la noche de hoy.
La hora no se definió anoche.
Iglesia Católica: la paz ya no puede esperar
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana también se pronunció
sobre la necesidad de que las autoridades ecuatorianas den una
respuesta, cuanto antes, a la propuesta de los países Garantes
para alcanzar la paz definitiva con el vecino país del sur.
El texto del comunicado de la Presidencia de la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana es el siguiente:
Los países Garantes -que en estos años han demostrado al
Ecuador y al Perú, amistad y respeto- han puesto a estos
pueblos ante al dramática alternativa de escoger entre la Paz,
digna y soberanamente aceptada, o la prolongación de un estado
de zozobra, abierto a la carrera armamentista y aún a la misma
guerra.
La solución que se nos ofrece responde a la realidad de hoy,
es realista y probablemente la única para desbloquear el
natural entrabamiento de las conversaciones entre dos
gobiernos que defienden puntos de vista diversos, desde las
sensibilidades propias de sus pueblos.
La propuesta de los países Garantes exige de los que el pueblo
ha elegido para gobernar y legislar respuestas concretas, más
allá de las sutilezas jurídicas o de cálculos partidistas.
Pero la verdadera respuesta deben darla al pueblo que clama
por la paz, condición indispensable para una vida digna de los
hijos de Dios. Respuesta al pueblo que ha sufrido en carne
propia la consecuencia de la paz armada o ha expuesto a sus
hijos en el campo de combate.
Que Jesús, Hijo de Dios que, al hacerse hombre demuestra su
solidaridad con nuestras angustias y esperanzas, haga oír con
fuerza su mensaje: "la Paz os dejo, la Paz os doy".
El acuerdo está suscrito por José Mario Ruiz Navas, arzobispo
de Portoviejo y presidente de la Conferencia Episcopal
Ecuatoriana; Antonio Arregui, obispo de Ibarra y secretario
general de la Conferencia Episcopal; y, José Vicente
Eguiguren, secretario general adjunto de la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana.
Indígenas: es hora de un acuerdo definitivo
Los pueblos indígenas anunciaron ayer su total respaldo a la
fórmula de los países Garantes. El presidente de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(Conaie), Antonio Vargas, y el presidente del Parlamento
Indígena Amazónico, Aníbal Chávez, reiteraron que la solución
pacífica del conflicto entre las dos naciones debe adoptarse
en forma urgente, debido a la necesidad de paz y de progreso
que tienen ambos pueblos.
Los indígenas amazónicos, en particular, destacaron su interés
en que etnias separadas por el conflicto militar en el
suroriente se vuelvan a unir, así como que se les permita y
garantice el libre tránsito. "Ya es la hora de un acuerdo de
paz definitivo entre Ecuador y Perú".
Los indígenas destacaron también que gran parte del
presupuesto nacional se destina a los gastos de defensa. "La
defensa de la Patria hay que verla en su integridad y no solo
con espíritu chauvinista o nacionalista, subjetivo o
politiquero".
Hicieron un llamado a invertir en el desarrollo social:
"debemos entender la defensa de la Patria con la protección de
la niñez, evitando la desnutrición, el analfabetismo,
permitiendo el ejercicio de los derechos y libertades
ciudadanas, la defensa de la vida de los pueblos indígenas
frente a las empresas que contaminan, alienan y destruyen la
cultura de los pueblos".
Vargas calificó como una "salida necesaria y urgente", a la
propuesta de los Garantes. El Congreso Nacional tiene la
obligación de afrontar este desafío histórico. "La paz con el
Perú la entenderemos como menos armas, más pan, más salud, más
educación, más trabajo, más caminos, más crédito barato para
el campesino e indígena".
En la tarde, la Conaie se reunió con la ministra de Gobierno,
Ana Lucía Armijos, la diputada por Pachakutik Nina Pacari, y
el delegado del Secretario de la Administración, Santiago
Pérez, para analizar las medidas compensatorias para los
indígenas. Entre estas estarían la venta de cilindros de gas
de siete kilos y mantener los subsidios a la electricidad en
las zonas rurales.
Análisis
Jaime Nebot y la salida de los Garantes
Esta vez la bola le pifió a Jaime Nebot. Su propuesta de
recurrir a una consulta popular para saber si el Gobierno
acepta, a nombre del país, la propuesta de los países
Garantes, cayó en pleno desierto.
La tesis esgrimida por el líder socialcristiano no es nueva.
El ha considerado que el diferendo territorial es un asunto de
conciencia y que, por ende, cada ecuatoriano debe
manifestarse.
En principio, consultar al pueblo es siempre un buen
mecanismo. De hecho, la idea de la consulta apareció varias
veces en el proceso de negociación con el Perú. Su problema
siempre fue decidir la materia y el momento. Ese hecho no ha
cambiado. Ahora no solo no habría tiempo sino que no se ve
cuál sería el tema de consulta. ¿Aprobar la modalidad bajo la
cual actuarán los Garantes? ¿Admitir que su fallo sea
obligatorio? En el fondo, el país votaría por una forma y no
por el fondo que es, por razones obvias, desconocido en este
momento.
Un agravante en ese escenario: el propio Jaime Nebot, que vive
muy bien enterado, dijo ayer, en una carta al Diario Hoy, que
no había información oficial acerca del proceso. ¿Se le puede
pedir al pueblo, en esas condiciones, que se manifieste?
Los que sí están informados, de manera directa y exhaustiva,
son los diputados. Además, ellos pueden, por ser los
representantes políticos de la nación, sopesar, entre los
escenarios presentados, y optar por el mejor para la nación.
La delegación de responsabilidades, en este caso, no parece
ser la salida más adecuada en un proceso que estaría tocando a
su fin.
Lo grave es que la propuesta de Jaime Nebot llegue en un
momento en el que el país, a través de su Presidente, está
metido en una dinámica que, a todas luces, parece
irreversible. No queda, ni de lejos, la sensación de que el
país pudiera así ser más consciente de sus decisiones.
Devolverle al país su propio desconcierto es desconocer un
proceso que, con sus ventajas y sus avatares, fue asumido en
el último tramo por el actual Presidente. Por ello, habrá
incertidumbre en la nación hasta que no se dé una salida, y
ojalá una salida en condiciones que permitan mirar al futuro
en compañía del Perú.
La tarea de los líderes políticos no es, pues, poner a la
nación contra las cuerdas. Es esclarecerla, ayudarla a
entender, mostrarle los límites en los cuales debe a veces
optar y asumir por ella decisiones que en casos resultan
dolorosas. O no enteramente satisfactorias. La política, es
bueno recordarlo, es el arte de lo posible.
Jaime Nebot en este tema, y a esta hora, no está jugando el
papel que su talla, y la de su partido, le imponen. El sabe
que desde hace largos meses, el país se debate, en el tema
fronterizo, en un callejón con escasas salidas.
Su propuesta, lejos de dinamizar, confunde y lo pone al margen
de un proceso que no parece tener retorno. (Texto tomado de El
Comercio)
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