Quito (Ecuador). 19 feb 96. Cuando encendí la radio la mañana
del viernes 16 y escuché a Mónica Araujo narrar el rapto de su
hijo, no pude imaginar que Diario HOY sería parte del
desenlace.
Ante los micrófonos de la Clave Visión, Mónica Araujo, de 25
años, narró como el 14 de febrero, una mujer de inmensas gafas
oscuras, chompa negra y falda café le arrancó de los brazos a
su hijo y se lo llevó, sin dejar ningún rastro.
Esta joven, que trabaja como empleada doméstica de una familia
en Quito, contó que ese día, había ido con su hijo Michael a
dejar una carta en el Terminal Terrestre y se disponía a tomar
un taxi de regreso a casa, cuando una mujer se le acercó y le
preguntó si podía compartir la carrera. Mónica aceptó, la
desconocida hizo detener un taxi, y las dos mujeres lo
abordaron.
"A lo largo del trayecto, la mujer iba jugando con el niño y
me preguntó si lo podía cargar", contó Mónica sin poder
detener el llanto. "La mujer tomó al niño y cuando finalmente
llegamos a la Marín, se ofreció a bajarlo".
De nada sirvieron sus gritos ni la carrera desesperada de
Mónica, detrás del vehículo. La mujer nunca se bajó. El taxi
arrancó llevándose a su pequeño. En los micrófonos de radio
Visión, Mónica se oía desolada.
La joven llegó a los estudios de la radio acompañada de su
jefe, quien ofrecía como rescate el vehículo viejito de la
familia, "que costaría alrededor de cuatro millones".
Aparece una esperanza
Mónica estaba en camino a Diario HOY, para dejar la fotografía
de su bebé extraviado, una llamada telefónica nos alertó de
que un niño con los rasgos de Michael se encontraba abandonado
en el Hospital de Sangolquí. Cuando la madre llegó se abrió
una ventana de esperanza. Acompañamos a la madre al hospital
de Sangolquí.
Besos, leche y lágrimas
El relato de la madre en la radio fue una sorpresa para los
médicos y enfermeras del hospital de Sangolquí quienes desde
el 14 de febrero tenían a un bebé con las características de
Michael, en su poder. Un niño fue abandonado en la puerta del
director del hospital, en horas de la tarde del 14 de febrero.
El doctor Luis Sarsoza contó que su sorpresa fue mayor cuando
fue hasta la cuna del bebé, lo llamó por el nombre que oyó en
la radio -Michael- y el bebé le respondió con una sonrisa.
Inmediatamente, el doctor Sarzosa se comunicó con la radio.
Cuando llegamos al hospital todo era incertidumbre. Mónica
Araujo estaba ansiosa. Mientras caminábamos por los pasillos,
alguien fue a llamar a la policía "para hacerlo todo
legalmente".
El pasillo era infinito y todos los presentes comenzaron a
tejer especulaciones, doctores y curiosos jugaban el papel de
detectives.
"¿Qué ropa llevaba el niño? ¿Cómo es? Cuál es el color de su
cabello? ¿Estaba enfermo?".
La policía llegó y, antes de ver al niño, Mónica Araujo tuvo
contar otra vez la historia. Sus lágrimas cortaban el relato.
Finalmente, llegó la hora. Una doctora trajo una maleta negra,
encontrada junto al niño. Mónica contuvo la respiración y
lloró abrazada a su maleta.
Segundos después, un niño de inmensos ojos negros y pelo
rizado entró a la habitación, en brazos de una enfermera.
Mónica lo vio, se acercó y lo abrazó largamente. Las lágrimas
resbalaron por sus mejillas y mojaron el rostro del bebé.
Algunos de los presentes no pudieron evitaron una que otra
lágrima. Hubo un emocionado silencio. Mónica Araujo se sentó
en una silla y secándose las lágrimas dio de lactar a su hijo.
La historia de Valentín
Observamos el encuentro con un nudo en la garganta. Una de las
empleadas del hospital contó que en el hospital el niño
abandonado era una gran novedad. "Lo llamamos Valentín porque
lo encontramos en el día del amor".
Los empleados empezaron a reconstruir la historia. El doctor
Zuñiga, que se encontraba de turno esa tarde, encontró al niño
en la puerta de la dirección, "se asustó, y avisó a otras
personas".
La enfermera contó que el niño tenía 38.7 grados de
temperatura, que el doctor Zúñiga le auscultó, y salió a la
farmacia a comprar algunos remedios.
Luego, las empleadas del hospital contaron que buscaron en el
hospital otras madres para que den de lactar al niño.
En la edición del mediodía del noticiero de la radio, la voz
de Mónica volvió a sonar. Esta vez, llena de felicidad. Por
esas cosas del destino, Diario HOY no publica la foto de un
niño extraviado, sino la del conmovedor encuentro.
Las incógnitas
El encuentro de Mónica Araujo y su hijo estuvo rodeado de
muchas incógnitas.
- Por una extraña casualidad el niño apareció en el mismo
lugar en el que nació seis meses atrás.
- En el hospital nadie sabe la hora a la que el niño fue
encontrado. Raquel Paredes, empleada del lugar, contó que
cuando salió de la merienda, a las 17h00, y se sentó en uno de
los pasillos desde donde se ve la entrada, no vio salir a
nadie. Pero que minutos después llegó el doctor Zuñiga para
avisar que había un niño en la puerta del director del
hospital y que no lo había cogido porque le dio miedo.
-"En el hospital, después de las 17h00, pasan siempre dos
auxiliares una enfermera y dos médicos. Nada más. Yo me fui de
aquí a la 17h15 y no vi ningún niño", dijo otra persona.
- El niño fue abandonado en la puerta de la oficina del
director del hospital. Para llegar hasta ese lugar tuvo que
pasar la puerta principal, que es la única entrada, ingresar
al hospital y caminar varios metros antes de abandonarlo.
- La única hora en la que el hospital se encuentra desolado y
las puertas están abiertas para cualquier persona es la hora
de la merienda, a las 18h00.
- "Al niño debieron dejarlo a las 18h00, cuando estábamos
merendando. Alguien que lo dejó debe conocer el movimiento del
hospital", dijo una empleada que prefirió no ser reconocida.
-El hospital tiene una sola entrada que permanece cerrada bajo
llave hasta las 17h00 o 17h30, a esa hora se abren las
puertas. Cruzando la acera existe un parque en el que muchas
personas se reúnen a jugar pelota nacional desde las 16h00.
Junto al hospital está el retén policial. Los riesgos eran
muchos para un secuestrador arrepentido.
-No es ninguna sorpresa encontrar niños en las afueras del
hospital, dicen los funcionarios. El encargado de la limpieza
del hospital asegura que hace seis meses encontró otro niño en
el basurero. "Lloraba toda la noche pero me daba miedo", dice.
Asegura que ha encontrado cinco niños en los seis años que
lleva trabajando en el hospital. (Sucesos) (Diario HOY) (12B)
del viernes 16 y escuché a Mónica Araujo narrar el rapto de su
hijo, no pude imaginar que Diario HOY sería parte del
desenlace.
Ante los micrófonos de la Clave Visión, Mónica Araujo, de 25
años, narró como el 14 de febrero, una mujer de inmensas gafas
oscuras, chompa negra y falda café le arrancó de los brazos a
su hijo y se lo llevó, sin dejar ningún rastro.
Esta joven, que trabaja como empleada doméstica de una familia
en Quito, contó que ese día, había ido con su hijo Michael a
dejar una carta en el Terminal Terrestre y se disponía a tomar
un taxi de regreso a casa, cuando una mujer se le acercó y le
preguntó si podía compartir la carrera. Mónica aceptó, la
desconocida hizo detener un taxi, y las dos mujeres lo
abordaron.
"A lo largo del trayecto, la mujer iba jugando con el niño y
me preguntó si lo podía cargar", contó Mónica sin poder
detener el llanto. "La mujer tomó al niño y cuando finalmente
llegamos a la Marín, se ofreció a bajarlo".
De nada sirvieron sus gritos ni la carrera desesperada de
Mónica, detrás del vehículo. La mujer nunca se bajó. El taxi
arrancó llevándose a su pequeño. En los micrófonos de radio
Visión, Mónica se oía desolada.
La joven llegó a los estudios de la radio acompañada de su
jefe, quien ofrecía como rescate el vehículo viejito de la
familia, "que costaría alrededor de cuatro millones".
Aparece una esperanza
Mónica estaba en camino a Diario HOY, para dejar la fotografía
de su bebé extraviado, una llamada telefónica nos alertó de
que un niño con los rasgos de Michael se encontraba abandonado
en el Hospital de Sangolquí. Cuando la madre llegó se abrió
una ventana de esperanza. Acompañamos a la madre al hospital
de Sangolquí.
Besos, leche y lágrimas
El relato de la madre en la radio fue una sorpresa para los
médicos y enfermeras del hospital de Sangolquí quienes desde
el 14 de febrero tenían a un bebé con las características de
Michael, en su poder. Un niño fue abandonado en la puerta del
director del hospital, en horas de la tarde del 14 de febrero.
El doctor Luis Sarsoza contó que su sorpresa fue mayor cuando
fue hasta la cuna del bebé, lo llamó por el nombre que oyó en
la radio -Michael- y el bebé le respondió con una sonrisa.
Inmediatamente, el doctor Sarzosa se comunicó con la radio.
Cuando llegamos al hospital todo era incertidumbre. Mónica
Araujo estaba ansiosa. Mientras caminábamos por los pasillos,
alguien fue a llamar a la policía "para hacerlo todo
legalmente".
El pasillo era infinito y todos los presentes comenzaron a
tejer especulaciones, doctores y curiosos jugaban el papel de
detectives.
"¿Qué ropa llevaba el niño? ¿Cómo es? Cuál es el color de su
cabello? ¿Estaba enfermo?".
La policía llegó y, antes de ver al niño, Mónica Araujo tuvo
contar otra vez la historia. Sus lágrimas cortaban el relato.
Finalmente, llegó la hora. Una doctora trajo una maleta negra,
encontrada junto al niño. Mónica contuvo la respiración y
lloró abrazada a su maleta.
Segundos después, un niño de inmensos ojos negros y pelo
rizado entró a la habitación, en brazos de una enfermera.
Mónica lo vio, se acercó y lo abrazó largamente. Las lágrimas
resbalaron por sus mejillas y mojaron el rostro del bebé.
Algunos de los presentes no pudieron evitaron una que otra
lágrima. Hubo un emocionado silencio. Mónica Araujo se sentó
en una silla y secándose las lágrimas dio de lactar a su hijo.
La historia de Valentín
Observamos el encuentro con un nudo en la garganta. Una de las
empleadas del hospital contó que en el hospital el niño
abandonado era una gran novedad. "Lo llamamos Valentín porque
lo encontramos en el día del amor".
Los empleados empezaron a reconstruir la historia. El doctor
Zuñiga, que se encontraba de turno esa tarde, encontró al niño
en la puerta de la dirección, "se asustó, y avisó a otras
personas".
La enfermera contó que el niño tenía 38.7 grados de
temperatura, que el doctor Zúñiga le auscultó, y salió a la
farmacia a comprar algunos remedios.
Luego, las empleadas del hospital contaron que buscaron en el
hospital otras madres para que den de lactar al niño.
En la edición del mediodía del noticiero de la radio, la voz
de Mónica volvió a sonar. Esta vez, llena de felicidad. Por
esas cosas del destino, Diario HOY no publica la foto de un
niño extraviado, sino la del conmovedor encuentro.
Las incógnitas
El encuentro de Mónica Araujo y su hijo estuvo rodeado de
muchas incógnitas.
- Por una extraña casualidad el niño apareció en el mismo
lugar en el que nació seis meses atrás.
- En el hospital nadie sabe la hora a la que el niño fue
encontrado. Raquel Paredes, empleada del lugar, contó que
cuando salió de la merienda, a las 17h00, y se sentó en uno de
los pasillos desde donde se ve la entrada, no vio salir a
nadie. Pero que minutos después llegó el doctor Zuñiga para
avisar que había un niño en la puerta del director del
hospital y que no lo había cogido porque le dio miedo.
-"En el hospital, después de las 17h00, pasan siempre dos
auxiliares una enfermera y dos médicos. Nada más. Yo me fui de
aquí a la 17h15 y no vi ningún niño", dijo otra persona.
- El niño fue abandonado en la puerta de la oficina del
director del hospital. Para llegar hasta ese lugar tuvo que
pasar la puerta principal, que es la única entrada, ingresar
al hospital y caminar varios metros antes de abandonarlo.
- La única hora en la que el hospital se encuentra desolado y
las puertas están abiertas para cualquier persona es la hora
de la merienda, a las 18h00.
- "Al niño debieron dejarlo a las 18h00, cuando estábamos
merendando. Alguien que lo dejó debe conocer el movimiento del
hospital", dijo una empleada que prefirió no ser reconocida.
-El hospital tiene una sola entrada que permanece cerrada bajo
llave hasta las 17h00 o 17h30, a esa hora se abren las
puertas. Cruzando la acera existe un parque en el que muchas
personas se reúnen a jugar pelota nacional desde las 16h00.
Junto al hospital está el retén policial. Los riesgos eran
muchos para un secuestrador arrepentido.
-No es ninguna sorpresa encontrar niños en las afueras del
hospital, dicen los funcionarios. El encargado de la limpieza
del hospital asegura que hace seis meses encontró otro niño en
el basurero. "Lloraba toda la noche pero me daba miedo", dice.
Asegura que ha encontrado cinco niños en los seis años que
lleva trabajando en el hospital. (Sucesos) (Diario HOY) (12B)
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